Agromuralla pide adaptar la normativa de purines a Galicia y ayudas para la compra de equipos

La asociación de ganaderos insiste en los problemas que supone el abonado mediante inyectores en zonas de montaña y considera "inasumible e inviable" que las pequeñas ganaderías puedan costear el cambio de equipos sin ayudas

Roberto López (en primeiro termo), dirixíndose aos afiliados de Agromuralla o pasado venres

Roberto López (en primer término), dirigiéndose a los afiliados de Agromuralla el pasado viernes

La asociación de ganaderos y ganaderas Agromuralla exige la «revisión de la normativa de purines» y la aprobación de un «Plan de ayudas directas que financie el 50% de los costes de los nuevos equipos» para permitir al sector adaptarse a la nueva regulación sin que su complimiento suponga «el cierre de muchas pequeñas explotaciones».

Agromuralla organizó el pasado viernes en Castro Riberas de Lea un acto para informar a sus asociados de los cambios previstos y en el que participó el director general de Ganadería de la Consellería de Medio Rural, José Balseiros, y el coordinador de la Estrategia de Dinamización del Sector Lácteo de la Fundación Juana de Vega, José Manuel Andrade.

El presidente de Agromuralla, Roberto López asegura que el nuevo decreto sobre fertilización que quiere aprobar el Gobierno central supone «un jarro de agua fría» para el sector agroganadero gallego y alerta de sus consecuencias para las pequeñas explotaciones, tanto de leche como de carne.

El 75% de las explotaciones gallegas, unas 5.000 ganaderías, son pequeñas explotaciones de menos de 50 vacas que producen el 40% de la leche ordeñada cada año en Galicia

«No nos podemos permitir el lujo de perder ninguna de estas explotaciones, porque es el modo de vida de una familia, son uno o dos puestos de trabajo que están vinculados a la actividad agraria y que son los que mantienen la población en el rural», argumentó Roberto López.

En riesgo más de 2.000 explotaciones

«Si el Real Decreto se lleva a cabo el día 1 de enero tal como está redactado a día de hoy, es decir, si no se aceptan las alegaciones que hay presentadas, casi podríamos asegurar que un 50% de las pequeñas explotaciones de Galicia cerrarán, porque es inviable en muchos casos cumplirlo, por la orografía de nuestro territorio, y porque para muchas pequeñas explotaciones va a resultar económicamente inasumible poder adaptar sus equipos a los nuevos sistemas de aplicación del purín», dijo.

En las zonas de montaña esparcir purín es muy complicado, cuanto más con un sistema de aplicación como el que se nos propone

«En las zonas de montaña esparcir purín es muy complicado, cuanto más con un sistema de aplicación como el que se nos propone» y recordó que el abonado mediante cañón, que permitía llevar el purín la fincas pendientes, aplicándolo desde un camino próximo y sin necesidad de entrar en las parcelas con la maquinaria, ya está prohibido desde hace un año, lo que limita ya el abonado en muchos lugares. «A esos ganaderos les quedaba el plato o abanico, que si ahora también se prohíbe quedarán sin alternativa viable para echar el purín y abonar sus fincas», indicó.

Que se revise la normativa

«Pedimos que se revise porque no se nos puede tratar por igual a las granjas de vacuno de leche, que hacemos un uso del purín como abono, en un claro ejemplo de economía circular, que a las granjas de porcino, por ejemplo, que generan muchísimo purín y no tienen donde echarlo porque en la mayoría de los casos no disponen de superficie agraria», justificó.

Agromuralla pide que se haga una excepción con las explotaciones que tienen en pastoreo al ganado 

Del mismo modo, dijo, «no puede ser la misma normativa para una granja grande que para una pequeña explotación, que muchas veces tiene ya sus vacas en pastoreo, por lo que la aplicación de purines es mínima. A esas ganaderías no se les puede exigir esta inversión porque para ellas es inviable acometerla», indicó.

Plan de ayudas para el cambio de aplicadores

Agromuralla reclama un plan de ayudas, sufragado tanto por el Ministerio como por la Xunta, para facilitar a las explotaciones la adaptación a la nueva normativa. «En muchos casos las cisternas que tenemos hoy en las ganaderías para la aplicación del purín no se van a poder utilizar porque no sirven para instalarles un sistema de inyección. En el mejor de los casos, sirviendo para adaptarlas al nuevo sistema, el coste sería de unos 15.000 euros, pero si tienes que comprar una cisterna nueva hablaríamos de más del doble, y eso sin contar que al tener mayor peso en muchos casos será necesario también cambiar el tractor para poder moverla, con lo que la inversión pasaría ya de los 100.000 euros», calculó.

En muchos casos las cisternas que tenemos hoy en las ganaderías para la aplicación del purín no se van a poder utilizar porque no sirven para acoplarlles los inyectores

«Desde Agromuralla consideramos que las ayudas no deben ser inferiores al 50% del coste de los aplicadores, dado que es algo que se nos viene impuesto y dado que se nos impone, debe haber una línea de ayudas para sufragar estos cambios normativos», defendió.

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