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Daniel Martínez Bello es un gran conocedor de la evolución genética de la raza Holstein en Galicia y un reconocido experto a nivel estatal en transferencia embrionaria, con más de 14.000 transferencias realizadas.
Después de dirigir la Unidad de Transferencia Embrionaria de Bos, fundó su propia compañía Embriovet & Embriomarket. El pasado 30 de enero intervino en los II Encontros da Mocidade Gandeira, organizados por el Clube de Xóvenes Gandeiros de Galicia, con una ponencia sobre “Genómica práctica: Justificación económica”.
Daniel Martínez Bello recordó que “la genómica lo que cambia es que aumenta la fiabilidad de los acoplamientos hasta el 70% y acorta notablemente los plazos para la mejora genética de la cabaña ganadera de una explotación”.
En este sentido, para sacarle el mayor partido a la genómica su recomendación es genotipar las novillas de la explotación para determinar su índice GICO y, a partir de ahí, tomar la decisión de si deben dejar descendencia en la explotación o no. “Se trata de una prueba que nos puede costar 42 euros por animal, pero que se debe considerar una inversión para mejorar la genética de nuestro rebaño”, subraya.
¿Que hacer con las novillas con menor GICO?
Para Daniel Martínez las explotaciones ganaderas deberían seguir una estrategia de cría para mejorar la genética de su rebaño, algo que se va a traducir también en una mejora de la rentabilidad económica.
En este sentido, y partiendo de que conocemos el GICO de todos las novillas de la explotación, la estrategia, según el responsable de Embriomarket & Embriovet debe pasar por los siguientes pasos:
-Venta inmediata de los animales con genética inferior, con un GICO de menos de 500 puntos, sin gastar en recriarlas.
-Para las novillas con un GICO de 500 a 1.500 la estrategia debe pasar por inseminarlas con becerros de cruce industrial, para evitar que dejen descendencia en el rebaño. También se pueden utilizar cómo receptoras de embriones de las vacas o novillas con mejor genética.
-El uso de semen sexado, recomendado por Daniel Martínez en las novillas, debe optimizarse, utilizándolo sólo en las de mejor GICO, de entre 1.500 y 3.000 puntos.
-Las vacas o novillas con un GICO de más de 3.500 puntos deben utilizarse como donantes de embriones para mejorar la cabaña ganadera.
¿Como sacarle partido a la genómica?
Para sacarle partido a la genómica, Daniel Martínez recomendó seguir las siguientes indicaciones:
-La prueba genómica debe realizarse exclusivamente a animales con capacidad de decisión importante: es decir, becerras menores de 12 meses.
-Para que la estrategia de cría tenga éxito y el uso de semen sexado resulte eficiente la tasa de fertilidad de las novillas no debe ser inferior al 70%.
– Tener un plan y un programa establecidos y aplicarlos rigurosamente.
– Estar dispuesto a renunciar a criterios tradicionales de cría
– Entender los índices genómicos y creer en ellos
– Identificar un índice de selección prioritario (personalizado) + filtros
– Utilizar acoplamientos por software de CONAFEMAT para evitar haplotipos recesivos.
“La filosofía es analizar los genomas de toda la recría de la explotación, listarla, ordenarla de mayor a menor GICO y hacer un programa de cría para utilizar semen sexado en la mitad buena y la parte mala o bien venderla o utilizarla para terneros de cruce industrial o como receptoras de embriones”, explica Daniel Martínez.
Conclusiones:
Para Daniel Martínez, las conclusiones de las técnicas de la genómica aplicada en las explotaciones ganaderas son que:
-La genómica no es un gasto, sino que es una inversión, ya que se trata de uno activo -la mejora genética de la cabaña ganadera- que permanece en la explotación y que se transmite.
-La genética no es pensar en más leche por vaca, sino en mas margen por litro de leche.
-La genómica no es pensar en una vaca “estrella” sino pensar en el grupo, para tener un rebaño con más hijas de las vacas con mejor GICO y menos hijas de las de peor genética.
-La genómica y las tecnologías de reproducción como la Transferencia Embrionaria, la Fecundación in vitro o el semen sexado, ofrecen una sinergia sin precedentes que mejora la competitividad de las explotaciones y acorta los plazos para mejorar la genética del rebaño.
Ejemplo de ganadería en la que se aplica un programa de genómica
Se trata de una ganadería tipo de 117 cabezas de ganado, de las que 20 son novillas de menos de un año. En ellas se va a realizar una prueba genómica para conocer su GICO, así como en las vacas paridas más destacadas, que va a costar 42 euros/cabeza.
El resultados de las prueba genómicas son que:
– Un 5% -7 animales- presenta el mejor GICO, por encima de 2.900 puntos, y van a ser donantes de embriones. El objetivo es lograr cuando menos 5 hijas por donante.
Para lo eres se realizan dos flushings por animal. A cuatro de las novillas se les aplica semen sexado TOP, con el objetivo de extraer 36 embriones, de los que deberían lograrse unas 25 hembras. A las otras 3 novillas se les aplica semen convencional con el objetivo de lograr 39 embriones de los que unos 9 a 10 serán hembras. En total obtendremos 39 hembras hijas de las 7 originales y contando sus partos naturales.
– Un 50% de los animales Genotipados obtuvieron un buen índice GICO y son calificadas como mejorantes, por lo que también tendrán descendencia en el rebaño. A las vacas se les aplicará semen convencional y a las novillas semen sexado, en dos intentos.
– Para el 50% con peor GICO la estrategia que se siguió fue: utilizarlas cómo receptoras de los embriones, con un máximo de 2 intentos y ocasionalmente de 3. El tercero intento se haría con semen convencional de becerros de cruce industrial. Las que no empreñen o tengan los peores GICO se venderían para vida, como descarte…etc.
