Consejos para un buen ensilaje de hierba

El buen tiempo está adelantando el ensilaje de la hierba. He aquí unos consejos del LIGAL y del CIAM para realizar el trabajo con las mejores garantías nutricionales y sanitarias.

Consejos para un buen ensilaje de hierba

Labores de ensilado.

En Galicia, la técnica de conservación básica de la hierba es el ensilaje. Habitualmente, las explotaciones de vacuno gallegas dependen del ensilado durante un período que puede oscilar de entre 4 a más de 6 meses al año. Las explotaciones más intensivas tienden a consumir ensilado todo el año.

Resultados de un reciente estudio sobre la estructura de las explotaciones lecheras gallegas muestra que, de media, el forraje representa el 61% de la materia seca de la ración ofrecida en el pesebre, de la cual aproximadamente la mitad corresponde a ensilado de hierba, una tercera parte a ensilado de maíz y el resto a forrajes secos (Peral-Crespo et al., 2014).

El valor nutricional del ensilado está condicionado fundamentalmente por la calidad del forraje en el momento del corte y por el tipo de fermentación desenvuelta durante el almacenamiento en el silo. El éxito en la realización del ensilado se basa en reducir al mínimo las pérdidas de valor nutricional del forraje original durante todo el proceso, que afectan sobre todo al valor proteico y a la ingestibilidad voluntaria (apetecibilidad) del ensilado por el ganado. Un sistema eficiente de producción de vacuno de leche basado en los forrajes exige la utilización de ensilados de elevado valor nutricional.

Por lo tanto, los objetivos básicos en la obtención de un ensilado de calidad son: ensilar hierba de alto valor nutritivo y asegurar una correcta conservación de estos forrajes.

Calidad de la hierba cosechada

La elección de la fecha de corte es el factor que condiciona más estrechamente el valor nutritivo de la hierba. La producción aumenta y la calidad de la hierba desciende a medida que se retrasa la fecha de cosecha.

Existe amplia información obtenida en el CIAM sobre la variación de la digestibilidad y composición química de diferentes tipos de pasto con la madurez de la hierba, que se pueden hacer extensivas a gran parte de la Galicia atlántica donde se centra la producción de leche. La elección de la fecha del primer aprovechamiento tiene una importancia decisiva sobre la digestibilidad del forraje cosechado.

En el siguiente cuadro se refleja la evolución de la digestibilidad de la materia orgánica (DMO) determinada in vivo, de ensildos de hierba de pradera en función de la fecha de aprovechamiento en el primer ciclo. Durante el mes de mayo, el descenso medio de la digestibilidad fue de 2,8; 2,6 y 1,7 unidades de DMO (%) por semana de atraso en la fecha del primer aprovechamiento. Otros resultados anteriores (Flores, 1985 A) indicaban, para praderas mixtas, descensos de digestibilidad de la materia seca (asimismo medida in vivo) de 2,67 y 3,50 unidades por semana en el mismo período.

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Efecto de la fecha de corte en la digestibilidad de ensilados de hierba de pradera Fuente: Flores et al. (1997)

En otro estudio realizado en el CIAM por Flores et al. (2013) se evaluaron seis variedades de vallico italiano e híbrido, en la tabla 1 se muestra la evolución de las medias de PB (%MS) y IVDMO (%) con el avance de la madurez en el primer ciclo de crecimiento, destacando la reducción de los valores energético y proteico de manera importante al descender la digestibilidad in vitro de la materia orgánica desde 82,1 hasta 70,7% y el contenido de PB desde 14,7% hasta 5,2%. Por lo que se recomienda no retrasar la fecha del primer corte más tarde de finales de abril, por la importante caída de la calidad que se produce a partir del espigado del vallico.

TABLA 1

Valores medios de proteína bruta y digestibilidad in vitro de la materia orgánica de seis variedades de vallico italiano anual e híbrido en el primer ciclo de crecimiento en primavera

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Fuente: Flores et al. (2013)

 Calidad de conservación de los ensilajes de hierba

La calidad fermentativa de un ensilado está determinada por su aptitud para fermentar correctamente (ensilabilidad) y por la correcta ejecución de la técnica de ensilaje. Existen 3 aspectos fundamentales que caracterizan la ensilabilidad de un forraje:

-El contenido en materia seca del forraje, importante también por la producción de efluente que ocasionaría importantes pérdidas de materia seca y un grave riesgo medioambiental.

-El contenido en azúcares de la planta, ya que son el substrato para la fermentación láctica.

-La capacidad tampón, que se define como la resistencia que presenta el forraje a las variaciones de pH. Cuanto mayor sea la capacidad tampón de un forraje más ácido láctico será necesario que se forme en el ensilado para poder conseguir el pH de estabilidad.

En la tabla 2 se muestran los contenidos de materia seca y de azúcares y la capacidad tampón de algunas leguminosas, gramíneas y de la planta entera de maíz, antes de ser ensiladas.

En general, las leguminosas ensilan peor que las gramíneas y las distintas especies se ordenarían, en cuanto a la facilidad para ensilar, de la siguiente manera:
maíz > rg italiano > rg inglés > festuca > dáctilo > trébol violeta > alfalfa.

TABLA 2
Variación de los contenidos en materia seca, carbohidratos solubles en agua y poder tampón de algunas leguminosas y gramíneas en el momento de cosecha óptimoensilado_cadro_3

El proceso de ensilaje

Los principios de conservación mediante ensilaje son el descenso rápido del pH de la masa de forraje mediante la fermentación láctica y el mantenimiento de las condiciones de anaerobiosis.

De entre las condiciones necesarias para que un ensilaje tenga una correcta calidad de conservación destacamos:

  • Conseguir una situación de anaerobiosis en la masa del forraje el antes posible, de manera que la ausencia de oxígeno limite la respiración de la hierba, y que imposibilite el desarrollo de la flora aerobia putrefactiva. La utilización de silos de paredes de obra de fábrica, su rellenado rápido, la finura de picado, la utilización de films plásticos de buena calidad y el cuidado en la ejecución del cierre permiten satisfacer esta primera condición.
  •  Una disminución del pH a valores suficientemente bajos y de manera rápida con el objetivo de:
  • Limitar la actuación de los enzimas proteolíticos de la planta, que degradan las proteínas a aminoácidos incrementando el contenido de nitrógeno (N) soluble. La proteólisis enzimática disminuye al mismo tiempo que el pH y se detiene en el umbral del pH 4,0. Su importancia nutricional reside en el hecho de que el N soluble es transformado rápidamente en amoniaco en el rumen.

Reducir el crecimiento de bacterias de la familia Enterobacteriae (entre las las cuales se encuentra Escherichia coli) que, siendo anaerobios facultativos, son los primeros microorganismos del ensilaje que se desarrollan.

Impedir el desarrollo de las bacterias del género Clostridium (anaerobios obligados y formadores de esporas) las cuales tienen capacidad de transformar los azúcares y el ácido láctico en ácido butírico y gas, lo que implica un incremento del pH e importantes pérdidas de materia seca. La flora butírica proteolítica degrada proteínas y aminoácidos transformándolos en amoniaco y ácidos grasos volátiles (acético, propiónico, butírico) y diversas aminas potencialmente tóxicas para el animal.

Un ensilado con fermentación típicamente clostrídica se caracteriza por el alto pH y los altos contenidos en ácido butírico, amoniaco y aminas.

Los ensilados que desarrollan una fermentación butírica acusada presentan, por lo tanto, las siguientes desventajas:
a) altas pérdidas de materia seca y energía durante el almacenamiento,b) baja ingesta, c) valor nitrogenado reducido, d) en casos extremos presentan problemas de toxicidad potencial para el ganado y, adicionalmente, y) existe riesgo de contaminación ambiental de la leche por esporas, lo que interfiere en los procesos de transformación de la leche en determinados tipos de mentón.

Un descenso rápido de pH a valores próximos de 4,0-4,2 disminuye la posibilidad de crecimiento clostridiano en el silo.

Las pérdidas en el ensilaje

El proceso de ensilaje implica siempre pérdidas de materia seca, energía y valor nutritivo en general, respecto del forraje originalmente cosechado. Las pérdidas de materia seca en el ensilaje pueden oscilar, en condiciones prácticas, del 5% a más del 35% en casos extremos.

Deficiente fermentación, producción excesiva de efluentes y sobre todo entrada de aire en el silo son las tres causas principales de las pérdidas durante el almacenamiento. Las pérdidas más elevadas de materia seca se deben a la producción de efluentes en el silo en el caso de forrajes ensilados con menos del 20% de materia seca y, en el caso de ensilajes fuertemente presecados con niveles de materia seca del 35-40%-40 y superiores, a la entrada de aire en el silo. La presencia de hongos en los ensilajes deteriorados por entrada de aire constituyen un riesgo sanitario para las personas y los animales, que hay que evitar.

Debe evitarse en la medida de lo posible ensilar forrajes con menos del 20% de materia seca, recurriendo al presecado si es posible. Una adecuada organización de las tareas de ensilaje debería limitar notablemente los efectos de una deficiente fermentación.

Por último, el sellado hermético del silo durante su ejecución y la conservación de su integridad durante el almacenamiento debe ser especialmente vigilado.

En la Tabla 3, se detallan las pérdidas energéticas durante el proceso de ensilaje con relación a la energía aportada por el forraje, antes de la cosecha, relacionándolas con el factor causal.

TABLA 3

Pérdidas energéticas durante el proceso de ensilaje y sus causas

Proceso

Clasificada como

Perdas (% total)

Factor causal

Respiración residual no silo

Inevitable

1-2

Enzimas da planta

Fermentación no silo

Inevitable

2-4

Microorganismos

Efluente ou

perdas no campo por presecado

Mutuamente inevitables

5 a >7

2 a >5

Humidade do forraxe, meteoroloxía, técnica, manexo, recolección

Fermentación secundaria (clostrídica)

Evitable

0 a >5

Humidade da forraxe, contido en azucres, poder tampón, caída de pH

Deterioro aeróbico:

  • Antes da apertura do silo

Evitable

0 a >10

Densidade, tipo de silo, calidade do selado, tipo de colleita

  • Despois da apertura do silo

Evitable

0 a >15

Ademáis das anteriores, técnica de desensilado, estación do ano

Total perdas

7 a >40

Fuente: Zimmer (1980)

Presecado y uso de aditivos

El presecado del forraje en el campo es la técnica convencional para reducir de manera natural su contenido en humedad hasta niveles que ayudan a inhibir la actuación de los microorganismos indeseables (clostridios) y favorecer la dominancia de los microorganismos beneficiosos (bacterias lácticas).

El incremento del nivel de materia seca del forraje a valores próximos al 30% constituye, en la práctica, uno de los métodos más seguros para mejorar la calidad de fermentación de los ensilajes, restringir la actuación de las bacterias butíricas y evitar la producción de efluente.

Labores de ensilado en el CIAM.

Labores de ensilado en el CIAM.

La climatología no siempre es favorable para realizar el presecado, por eso hay que planificar adecuadamente las tareas de ensilaje, prestando especial atención las previsiones meteorológicas.

El uso de aditivos en el ensilaje puede ser útil para mejorar la calidad del ensilaje en cierto ocasiones. Los aditivos ácidos, a base de ácido fórmico, son adecuados en los casos de forrajes con alta humedad o poco presecados, en particular se son bajos en azúcares. Su aplicación podrá reducir algo las pérdidas pero no podrá enmendar los errores de una mala práctica en el proceso de ensilaje. Este sería el caso de recoger forraje que fue dejado en el campo tras la siega y afectada por la lluvia.

Los aditivos a base de bacterias lácticas (inoculantes) son también efectivos en forrajes con un bajo nivel de azúcar y humedad moderada (MS >25%). Un cultivo de alfalfa no presecado (MS <20%) se beneficiaría del uso de un aditivo ácido. Si está moderadamente presecado (MS entre el 25 y el 30%) se beneficiaría tanto de la adición de un aditivo ácido como de un inoculante. En el caso de que esté bien presecado (MS entre 30 y 35%) sería beneficioso, pero no imprescindible, utilizar un inoculante.

Algunas recomendaciones:

– El atraso en la fecha de corte solo estaría justificado en caso de climatología especialmente adversa, con lluvias persistentes que impidieran la entrada de maquinaria en las praderas.

– Se recomienda realizar el presecado de la hierba cuando la climatología es favorable, llegado el momento adecuado para ser recogida.

– El picado de la hierba para ensilar es importante porque va a permitirlos aumentar la compactación y disminuir la infiltración de aire. Se recomienda picar con una longitud teórica de entre 15 e 30 mm.

– Asegurar una compactación suficiente, extendiendo el forraje picado en capas no muy gruesas y utilizando el tractor más pesado del que se disponga y aumentar el tiempo de pisado. Cuanto mayor sea la materia seca, mayor debe ser la compactación.

– Realizar el rellenado y cierre del silo de manera rápida pero sin descuidar lo pisado.

-Asegurar un correcto cierre y sellado del silo y revisar regularmente para evitar la infiltración de aire en el ensilado. Evitar los roturas en el plástico o por los bordes mal sellados del silo.

-Se recomienda tapar el forraje con dos capas de polietileno negro cargándolas en los bordes con una línea continua de bolsas de arena, tierra o grava y en el resto con una capa más densa de bolsas de arena.

-Revisar regularmente el caparazón del silo y reparar las roturas que hayan podido aparecer en el plástico.

-Los silos deben diseñarse y dimensionar teniendo en cuenta la demanda diaria de ensilado. Son preferibles silos altos, largos y estrechos, y varios silos pequeños que un único silo de gran tamaño.

– Se recomienda no echar más de 3 días en retornar al mismo punto de avance en el frente del silo. La superficie del frente debe ser lo más regular y compacta posible para reducir la infiltración del aire.

-Hay que retomar los ensayos de evaluación agronómica y nutricional de especies comercias y variedades pratenses realizados de forma independiente y sistemática desde las instituciones públicas para proporcionar información fiable a los ganaderos y cooperativas.

Sonia Pereira Crespo, Marisa Barreal, Marta Rodríguez y Roberto Lorenzana, del Laboratorio Interprofesional Gallego de Análisis de la Leche y Gonzalo Flores, del Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo.

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