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Gama de vino enlatado de la marca Canterris, elaborado en Colorado (EEUU)
¿Podría el vino pasar a consumirse de forma masiva en lata igual que otras bebidas como los refrescos o las cervezas? La pregunta, impensable hace solo unos meses, comienza a hacerse ya realidad en países como EEUU o Japón y puede ser una alternativa para las bodegas con el que paliar el descenso de las ventas en canales tradicionales como bares y restaurantes, muy damnificados por las medidas restrictivas impuestas a raíz de la pandemia sanitaria provocada por el coronavirus.
Daniel Mettyear, analista del IWSR, con sede en Londres, vaticina cambios en los hábitos de consumo y en la forma de relacionarse que afectarán al sector del vino, muy vinculado hasta ahora a encuentros sociales imposibles en tiempos de confinamiento. «Hay varias tendencias a destacar, algunas transitorias pero otras que han venido para quedarse y la industria haría bien en agarrarse a ellas. El teletrabajo ha dejado tiempo a tomarse una copa de vino en casa y durante el confinamiento se ha producido un redescubrimiento del vino en los hogares, donde hay momentos en los que el vino cobra importancia. También se han producido cambios en la forma de consumir, como el consumo a distancia con amigos o al aire libre, que traen consigo formatos alternativos a la botella, como el vino en lata o el bag-in-box. En países como Japón y EEUU los prejuicios se están rompiendo. Esta tendencia está para quedarse, sobre todo el consumo en lata», asegura.
Ha habido un redescubrimiento del vino en los hogares durante el confinamiento y el teletrabajo ha dejado tiempo a tomarse una copa de vino en casa
Si en los últimos años la bolsa con dosificador (bag-in-box) ha ido ganando presencia frente a la barrica para formatos de más de 2 litros, puede que ahora la lata reste protagonismo a la botella, aunque inicialmente serían formatos complementarios y el envase de aluminio pretendería llegar a un público al que actualmente no llega la botella.
Puede que la revolución que supone la lata en el sector del vino acabe en parte con el romanticismo y el ceremonial de abrir una botella de vino, pero la inmediatez y la facilidad del abrefácil podría sustituir al vidrio y al corcho en determinadas circunstancias, atendiendo sobre todo a un público joven. Y, de hecho, el vino en lata, donde caben slóganes llamativos, es la apuesta para atraer a los millennials, al igual que lo hacían hasta ahora las bebidas energéticas.
Vino añejo sin necesidad de sacacorchos
Antes de la pandemia del coronavirus el vino en lata ya era un éxito en EEUU, con decenas de empresas lanzando sus productos en este formato para ser consumido en salas de conciertos o estadios deportivos, donde no está permitido el vidrio, pero también cada vez más en bares y restaurantes.
Empresas como Sans Wine, de California, ha apostado por este formato con una amplia gama de vinos enlatados. Quizás se adapte más a vinos jóvenes y de precio más asequible, pero otras marcas, como Colterris, de Colorado, no se limitan sólo a vinos jóvenes y ya envasan en lata también vino añejo.
El canned wine multiplica sus adeptos en EEUU mientras en Europa, un mercado de carácter más tradicional, el nuevo formato encuentra mayores dificultades para su penetración. Pero los cada vez más habituales hogares unipersonales y las dificultades para compartir comida y bebida en plena pandemia puede que impulsen definitivamente el formato individual de la lata de 33cl de vino.
Se necesitarán 5 años para recuperar niveles de consumo pre-crisis
El pronóstico de Daniel Mettyear acerca del futuro del vino en lata ha sido una de sus recomendaciones en relación a la actual situación y las tendencias futuras del mercado del vino como consecuencia de la pandemia sanitaria global de la covid-19. Mettyear ha sido uno de los expertos participantes en el webinar organizado este martes por la Federación Española del Vino coincidiendo con su Asamblea anual en la que se ha analizado el momento de caída de consumo por el que están pasando la mayoría de las bodegas.
El sector espera caídas de dos dígitos en 2020, porque el incemento del e-commerce no compensa la caída de la hostelería
«El vino ha sufrido en los últimos años, desde 2018, por la caída del mercado chino, a lo que ahora se ha sumado el coronavirus. Esperamos caídas de dos dígitos en 2020, porque el incemento del e-commerce no compensa la caída de la hostelería. Tardaremos 5 años en recuperar los niveles de consumo pre-crisis», ha augurado tras cifrar en un 12,9% la caída de ventas de las empresas del sector en 2020.
Con todo, este analista ha destacado que «el mercado ha aguantado mucho mejor de lo que pensábamos cuando empezó todo esto e importantes países han aguantado a pesar de todo, como Canadá, donde el consumo ha aumentado un 10%, igual que en Reino Unido, Polonia y Brasil, donde también ha habido un incremento de consumo. Del lado contrario está Sudáfrica, el más afectado por la prohibición total decretada al consumo de bebidas alcohólicas durante la pandemia», ha explicado.
La gran oportunidad/necesidad del e-commerce
En opinión de Mettyear, «toca reconectar con el consumidor, potenciar los nuevos formatos y aprovechar la posición privilegiada del vino en el mercado online de bebidas alcohólicas, mucho mejor posicionado que otros productos». Con sus principales canales cerrados, la venta online se ha convertido en estos meses en una necesidad para muchas bodegas pero el crecimiento exponencial del e-commerce se antoja también una gran oportunidad de cara al futuro para acceder a un consumidor alejado y distante.
El 30% de las ventas de vino en China, que es el mercado de vino más grande del mundo, son ya online
«Lo que más se ha visto beneficiado en estos meses es sin duda el e-commerce, que ha avanzado años en cuestión de meses. Ya venía creciendo con fuerza, porque solo el vino había crecido un 20% en 2019 su venta online pero el salto que ha pegado este año es espectacular. Hay que tener en cuenta que el 30% de las ventas de vino en China, que es el mercado de vino más grande del mundo, son ya online», ha destacado.
Aumentar las exportaciones
Al igual que Daniel Mettyear, el resto de analistas participantes en el seminario online organizado por la FEV han destacado las oportunidades que supone el comercio online y las nuevas tendencias de consumo para el sector del vino. Aunque dentro de los alimentos, el vino ha sido uno de los peor parados en cuanto a exportaciones este año, con una caída del 5,4% de las ventas en el exterior entre enero y julio, frente a otros productos que han aumentado ventas como la carne de porcino o las frutas y hortalizas, María Naranjo, del ICEX, ha insistido en que las exportaciones ofrecen una vía de crecimiento muy notable para el sector vitivinícola español.
Las ventas de vino en el exterior entre enero y julio han caído un 5,4%
«El canal Horeca doméstico se ha visto especialmente afectado, pero aparecen oportunidades. En los países que van un paso por delante de nosotros en la superación de la pandemia se han vuelto a recuperar patrones tradicionales de consumo pero aparecen otros, porque la digitalización nos deja tendencias como las catas virtuales, el apego a los productos saludables y a la trazabilidad de los productos. España es el primer país produtor a nivel mundial de vino ecológico, que es algo muy valorado en otros países», ha destacado.
Venta en supermercados y nuevas experiencias gastronómicas
Además de la recuperación de mercados internacionales y del turismo y la restauración en España, los distintos expertos han abogado también por la potenciación de la nueva tendencia de consumo en los hogares. Ignacio García, director general de ASEDAS, la asociación de empresas de distribución, ha invitado a prestar atención a nuevos segmentos de consumidores, como los jóvenes o las mujeres, perfiles que se han visto potenciados durante el confinamiento, ha asegurado, para «asentar sobre ellos tendencias que amortiguen la caída del consumo en el canal Horeca». «El vino tiene en la restauración una punta de lanza para darse a conocer pero el canal de distribución es un canal que tiene enormes posibilidades, aunque el sector del vino lo ha tomado siempre como un canal de volumen no suficiente para garantizar la rentabilidad de las bodegas», ha lamentado.
Es necesario prestar atención a nuevos segmentos de consumidores, como los jóvenes o las mujeres
También ha insistido en la «compatibilidad del canal online y el físico». «Hoy la venta online es aún complementario, pero va a seguir creciendo y aumenta el comsumidor mixto, el que utiliza los dos canales, porque hay productos que compramos online pero otros que nos sigue interesando más comprar en el canal físico, pero muchas veces compramos online en el mismo supermercado en el que lo hacemos también en tienda», ha explicado.
Emilio Gallego, secretario general de la Federación Española de Hostelería y Restauración, ha insistido, por su parte, en la necesidad de la «innovación» en bares y restaurantes. «Estamos pasando por un momento de extrema dificultad que arrastra con nosotros a los productores. Va a haber efectos de esta pandemia que se van a quedar, como modificaciones en los hábitos de consumo. Tenemos una asignatura pendiente, buscar nuevos momentos de consumo y que salir a un bar o restaurante sea una experiencia distinta, mucho más positiva que quedarse en casa», ha defendido.
Vino a través de Glovo o Deliveroo
José Miguel Herrero, director general de Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura ha querido dar un «mensaje optimista y positivo» porque, ha dicho, «la cadena agroalimentaria está perfectamente acostumbrada a adaptarse a un consumidor en constante cambio». En este sentido, se ha mostrado partidario de introducir el vino en el take away, acompañando los platos que cada vez más los consumidores piden a restaurantes a través de plataformas como Glovo o Deliveroo.
El coronavirus ha acelerado tendencias, como el apego a productos saludables o el interés en la trazabilidad
Además, ha asegurado que «la salud es un tema que está ahora en la mente de todos los consumidores, por eso tenemos que promocionar un consumo moderado de alcohol y vincular el consumo de vino con la gastronomía porque para nosotros el vino es un alimento que forma parte de la gastronomía». «Va a haber un impacto social como consecuencia de esta pandemia. Los consumidores quieren saber más sobre los procesos de producción de los alimentos y poder llegar a consumidores de todo el mundo a través de la digitalización es una gran oportunidad. Pero, al mismo tiempo, el vino siempre ha estado en nuestra cultura y lo seguirá estando, de ningunha manera veo una nueva normalidad sin vino. Habrá esa dualidad, un nuevo tipo de consumidor con una nueva forma de consumir y la vuelta a los canales tradicionales en cuanto esto pase, porque el vino forma parte de nuestra forma de ser, de nuestra idiosincrasia», ha argumentado.
El propietario de Mar de Frades sustituye a la familia Torres al frente de la patronal de las bodegas
Emilio Restoy, junto al ministro Planas y a su predecesor, Miguel Torres. La Asamblea General de la Federación Española del Vino se cerró con un encuentro virtual sobre la situación actual del sector y las perspectivas futuras a corto y largo plazo
La Federación Española del Vino (FEV), de la que forman parte más de 700 bodegas de 14 comunidades autónomas que aglutinan el 75% del valor generado por la industria embotelladora de vino en España, ha celebrado este martes su Asamblea General de 2020 de forma telemática en una reunión en la que ha resultado elegido nuevo presidente de la organización Emilio Restoy, director general del grupo Zamora Company, que incluye entre otras marcas Ramón Bilbao o Licor 43 y las gallegas Mar de Frades y Licores El Afilador.
Restoy ocupaba hasta ahora la vicepresidencia primera de la FEV y se encargaba del área de Marketing y sustituye al frente de la patronal bodeguera a Miguel A. Torres, prodedente de una de las familias históricamente vinculada al vino en España.
En su primera intervención como presidente y en presencia del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, que ha clausurado la Asamblea, Restoy ha destacado el gran desafío que supone asumir la presidencia de la FEV en un momento de crisis sin precedentes como el actual.
La FEV apoya una bajada temporal de impuestos a la hostelería, que da salida al 60% del vino producido en España
El nuevo presidente ha agradecido al ministro la estrecha interlocución con la FEV durante los primeros meses de la pandemia, que culminaron con la aprobación de un paquete de medidas extraordinarias para el sector, pero le ha pedido más ambición y recursos para no perder competitividad frente a los principales países competidores, como son Francia e Italia. «La imagen del vino español en algunos mercados internacionales clave está empeorando», ha manifestado.
Igualmente, le ha pedido su apoyo en el Consejo de Ministros para contribuir a tomar medidas que permitan la reactivación cuanto antes del canal de hostelería y restauración y del turismo, sectores clave para las ventas y la proyección del vino español. «Para el vino la hostelería supone el 60% en volumen y más aún en valor. El apoyo a la hostelería, con una bajada temporal de la fiscalidad, como han hecho otros países, acabaría redundando positivamente en el sector vitivinícola», ha asegurado.
Por último, Restoy se ha referido a algunos de los ejes del Plan Estratégico de la FEV, como son impulsar el enoturismo en el escenario post Covid como un modelo seguro, sostenible y que crea riqueza en el territorio y seguir fomentando la internacionalización como palanca fundamental de crecimiento.
Adaptación al cambio climático
En su despedida a los socios como presidente, Miguel A. Torres ha repasado alguno de los proyectos para la proyección internacional del vino español, la defensa del consumo moderado de vino y la lucha contra el cambio climático, que ha calificado como “la peor amenaza que ha tenido nunca el sector vinícola”. En este sentido, ha recordado a las bodegas las ventajas de invertir en energías renovables y la necesidad de profundizar en la reducción de emisiones.
La colocación de mallas protectoras contra el granizo, la instalación de ventiladores para las heladas y la necesidad de balsas de riego son efectos del aumento de la temperatura global
«España es de los países de Europa junto con Grecia más perjudicado por el aumento de las temperaturas. Es necesaria una adaptación de la viña al cambio climático para hacer frente a problemas que tenemos ya hoy como el granizo, para lo que hace falta poner mallas, y poner también ventiladores, que son costosos pero son la única solución para luchar contra los problemas que provocan las heladas, del mismo modo que es necesario regar las viñas y para eso hay que crear balsas para almacenar agua del invierno. Y nos hacen falta alternativas al cobre, que se usa en la viticultura orgánica, pero que es dañino para el suelo», ha ejemplificado.
Para el presidente saliente, «en España somos muy buenos exportando graneles, pero necesitamos aumentar la exportación de vino embotellado. Necesitamos estar en los restaurantes de prestigio en el extranjero, donde Francia e Italia, los líderes, nos ganan terreno todos los años», ha afirmado.
Cubierta vegetal viva en las viñas en la nueva PAC
En su intervención el ministro de Agricultura, Luis Planas ha reconocido que «el canal Horeca es la principal salida para el vino de calidad y el consumo privado no ha sido capaz de compensar eso» y ha vinculado a la creación de valor mediante un mejor precio y rentabilidad el futuro de las 10.000 bodegas existentes en España, que se enfrentan a una serie de desafíos en los próximos años.
«Los aranceles como consecuencia del caso Airbus han perjudicado nuestra presencia en el mercado estadounidense», ha reconocido el ministro, que sobre el Brexit ha añadido que «entramos en las dos semanas claves de la negociación para salvar esa relación privilegiada que interesa mantener a ambas partes». La presencia del sector agroalimentario español en Reino Unido equivale a unos 4.000 millones de euros, un mercado donde el vino español tiene una importante presencia.
La producción ecológica, que en el conjunto de la agricultura española ocupa el 9,8% de la superficie agraria útil, se sitúa en el 12,3% en el sector del vino
Según los datos aportados por el ministro, a 30 de junio el balance de exportaciones agroalimentarias españolas de este año suma un valor de 54.300 millones de euros, con un saldo neto comercial positivo de 16.200 millones de euros, como resultado, ha dicho, «de los acuerdos comerciales de la UE con otros países, como Japón o Canadá, que nos han permitido abrir y consolidar nuevos mercados».
Otra de las incógnitas de cara a los próximos años está en la PAC 2021-2027, que apostará, ha avanzado, por la producción ecológica y los ecoesquemas. La producción ecológica, que en el conjunto de la agricultura española ocupa el 9,8% de la superficie agraria útil, se sitúa en el 12,3% en el sector del vino. En cuanto a los nuevos ecoesquemas, a los que estarán vinculadas las futuras ayudas comunitarias, pasarían por prácticas como mantener en las viñas la cubierta vegetal viva en el suelo o los aportes de los restos de poda como abono orgánico.
