“Desde que trabajamos con BPA las terneras van mucho mejor y reducimos un 50% el uso de antibióticos”

Ganadería Carballeiras es una granja de vacuno de leche de Lalín (Pontevedra), con 220 vacas en ordeño, que desde hace algo más de un año trabajan con la empresa gallega BPA, especializada en productos y asesoramiento para la recría, entre otros servicios.

“A pesar de vacunarlas teníamos problemas de neumonía en las becerras, debido sobre todo la corrientes de aire, y queríamos tener terneras más sanas, que pudiéramos inseminarlas antes, y que en el futuro fueran vacas con buena salud y altas producciones vitalicias”, explica Miguel Madriñán, tercera generación al frente de esta ganadería familiar.

Tras una año de trabajo con BPA los resultados los valoran muy positivamente: “Logramos reducir en un 50% el uso de antibióticos en las becerras, con consiguiente ahorro y mejora de la salud, y pasamos de inseminarlas con 14 meses a hacerlo con entre 12,5 y 13 meses, lo que también supone una mejora de la rentabilidad, pues son animales que entrarán en producción antes”, detalla el ganadero.

Para eso, una veterinaria de BPA visita cada semana Ganadería Carballeiras, para supervisar la evolución de la recría. “Nos hace una visita semanal, en la que nos asesora, realiza ecografías pulmonares y nos indica los animáis que hay que vigilar. Es algo que valoramos muy positivamente, pues está encima para que hagamos las cosas bien con la recría y para cualquier problema está disponible”, destaca Miguel Madriñán.

Un protocolo de recría para lograr las mejores vacas

Hacer las cosas bien en la recría implica también seguir un protocolo en la crianza de las becerras, con asesoramiento técnico.

Así, en Ganadería Carballeiras cuando un becerro nace el primer paso es que reciba un correcto encalostrado, haciendo que mame 3 litros de calostro lo antes posible, completando con otras tomas en los siguientes tres días.

Posteriormente, el animal pasa a un box individual, donde se le suministrará leche maternizada, con agua limpia y forraje de avena a libre disposición. A continuación, pasan a un grupo con amamantadora automática, con dos lotes, uno de menos de 1 mes y otro de más de un mes.

“En estas primeras fases nos están funcionando muy bien los productos de BPA como son la papilla para las terneras de menos de 1 mes, la leche maternizada, y el pienso en copos para las becerras de más de un mes. Notamos que son productos más digestibles, que permiten que las becerras crezcan más, lo que facilita realizar antes el destete, que hacemos de promedio a los 77 días de vida, cuando alcanzan un peso de entre 110 y 130 kilogramos”, explica Miguel.

La inseminación la realizan con entre 12,5 y 13 meses, empleando embriones la primera vez y semen sexado como segunda opción.

“Nos parecen un grupo de buenos profesionales que nos están ayudando a mejorar la recría, algo clave para una granja de vacuno de leche tanto por el gasto que supone como porque estamos criando las futura productoras de leche”, valora Miguel sobre BPA.