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¿Que materias activas tenemos para los herbicidas en maíz?

Tras las intensas lluvias registradas este invierno, en los próximos días comenzará la siembra de maíz en Galicia, el cultivo forrajero más importante en la alimentación de vacuno de leche en la Cornisa Cantábrica.

El control de malas hierbas en el cultivo de maíz es fundamental para obtener los mejores rendimientos, y una mejor calidad del ensilado.

Hasta ahora, con los activos herbicidas disponibles en el cultivo, se ha logrado alcanzar un buen manejo de las malas hierbas presentes en el maíz. En general, los tratamientos realizados en pre-emergencia o post-emergencia temprana son con los que obtenemos unos mejores resultados para la mayor parte de gramíneas y dicotiledóneas anuales que aparecen en el cultivo de maíz y, además, son infrecuentes los casos de resistencia a los ingredientes activos autorizados en este momento.

Sin embargo, la situación normativa actual de muchos de estos activos ha variado en los últimos años, con algunos cambios en el registro de los mismos. Estas modificaciones a veces se establecen con una disminución de dosis, con limitaciones de uso de forma plurianual y, en el peor de los casos, con la no renovación de aprobación de la sustancia activa. Este es el caso de s-Metolacloro, principal activo utilizado en los tratamientos herbicidas para el control de malas hierbas en maíz que, con fecha 12 de diciembre de 2023, la Comisión Europea publicó el Reglamento de Ejecución 2024/20 en el que se indicaba la cancelación del activo, y se marcaba el 23 de Julio de 2024 como fecha límite para su uso. De esto se entiende, que esta campaña será la última en la que se podrán utilizar formulados que contengan s-Metolacloro, siempre que no se haya aplicado ese herbicida en la campaña pasada en un mismo campo, ya que el activo cuenta con una limitación de uso de 1 cada 3 años.

En el caso de la terbutilazina, en 2021 se publicó el Reglamento 2021/824 en lo relativo a las condiciones de aprobación de la sustancia activa. Este indicaba una restricción de aplicación de 1 cada 3 años. Y así podríamos seguir con muchos de los activos de pre-emergencia:

  • Tiencarbazona-Metil 9% + Isoxaflutol 22,5%: 1 de cada 2 años.
  • Pendimetalina 45,5%: 1 de cada 2 años.
  • Petoxamida 60%: 1 de cada 2 años.
  • Nicosulfuron 2% + Sulcotriona 15%: 1 de cada 3 años.
  • Nicosulfuron 6%: 1 de cada 3 años.

Ante esta situación, FMC Agricultural Solutions propone una solución que se adapta perfectamente a la tendencia de aplicaciones de post-emergencia temprana, cada vez más generalizada en Galicia: Mojang® + Border® 10. Se trata de una solución que permite controlar un amplio espectro de malas hierbas que aparecen en el maíz, incluida la juncia, y que además ofrece la suficiente persistencia para mantener nuestro maíz libre de malas hierbas durante todo el ciclo de cultivo.

Mojang® es una herramienta idónea para incorporar en las estrategias herbicidas de post-emergencia, con una alta eficacia en gramíneas y dicotiledóneas, que además nos aporta persistencia al tratamiento realizado. Es un herbicida sistémico que se absorbe por raíces, coleóptilo y brotes jóvenes, e impide el proceso de germinación de las malas hierbas sensibles.

Por su parte, Border® 10 complementa la acción frente a hoja ancha, además de ofrecer un excelente control de juncia, una mala hierba muy frecuente a lo largo de toda la Cornisa Cantábrica. Presenta actividad pre-emergente y post-emergente, penetrando rápidamente en las hojas provocando un blanqueamiento en las mismas y la necrosis de las zonas de crecimiento activo.

Finalmente, dados los antecedentes de la campaña pasada en cuanto a las incidencias de plagas que aparecieron en maíz (rosquilla, mythimna, heliothis), FMC Agricultural Solutions recomienda emplear el insecticida Coragen® 20SC. Esta innovadora solución de FMC, dota de un excelente control frente a las principales plagas que pueden aparecer en el maíz, lo que nos permite disfrutar de un cultivo sano y productivo desde el inicio, sin temor a la aparición de rosquilla y como consecuencia las posibles resiembras. Coragen® 20SC consigue tratar antes de que otros insecticidas convencionales, gracias a su persistencia prolongada, y a su triple actividad ovicida, ovo-larvicida y larvicida.

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Control eléctrico: un método novedoso para eliminación de malas hierbas en frutales, pradera y viñedo

Control eléctrico de maleza entre líneas de plantación de frutales en Reino Unido La reducción en el uso de herbicidas y la búsqueda de alternativas reales a algunas de las materias activas más controvertidas, como el glifosato, es uno de los principales objetivos de la Unión Europea para esta década. El proyecto Oper8 involucra a 8 instituciones de 7 países en una red que busca soluciones alternativas al uso de productos químicos para el control de la maleza, con distintos métodos que se están probando tanto en campos experimentales como en explotaciones reales. La intención es analizar los distintos métodos disponibles, su eficacia, resultados y costes de cara a establecer un inventario de prácticas posibles en función de los tipos de cultivos y sistemas productivos.
Ha sido desarrollada maquinaria específica para limpieza de calles en plantaciones de viñedo y frutos rojos
Dentro de estos métodos innovadores se abre camino la eliminación de malas hierbas por medio de electrodos que conducen la electricidad a través de las plantas a secar, produciendo su desaparición. Este sistema novedoso se está aplicando ya en Reino Unido con buenos resultados para la limpieza de calles en plantaciones en hilera de frutos rojos y en Francia en viñedo. En estos casos se busca la eliminación de la totalidad de la maleza existente.
La aplicación localizada sobre lavazas en praderas presenta resultados “prometedores”
En Gales, se ha ensayado también para la eliminación selectiva de malas hierbas en praderas de explotaciones lácteas. Los trabajos en esta ocasión estaban focalizados en la erradicación de lavazas, una de las malas hierbas más frecuentes en pastizales, con resultados “prometedores”, destacan. Esta tecnología y la nueva maquinaria necesaria para su aplicación está siendo desarrollada por la empresa Rootwave, formada por un equipo de 45 personas en el Reino Unido, y que está aplicando ya el sistema eléctrico en jardinería, fruticultura e incluso en cultivos de maíz o remolacha. En las plantas o calles que se quieren limpiar se genera, por medio de un electrodo positivo y un electrodo negativo, un arco eléctrico que hace pasar la corriente a través de la mala hierba, produciendo que se seque en las dos semanas posteriores debido a esta descarga.

FRUTALES: “El control mecánico mediante laboreo afecta a la estructura del suelo mientras el deshierbe eléctrico no”

Deshierbe eléctrico en plantaciones de frutos rojos en Reino Unido Lynn Tatnell, investigadora de ADAS, una entidad de asesoramiento agrícola y de consultoría ambiental de Reino Unido especializada en producción ecológica y que también realiza investigación aplicada, lleva controlando las malas hierbas en una plantación de grosellas negras mediante deshierbe eléctrico desde hace 5 años. La principal conclusión de estos ensayos es que este sistema novedoso es un método efectivo de control de malezas en arbustos y frutos de caña. “El control eléctrico es una herramienta de futuro. Estos ensayos han mostrado resultados extremadamente prometedores", asegura Lynn.
Es un método respetuoso con los preceptos de la agricultura regenerativa
Entre las principales razones para extender este método, explica Lynn, estaría su menor afectación a la estructura del suelo. “En plantaciones de frutales las hierbas que salen justo al lado de las líneas de plantación tienen efectos negativos, pero los métodos mecánicos usados perturban el suelo, algo que no pasa con el método eléctrico de deshierbe. Los efectos positivos de no mover el suelo se perciben en el segundo año”, asegura.   Del mismo modo, este sistema no mata a insectos que no estén directamente en contacto con la mala hierba y respeta la microbiota existente en el suelo, por lo que es un método válido para su uso en agricultura ecológica y regenerativa. Mayor efectividad al incrementar el número de pases Son necesarios al menos dos tratamientos y el resultado mejora al reducir la velocidad de aplicación Según los ensayos realizados en los años 2018 y 2019, cuyos resultados completos están disponibles en este enlace, se concluye que varios pases son más efectivos que uno solo para el control de malas hierbas y que una velocidad lenta de aplicación mejora la eficacia del tratamiento, debido al tiempo de contacto de la electricidad con la planta.
Está demostrando que los resultados mejoran realizando varios pases y que las velocidades de aplicación más lentas aumentan la eficacia del tratamiento
“Esto puede ser un factor más importante para malas hierbas perennes persistentes o malas hierbas que son más grandes en el momento del tratamiento”, destaca Lynn. “El control de los cardos es extremadamente eficaz mediante tratamientos eléctricos, algo que también se puede extender a otras malas hierbas perennes, como las ortigas”, explica. En verano la reducción de maleza al lado de las líneas de plantación es del 60% con un solo pase y del 90% en dos pases. Dos semanas después del segundo tratamiento eléctrico la mayoría de malas hierbas estarían completamente muertas. En invierno la eficacia se reduce al 50% con un pase y al 75% con dos tratamientos. Las aplicaciones se realizan con un intervalo de entre 2 y 3 semanas de separación entre ellas. Menos condicionado por la climatología Uno de los problemas para la aplicación de herbicidas en determinadas circunstancias son las condiciones climatológicas, que merman la eficacia de los tratamientos. En el caso del control eléctrico las condiciones de aplicación son mucho más flexibles. “El deshierbe eléctrico es una opción eficaz y versátil. El productor tiene la flexibilidad de tratar en condiciones climáticas en las que no podría hacerlo con un pulverizador para aplicación de herbicidas, como por ejemplo en condiciones de viento e inmediatamente antes o después de la lluvia”, asegura Lynn.
El sistema eléctrico aporta flexibilidad en la aplicación, ya que permite trabajar con condiciones atmosféricas de viento o inmediatamente antes o después de llover
“La deshierbadora eléctrica no reduce el banco de semillas del suelo, por lo que no fomenta una mayor eliminación de malas hierbas en comparación con las desmalezadoras mecánicas que mueven el suelo. Sin embargo, un enfoque integrado de manejo de malezas podría combinar ambos sistemas, incentivando primero el nacimiento de una oleada de malas hierbas, al ser estimulada por el tratamiento mecánico, para luego ser tratada por un sistema eléctrico y reducir de este modo el banco de semillas de malezas presente en la parcela”, propone el estudio.
El deshierbe eléctrico destruye tanto la planta como las raíces, por lo que reduce los tratamientos posteriores de forma más efectiva que los métodos mecánicos
En cultivos de grosella negra en ecológico, donde había mucha presencia de hierba, se comprobó que "la siega es esencial para asegurar que la hierba esté a una altura y densidad manejable antes de aplicar el tratamiento eléctrico".

VIÑEDO: “El coste es comparable con otros métodos”

Deshierbe eléctrico en viñedos franceses Christophe Gaviglio, especialista del Instituto Francés de Viticultura (IFV), detalló las posibilidades de utilización de métodos eléctricos de deshierbe en viñedo. Los resultados de los ensayos realizados indican que el consumo de combustible no es superior al de un tractor convencional utilizado para segar o tratar las malas hierbas mecánicamente o para realizar la aplicación de herbicida con sulfatadora suspendida. Por lo tanto, en cuanto a costes, “los tratamientos eléctricos serían comparables a otros tratamientos contra malezas”, asegura. El coste de tratamiento químico mediante herbicida ronda los 250€/ha/año; mientras el coste de los deshierbes mecánicos se elevarían a entre 450 y 650€/ha/año. El coste del control eléctrico no está todavía totalmente definido, en función de la superficie a tratar, el número de intervenciones, etc, pero el coste medio aproximado se estima en 300€/ha/año. “Tiene un coste competitivo en comparación a los herbicidas”, asegura Christophe. Aunque aclara que el coste final es variable en función de múltiples circunstancias. “Hay una serie de factores que condicionan una mejor eficiencia del tratamiento: velocidad de aplicación, tipo de mala hierba, densidad, etc. Por lo tanto, el coste depende de numerosas hipótesis”, dice. Redúcese o risco de erosión “En viticultura no necesitamos un control selectivo, sino limpiar de hierbas las calles. No necesitamos un control de precisión. Aunque el tratamiento eléctrico es aplicable a todo tipo de malas hierbas, tarda algún tiempo en mostrar su eficacia sobre algunas malas hierbas y en condiciones similares no todas las especies reaccionan igual al contacto con los electrodos”, reconoce.
Al no abrir el suelo permite una mayor captura de carbono
Otras alternativas a los herbicidas tenían menor eficacia y un corto periodo de efectividad o persistencia, impacto sobre las viñas e imposibilidad de uso en suelos en pendiente, algo que no sucede en este caso, ya que puede ser aplicado en zonas pedregosas o en pendiente porque al no abrir el suelo se reduce el riesgo de erosión. “Este método ayuda a la restauración natural del suelo y la biodiversidad y da soporte a la agricultura regenerativa. Permite además hacer tratamientos próximos a cauces de agua o zonas sensibles desde el punto de vista medioambiental”, compara Christophe.

PRADERA: “Tres tratamientos eléctricos son equivalentes a una aplicación de herbicida para el control de lavazas”

Kevin Godfrey participó en los ensayos realizados en praderas de explotaciones lácteas de Reino Unido para el control de lavazas (Rumex spp.) mediante uso de electrodos eléctricos. Las experiencias se llevaron a cabo en tres granjas lecheras del sur de Gales durante un periodo de dos años (2019-2021), donde se alcanzaron resultados “prometedores”, asegura. Se trata en este caso de un sistema eléctrico para tratamientos localizados en pradera mediante un kit portátil también usado en jardinería. Se aplicaron tres tratamientos eléctricos con un espacio de entre 3 y 4 semanas entre ellos, realizando la primera aplicación en el mes de mayo, y se comprobó que la eficacia iguala al uso de herbicidas.
El control eléctrico es un sistema prometedor como herramienta de gestión de praderas con lavazas
“Para el control de lavazas (Rumex obtusifolius) en praderas, tres pases eléctricos son equivalentes a una aplicación de herbicida. Es un método que tiene aplicación evidente para los productores en ecológico o aquellos que quieran reducir el uso de herbicidas en su explotación”, afirma.
La eficacia de tres pases eléctricos sería similar al uso de herbicida
Según los ensayos realizados en el año 2021, midiendo los resultados 4 y 8 semanas después del tratamiento, un pase logra una eficacia inferior al 40%, dos pases alcanzan el 60% y tres pases consiguen una efectividad del 95% en la eliminación de las lavazas. Uso combinado con herbicidas “Los herbicidas requieren una planta en crecimiento activo que no sea ni demasiado pequeña ni demasiado grande, por lo que conseguir la aplicación en el momento correcto para una absorción y eficacia óptimas es muy importante, pero a veces es difícil de lograr una aplicación de herbicida en el momento óptimo, debido a la climatología”, asegura Kevin. “Los resultados obtenidos en 2021 reflejan el beneficio de un enfoque integrado, donde se aplicó un tratamiento eléctrico en mayo que controló significativamente las lavazas y luego un tratamiento con herbicida de seguimiento un mes más tarde. Esta combinación fue altamente efectiva ya que la etapa de crecimiento fue más favorable para la aplicación del tratamiento con herbicida”, detalla. Presencia de trébol Sistema portátil diseñado para aplicación en praderas “Las lavazas son el mayor problema en los sistemas de pastoreo: reducen en rendimiento y la calidad del pasto, así como la calidad del ensilado, ya que poseen sólo el 65% del valor nutricional de la hierba”, explica Kevin. Pero el uso de herbicidas puede tener un efecto negativo sobre otras especies, como los tréboles, por lo que, afirma, “la eliminación de las lavazas manteniendo los niveles de trébol supone un beneficio adicional para los agricultores en cuanto a la reducción de las necesidades de aplicación de nitrógeno en la parcela”.

“La resistencia a herbicidas es un problema para los agricultores; necesitamos otros métodos”

Ilias Travlos, de la Universidad de Atenas, entidad coordinadora de la red Oper8, pone el foco en aspectos como la resistencia de las malas hierbas a los herbicidas, un problema creciente para el desarrollo de la agricultura en los próximos años. “La resistencia a herbicidas ha sido confirmada en 255 especies de malas hierbas en 70 países del mundo; necesitamos otros métodos”, asegura. Por eso, dice, “una eficacia, aunque sea moderada, del control eléctrico sobre determinadas malas hierbas, sería muy importante para los agricultores del área mediterránea, que se encuentran con frecuentes resistencias para el control de malas hierbas mediante métodos químicos”. Escaso uso de métodos alternativos a los herbicidas Ensayos de tratamiento eléctrico para control de malas hierbas en plantaciones de maíz “Los agricultores necesitan encontrar métodos no químicos para el control de malas hierbas, pero son métodos complicados y caros”, reconoce. “A nivel de explotación, los agricultores son reacios a adoptar métodos no químicos debido a su complejidad, coste y tiempo de aplicación, lo que resulta en una implementación deficiente del manejo no químico de la maleza”, indica. De acuerdo con la Directiva 2009/128/CE sobre el uso sostenible de plaguicidas, se ha avanzado poco en la promoción de la adopción de métodos alternativos de control de malas hierbas que son clave para garantizar la reducción de la dependencia de los plaguicidas.
La Escuela Politécnica de Lugo participa en esta red europea junto a instituciones de Francia, Italia, Grecia, Letonia, Suecia y Reino Unido
Sobre la base de los resultados de ocho Grupos Operativos en toda Europa, la Red Temática Oper8 tratará de descubrir las barreras fundamentales existentes para la no adopción de sistemas de control de maleza sin productos químicos por parte de los agricultores europeos, analizando y validando distintas soluciones no químicas para el control de malas hierbas. Además de crear y establecer estos nuevos métodos experimentales, también serán desplegadas técnicas de transferencia de conocimiento para hacer llegar estos avences a los productores. Este proyecto, financiado con 1,6 millones de euros de los fondos Horizon Europe, destinados a investigación, inició sus trabajos en octubre pasado y finalizará las investigaciones en septiembre de 2025. Forman parte 8 grupos operativos de 7 países (España, Francia, Italia, Grecia, Letonia, Suecia y Reino Unido). En España integra este proyecto la Escuela Politécnica Superior del Campus de Lugo, que trabajará en el desarrollo de biocidas basados en aceites naturales de plantas. Un tercio de los plaguicidas usados en la UE son herbicidas Los herbicidas son la segunda categoría de plaguicidas más vendida en la UE (131.300 toneladas de ingredientes activos), lo que representa el 33% de todas las ventas de plaguicidas en 2019. “Si bien el uso de pesticidas sintéticos en la agricultura ha ayudado a aumentar la producción de alimentos, esto no ha ocurrido sin grandes costes para el medio ambiente, los recursos naturales y la salud humana”, afirma Ilias Travlos.
La intención de la UE es reducir un 50% el uso de pesticidas y un 20% los fertilizantes en 2030
La Estrategia De la Granja a la Mesa, adoptada por la Comisión Europea, fija el objetivo de reducir un 50% el uso de pesticidas en el año 2030, un camino que también ha adoptado la nueva Política Agraria Común para el período 2023-2027.   “Los beneficios del uso de métodos alternativos de control de la maleza beneficia a los agricultores pero también a los consumidores y a la sociedad en general, porque mejora la salud del suelo, la productividad de la tierra y la calidad de los cultivos y se reduce el impacto ambiental de la agricultura y la producción de alimentos sobre el agua y la emisión de gases de efecto invernadero”, detalla el investigador de la Universidad de Atenas.

Jornada online este miércoles sobre control de malas hierbas con escarda eléctrica

La Escuela Politéctica Superior de Lugo organiza para este miércoles, 26 de abril, una jornada técnica online sobre control alternativo de malas hierbas en los cultivos mediante el sistema de escarda electrica. La jornada, que se desenvolverá de 11:00 a 12:00 horas, abordará el escardado eléctrico en praderas y frutales, una presentación de la tecnología de escarda eléctrica Rootwave y, finalmente, una demostración de escarda eléctrica en viñedo. La inscripción puede hacerse online a través de este enlace. Este es el programa completo de la jornada:

El proyecto Welaser logra la integración preliminar de su prototipo para eliminar malas hierbas sin químicos

El proyecto de innovación Welaser, que busca alternativas al uso de herbicidas en el agro, ha logrado con éxito la integración preliminar del sistema para la eliminación de malas hierbas en el campo sin la utilización de productos químicos. En esta fase se han montado todos los sistemas a bordo de la plataforma móvil y se han comprobar los componentes mecánicos, eléctricos e interfaces de comunicaciones. Los impulsores del proyecto destacan importantes avances en las diferentes partes del prototipo como la integración de las redes de sensores IoT y aplicaciones de computación en la nube, la fuente láser de alta potencia, el sistema de percepción de Inteligencia Artificial y el sistema de escaneo y el segundo prototipo del robot autónomo. “Todo el sistema está funcionando de acuerdo con el plan de trabajo”, indican. Ahora, de acuerdo con las pruebas que se están realizando y la lista de problemas detectados, están elaborando un plan de acción y llevarán a cabo las mejoras adecuadas en los diferentes componentes para desarrollar la integración final del proyecto. Esta fase de integración preliminar la han llevado a cabo durante la última semana del pasado mes de abril, ya que sufrieron retrasos en la entrega de piezas y componentes derivados por la actual pandemia y las crisis geopolíticas. Así, la aprobación definitiva de esta integración se acordó en una reunión presencial de proyecto celebrada en Madrid el pasado 27 de abril.
En la última fase del proyecto realizarán demostraciones del funcionamiento del prototipo en diferentes países europeos
Durante los últimos 6 meses del proyecto está previsto que realicen demostraciones del uso del prototipo en escenarios reales en diferentes ubicaciones europeas. Estas demostraciones estarán dirigidas a audiencias profesionales y generales, incluidas autoridades, expertos e investigadores y medios de comunicación.

Los socios del proyecto

Welaser es un proyecto de innovación europeo que comenzó en septiembre de 2020 y finalizará en 2023, tras 36 meses de trabajo. Está financiado dentro del programa Horizonte 2020. Está coordinado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (España) y cuenta con la participación de Futonics Laser GmbH (Alemania), Laser Centrum Hannover (Alemania), Departamento de Plantas y Ciencias Ambientales de la Universidad de Copenhague (Dinamarca), AGREENCULTURE SaS (Francia), Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (España), Departamento de Ciencias Agrícolas de la Universidad de Bolonia (Italia), Instituto para la Ecología de Áreas Industriales (Polonia), Departamento de Agricultura Economía de la Universidad de Gante (Bélgica) y Van den Borne Projecten BV (Países Bajos).

-Consulta aquí más información sobre el proyecto.

 

“WeLASER”, la solución tecnológica que pretende acabar con los tratamientos químicos en la eliminación de malas hierbas

El proyecto europeo WeLASER empieza su andadura con el objetivo de acabar con la utilización de productos químicos en la eliminación de las hierbas no deseadas. Por delante, 36 meses (2020-2023) en los que se dará forma a un prototipo de solución tecnológica que requerirá un posterior desarrollo para ser comercializada. En un contexto de creciente población mundial y necesidad de reducción del uso de pesticidas y fertilizantes, WeLASER busca su sustitución. Las soluciones mecánicas contribuyen a deteriorar las propiedades del suelo, dañan sus organismos beneficiosos y proporcionan malos resultados para la eliminación de malas hierbas.

¿Como funciona?

Sin embargo, la solución WeLASER se enfoca en el manejo no químico de hierbas no deseadas basado en la aplicación de dosis letales de energía en los meristemos de dichas hierbas utilizando una fuente láser de alta potencia. Un sistema de visión de Inteligencia Artificial discrimina los cultivos de las hierbas adventicias y detecta la posición de sus meristemos para apuntar con el láser sobre ellos, utilizando un escáner láser. Un controlador inteligente coordina estos sistemas y utiliza IoT y técnicas de computación en la nube para administrar el conocimiento agrícola. Un vehículo autónomo conduce de manera eficiente el conjunto de sistemas por la explotación para su correcta aplicación. Esta tecnología proporcionará una solución limpia al problema de la eliminación de malas hierbas y ayudará a reducir significativamente los productos químicos en el medio ambiente.

¿Quien participa en el proyecto?

WeLASER es un proyecto de innovación financiado por la UE dentro de su programa “Horizonte 2020”. Está coordinado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y cuenta con la participación de Futonics LASER (Alemania), Centro del laser de Hanover (Alemania), Departamento de Plantas y Ciencias Medioambientales de la Universidad de Copenhague (Dinamarca), AGREENCULTURE SaS (AGC) (Francia), la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) (España), el Departamento de Ciencias Agrarias de la Universidad de Bolonia (Italia), el Instituto para la Ecología de las Áreas Industriales (Polonia), el Departamento de Economía Agraria de la Universidad de Gante Bélgica) y Van den Borne Projecten BV (VDBP) (Holanda). Con ayuda de financiación comunitaria, WeLASER pondrá a trabajar a un gran grupo de actores y partes interesadas para aumentar la productividad agrícola, al tiempo que se logra mayor sostenibilidad ambiental y se mejora la salud de animales y seres humanos.

Infografía del proceso tecnológico de la solución WeLASER:

Expertos de varios países se reúnen en Vigo para avanzar en el control de las malas hierbas

Cerca de 100 especialistas participan en Vigo desde este martes y hasta el jueves en el XVII Congreso de la Sociedad Española de Malherbología (SEMh), un evento organizado por el grupo de investigación de la Universidad de Vigo Agrobiología ambiental: calidad de suelos y plantas, miembro de la Agrupación Estratégica Citaca, en colaboración con la Misión Biológica de Galicia (CSIC). Se trata de un congreso bianual que en esta edición reunirá a investigadoras e investigadores de toda España, con participantes también de Portugal, Reino Unido, y EEUU. Este es el evento de referencia en España en la investigación y transferencia en malherbología, la ciencia que estudia la biología y el manejo de las malezas o malas hierbas, uno de los problemas más urgentes en la agricultura moderna, y llave en la conservación de la biodiversidad y de los espacios naturales y en el control de las especies invasoras. La conferencia inaugural de este martes corrió a cargo de Nilda R. Burgos, presidenta de la International Weed Science Society, Department of Crop, Soil, and Environmental Sciences de la University of Arkansas y versó sobre los retos, investigación y gestión de la malherbología moderna. El congreso es un foro idóneo "para comunicar y discutir los últimos avances en distintas áreas de conocimiento, intercambiar ideas y conocer a las noticias y nuevos investigadores del ámbito", asegura Nuria Pedrol, investigadora del Departamento de Biología Vegetal y Ciencias del Suelo y coordinadora del Comité Organizador. "No es aleatorio que la SEMh eligiera Vigo como sede: el grupo de I+D+i de la Universidad de Vigo BEV1 Agrobiología Ambiental es bien conocido en la SEMh por su intensa actividad investigadora en diversos aspectos de la malherbología, como la biología de especies invasoras, la búsqueda de herbicidas con nuevos modos de acción o el diseño de estrategias eco-innovadoras para el control de malezas en agricultura ecológica", explica Nuria Pedrol.

Más innovación e interdisciplinariedad

Bajo el lema "Nuevas estrategias para nuevos retos", el Comité Organizador decidió ahondar en este congreso en el avance cara estrategias de control que posibiliten un manejo integrado y sostenible de malezas agrícolas e invasoras, "abriéndonos más a la innovación y tratando de intensificar la comunicación y las colaboraciones interdisciplinares". Para eso se disponen seis sesiones temáticas: busca de herbicidas con nuevos modos de acción; control químico y resistencia a herbicidas; manejo integrado; estrategias eco-innovadoras; diversidad, estabilidad y servicios ecosistémicos; y biología y manejo de especies invasoras. Junto con la exposición de comunicaciones orales y en formato póster, las y los congresistas podrán disfrutar de cuatro conferencias plenarias de invitados de reconocido prestigio internacional en el campo de la Malherbología, que abrirán las distintas sesiones temáticas. Así, Nilda R. Burgos, presidenta de la International Weed Science Society e investigadora de la University of Arkansas (EEUU) será la encargada de dar la conferencia inaugural el martes 8; Fabricio Araniti, del Dipartamento Agraria de la Università Mediterranea dice Reggio Calabria (Italia) abrirá la sesión de tarde del martes 8; Jordi Recasens, del Grupo de Malherbología y Ecología Vegetal de lana Universitat de Lléida, dará la conferencia plenaria el miércoles 9 y Rodrigo Medel, del Departamento de Ecología de la Universidad de Chile inaugurará la última jornada el jueves 10 de octubre. El simposio, que se celebra en la sede viguesa de Afundación, se completará con una salida técnica a la Misión Biológica de Galicia en Pontevedra, el vecino centro del CSIC adscrito al área de Ciencias Agrarias, que ofrecerá una visita guiada por los distintos departamentos de investigación, incluyendo sus instalaciones y parcelas experimentales. Esta edición cuenta también con la colaboración del Ayuntamiento de Vigo y de bodegas Pazo Señoráns, junto con el patrocinio de Bayer, FCM, Syngenta, Adama, Ascenza, BASF, Corteva Agriscience, FTS AgroConsulting, Belchim, Galdemic, y Phytoma, muchos de ellos socios protectores de la SEMh desde los sus orígenes.

Consulta aquí el programa del XVII Congreso de la  Sociedad Española de Malherbología (SEMh)

“Controlar las malas hierbas sólo con herbicidas lleva a la aparición de resistencias”

La aparición de malas hierbas resistentes a herbicidas es un problema creciente que dificulta la agricultura, sobre todo en los países avanzados. Así, España es el séptimo país del mundo y el segundo de Europa con más casos registrados. Para afrontar esta problemática la compañía de soluciones agrícolas en sanidad y nutrición vegetal, ASCENZA, impartió el pasado mes de febrero en la Universidad de Lleida un curso en el que formó a 26 técnicos en el reconocimiento de malas hierbas, gramíneas y dicotilendóneas, en estado de plántula. El curso fue impartido por 5 profesores y estuvo dirigido por el catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agraria (ETSEA) y profesor de Botánica Agrícola y Malherbología, Jordi Recasens, un experto a nivel estatal en estas problemática. ¿Cómo surgió su interés por la malherbología? Yo ya tenía formación botánica a raíz de mis estudios universitarios, pero en el año 1981 asistí a un curso de reconocimiento de malas hierbas que organizó la Institució Catalana d'Estudis Agraris en Barcelona y que despertó mi curiosidad. En el año 1982 obtuve una plaza de profesor de botánica agrícola en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agraria de Lleida e inicié una línea de investigación en este tema junto con mi colega Andreu Taberner, responsable del servicio de Malherbología de la consejería de Agricultura de la Generalitat de Catalunya. ¿Cómo definiríamos una mala hierba? El encontrar una definición acertada es un tema recurrente y motivo de muchos debates. Pero la respuesta es fácil: “toda planta o comunidad vegetal que interfiere con los objetivos de las personas”. Una especie puede ser mala hierba en un escenario y situación concreta y en cambio ser beneficiosa en otro. Las borrajas, acelgas, zanahorias, etc. son plantas cultivadas pero también tienen formas silvestres que pueden ser malas hierbas. E inversamente, muchas crucíferas son malas hierbas de campos de cultivo, pero aportan también servicios ecosistémicos al favorecer la presencia de polinizadores cuando se encuentran en floración. Por ello una mala hierba lo es en una situación concreta, pero puede no serlo en otra. ¿Cuáles son las malas hierbas que más problemas están generando en este momento, tanto en cultivos de cereales como de maíz? En campos de cereal son bien conocidos los problemas causados por gramíneas como Lolium rigidum (vallico), Avena sterilis (avena loca), Bromus diandrus (bromo), Papaver rhoeas (amapola), no sólo por su proliferación y dificultad de control sino por la creciente presencia de biotipos resistentes a herbicidas. En maíz según zonas, podemos citar Sorghum halepense (cañota), Chenopodium album (cenizo) o Echinochloa crus-galli (pata de gallo) en el valle del Ebro, o Cyperus sculentus (juncia) o Datura stramonium (estramonio) en la zona noroeste de España. ¿Por qué es tan importante detectarlas en estado de plántula? Mediante un correcto reconocimiento en estado muy precoz no sólo identificamos el problema sino que además podemos tomar una decisión acertada en cuanto a los métodos de control a planificar. ¿Qué parámetros debe tener en cuenta el agricultor a la hora de identificar las malas hierbas? En primer lugar conocer su ciclo y estacionalidad y saber si se trata de plantas anuales –que proceden de semilla- o bien plurianuales –que brotan a partir de órganos subterráneos-. En cuanto a caracteres morfológicos, para las dicotiledóneas (hierbas de hoja ancha) la forma y tamaño de los cotiledones así como la disposición y posible pilosidad de las primeras hojas. Para las gramíneas, la presencia de pelos, aurículas, tipo de lígula, prefoliación de la hoja o compresión de la vaina.
“Para controlar las malas hierbas con eficacia es imprescindible combinar métodos químicos con mecánicos y culturales”
¿Cuáles son los errores más comunes o deficiencias que detectas en las prácticas agrícolas y que favorecen las malas hierbas? El principal error consiste en depender solamente de un método de control. Si solo es mecánico o químico vamos seleccionando involuntariamente las especies que mejor se adaptan a dichos manejos. Por ello resulta imprescindible plantear estrategias de control integrado, donde los métodos, químicos, mecánicos y culturales puedan integrarse sin dar prioridad a ninguno de ellos. En cuanto a la utilización de herbicidas, ¿Qué aspectos consideras claves para que resulten efectivos y no se produzcan problemas de toxicidad para los cultivos? Los herbicidas están registrados y autorizados para distintos cultivos en base a los estudios de eficacia y de selectividad. Para garantizar un uso correcto, resulta imprescindible estar bien asesorado por parte de un técnico experto en sanidad vegetal, y que tenga conocimientos profundos de malherbología. ¿Está siendo cada vez más difícil controlar las malas hierbas en los cultivos? ¿Por qué motivos? Resulta cada vez más difícil si dependemos sólo de un método de control. Se ha llegado a depender en exceso de los métodos químicos. Los herbicidas son una herramienta muy eficaz, versátil y relativamente económica, pero depender sólo de ellos no resuelve el problema de las malas hierbas. La eficacia de los herbicidas puede verse muy favorecida si se integran con otros métodos de control. Estrategias de tipo cultural como rotación de cultivos, densidades y fechas de siembra, posibles labores del terreno, etc. pueden reducir la presencia de malas hierbas y hacer entonces más eficaz una aplicación de herbicida. La integración de métodos culturales, mecánicos y químicos define el concepto de manejo integrado. A corto plazo, su implementación puede resultar difícil o poco atractiva, pero a medio plazo los resultados siempre serán más favorables que utilizar solo métodos químicos. ¿Por qué aparecen las resistencias a los herbicidas y como deberíamos actuar para prevenirlas? Las plantas resistentes no aparecen sino que ya están presentes dentro de una población pero con una frecuencia bajísima (una entre millones). El uso reiterado de un herbicida con un mismo modo de acción no hace más que ir seleccionando, año tras año, a las plantas resistentes. Los descendientes de esas plantas resistentes seleccionadas también lo serán. Así, en pocos años la proporción de plantas resistentes puede ser mayoritaria en un campo. Si vamos utilizando herbicidas con el mismo modo de acción –aun siendo moléculas y productos con nombre distinto- vamos agravando el problema. Por ello es recomendable diversificar los modos de acción de los herbicidas que se van utilizando un año tras otro y sobre todo integrarlos con métodos de control mecánico y cultural.
 “España es el séptimo país del mundo y el segundo de Europa con más casos de malas hierbas resistentes a herbicidas”
¿Qué especies consideras que están desarrollando unas resistencias más preocupantes? España es el séptimo país del mundo y el segundo de Europa con más casos de especies de malas hierbas resistentes a herbicidas. En cereales de invierno son problemáticos los casos de resistencia cruzada (a distintos herbicidas que actúan sobre un mismo mecanismo de acción) e incluso múltiple (a herbicidas con diferente mecanismos de acción) detectados en poblaciones de Lolium rigidum (vallico) y Papaver rhoeas (amapola). En maíz se conocen casos de Sorghum halepense resistente a sulfonilureas. En arroz hay casos de resistencias en los géneros Alisma, Echinochloa y Cyperus. Y se conocen casos de resistencia a glifosato en especies del género Conyza en olivar y frutales de regado y de Lolium rigidum en cítricos.
“La juncia se controla bien si se priva de luz durante primavera y verano, por ejemplo con sorgo a alta densidad”
En el caso de Galicia una especie que preocupa a los ganaderos que siembran maíz forrajero es la juncia o Cyperus rotundus. ¿Cuáles consideras que son las claves para su buen control? En maíz en Galicia suelen ser frecuentes las especies Cyperus rotundus y C. esculentus. Las dos muestran una alta capacidad de regeneración a partir de tubérculos subterráneos que permanecen en el suelo de una campaña a otra. Por esta razón su control no resulta fácil pero existen herbicidas (p.e. sulcotriona, tembotriona y mesotriona) que aportan buenas eficacias. Pero no debemos pensar solo en métodos químicos. Estas especies se ven muy inhibidas si se les priva de luz durante primavera y verano. Hay estudios que verifican que el sorgo sembrado a alta densidad inhibe significativamente la emergencia de la juncia. Por ello la posible inclusión, en una rotación, de este u otro cultivo que genere suficiente sombra y competencia, podría favorecer el manejo de esas malas hierbas. Otra especie que trae de cabeza a muchos ganaderos, sobre todo en pastoreo, es el Rumex. ¿Qué recomendaciones les darías para evitar la infestación de esta mala hierba? Ciertas especies del género Rumex como R. obtusifolius y R. crispus, muestran una capacidad de adaptación muy rápida en campos sometidos a siegas periódicas y en ambientes con elevada humedad. Con los años, a pesar de verse sometida a pastoreo o siega, la planta adquiere mayor presencia, especialmente a nivel subterráneo donde desarrolla una cepa persistente y vigorosa. Campos de alfalfa con presencia de Rumex llegan a tratarse con herbicidas específicos. En pastizales una posible recomendación sería –en función del nivel de infestación después de unos años- un laboreo del terreno que favoreciera el desentierro de las cepas y su secado al exterior.

“El glifosato es una herramienta con una muy buena relación coste-eficacia y no está clara su toxicidad”

En Francia y en otros países europeos están tendiendo a la limitación e incluso la prohibición del glifosato. ¿Cómo valoras su eficacia en el control de las malas hierbas? ¿Merece la mala fama que arrastra? La Unión Europea ha dado un nuevo plazo de autorización –hasta diciembre de 2022- del uso del glifosato. Este herbicida es uno de los más eficaces hasta ahora conocidos, su uso resulta muy importante en campos de cereal con siembra directa o en el manejo de malas hierbas bajo las hileras de frutales o viñas. Existe una gran controversia sobre su uso y posible toxicidad. La EFSA (Agencia Europea de Seguridad Alimentaria) y la ECHA (Agencia Europea de Productos Químicos) en sus respectivos informes de otoño 2015 y otoño 2017, han emitido sendos informes en los que se descartaba que hubiera evidencias científicas que pudieran considerar el glifosato como mutagénico, carcinogénico o tóxico para la reproducción. La controversia viene de la catalogación que hizo en 2015 la IARC (Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer) al publicar un informe que calificaba al glifosato como “probable carcinogénico”. Debemos añadir que en ese mismo grupo (2A) esa agencia incluyó también la yerba mate y las carnes rojas. Asimismo, otra realidad está en el impacto económico y agronómico que este herbicida ha tenido y tiene en la agricultura, ya que el glifosato ha devenido una herramienta con una muy buena relación coste-eficacia, hecho que justifica el gran incremento habido en su uso desde su descubrimiento. En caso de una hipotética prohibición, las alternativas de futuro pasarían por utilizar herbicidas distintos al glifosato y/o en un aumento de las labores del suelo, lo que implicaría un mayor coste de producción para muchas explotaciones. Del 8 al 10 de octubre se celebrará en Vigo el XVII Congreso Sociedad Española de Malherbología. ¿Puedes adelantarnos algo de los temas que se tratarán en este foro? El congreso tiene como lema “Nuevas estrategias para nuevos retos” y quiere reflejar el interés actual de la investigación en malherbología hacia la búsqueda de métodos alternativos que permitan establecer estrategias de control eco-innovadoras, avanzar hacia la implementación de estrategias de manejo integrado, profundizar en aspectos fisiológicos de los mecanismos de resistencia a herbicidas y prevenir el riesgo de la expansión de especies invasoras. Los detalles del congreso pueden encontrarse en la página web: https://semh2019.gal/. El grupo que organiza el evento es el grupo de investigación “Agrobioloxía Ambiental: calidade de solos e plantas” (agrobiologia.webs.uvigo.es) y actua como presidenta del comitè organizador la Dra. Nuria Pedrol, especialista en al·lelopatia y control de males hierbas.
“En España falta formación en malherbología en las ingenierías agrarias”
¿En qué estás centrando tu trabajo de investigación en estos momentos? ¿Qué líneas de trabajo crees que se deberían potenciar dentro de la Malherbología? El grupo de investigación que coordino en la Universidad de Lleida se centra, en la actualidad, en el manejo integrado de malas hierbas en cereales de invierno y viña. En el primer caso con el fin de profundizar en los mecanismos de resistencia de ciertas malas hierbas a herbicidas y en establecer estrategias de control. En viña, estamos implementando el uso de cubiertas vegetales en las calles y de acolchados (mulching) bajo las líneas del cultivo con el fin establecer, en viña convencional, métodos de control de malas hierbas alternativos al uso de herbicidas o, en viña ecológica, al pase de intercepas. Estos estudios van acompañados de trabajos experimentales concretos que permiten profundizar en aspectos sobre la germinación, emergencia y desarrollo de ciertas especies problemáticas. ¿Algo más que quieras añadir? No quisiera finalizar sin poner de manifiesto la necesidad de una mayor formación en el ámbito de la sanidad vegetal, y en concreto de la malherbología, en los titulados universitarios en ingeniería agraria de España. Existe una carencia importante de contenidos en malherbología en los planes de estudio de muchos centros universitarios donde se imparte ese grado. Esta carencia puede desembocar en una falta de formación de los técnicos y asesores de nuestros campos y en consecuencia en una dificultad a la hora de identificar un problema y tomar una decisión. Las malas hierbas no son un problema menor de nuestra agricultura. Por ello la prevención siempre será mejor que cualquier actuación.