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Hace un siglo comenzaban «los felices años 20» en el periodo de crecimiento de la llamada «belle epoque». La bebida icónica de aquella época fueron los espumosos, principalmente el champagne francés. Ahora, cien años después, las burbujas son de nuevo una tendencia mundial, hasta el punto de que el consumo se multiplicó exponencialmente, también en Galicia. La armonía entre las «burbujas y la sal» será el objeto de análisis en tres «showrooms?» especializados que se celebrarán en Galicia en este mes de julio.
«Burbullas&Sal» es el titulo que tendrán estos eventos, destinados a profesionales de hostelería, bodegas y sumilleres, que organiza Padín Eventos. «Exploraremos la combinación de los espumosos con el salado, que es un maridaje muy excitante, y que contiene miles de posiblidades con los productos gallegos del mar, y también con los del interior», explica Alejandro Padín, impulsor de esta iniciativa.
Junto con su padre, Luis Padín, presentaron recientemente el evento en el Museo do Viño de Galicia, donde reflexionaron sobre un sector al alza, que no para de crecer. «En apenas una década, Galicia pasó de tener cinco bodegas que producían espumosos a tener veinte, con varias marcas algunas de ellas», apunta Luis Padín.
Los organizadores del salón «Burbullas&sal» señalaron que ya se producen más de 250.000 botellas de espumosos en Galicia al año, por eso es necesaria esta iniciativa para «dar a conocer y degustar las burbujas de Galicia, España y del mundo entero en relación con nuestros productos».
Profesionales bajo acreditación
Los salones tendrán lugar los días 27, 29 y 31de julio en A Coruña, Santiago y Fisterra, y todos los profesionales que lo deseen podrán asistir previa acreditación, para lo cual encontrarán toda la información en www.burbullas.es . Asistirán más de 20 bodegueros, 9 de ellos de Galicia, y los espumosos que se mostrarán y maridarán con los productos salados gallegos incluyen a los gallegos, cavas y champanes.
«Galicia cuenta con unos suelos idóneos para producción de espumosos», explica Luis Padín, «con mucho nitrógeno, que es bueno para la generación posterior de burbuja en los caldos, y con unas variedades de vid muy apropiadas y muy aromáticas, que entiende muy bien la gente joven», remató para explicar el éxito y expansión de los espumosos gallegos.
