“Los ciclos complicados son cuando se toman mejores decisiones de inversión”

Caixa Rural Galega cumple este año su 50 aniversario. La entidad, que nació para apoyar a la ganadería y a la agricultura, subraya la continuidad de su apuesta por el agro, en el que mantiene un 20% de su volumen de trabajo. Analizamos con el subdirector general de Caixa Rural Galega, Gabriel Guijarro, también director de inversión crediticia de la entidad, la fase actual por la que pasan las explotaciones ganaderas y las perspectivas de futuro.

– Caixa Rural Galega es la única entidad privada de crédito que mantiene un origen gallego. Explíquenos qué papel juega el sector agrario y el rural en el trabajo de la entidad.
– Caixa Rural Galega, en su origen Caixa Rural Provincial de Lugo, nació hace ahora 50 años, como un proyecto muy humilde, para ayudar a mejorar las condiciones del campo en la provincia de Lugo, donde el sector primario tenía un enorme peso en la economía, pero apenas había estructuras organizativas y la formación de nuestros ganaderos era pequeña.

«Nacimos para valorizar nuestro entorno y nos sentimos orgullosos del apellido rural»

En los últimos 50 años, estas estructuras productivas agrarias avanzaron mucho, igual que la sociedad gallega en general y en la actualidad tenemos un sector ganadero que tiene unos niveles de competitividad superiores a los del resto del Estado, que sólo puede competir con nosotros en dimensión y cercanía a los grandes núcleos de consumo.

En todo este proceso de mejora continua, que tiene todavía mucho camino por recorrer, estuvo presente siempre la Caixa Rural. Nacimos para valorizar nuestro entorno y nos sentimos orgullosos de llevar el apellido ‘rural’: recogemos el dinero de nuestro entorno y lo prestamos para construir nuevas instalaciones ganaderas (establos, almacenes, fosas, silos, etc.), financiación de maquinaria (tractores y máquinas para trabajar la tierra, salas de ordeño o robots), adquisición de tierras, ampliación y construcción de nuevas granjas, adquisición de materias primas, adquisición de animales y mejora genética, prestamos para el asociacionismo, formación y viajes de ganaderos y cooperativas a otros lugares, etc.

«El sector agrario llegó a suponer el 40% del volumen de trabajo de la entidad, aunque ese porcentaje ha bajado en los últimos años»

En los últimos años, Caixa Rural también creció y se abrió al resto de Galicia, buscando núcleos de población de cierta importancia que permitieran paliar la despoblación en los núcleos rurales de la Galicia interior, pero sin olvidarnos de nuestro origen.

Como los sectores y la población de nuestro ámbito pasó a equilibrarse entre zona rural y urbana, y como el peso del sector agrario en el PIB gallego es cada vez menor (pues hay otros sectores muy pujantes), hoy en día el peso del sector agrario en el trabajo de Caixa Rural está aproximadamente en un 20%, cuando por ejemplo en el año 2000 se acercaba al 40%. Pero como dije, este descenso no es por no dedicar todos nuestros esfuerzos al sector, sino por el menor peso que cada vez tiene en nuestra economía, y por la apertura de la Caixa al resto de Galicia, principalmente a los grandes núcleos urbanos.

– La situación de crisis que atraviesan las explotaciones ganaderas, ¿en qué medida se está notando en su situación financiera? ¿Perciben un aumento de impagos de préstamos?
– Los titulares de explotaciones y las entidades de crédito nos anticipamos en la mayoría de los casos a situaciones de falta de liquidez. En este sentido, por causa de los precios actuales de la leche, en los últimos meses se observa un incremento de solicitudes de préstamos que en muchos casos se destinan a repagar operaciones actuales, haciendo más llevadera la carga financiera, créditos de circulante destinados a gastos corrientes, o bien ampliación de plazos de vencimiento y carencias en las operaciones actuales para mejorar la liquidez de las explotaciones.

«La crisis del sector lleva a un aumento de los préstamos y se observa también un descenso en los saldos medios de las cuentas corrientes»

El programa puesto en marcha por el Igape para explotaciones lácteas, con objeto de financiar circulante o refinanciar pasivos, también está teniendo una buena acogida.

Pero sobre todo se observa una significativa disminución de saldos medios en cuentas corrientes. En las épocas en las que los precios son más elevados, los saldos medios en cuenta corriente de las ganaderías son mucho mayores.

– ¿Es posible hoy en día el acceso de las explotaciones a préstamos para inversiones y planes de mejora? ¿Detectan interés en el sector o la incertidumbre por los precios de la leche y de la carne está paralizando la inversión?
– La incertidumbre está más presente en estos momentos y descarta ideas, pero los ganaderos, como empresarios que son, siempre piensan a medio y largo plazo, de ahí que afortunadamente siempre haya nuevas inversiones y demanda de crédito para financiarlas. Los momentos complicados son cuando, por regla general, se toman buenas decisiones de inversión, ya que todo es más medido y meditado, aquilatando los costes, sin gastos superfluos. Además, el día a día de la ganadería necesita de mejoras continuas y de reposición, motivo por el cual tampoco se pueden parar las necesidades acuciantes a causa de la crisis.

«Hay menos proyectos de inversiones, pero los que llegan son más sólidos y de mayor importe»

En general, hay menos proyectos, pero los que vienen son más sólidos y de mayor importe, también porque cada vez quedan menos actores pero más grandes y más profesionales.

– ¿Qué servicios destacaría de Caixa Rural Galega para el sector ganadero y agrario en general, como facilidades financieras y otras?
– Las líneas de financiación especiales vienen de planes de mejora, adaptados al plazo de inversión, tanto para activos fijos como para maquinaria, con condiciones de mercado ventajosas. En general, van ligadas a subvenciones, que permiten rebajar la carga financiera y un mejor repago de los préstamos.

«Somos especialistas en hacer ‘trajes a medida’ para cada explotación, adaptando los plazos a los retornos reales de la inversión»

El programa Igape sector lácteo es otra vía específica, destinada a refinanciación de pasivos de las ganaderías o bien a gastos de circulante necesario. Los anticipos de impuestos y de subvenciones también son líneas muy demandadas. Lógicamente, se podrán anticipar siempre y cuando estén domiciliadas en Caixa Rural, y por ese mismo motivo en condiciones ventajosas de mercado.

Pero realmente somos especialistas en hacer ‘trajes a medida’ para cada explotación, adaptando los plazos a los retornos reales de la inversión, tomando siempre las garantías justas (evitando también sobregarantías que merman la capacidad de crecimiento de la explotación) y a unos precios éticos, contando que la entidad tiene que ganar también para poder continuar con su fin estatutario. Estas líneas además no se vinculan a otros productos bancarios obligatorios que los ganaderos no quieren ni precisan.

«El reto sigue siendo producir barato, para lo que el acceso a base territorial es un factor clave»

– ¿Cuáles son las perspectivas de futuro que ven para el sector ganadero?
– La modernización de instalaciones, genética y el manejo de animales mejoró mucho en los últimos años, lo que ha derivado en unas cifras de producción por animal altísimas, impensables hace sólo unos años. Pero el proceso de modernización de las ganaderías debe continuar para mejorar la eficiencia y reducir el coste de producción por litro, apoyado por estudios de rentabilidad y manejo adaptados a cada comarca y ganadería particular. En este sentido, son de alabar los trabajos de las grandes cooperativas gallegas en sus respectivos entornos.

«El escaso desarrollo de las organizaciones de productores perjudica a las granjas en su relación con las industrias»

Los retos siguen siendo producir barato (no tanto en cantidad), para lo que el acceso a la base territorial es un factor clave. Al mismo tiempo, el asociacionismo de los productores permitiría mayor poder de negociación con la industria, ya que actualmente la oferta está enormemente desagregada, lo que ocasiona un desnivel a favor de la industria.

Otras iniciativas como la de generar más valor en la cadena de producción, creando empresas envasadoras de leche o de productos derivados (quesos, yogur, etc) pueden ser interesantes, pero obligaría a enfrentarse a los retos de valorizar una empresa productora, con las dificultades de un entorno altamente competitivo, maduro y dominado por la gran distribución.

Al favor del campo gallego está el hecho de ser una producción enormemente sostenible a medio y largo plazo, que valoriza el entorno, de una calidad excepcional (cercana en todos los casos a lo ecológico), pero queda camino que hacer para dar a conocer esta calidad.

Desde la ‘crisis’ del 2007 se produce además el fenómeno de retorno al campo por parte de nuevas generaciones, con la mayor calificación que nunca tuvimos, orgullosas de sí mismas y con muchas ganas de hacer de su explotación su proyecto vital, que ponen en valor los recursos naturales y que lo quieren dar a conocer a través de las redes sociales, lo que sin duda contribuirá a una mayor sensibilización y conocimiento directo por parte del consumidor final.

«Cuando las materias primas suban, las grandes ganaderías de zonas próximas a núcleos de consumo no podrán mantener la competitividad»

La coyuntura actual de bajos precios se debe a lo poco desarrolladas que están las organizaciones de productores, con bajo poder de negociación frente a la industria, y a la situación especial de bajos precios de las materias primas en los mercados internacionales, que hace que una vez que desaparecieron las cuotas lácteas (lo cual de por sí no es malo), cualquier explotación de gran dimensión pueda generar grandes economías de escala, con la ventaja de la cercanía a los núcleos de consumo, lo que lleva a que la industria traslade las compras a estos grandes productores que, sin esta situación de materias primas, no serían rentables, y por tanto de por sí no son sostenibles a largo plazo. Veremos cuando las materias primas suban, ‘quien estaba nadando en la orilla sin bañador’.

Por todo esto, soy optimista de cara a el futuro, aunque la situación actual esté muy complicada con los precios actuales, ya que nuestras gentes siempre demostraron capacidad de resistencia, y sin duda saben que están haciendo las cosas bien. Como siempre tendrán de aliado a Caixa Rural Galega para apoyarlos en lo que precisen.

– ¿Puede poner algún ejemplo de los proyectos asociativos o cooperativos que está apoyando Caixa Rural en el sector agrario?
– Proyectos asociativos: agrupación de productores (asociaciones, sociedades agrarias de transformación, cooperativas, cumas de maquinaria) para la explotación común de la tierra y del ganado, construcción de nuevas instalación de gran capacidad, con tecnología puntera; anticipo de subvenciones por asociacionismo para diversos proyectos en común; adquisición de maquinaria para la explotación común; búsqueda de nuevos canales de comercialización del producto, e incluso la internacionalización.

Proyectos cooperativos más llamativos: construcción de nuevas fábricas de alimentación animal para relevo de plantas obsoletas y sin medidas de trazabilidad; centro de alimentación comunitario, que programa cultivos, siembra y recoge en las fincas de los socios, ensila y reparte la comida de los animales entre las granjas de los socios diariamente; tienda agraria, gasocentro, centro de recría de ganado, etc.