“No se entiende que la nueva Lei do Solo prohíba ampliar las instalaciones ganaderas en las aldeas”

La nueva Ley del Suelo de Galicia (Ley 2/2016), en vigor desde marzo del pasado año, introduce cambios en los usos agrarios y forestales en el rural, siendo una de las mayores novedades la prohibición de ampliar o construir granjas en suelo de núcleo rural de las aldeas, en tanto en suelo rústico continúan los mismos criterios a la hora de autorizar ampliaciones.

Para abordar las novedades de la Ley del Suelo, la Oficina Agraria Comarcal de Lugo organizó el pasado mes de diciembre una jornada técnica dedicada a analizar el impacto en el campo de la noticia normativa, a cargo de Ana María Rivas García, la secretaria interventora del Ayuntamiento de Becerreá. Analizamos en esta entrevista los principales cambios que introduce la nueva ley para las actividades agroganaderas en el rural.

A grandes rasgos, ¿Cuáles son las principales novedades de la nueva Ley del Suelo de Galicia en el campo?
No supone un cambio radical en el régimen urbanístico tradicional. Con carácter general, mantiene la clasificación del suelo diferenciando en urbano, de núcleo rural, urbanizable y rústico.

La novedad más significativa afecta al suelo rústico, pues mantiene la vieja distinción entre el suelo de protección común y suelo de especial protección, remitiéndose ahora para su definición y limitaciones a lo que establezca la legislación sectorial y sin prejuicio de las mayores limitaciones contenidas en la propia ley, en su caso.

¿Facilita la nueva ley el trabajo a los ayuntamientos? ¿Y a los ganaderos?
En relación a los Ayuntamientos y con carácter general considero que no. Más bien reduce el ámbito de colaboración entre los ayuntamientos y la Xunta, principalmente en lo relativo a los usos en suelo rústico. Así, los usos autorizables mediante autorización autonómica previa se reducen, pasando la mayor parte de ellos a ser de licencia directa.

Parece entonces que la Xunta se desentiende de los usos agropecuarios. De hecho, sólo mantiene dicha autorización autonómica previa para construcciones destinadas a usos residenciales vinculados a la explotación agrícola o ganadera y para construcciones de naturaleza artesanal o de reducida dimensión que alberguen actividades complementarias de primera transformación, almacenamiento y envasado de productos del sector primario, siempre que guarden relación directa con la naturaleza, extensión y destino de la parcela o explotación del recurso natural. Esto entra en contradicción con la afirmación de la exposición de motivos en la que se señala que la Ley del Suelo apuesta por la defensa y respeto del suelo rústico, sin perder de vista su dimensión como suelo productivo y útil, que debe ser recogida y potenciada.

 “La situación más difícil es para los nuevos ganaderos”

La Comunidad Autónoma deja de ejercer sus competencias en materia de economía y lucha contra la despoblación, aspectos vinculados al urbanismo de manera muy estrecha, más aún, me atrevería a decir, cuando esos últimos pasan por una regulación idónea del urbanismo.

Los ganaderos que continúan en sus explotaciones van a tener que hacer números para modificar y básicamente para ampliar sus explotaciones. Ahora bien, quien a mi juicio lo tiene más difícil son los nuevos ganaderos pues para ellos es el régimen más riguroso.

¿Considera que los ayuntamientos están preparados para asumir los cambios que comporta la nueva Ley del Suelo?
Los ayuntamientos estamos preparados para cualquier cosa excepto para la aplicación de regímenes poco claros que se resisten a modificar a nivel legislativo y pretenden solventar con soluciones peregrinas al margen de la jerarquía de las normas.

La Consellería de Medio Ambiente abre la puerta a que los ayuntamientos con un planeamiento urbanístico en vigor permitan las ampliaciones de las explotaciones ganaderas. Los sindicatos agrarios consideran insuficiente la medida, pues va a depender de la buena voluntad del gobierno municipal y del peso que tenga el sector ganadero en el municipio. ¿Comparte esta crítica? ¿Debería irse la una solución más global, de ámbito gallego?
Sí, como ya dije con anterioridad, la Xunta de Galicia no puede legislar a trozos. Si tiene como preocupación y tiene competencia en el desarrollo económico y social y en la lucha contra la despoblación, debe regular el urbanismo en Galicia desde estas perspectivas y según los objetivos que cada gobierno quiera lograr.

Cómo se han de llevar a cabo las ampliaciones de las explotaciones existentes e incluso su nueva implantación afecta también a estos aspectos, por lo que la Xunta de Galicia no puede sin más remitirse la cada instrumento de planeamiento municipal.

¿Ralentizó la nueva Ley del Suelo la aprobación el pasado año de las licencias municipales de obra para los planes de mejora en las explotaciones ganaderas?
La entrada en vigor de una nueva ley siempre es un elemento distorsionador en nuestro trabajo diario que requiere de una adaptación tras el correspondiente período de estudio y comprensión. No considero que ralentizara especialmente la tramitación de las licencias urbanísticas y, en todo caso, sí considero que no se le puede pedir al legislador que analice las mejores fechas para la aprobación y entrada en vigor de las normas.

¿Qué cambios introduce la nueva Ley en cuanto a la ampliación de las instalaciones ganaderas que están en suelo rústico y para las que están en núcleo rural?
En contra del entendimiento exacto de lo que es el derecho transitorio, la nueva Ley y sus disposiciones transitorias vienen a perpetuar un régimen diferente al de su articulado, lo que considero que no es de todo acertado.

Las explotaciones en suelo rústico ejecutadas al amparo de licencia urbanística podrán mantener su uso e incluso ampliarlas cumpliendo las condiciones de edificación del artículo 39c) de la Ley del Suelo de Galicia.

 “La nueva ley no prevé la posibilidad de ampliar explotaciones en suelo de núcleo rural”

Las existentes a uno de enero de 2003 podrán mantener su actividad y ampliarlas sin superar el 50% y sin la necesidad de cumplir el artículo 39, excepto en lo referente a la altura. En la Ley no se prevé la posibilidad de ampliar explotaciones en suelo de núcleo rural cuando sí se previa en la legislación anterior.

Se trata de limitar las posibilidades de ubicarlas en entornos de viviendas en nuestras aldeas, una posición que no considero lógica si se apuesta por el rural y el mantenimiento de la vida en los pueblos. Sería asumible si fuese una decisión política pero ahora resulta que en contra del legislador, el gobierno de la Xunta de Galicia corrige vía reglamentaria esta posibilidad cuando un reglamento no puede contradecir una ley, por lo que lo más idóneo, si hubo un cambio de criterio, sería modificar ésta.

Se abre así la posibilidad de distintas interpretaciones que cuando están en juego políticas públicas económicas, de lucha contra la despoblación y otras, debería quedar claras por parte del legislador.

Y para construir nuevas explotaciones ganaderas, ¿Que dice la nueva normativa?
A las nuevas explotaciones se aplica el nuevo derecho en la materia recogido en la Ley del Suelo siendo para ellas el régimen más riguroso pues deben cumplir sin excepción todas las condiciones previstas en el artículo 39 de la Ley para suelo rústico. Y en suelo de núcleo rural están prohibidas salvo pequeñas construcciones artesanales o para el autoconsumo.

Desde el punto de vista medioambiental, ¿Cuáles son los principales cambios que introduce la nueva Ley del Suelo para las explotaciones agroganaderas?
No hay novedades destacables en esta Ley desde el punto de vista ambiental incidiendo más otras normas como la Ley de Montes y la de Incendios Forestales que, no obstante, ahora tienen que ser leídas teniendo en cuenta también esta Ley del Suelo.

A título personal, ¿Cómo valora la nueva Ley del Suelo y que aspectos mejoraría para su aplicación en el campo, y en el sector agroganadero en particular?
Las leyes tienen que ser fruto de la estrategia política de cada gobierno para solventar los problemas reales de nuestra sociedad. Considero que estamos todos de acuerdo en que el desarrollo económico y social del país es uno de los grandes problemas junto con el demográfico. El legislador autonómico parece también estar de acuerdo pero a la hora de establecer una línea estratégica y unas políticas concretas echo en falta una posición más decidida en orden a seguir manteniendo, o no, en el suelo de núcleo rural la actividad agroganadera.

 “Echo en falta una apuesta de la Xunta para seguir manteniendo en el suelo de núcleo rural la actividad agroganadera”

Personalmente creo que para fijar población en las aldeas hay que ofrecer recursos económicos que prácticamente se reducen a los del sector turístico y agroganadero, principalmente este último en la Galicia del interior, ya que no todos vivimos en el Eje Atlántico.

En este sentido, considero que deberíamos mantener el régimen anterior en orden a la posibilidad de ampliación de explotaciones existentes e incluso para las nuevas con el cumplimiento de los requisitos que se estableciesen para garantizar el derecho de todos al medio ambiente, pero siempre sin olvidar que de momento, son los ganaderos y agricultores de nuestro país los que sí están colaborando por cumplir los objetivos de la Estrategia Europea 2020, una estrategia para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador, por la seguridad alimentaria, por la protección del medio ambiente, por la lucha contra lo cambio climático…… Por eso créelo que debemos apostar por nuestros agricultores y ganaderos.
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