Patologías más comunes del ganado equino en Galicia y medidas de prevención

La obstrucción recurrente de las vías aéreas por la aspiración de esporas de hongos hacia el pulmón, la laminitis, la dermatitis inmunomediada o la piroplasmosis son enfermedades a tener en cuenta. Afectan más al ganado estabulado que al que vive en libertad en el monte

Herminio Pose é veterinario especialista en gando cabalar

Herminio Pose es especialista en équidos y asesora tanto a ganaderías de cría como a explotaciones de caballo de monte

El veterinario Herminio Pose Nieto, especialista en caballos, habló esta semana en la Reunión de Otoño organizada por la Sociedad Gallega de Pastos y Forrajes en Mondoñedo de las enfermedades más comunes del ganado caballar en Galicia, de su tratamiento y de las medidas preventivas y de manejo a adoptar en las ganaderías para evitarlas o minimizar sus efectos.

“No se trata de patologías que sean específicas de nuestra comunidad o que se den solo en el ganado equino gallego, pero las hay con mayor incidencia en Galicia por la climatología, el tipo de suelo, aspectos culturales, etc”, explicó Herminio.

En la mayoría de los casos, se trata de enfermedades que no se llegan a curar, sino que la aplicación de tratamiento veterinario una vez aparecen los primeros síntomas sirve para reducir sus efectos y aminorar su avance y el empeoramiento del estado clínico del animal.

Hay enfermedades que se evitan con el manejo

Por eso, este especialista en ganado equino hizo hincapié en la necesidad de la prevención para evitar su aparición y dio consejos útiles y prácticos a los ganaderos asistentes a las jornadas. “Son enfermedades que se evitan con el manejo”, insistió, dado que tanto la RAO-EPOC como la laminitis están relacionadas con aspectos de alimentación (hongos en el primer caso y exceso de hidratos de carbono en el segundo) y la dermatitis y la piroplasmosis a la presencia en el ambiente de insectos transmisores (mosquito y garrapata, respectivamente).

Menor incidencia en los caballos de monte

Herminio está considerado uno de los veterinarios que más sabe de caballos en Galicia. Su empresa, Serveteq, cuenta en el ayuntamiento lugués de O Corgo con instalaciones destinadas a clínica y a la reproducción de caballos pura sangre. Además, es autor de un libro sobre los curros tradicionales que hay en la comunidad y fue uno de los responsables en su día del impulso al caballo de pura raza gallega a través de lo que hoy es Puraga.

Y como buen conocedor de esas dos realidades, destaca la mucha menor incidencia de estas enfermedades en los caballos salvajes. “Los caballos de monte tienen una alta rusticidad y logran convivir con las garrapatas sin que los mate, cuando un caballo pura sangre inglesa que le pica una garrapata y desarrolla la enfermedad de la piroplasmosis puede morir en 5 días”, ejemplifica.

Del mismo modo, dice, “a los caballos de monte no les afecta habitualmente ni la RAO-EPOC ni la laminitis porque no comen hierba seca ni pasto vigoroso”, aunque matiza que “un caballo de monte si un día se escapa y entra en un pasto bueno, en media hora comiendo puede tener una laminitis por disbiosis de la flora intestinal, igual que un caballo que se sale del establo y come mucho pienso o grano, compara”.  

Obstrucción recurrente de las vías aéreas (RAO – EPOC)

La obstrucción recurrente de las vías aéreas o asma es un mal frecuente en Galicia. Se trata de una enfermedad que afecta a las vías respiratorias por la aspiración de las esporas de hongos hacia el pulmón. “El caballo puede comer y aspirar al mismo tiempo, por lo que aspira las esporas hacia el pulmón, lo que le provoca una tos irritativa seca. El animal no tiene fiebre, ni apatía ni deja de comer, pero al toser se van rompiendo las paredes de los alveolos, por lo que los caballos pierden capacidad pulmonar y rendimiento respiratorio y con el paso del tiempo veremos que se cansa más. Cuando la enfermedad está muy avanzada dejan incluso de comer para centrarse en respirar”, relata Herminio.

Los primeros síntomas para detectar RAO-EPOC en una yegua o caballo son un moco muy pegajoso que sale por la boca desde la tráquea, la dilatación de los orificios nasales, lo que provoca que la nariz si arruge, y la aparición de una línea marcada en el tórax por el efecto repetitivo de toser.

El riesgo de la hierba seca

“El problema en Galicia es la hierba seca, existe muy buena calidad de forraje desde el punto de vista del valor nutritivo pero tenemos una mala conservación, por nuestras condiciones de humedad en invierno. Aunque la cojamos con buen presecado y secado, tenemos humedades ambientales muy altas (de hasta el 85% de humedad relativa) a partir de noviembre. La hierba seca absorbe esa humedad, fermenta y cría hongos que el caballo aspira”, indica el veterinario de Serveteq.

Mojar la hierba seca para que no suelte tantas esporas no soluciona el problema y no se deben usar escaleras para colocar el forraje

No se deben emplear escaleras para colocar la hierba seca o cualquier otro tipo de forraje, ya que el caballo con la cabeza levantada aspira más esporas; es preferible que la coma en el suelo, “porque el caballo está diseñado para pacer, es decir, de comer con la cabeza baja”, dice.

“La hierba seca en sí no es mala para el ganado equino, la que se produce en verano se puede dar sin problema hasta el otoño, pero a partir de noviembre, cuando llega el invierno y viene el mal tiempo no se debe seguir dando”, insiste.

La hierba seca no es mala para los caballos, pero en Galicia tenemos una imposibilidad para garantizar una buena conservación debido al alta humedad ambiental

“Es nefasto acumular la hierba seca de un año para otro, porque son dos años criando hongos y esa hierba seca vieja tampoco vale para la cama, porque aunque no la coma el caballo aspira igual esos hongos”, añade Herminio.

Por eso, en los meses de invierno recomienda sustituir la hierba seca cosechada en Galicia por hierba seca o paja de Castilla. “Pero no sirve traer un tráiler y almacenarla aquí, porque coge igual humedad, hay que ir trayéndola a medida que se va consumiendo”, advierte. Alfalfa en rama también se puede dar, pero poca cantidad, porque tiene mucha proteína.

La hierba seca ensilada en rollos es una buena opción para darle a los caballos

Otra opción para sustituir la paja o la hierba seca es el silo, pero tiene que ser muy seco. “El silo de trinchera muy húmedo es malo para el ganado caballar pero el silo con un buen presecado es bueno. Herminio recomienda hacer microsilos con rotoempacadoras de tambor variable, de manera que se hagan fardos de pequeño tamaño adaptados al número de animales de la explotación. “El silo se debe consumir una vez abierto en un máximo de 5 o 6 días”, indica.

También es una buena solución el conocido como henolage, es decir, un rollo de hierba seca envuelto en plástico como si fuese un rollo de silo. “No es lo mismo que tapar los rollos de hierba seca con una lona, algo que es muy perjudicial, porque crea condensación por debajo del plástico y provoca más humedad”, dice. Pero para poder meter la hierba seca en el típico plástico de microsilo tiene que ir bien seca, “porque si va húmeda ni ensila ni se conserva bien”, explica. Ese tipo de hierba seca ensilada no tiene ácido butílico, por lo que no huele tanto como el de trinchera.

Establos poco ventilados y con estiércol

Otro factor que agrava los problemas de asma de los caballos es tenerlos en establos poco ventilados. “En Galicia tenemos la manía de meter el caballo en establos hondos y sin ventilación y como queremos hacer estiércol para la huerta dejamos una capa de estiércol importante en la cama. Todo eso es una bomba de relojería, un caldo de cultivo perfecto para esta patología”, asegura.

Por tanto, el principal consejo que da Herminio, además de no darle hierba seca vieja o que haya cogido la humedad del invierno, es “sacar a los caballos de los zulos”. El establo del caballo tampoco debe estar al lado del estercolero o del pajar.

“La obstrucción recurrente de las vías aéreas es una enfermedad de manejo, porque como no saquemos al caballo de las condiciones que le provocan ese mal va a seguir evolucionando. El tratamiento con antiinflamatorios y brondolilatadores sirve para aliviar sus efectos, pero esta enfermedad no la curamos, lo máximo que podemos hacer y pararla en el momento en el que la hemos cogido”, aclara.

Laminitis o caballo entrepechado

La laminitis es una enfermedad metabólica por toxinas fruto de la alimentación. También es conocida como caballo entrepechado o abierto de los pechos, aunque es un concepto erróneo, “porque el mal está en las manos y no en el pecho”, aclara Herminio.

Puede afectar a las cuatro extremidades, aunque empieza normalmente por las manos del animal (patas delanteras). Afecta al casco y sobre todo al hueso de la tercera falange.

Las toxinas generadas en el estómago se acaban acumulando en los cascos provocando la rotación del hueso de la tercera falange

Tiene también una incidencia especial en Galicia a consecuencia de la alimentación. “La idea común y totalmente generalizada, pero errónea, es que un prado con muy buena hierba es lo ideal. Pero el vigor del pasto lleva a que tenga muchos hidratos del carbono, que en exceso son malos para el caballo. El caballo primero come todas las puntas de la hierba, que es donde hay más hidratos de carbono y las bacterias del estómago no son capaces de procesar todos esos hidratos, por lo que se generan unas toxinas que se van acumulando en los cascos y cortan el riego sanguíneo de los vasos sanguíneos del casco, el tejido se muere y afecta al tendón que sujeta la tercera falange, que se rota y acaba clavándose en el casco”, indica.

Una vez que se da la enfermedad, al igual que a RAO-EPOC, es incurable. “Se intenta sobrehidratar al animal para que se eliminen las toxinas, pero los caballos con laminitis quedan siempre con secuelas”, asegura Herminio.

Al igual que el asma, la laminitis es una enfermedad incurable

Si la rotación del hueso de la tercera falange es superior a 6 grados se clava el hueso y la banda coronaria queda dañada, por lo que se crean surcos divergentes de crecimiento en el casco, que tarda 8 meses en crecer en su totalidad, porque crece más por atrás que por delante.

“A consecuencia del dolor provocado por la laminitis, el caballo cambia la postura, al echar los pies para delante para apoyarse lo menos posible en las manos”, explica. De ahí esa sensación de que el mal está en el pecho.

Parcelar en primavera y otoño

“La toxicidad de un producto está siempre en función de la dosis. El pasto tierno no es malo, pero depende del que coma”, matiza Herminio. Por eso, recomienda siempre parcelar superficies grandes con líneas de pastor en primavera y otoño e ir abriendo poco a poco para evitar que la yegua o el caballo ingiera una excesiva cantidad de hidratos de carbono, que luego será incapaz de digerir.

A los caballos les cuesta habituarse a nuevos alimentos, no hay que preocuparse si el primer día come menos

“Hay que reducir la carga de hidratos de carbono que se produce cuando la hierba crece tan rápido, pero en verano o invierno, cuando el pasto ya ha perdido la fuerza, se pueden abrir superficies más amplias. Sin embargo, en primavera o en el rebrote del otoño no se puede dejar un solo animal en una hectárea de terreno”, indica.  

Dermatitis inmunomediada o pica pica

La dermatitis inmunomediada, también conocida cómo pica pica o rasquiña en Galicia, se desencadena por un mosquito culicoide que es picador-chupador. A través de su saliva, que irrita la zona de la picadura para que aumente el riego sanguíneo y poder chupar de este modo más sangre, provoca irritación y comezón y el caballo busca rozarse donde sea o incluso tirarse al suelo para aliviar el picor.

“Los mosquitos se dan donde hay zonas de riachuelos, aguas estancadas, pinares, estiércoles o purines”, recuerda Herminio, por lo que se deben evitar estas localizaciones en los meses de mayor presencia del insecto, como puede ser durante el verano.

“Luces ultravioletas, repelentes de insectos, darle ajo picado en la ración para que lo expulse por el sudor y actúe como repelente natural, azufre, etc. Hay miles de remedios, pero la solución es variar el entorno en el que está el caballo”, insiste.

No existe ningún tratamiento que cure la enfermedad y la vacuna solo es efectiva en un 20% de los casos

En cuanto a los tratamientos una vez aparece la dermatitis, “existen muchos productos pero ninguno es bueno, se puede tratar con corticoides para aplacar el sistema inmune pero no curamos la enfermedad y las vacunas funcionan solo en un 20% de los casos y son caras”, reconoce.  

Piroplasmosis o mal de la garrapata

La piroplasmosis o mal de la garrapata, está provocada por la infestación con un parásito, el protozoo Babesia caballi, que se transmite a través de la picadura de una garrapata. “La garrapata es el taxi en el que viaja esa bacteria de caballo en caballo. Es un parásito de la sangre que rompe los glóbulos rojos, provoca anemia y hace que el caballo se muera”, advierte Herminio.

Los caballos pueden ser portadores sanos del parásito sin tener síntomas, hasta que los protozoos comienzan a multiplicarse en la sangre del animal

Los caballos pueden ser portadores sanos del parásito sin tener síntomas, hasta que los protozoos comienzan a multiplicarse en la sangre del animal. Los síntomas más leves son fatiga o pérdida de peso y apetito, comunes a otras enfermedades, por lo que su detección no es fácil en ocasiones. Algo distintivo en la piroplasmosis es la decoloración amarilla de las mucosas.

“El cambio climático está haciendo que haya una alta proliferación de garrapatas y que las haya todo el año”, alerta el veterinario de Serveteq. El protozoo Babesia caballi solo se transmite a través de la saliva de la garrapata, por lo que los caballos infectados no contagian. Las zonas de monte o matorral, así como los lindes de las parcelas, son lugares con mayor presencia de garrapatas.

Los beneficios del caballo como reductor de biomasa a coste cero en la semana de los grandes incendios en A Mariña

A Reunión de Outono da SGPF fíxose coincidir coas San Lucas, que se celebran esta semana en Mondoñedo

La Reunión de Otoño de la SGPF se hizo coincidir con las San Lucas, que se celebran esta semana en Mondoñedo

Las San Lucas, la feria de ganado más antigua que se conserva en Galicia, con más de 800 años de historia, se celebran hasta el domingo en Mondoñedo. En ellas el caballo tiene un especial protagonismo. Aprovechando esta cita, la VIII Reunión de Otoño de la Sociedad Gallega de Pastos y Forrajes analizó durante dos jornadas, este lunes y martes, el papel del caballo en la conservación del medio natural.

En sus conclusiones, la asociación que reúne a técnicos y ganaderos para el fomento del pastoreo en Galicia, quiso destacar los beneficios del caballo como “reductor de biomasa a coste cero” y el hecho de que “el caballo criado en libertad precisa de pocos cuidados pero vincula al propietario con el monte”.

Pocos días después del gran incendio producido este fin de semana en A Mariña, que quemó más de 2.000 hectáreas de monte en los ayuntamientos de Trabada y Ribadeo, los asistentes a las jornadas destacaron que “los pastizales evitan o cortan fuegos al romper la continuidad del monte y el espacio forestal, algo que no sucede en masas continuas de eucalipto como las que hay en ayuntamientos como el de Trabada”, el más afectado por el fuego, y aseguraron que “el incendio de este fin de semana en A Mariña se apagó porque llovió, pero pudo ser uno de los mayores fuegos de la historia de Galicia”, concluyeron.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información