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La multinacional alemana BASF presentó este jueves en Lugo Vizura®, un producto innovador que incrementa la capacidad fertilizante de los purines y estiércoles y reduce el impacto ambiental que provocan las pérdidas de nitrógeno de los abonos orgánicos tanto a través del lavado (lixiviación), como de la evaporación en forma de gases.
Estas pérdidas no solo suponen una importante fuente de contaminación medioambiental, en forma de nitratos que afectan a la calidad de las aguas, de óxido nitroso, un gas de efecto invernadero, sino que provocan importantes pérdidas económicas para el agricultor, al desaprovechar hasta más del 50% del nitrógeno que contienen los purines.
En este sentido, Vizura es un compuesto químico que inhibe temporalmente la acción de las bacterias nitrosomonas, presentes en el suelo y que se encargan de la transformación de nitrógeno amoniacal de los purines en nitratos y óxido nitroso. De esta forma se permite que la planta aproveche durante más tiempo el nitrógeno amoniacal y reduciendo substancialmente las pérdidas.
En concreto, el nitrógeno amoniacal con temperaturas del suelo de 5 grados pasa de estar disponible durante 6 semanas a entre 10 y 14 semanas, y cuando la temperatura del suelo sube hasta 20 grados, este período se amplía de 1 semana, a entre 4 y 6 semanas cuando se emplea Vizura, según los estudios realizados por Basf.
Resultados de los ensayos en el Ciam
El producto, que este año se empieza a comercializar en España, ha sido testado por Basf en distintos centros de investigación de la Península, entre ellos el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (Ciam), que el pasado año realizó en ensayos en cultivo de maíz forrajero y este año prevé ampliarlos a la rotación de maíz forrajero con raigrás.
En concreto, la investigación llevada a cabo en el Ciam comparó los resultados de siete tratamientos de fertilización en sus correspondientes campos de ensayo de maíz: fertilización mineral al 70% y al 100%, fertilización con un 70 y con un 100% de purín de vacuno, fertilización con estas dos proporciones de abono orgánico pero añadiendo Vizura® y una parcela en la que no se realizó ningún tipo de abonado.
Los resultados que expuso la investigadora del Ciam, María Isabel García Pomar, muestran que “la incorporación de Vizura al purín de vacuno supuso producciones semejantes a la aplicación de fertilizantes minerales y un ligero incremento del 6% de los rendimientos de la cosecha de maíz respecto al purín de vacuno”.
Además, destacó “el incremento en la eficiencia de utilización del nitrógeno por el cultivo respecto al purín de vacuno (….) y la disminución del surplus de nitrógeno en el suelo, respecto a los tratamientos minerales”.
Estos son los resultados presentados del ensayo realizado por el Ciam:
En todo caso, María Isabel García Pomar incidió en la necesidad de extender los ensayos durante más años para confirmar estos resultados.
Se reducen las pérdidas de nitrógeno en forma de nitratos y emisiones contaminantes
Po su parte, Jorge Sanz Gómez, responsable de Desarrollo para Europa de Functional Crop Care Basf, y Arturo Sanz Simón, responsable de tecnologías de uso eficiente de Nitrógeno en Basf, expusieron los resultados de los ensayos realizados con Vizura en distintos centros de investigación de España y Portugal.
“Las emisiones de óxido nitroso cuando se utilizan purines como abono orgánico pasan de 5 o 6 kilogramos por hectárea a 2 kilogramos si se utiliza Vizura, y en el caso de los nitratos, las pérdidas por lixiviación se reducen entre un 30 y hasta un 65%”, destacó Arturo Sanz.
En cuanto al impacto económico para el ganadero, los técnicos de Basf destacaron que “Vizura permite reducir el abono de Nitrógeno de síntesis en el cultivo de maíz forrajero e incrementa la cosecha de maíz entre un 6 y un 7%”.
Dosis de aplicación
Vizura se presenta en forma líquida en envases de 10 y de 1000 litros, aunque está en fase de comercialización un envase de 50 litros.
La dosis es de entre 2 y 3 litros por hectárea, independientemente del volumen de purín, y se puede aplicar directamente en la fosa -donde puede permanecer estable hasta 3 semanas- o en la cuba antes de aplicar el purín.
Cuando el purín se inyecta en profundidad -la opción más recomendable para reducir las pérdidas de nitrógeno- la dosis recomendada es de 2 litros, pero cuando se aplica el purín entre 0 y 10 centímetros -con un posterior enterrado superficial- la dosis aconsejada es de 3 litros.
