SAT A Capilla, una experiencia de unión en vacuno de carne

Los vecinos del lugar de Vilaverde, en la parroquia de Folgueiras, en el ayuntamiento de Navia de Suarna, llevan dos décadas trabajando en conjunto sus fincas. En la actualidad cuentan con un rebaño de 290 cabezas de ganado y crean dos puestos de trabajo. "Si no nos hubiésemos juntado en su día, hoy no habría vacas en la aldea", aseguran

José Mon e Alberto López, os dous socios asalariados da SAT, xunto ao gando un día de néboa na montaña de Lugo

José Mon y Alberto López, los dos socios asalariados de la SAT, junto al ganado en un día de niebla en la montaña

Al lado de la capilla de los Remedios de Vilaverde, una pequeña aldea del Ayuntamiento de Navia de Suarna, pacen las vacas y sus crías. Pertenecen a 8 familias del pueblo, casi todas las que hay, que hace ya 20 años apostaron por juntar el ganado y las tierras.

La unión de explotaciones para trabajar en conjunto y la constitución de Sociedades Agrarias de Transformación, u otro tipo de entidades o figuras legales asociativas similares, son frecuentes en vacuno de leche, pero muy poco habituales aún en el sector de la carne en Galicia. Por eso, el ejemplo de SAT A Capilla constituye una experiencia singular e interesante.

La fusión de explotaciones y la creación de SATs, habituales en vacuno de leche, son aún poco frecuentes en las ganaderías de carne

Cuando hace 21 años los vecinos de Vilaverde decidieron juntarse, tomaron como referencia una iniciativa similar que habían ido a ver a Asturias, en concreto, La Figuerina, en Allande. Hoy ellos también pueden servir de ejemplo para otros lugares.

Cuando decidieron juntarse, tomaron como referencia La Figuerina, una iniciativa similar puesta en marcha en el municipio de Allande, en Asturias

«Visto con perspectiva, estamos contentos con la experiencia, no hay que pensar que da mucho dinero, y menos en estos tiempos, pero si fuese como antes, con las vacas estabuladas cada uno en su casa, sería imposible tener esta cantidad de ganado y menos atenderlo entre dos personas solas», concluye Alberto, que junto con José son los dos socios asalariados que tiene A Capilla para encargarse del cuidado de los animales.

Un revulsivo para el mantenimiento de la actividad agroganadera

Como en otros núcleos de población de la montaña de Lugo, la despoblación y el abandono de la actividad agroganadera lleva años amenazando la supervivencia de la propia aldea, donde solo se cuentan 11 casas y 18 habitantes. Pero la decisión de los vecinos de juntarse, hace ya 21 años, funcionó como un antídoto válido a imitar en otros muchos lugares de Galicia.

«Si no hubiésemos formado la SAT, seguramente hoy no habría vacas en Vilaverde, habría abandono y monte sin cuidar. Constituimos la SAT en marzo del año 2000. Con vacas éramos 6 casas en aquel momento, pero todos teníamos pocas, una media de 10. La que más tenía era yo, que tenía 17 o 18, pero ya había decidido dejarlas en cuanto falleciese mi madre», afirma Inés.

Con vacas éramos 6 casas en aquel momento, pero todos teníamos pocas y la mayoría teníamos ya decidido dejarlas

Ella es una de las 8 socias y socios de A Capilla, que tiene ahora 5 miembros en la SAT y 3 más en una SL, al tratarse de vecinos que contaban con fincas pero no tenían ya ganado y, por este motivo, no podían entrar en la SAT. «El ganado está todo a nombre de la SAT y las fincas son propiedad de los vecinos y las tienen cedidas a la SAT. A mayores contamos con monte comunal», explica Alberto.

290 cabezas de ganado y 150 hectáreas de superficie

SAT A CAPILLA (Navia) gando

Hoy tienen en total 290 cabezas, de las que unas 180 son reproductoras. Tanto las vacas como sus crías están siempre fuera, excepto en el momento final del cebo de los terneros, que realizan en las antiguas cuadras de los distintos vecinos.

A Capilla dispone de unas 150 hectáreas de superficie para pastoreo y a mayores también recoge forraje en otras fincas de aldeas próximas. «Hacemos silo y hierba seca con la hierba que nos dan», cuenta José.

La mayoría de los pastizales están en el monte, donde hemos hecho unas 80 hectáreas de pradera

La mayoría de los pastizales están en terrenos que antes eran monte. «Hicimos 75 o 80 hectáreas de pradera, una gran parte era monte comunal y el resto fincas privadas de monte que pertenecían a los vecinos», recuerda Alberto. » Roturar todo nos costó dinero, porque lo que era monte comunal, que antes solo tenía tojos y retamas, nos lo hizo la Xunta, pero el terreno privado tuvimos que hacerlo nosotros», explica.

Dos lotes de animales a causa de la carretera

La superficie dedicada a pastoreo está toda junta, tan sólo separada por la carretera que atraviesa el pueblo, lo que condiciona también los cierres y los dos lotes en los que han dividido el ganado, en función de la superficie que queda a un lado y a otro de la carretera, para evitar de este modo tener que andar cruzándola con el ganado.

Tanto las madres como las crías están fuera todo el año, excepto en el momento final de ceba de los terneros

En el lote más pequeño tienen 56 vacas y en el otro, el más grande, el resto, unas 125. Cuentan con parcelas de distintos tamaños, de entre 2 y 20 hectáreas, cerradas en función de la fisonomía del terreno y por las que van rotando los animales de cada lote a medida que van agotando el pasto. «La finca más pequeña tiene 2,5 hectáreas y la más grande, que pasa de las 20 hectáreas, es la que usamos para tener el ganado en invierno», explican.

Silos y pozos de agua

Placas solares e un muíño de vento alimentan as bombas coas que extraen a auga para dar de beber ao gando

Placas solares y un molino de viento alimentan las bombas con las que extraen el agua para dar de beber al ganado

Es en esta parcela, que cuenta con un pinar de unas 6 hectáreas que proporciona abrigo natural para el ganado en los días de lluvia, en la que han construido también los silos de trinchera que llenan en primavera y también donde están los pozos de barrena de los que sacan el agua para dar de beber a los animales.

«Hoy tenemos agua en todas las fincas. Contamos con dos pozos alimentados por placas solares y un molino de viento que sacan el agua para un depósito 120.000 litros de capacidad desde el que repartimos a todas las parcelas», indican.

Las bombas de extracción de agua están alimentadas mediante un molino de viento y placas solares

«Es algo que también nos ahorra mucho trabajo, porque el rebaño más grande puede beber al día en los días de calor durante el verano unos 10.000 litros de agua. Lo sabemos porque antes de tener el depósito hecho les llevábamos el agua con cisterna y nos hacían falta 3 al día», explica Alberto.

Reducción de costes

La crianza en extensivo, tanto de las madres como de las crías, les permite reducir la necesidad de mano de obra y los costes de alimentación y mantenimiento de instalaciones.

«El manejo que hacemos es sencillo, vamos cambiando el ganado a medida que acaban el pasto y en invierno suplementamos con silo de hierba. Este año el pasto duró más tiempo, pero en otros años en septiembre ya les tenemos que dar algo y por lo menos hasta el mes de marzo tenemos que suplementar», cuenta José.

No tenemos comederos en los prados, sino que sacamos el silo con una desensiladora y se lo repartimos en tacos en la parcela para que coman

El silos están en la zona de monte, junto al depósito de agua, en la misma parcela al lado del pinar a donde llevan las vacas en invierno, lo que les facilita la alimentación al no tener que andar llevando el silo a las distintas fincas. «No tenemos comederos en los prados, sino que sacamos con una desensiladora y les repartimos en tacos en la parcela para que coman, por eso nos es más cómodo el silo que la hierba seca para las vacas», justifica.

Silo para las vacas y hierba seca para los terneros

Colgaron espellos para escorrentar aos corvos, que lles picaban o plástico e lles comían o penso nos comedeiros dos xatos

Con espejos ahuyentan a los cuervos, que les picaban el plástico y les comían el pienso en los comederos

En primavera, cuando hay excedente de pasto, hacen un corte para ensilado para el invierno. «La mitad de la superficie la ensilamos, la mayoría en los silos de trinchera, aunque hacemos también algún rollo. De hierba seca solo hacemos unos 100 rollos para darles a los terneros cuando se apartan de las vacas los últimos 2 o 3 meses», detallan.

A pesar de encontrarse en una zona de montaña, la superficie es fácil de trabajar

El trabajo agrario lo hacen entre José y Alberto con maquinaria propia de la SAT, que dispone de tres tractores, un autocargador picador, un rastrillo, una abonadora y una desensiladora. A pesar de encontrarse en una zona de montaña, la superficie es perfectamente mecanizable. «Estamos entre 650 y 670 metros de altitud, pero la mayoría de las fincas son llanas y buenas de trabajar», matizan.

Ahorro en fertilizantes

SAT A Capilla produce pasto y forraje en base a prados naturales. «Cuando nos constituimos hicimos las praderas y desde entonces no hemos vuelto a renovar nada, tan sólo hicimos hace 6 o 7 años siembra directa en unas 18 hectáreas, pero sin levantar la pradera y la verdad es que nos funcionó muy bien con ese sistema», asegura Alberto.

Este año hemos reducido la factura de abonado de 30.000 a 12.000 euros. Analizamos las tierras y tenían el triple de fósforo del recomendable

Las prácticas que utilizan, tanto en el manejo del ganado como de las tierras, son respetuosas con el medio ambiente aunque no producen en ecológico. «Estamos en convencional y, a mayores de lo que fertilizan las propias vacas, echamos abono químico en grano una vez al año. Pero este año hicimos analíticas de suelo en algunas fincas y vimos que estaban muy altas en fósforo, por lo que cambiamos el tipo de fertilizante. Hasta ahora usábamos triple 15 pero en esta ocasión abonamos con NAC-27. Eso nos permitió reducir la factura de manera importante, ya que pasamos de gastar 30.000 euros anuales a unos 12.000», concreta.

Comercializan a través de Agrigga

Parque de maquinaria da SAT, que aproveitou os tractores e os aperos que tiñan os socios

Parque de maquinaria de la SAT, que aprovechó los tractores y los aperos que tenían los socios

SAT A Capilla ceba unos 100 terneros al año, marcados como Ternera Gallega Suprema, que comercializan en la actualidad a través de Agrigga. «Empezamos con A Carqueixa y después con la cooperativa de Baralla. Ahora los mandamos a través de Agrigga. Los vienen a cargar aquí y los mandan a sacrificar al matadero de O Ribeiro. No tenemos un precio fijo para todo el año, sino que cobramos según va el mercado», explica Alberto.

No vendemos nada para vida y solo recriamos entre 15 y 20 terneras al año para nosotros, para reponer bajas

«Este año los precios han oscilado entre 4,50 y 4,60 euros kg/canal la mayor parte del tiempo, cuando otros años se situaban alrededor de los 4,80€», reconoce José, que se queja de las trabas con las que se encuentran los productores a la hora de estandarizar un precio fijo para su producto: «siempre hay un motivo para rebajarnos el precio, si son animales pequeños porque son pequeños y si son muy grandes porque son muy grandes, siempre te penalizan», dice.

Agrupación natural de partos

Uno de los objetivos que persigue a IGP Ternera Gallega es concienciar a los ganaderos de la necesidad de hacer un reparto homogéneo de su producción a lo largo de todo el año, para evitar así los altibajos en el mercado provocados por un exceso de oferta en determinadas épocas del año.

Disponen de una manga de manejo para facilitar labores como el saneamiento, la desparasitación o la carga de los terneros para el matadero

A Capilla tiene ahora mismo tres sementales de raza limusin (antes eran de raza asturiana) para lograr terneros cruzados con una buena actitud cárnica. Están en los lotes junto a las vacas (dos toros en el rebaño grande y otro en el más pequeño). «Al principio lo que hacíamos era criarlos en un rebaño y luego cambiarlos para el otro para evitar problemas de consanguinidad pero desde hace un año dejamos de hacerlo, porque lo llevaban mal al cambiarlos de un lote para el otro», explica Alberto.

Los sementales están siempre con las vacas, por lo que no hacen una programación de partos, que acaban por confluir de manera natural en primavera. «No hacemos agrupamiento de partos pero cuando más nacimientos hay es al principio de la primavera, sobre todo en el mes de marzo», reconocen.

«Las ayudas por los ataques del lobo son una tapadera para callar a la gente»

Los miembros de SAT A Capilla ven con preocupación la actual prohibición de la caza del lobo decretada por el Gobierno. «El lobo a nosotros nos hizo mucho daño hace 2 o 3 años. En el mes de octubre nos había matado más de 20 terneros y varias vacas», recuerda Alberto.

Desde entonces han sufrido menos ataques, pero aun este año les han desaparecido dos terneros. «No pudimos acceder a las ayudas de compensación de daños porque no aparecieron», explican. «Las ayudas son una tapadera para callar a la gente», añaden.

Da más trabajo dar los partes que vale lo que te dan por el ternero, eso contando que aparezca

«En aquella ocasión que nos había matado las vacas habíamos tardado dos años en cobrar las ayudas por ellas. Y por un ternero te dan 250 euros, no miran que después podía llegar a valer 1.000 euros», argumentan.

Pero más allá de la pérdida económica directa que suponen los animales muertos, hay otros daños en el rebaño que no son cuantificados por las líneas de ayudas oficiales. «Los terneros que muerde el lobo, aunque los trates, no salen adelante y se mueren todos y a las vacas los ataques del lobo les causa mucho estrés y nerviosismo, además de coger mamitis cuando les matan a la cría. Esas cosas tenían que mirarlas también los de bienestar animal», ironiza Alberto.

A las vacas les causa mucho estrés y nerviosismo el ataque del lobo; eso también tenían que mirarlo los de bienestar animal

Para tratar de defender al ganado frente al lobo y minimizar las consecuencias de los ataques, SAT A Capilla tiene mastines. «Tenemos dos, pero los mejores mastines son las propias vacas; mientras están juntas el lobo no ataca, pero como tiene todo el tiempo del mundo para esperar, cuando las vacas se marchan a la parte alta de la sierra y queda el ternero solo es cuando lo cogen», aseguran.

Acostumbrados a lidiar con los ataques, dicen sin embargo no estar en contra del lobo. «No estamos en contra de que lo haya, pero hay muchas maneras de tenerlo, y desde luego lo primero es que paguen el ganado por lo que vale y a tiempo», reclaman.

¿Por que no podemos llevar al monte a los terneros que mueren al nacer? El lobo si está lleno mata menos

Además, proponen alguna medida práctica sencilla. «Pienso que podría ser útil, por ejemplo, que nos autorizasen llevar al monte a los terneros que mueren al nacer, no a causa de ninguna enfermedad, para que los coma el lobo, porque el lobo si está lleno mata menos, pero el lobo quieren tenerlo y que se lo mantengamos nosotros con nuestro ganado», se queja Alberto.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información