“Tenemos una guerra con la velutina ya por todo el territorio”

Seaga recibió hace 4 años el encargo por parte de la Xunta de Galicia para la retirada de los nidos de velutina comunicados a través del teléfono 012, un período en el que la plaga siguió avanzando con rapidez hasta instalarse en la práctica totalidad del territorio de la comunidad autónoma.

“En el año 2020 la actuación estaba centrada en las provincias de A Coruña y Pontevedra y en A Mariña de Lugo; en el año 2021 los datos mejoraron; en el 2022 hubo de nuevo un aumento; pero este año tuvimos un incremento muy elevado”, reconoce Luisa, que participó en las jornadas sobre la velutina celebradas en Chantada.

La empresa pública Seaga recibió en el año 2020 del encargo de la retirada de nidos por parte de la Xunta

El número de avisos recibidos por el 012 corrobora el empeoramiento de la situación: 33.003 avisos en el año 2020; 29.538 en el 2021; 34.509 en el 2022 y 45.463 este año (hasta el 31 de octubre), lo que equivale a casi un tercio más de comunicaciones con respecto a las recibidas en todo el año pasado.

“En el año 2023 la presencia de velutina en la provincia de Lugo es brutal y la zona noroeste de Ourense también incrementó considerablemente los avisos. En los meses de julio y agosto tuvimos casi el doble de avisos con respecto al año 2022 en Galicia, pero en la provincia de Lugo se triplicaron. Con el frío y la lluvia de estos días están bajando pero no a la velocidad de otros años”, reconoció la directora de Seaga.

El sector apícola reclama que los datos de Seaga sean públicos para poder conocer las zonas más afectadas y tomar decisiones al respecto

“La situación es preocupante”, admitió Luisa Piñeiro, que agradeció el gran esfuerzo y colaboración de los ciudadanos y de los apicultores “luchando en esta auténtica guerra que tenemos aquí en el territorio”.

Clasificación y asignación de prioridades

En los presupuestos de la Xunta para 2023, y también en los que están en tramitación para 2024, hay una partida de 1,2 millones de euros para retirada de nidos por toda Galicia a través de un convenio con la Fegamp al que están adheridos 311 de los 313 ayuntamientos gallegos, todos excepto la Illa de Arousa y Meis, que gestionan la retirada a través de la mancomunidad de O Salnés.

Los nidos son retirados tanto por Seaga como por los servicios de bomberos comarcales y de las ciudades y los efectivos de protección civil municipales. Cuando se produce un aviso ciudadano a través del teléfono 012 para alertar de la presencia de un nido, se valora si se considera una emergencia o no y, en función de eso, se le asigna a unos equipos o a otros.

A los 45.500 avisos atendidos por Seaga habría que añadir otros 8.000 avisos atendidos por los servicios del 112, por ser considerados situaciones de emergencia

Son consideradas situaciones de riesgo o emergencia los nidos en edificios de concurrencia pública (centros educativos, centros de salud, pabellones de deporte, iglesias, auditorios, edificios administrativos, etc); si están en viviendas habitadas (balcones, cornisas, cajas de las persianas, paredes, cubiertas, etc) o si la persona que da el aviso es alérgica a las picaduras y el nido se encuentra en su vivienda habitual.

“Si se valora como una emergencia se avisa a los bomberos para su retirada; en caso contrario se le asigna un código de preferencia para la retirada por parte de Seaga”, explicó su directora.

“Estamos retirando nidos en todas las situaciones (núcleos de población, casas aisladas, terrenos urbanos y terrenos rústicos), pero tenemos marcadas prioridades: nidos considerados de emergencia que no pudieran ser atendidos por los servicios del 112 por falta de medios o personal; nidos en lugares concurridos o de paso de población (parques públicos, parques infantiles, paseos peatonales, avenidas); y nidos situados en establos, gallineros o cuadras con presencia de animales por cuanto implica la necesidad de entrada para alimentar a los animales“, detalló.

Retrasos de más de 15 días en la retirada de nidos

“Este año nos vimos en la necesidad de duplicar el personal, llegando a tener casi un centenar de equipos en campo retirando nidos en verano, trabajando incluso en fines de semana y festivos”, destacó Luisa Piñeiro.

A pesar del refuerzo de los trabajadores, se acumularon esperas de más de 15 días. “En el mes de agosto sí que hubo un retraso en la retirada de los nidos”, reconoció. Según las estadísticas de Seaga, el tiempo medio de respuesta fue de 8,5 días hábiles en agosto, lo que equivale a dos semanas de espera. “Pero en este momento el tiempo medio de respuesta es de 5 días hábiles”, insistió.

Hubo días en agosto de más de 600 avisos y tuvimos que duplicar el personal

“Sí que puede haber nidos que pueden estar 2 o 3 semanas, pero hay que tener en cuenta la tipología de cada nido. En algunos necesitamos permisos de otras administraciones, contactar con el propietario para que nos facilite el acceso por tratarse de una propiedad privada o casos en los que para entrar es necesario un desbroce previo”, detalló.

Problemas en zonas de ríos y cauces de agua

De los 45.500 nidos de los que se recibieron avisos en lo que va de año, un total de 13.191 fueron eliminados (retirados del emplazamiento en el que se encontraban) y otros 14.663 fueron neutralizados (actuación sobre el nido, pero se mantiene en el lugar).

En estos casos, el procedimiento habitual es el de dispararles proyectiles con veneno, aunque muchas veces no se hace un seguimiento posterior de la efectividad del tratamiento para ver si siguen activos transcurridos unos días.

En el 25% de los avisos no procede actuar, bien porque los nidos están inactivos o por encontrarse en lugares de acceso imposible o excesiva altura

Además, algunos de los venenos empleados, como el Diptron y el Ikebana, son productos biocidas (insecticidas) muy peligrosos para la fauna acuática, lo que limita su uso en el caso de nidos situados sobre cursos de agua. “Ahí tenemos un problema. En los cauces fluviales tenemos que pedir un permiso de Aguas, por lo que en esos casos tratamos de retirar siempre los nidos, porque esos permisos tienen alguna dificultad”, admitió.

La velutina se acerca a las casas

La velutina gusta de los entornos humanos. Los nidos situados en árboles son los que más abundan, pero cerca de un tercio de los avisos comunicados al 012 este año se refirieron a nidos que se encontraban en algún tipo de construcción.

“Los nidos en viviendas han sido los que más se han incrementado en 2023. La velutina está cada vez más presente en nuestras casas; cada vez nos encontramos con más nidos en construcciones”, explicó la directora gerente de Seaga.

Los nidos situados en construcciones prácticamente se han duplicado este año

El número de nidos localizados en árboles (19.121) o en el suelo (1.612) prácticamente no ha variado con respecto al 2022, pero los ubicados en construcciones pasaron de 7.418 de enero a diciembre de 2022 a 13.594 de enero a octubre de este año.