¿Cómo está afectando la velutina al sector del vino en Galicia?

Bodegueros y viticultores de distintas zonas cuantifican pérdidas importantes, de hasta 15.000 euros por hectárea. Las avispas provocan un descenso en la producción y una merma en la calidad por los problemas de putrefacción de los racimos comidos al llegar a la bodega. La blanca legítima está siendo una de las variedades más atacadas

Publicidade
Luis Sande, Pablo González e Roberto Rivas contaron en Chantada a súa loita contra a velutina

Luis Sande, Pablo González y Roberto Rivas contaron en Chantada su lucha contra la velutina en sus viñedos

Desde su llegada a Galicia hace 12 años, los productores de miel han sido los más perjudicados por la presencia de la avispa velutina, pero sectores como la fruticultura y la viticultura están empezando a notar también con fuerza sus efectos.

La mayor carga de la vespa invasora se produce en el mes de septiembre, justo cuando las uvas se acercan al punto de la vendimia. De manera general, en el ámbito agrario la presencia de la velutina afecta de manera general a la polinización de los cultivos, pero también debido a los ataques en la época de maduración de los frutos.

La mayor carga de velutina y sus mayores estragos coinciden con el momento de la vendimia debido al proceso biológico de los nidos y el grado de maduración de la uva

Las vides no requieren de polinización, pero es esencial que los racimos lleguen a la bodega en un estado sanitario idóneo. “Hay una afectación por pérdida de rendimiento en la explotación, porque lo que se come la velutina no va para la bodega, pero hay también una pérdida de calidad por problemas posteriores de oxidación en las uvas comidas”, asegura Roberto Rivas, bodeguero de O Salnés y presidente de la Asociación Gallega de Viticultura, que reúne a pequeños cosecheros y bodegueros de todas las denominaciones de origen.

Se suman tres problemas: un problema de baja en kilos, problemas de pérdida de calidad y un problema de seguridad en la vendimia

Roberto participó, junto a viticultores de distintas zonas, en las recientes jornadas sobre la velutina organizadas en Chantada y en las que se hizo patente la globalización de un problema, el de la falta de control de la plaga, tanto desde el punto de vista económico para sectores como el apícola o el del vino, como desde la óptica de la seguridad ciudadana.

Preferencia por las variedades de maduración temprana

Aunque la rápida expansión de la velutina ha hecho que esté ya presente en todo el territorio gallego, a nivel vitivinícola su incidencia está siendo muy fuerte en las IGPs Terra do Barbanza y Viño de Betanzos, pero también en zonas interiores como puede ser la Ribeira Sacra o el valle del Navia. “Este año ya ha habido problemas importantes en la zona de Negueira de Muñiz”, explicó el presidente de la Asociación Gallega de Viticultores.

“En viticultura no está medida cuál es la pérdida por la incidencia de la velutina, pero lo que sí sabemos es que incide más en unas variedades que en otras. A la que más afecta es a la blanca legítima, por eso afecta más a la comarca de O Barbanza, a la de Betanzos y este año también al valle del Navia”, explica Roberto.

La blanca legítima y la mencía son dos de las uvas más afectadas

La velutina tiene preferencia por las variedades de maduración temprana y altos niveles de azúcar, por eso en los tintos afecta más al mencía. “En las Rías Baixas dejamos las cepas de mencía que tenemos por medio como cebo, porque mientras van al mencía no van al resto de variedades”, cuenta. Por el contrario, dice, “en el caíño tinto nunca hemos visto una velutina alrededor de ella. Algo tiene esa uva, que es muy ácida, que no les gusta nada”, razona.

“Castiga más al pequeño productor”

Ninguna de las cinco denominaciones de origen se libra ya en este momento de la velutina, que ha avanzado en los últimos años hacia el sur de Lugo y el interior de Ourense, pero una serie de factores, además de la variedad plantada, hacen que la incidencia de la avispa (y sus consecuencias económicas) se noten más en zonas donde no es predominante el monocultivo de viñedo.

No es lo mismo el problema de la velutina para quien tiene 1 hectárea en 50 parcelas que para quien tiene 50 hectáreas en una parcela

Los 45 millones de kilos que se recogen en Rías Baixas no los dan comido todos, pero pensad en zonas como Betanzos, O Barbanza o Negueira de Muñiz, donde quedan muy pocos viticultores y donde las vides están rodeadas de matorral y de zonas forestales, lo que favorece la presencia de nidos de velutina y dificulta su localización”, argumenta. Por eso, afirma, “no es lo mismo el problema de la velutina para quien tiene 1 hectárea en 50 parcelas que para quien tiene 50 hectáreas en una parcela”.

“Si tienes 50 hectáreas en una pieza única es mucho más fácil tratar de controlar la velutina, pero yo gestiono 3 hectáreas en 52 parcelas que están en 7 parroquias de 3 ayuntamientos distintos. Imaginaos lo que sería poner mallas en esas 52 parcelas, eso es inviable económicamente”, asegura.

Nos topamos con algo contra lo que no sabemos luchar y que va a más

Por eso Roberto ha optado por un sistema más rudimentario (un spray de las moscas en las horas de más calor y mayor concentración de velutinas), porque “si las molestas 3 o 4 días seguidos en una parcela se marchan y van a otras”, dice.

Pero matiza, “yo no soy capaz de visitar en un mismo día, en la época de máximo apogeo de la velutina, las 52 parcelas que tengo”, por lo que prioriza la defensa de aquellas uvas “especiales”. Son tres parcelas con una variedad, la ratiño, que estamos tratando de recuperar pero que es una uva que también les encanta y es a la primera que van”, explica.

La velutina impide hacer vinificacións experimentales: en Betanzos cada vez se está haciendo menos vino dulce por la presión de la velutina y en Rías Baixas menos vendimias tardías

Por eso, cuenta Roberto, la velutina tiene una afectación importante en las vinificacións experimentales, “que son importantes en las cuentas de resultado de las bodegas porque multiplican por 2 o por 3 el valor de los vinos, y también para el prestigio de la Denominación de Origen, porque son vinos de una calidad superior”.

Pero asegura que “los vinos dulces de Betanzos o vendimias tardías de las Rías Baixas se están dejando de hacer porque esas uvas tienen que quedar colgadas un mes más desde que retiras el resto de la uva, y eso hace que se concentre toda la presión de velutina en esos racimos que quedan”, indica.

Riesgo de picaduras durante la vendimia

La velutina genera además un mayor coste a la hora de vendimiar, dado que hay que escoger mucho más para tratar de llevar para la bodega la menor cantidad posible de uva comida. “Hay que ir seleccionando, cortando solo la mitad del racimo, por lo que es un trabajo más laborioso que lleva más tiempo”, explica.

Todos los viticultores de Rías Baixas durante la vendimia tenemos una colección de picaduras importante; eso también hace que cada vez sea más difícil encontrar mano de obra

La velutina genera además un problema de seguridad en la vendimia. “Estás sacando racimos rodeado de avispas y se producen picaduras. Todos los viticultores de Rías Baixas tenemos una colección importante de picaduras durante la vendimia y eso hace también que cada vez sea más difícil encontrar mano de obra”, relata.

“Primero nos sacaron a los estudiantes porque les adelantaron el comienzo del curso y ahora hay gente que tiene miedo de ir a meterse a vendimiar en medio de la velutina. En ocasiones llegamos a vendimiar a las 9 de la mañana y a las 11 tenemos que marcharnos porque aquello se llena de velutinas”, describe. A mayores, dice Roberto, “es muy complicado y peligroso también hacer los desbroces en las parcelas”.

Pérdidas entre el 30% y el 50% de la producción este año en Betanzos

velutina uva

En las comarcas de O Barbanza y de Betanzos fue donde primero comenzaron a padecer los problemas con la velutina, que está poniendo en serio riesgo la viabilidad del sector en estos lugares. “En Betanzos una bodega pequeña este año ya no ha vendimiado por culpa del bicho; con ese dinero era con el que iba pagar la poda y los tratamientos del año que viene”, evidencia el presidente de la Asociación Gallega de Viticultura.

Luis Sande puso en marcha hace 6 años Pagos de Brigante, la mayor bodega de la IGP Viño de Betanzos. “Tenemos 5 hectáreas de las 10-12 que hay en Betanzos, donde la velutina es un gran problema”, asegura.

Perdimos unos 5.000 kg por hectárea de rendimiento, eso son unos 15.000 euros. El problema es muy grave; es una situación insostenible

“Perdimos el 50% de la producción de blanco legítimo en la parcela más importante, de una hectárea”, describe. Eso supone una pérdida de rendimiento de unos 5.000 kg por hectárea, que a 3€/kg tendrían un valor de unos 15.000 euros. Y añade: “hemos perdido producción pero se ha incrementado el coste de la vendimia, porque además de la selección en campo hay también que hacer una selección de la uva a la entrada en bodega y eso incrementa los gastos. En el caso del blanco legítimo el coste de la vendimia se multiplicó por tres este año”, cuantifica Luis.

Tenemos 20 fincas repartidas en 8 parroquias de 3 ayuntamientos. Es difícil de manejar y de controlar toda esa superficie tan dispersa

Pero la afectación no se limita a la uva blanca legítima. “Como la vendimia es escalonada, cuando se acaba la blanca legítima van al resto de variedades a medida que van madurando. En el godello hemos perdido un 10% de la producción por la velutina este año”, cuenta.

Otra bodega de Betanzos, Casa Beade, tiene una plantación de roibal (merenzao), una variedad tinta de maduración temprana, que, igual que la blanca legítima, también es muy atacada por la velutina y algunos expertos indican que la razón podría estar en el limadol, un compuesto común a todas las variedades afectadas. “Pido que se destinen medios a investigación, para mí eso es la solución”, considera Luis.

Todas las variedades afectadas compartirían un compuesto aromático, el limadol

Con todo, el nivel de afectación en las parcelas es dispar. “No afectan a todos los viñedos por igual y no sabemos por qué. En algunas fincas tenemos problemas con los pájaros y pensamos que puede ser que disuadan a las velutinas”, dice.

Las velutinas tienen dos necesidades, proteína y alimento azucarado. Si en el momento de la vendimia los nidos próximos están criando las larvas necesitan sobre todo proteína, por lo que las velutinas irán menos a las uvas y más a los colmenares a cazar abejas, pero ese estado del nido cambia en 10-12 días y, si en vez de proteína necesita azúcar, irán a las uvas.

Poner redes cuesta unos 10.000 euros por hectárea, más que lo que valen las uvas

Pagos de Brigante ya ha probado todos los métodos de barrera y defensa disponibles, como las redes antigranizo, que resultan efectivas pero muy caras. “El coste es de unos 10.000 euros por hectárea, es un coste superior al valor de las uvas”, compara Luis.

A través de la Reserva de Biosfera de As Mariñas se está estudiando algún tipo de subvención a los productores de vino para paliar los daños de la velutina y la fauna salvaje. “En Betanzos nos afectan también el jabalí y los pájaros”, cuenta Luis.

“Al paso que vamos la velutina va a ser un problema catastrófico para todo el sector”

Pablo González, durante a súa intervención no congreso sobre a velutina celebrado en Chantada

Pablo González, durante su intervención en el congreso sobre la velutina celebrado en Chantada

La subzona Quiroga-Bibei es una de las zonas más “castigadas por la velutina” dentro de la Denominación de Origen Ribeira Sacra, asegura Pablo González, enólogo y director técnico de la bodega EDV Vitucultores, que cuenta que este fue el año “con una mayor incidencia sobre los viñedos”.

“Empezamos a notar una presión más fuerte el año pasado, pero no se le dio demasiada importancia, pero este año sí que ya vimos que había un problema importante”, reconoce. “Tenemos una vendimia mermada en un 15% este año; no sabemos lo que va a pasar el año que viene, pero esto a menos no va”, opina.

Este fue el año en el que tuvimos una incidencia mayor de velutina en la Ribeira Sacra

“La velutina nos va a ocasionar unas pérdidas económicas brutales en el sector del vino. Es un problema que ya tenemos ahora mismo pero que se va a agravar muchísimo en los próximos años. Al paso que vamos va a ser un problema catastrófico para todo el sector. En Galicia estamos jugando con 258 millones de euros que aporta el sector del vino y tenemos 3.000 puestos de trabajo directos viviendo de esto; no es una broma”, afirma.

Presión sobre la viticultura heroica

En la Denominación de Origen Ribeira Sacra se elaboran cerca de 7 millones de kilos entre 95 bodegas. “Hay 7 de ellas que son el G-7 de la Denominación de Origen, que estarían entre los 700.000 y los 2,5 millones de kilos, luego 4 o 5 bodegas se sitúan entre 80.000 y 120.000 kilos, pero después hay otras 60 por debajo de 25.000 y dentro de esas unas 20 o 25 con producciones de 4.000 o 5.000 kg pero que tienen entre 65 y 75 viticultores que las proveen de uva, con pequeñas parcelas de entre 300 y 500 metros cuadrados difíciles de trabajar”, describe.

“Si esos pequeños productores abandonan la actividad por culpa de la velutina empezarán a subir las zarzas de los montes de alrededor y se perderán los bancales que caracterizan el paisaje de la Ribeira Sacra y que atraen al turismo, que representa el 43% del PIB de la comarca. Es un problema en cadena”, dice.

Elaboraciones especiales

Entre los productores de la Ribeira Sacra la velutina afecta tanto a castes blancas como a su variedad predominante, la mencía. “Las variedades más castigadas que tuvimos nosotros fueron las blancas, empezó por el godello, por la blanca legítima y por la treixadura. Pero después de las blancas, la velutina pasa a las tintas y afecta a la mencía y a la garnacha”, explica.

Nosotros metimos 3.000 kg de una variedad blanca a secar para hacer vino dulce y obtuvimos una producción ínfima por lo que se comió la velutina

En los racimos que se dejan para recoger más tarde se multiplica el problema. “Nosotros tenemos una finca de unos 5.000 kg que dejamos siempre para una vendimia tardía, donde hacemos una vendimia nocturna y sacamos uno de los vinos de más nivel que tenemos. Empezamos la vendimia este año por 25 de agosto y por 12 de septiembre hicimos un paseo por la parcela y vimos que estaba perfecta, por lo que decidimos dejarla una semana más para que cogiese una poca más de graduación alcohólica, pero cuando volvimos unos días después a verla otra vez ya vimos que teníamos un 70% de la uva tocada por la velutina y tres días después el hongo de la botritis metido dentro”, cuenta.

Pérdida de calidad

“La velutina pica, crea una herida, salen los zumos, se empieza a condensar la humedad de la noche y a meterse el hongo de la botritis dentro, lo que hace que haya que vendimiar de manera inmediata, porque cada día podemos estar perdiendo un 2 o un 3% de la producción. Ése es un problema, pero aun es mayor cuando metemos esa uva a los depósitos. Parece todo normal y las acideces son correctas, piensas que libras pero cuando haces las primeras analíticas al vino ves parámetros como 1 miligramo por litro de ácido acético. En Ribeira Sacra no se pueden embotellar vinos jóvenes por encima de 0,65 miligramos por litro. En nuestra Denominación de Origen vamos a tener vinos que no se van a poder sacar al mercado o que vamos a tener que homogeneizar con otros castigando calidades, y esto es algo de lo que no se está hablando”, relata Pablo.

Meter abejas en el viñedo

EDV gestiona en total unas 13 hectáreas de viñedo en 2 municipios, pero tiene su base de operaciones en Margaride, una aldea de la parroquia de Quintá de Lor, en el ayuntamiento de Quiroga, donde está ubicada la bodega. Allí han decidido este año poner 10 colmenas. “El viñedo no necesita polinización, pero en mi casa toda la vida hubo abejas. Tenemos una hectárea al lado de la bodega y ahora vamos a plantar otras 5. Seguramente haya quien piense que es arriesgado poner las abejas en medio de las vides por el tema de los tratamientos, pero es una apuesta que queremos hacer”, dice.

Yo ya sé que es arriesgado meter abejas en medio de 5 hectáreas de viñedo pero es un indicativo de que se están haciendo las cosas bien

“Lo que tratamos de vender las bodegas es un pack de naturismo. Nosotros tenemos también olivos, y las abejas son un indicativo de que se están haciendo las cosas bien y la diferencia en los vinos muchas veces está en detalles muy pequeños”, asegura Pablo, que además de enólogo es también catador en concursos internacionales.

Contra la opinión muchas veces generalizada, defiende que “los viticultores tratamos de usar los mínimos productos fitosanitarios posibles, ya no solo por el medio ambiente, sino porque nos va al bolsillo, porque cuanto menos tratamiento podamos usar, más ahorraremos en eso y mayor rentabilidad obtendremos al final”, argumenta.

Los viticultores tratamos de usar los mínimos productos fitosanitarios posibles, ya no solo por el medio ambiente, sino porque nos va al bolsillo

“Nosotros llevamos 22 años sin usar glifosato ni ningún tipo de herbicida y 16 años en los que para usar una materia activa sistémica tiene que ser muy grave el ataque de mildiu, por ejemplo. Tratamos de hacer medidas culturales en el viñedo, como podas tardías para luchar contra las heladas”, enumera.

En cuanto al sulfato de cobre, Pablo cuenta su uso como tratamiento antibotrítico. “Nosotros acabamos este año la vendimia el 14 de octubre. Lo que nos interesa del cobre a dosis bajas es que endurezca la piel de la uva para evitar el efecto de las lluvias que vienen antes de la vendimia. Puede ser que tenga algún componente repelente, no lo sé. Este año no traté con cobre y la incidencia en blancos se situó entre un 45 y un 50%”, describe.

“Es un problema urgente, no para la Agenda 2030”

El responsable de la bodega EDV pide a la Administración que actúe, igual que hizo con la avispilla del castaño, pero exige que lo haga con celeridad. “Es triste que quien nos dirige y quien nos controla vaya por detrás de quien trabaja. Es la realidad en muchas cosas y pasa claramente en esto de la velutina. La Administración normalmente ya va despacio, pero ya si le cambias el paso, tropieza. Por eso cuando surge un problema nuevo, siempre reacciona tarde”, asegura.

Es muy triste que quien nos dirige vaya por detrás de quien trabaja

Pablo no quiere que el problema de la velutina corra la misma suerte que el del lobo. “No tenemos que convivir con la velutina como dicen que tenemos que convivir con el lobo, ni se puede achacar al cambio climático para no hacer nada. Porque siempre que hay un problema que no se soluciona enseguida lo meten en la Agenda 2030 y nos dicen que es un efecto del cambio climático y que tenemos que convivir con el problema”, argumenta.

Y reclama tanto medidas de choque urgentes, como otras de más largo recorrido. “Lo que hagamos nosotros en el campo va a ser algo para salir del paso; lo que haga la investigación va a ser algo definitivo. Pero la investigación requiere financiación, porque los investigadores tienen que comer aunque sea un bocadillo al día”, dice, recordando la precariedad de muchos investigadores.

La falta de gestión del monte dificulta el control de la plaga

Pablo es también presidente de la Comunidad de Montes Vecinales en Mano Común Carballo de Lor e Marxe Esquerda, que fue la más afectada por el fuego de hace tres años en Quiroga. “Nos ardieron las 600 hectáreas y, a partir de eso, intentamos darle una vuelta por completo a la gestión forestal que se estaba haciendo, que pensamos que no es viable socialmente y secundariamente tampoco a nivel económico”, asegura.

Tenemos los montes abandonados y ahí es donde radica uno de los problemas para localizar los nidos

Por eso, cuenta, “intentamos darle un giro a la gestión forestal de la comunidad de montes, tratamos de erradicar el pino, que era lo que teníamos en el 90% de la superficie, y plantar especies frondosas. Tenemos ya 90 hectáreas plantadas con castaños alrededor de las casas para poder liberar los núcleos rurales. Eso sirve para alejar los incendios de las casas, pero también la velutina. Porque si tenemos los montes abandonados ahí es donde radica uno de los problemas para localizar los nidos”, afirma.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información