Brezo de los montes gallegos para protegerse del sol en el Levante

“Muchos ven ahora un problema el tener que mantener los montes limpios, pero hay muchas formas de aprovechar nuestros montes”, explica José Cabo Castiñeiras , que lleva 20 años sabiendo obtener del monte un rendimiento. Él decidió apostar por el brezo, que forma buena parte del matorral que cubre los montes gallegos. Con el brezo se elaboran diferentes productos, como cubiertas para las sombrillas de las playas del Levante, cierres de jardines o cubiertas para cobertizos y cenadores.

Conoció los trabajos con brezo hace 20 años en la Semana Verde y desde entonces lo recoge en los montes gallegos

Cabo se acercó a este negocio después de descubrirlo de mano de un productor que exponía en la Semana Verde y no dejó pasar la oportunidad. Desde entonces, recolecta brezo bajo el sello Galibrezo para su comercialización, bien sea directamente o tras un pequeño proceso de cosido al que lo somete en su taller.

Solo determinado brezo

“De las tres variedades que tenemos en estos montes, nosotros nos centramos en el brezo sin flor y en el que tiene la flor lila”, explica Cabo. “La raíz del brezo de flor blanca se usa también mucho para hacer pipas de fumar. A mí me insistieron mucho en una fábrica de Valencia para que se las mandara, pero no damos abasto con esto y no quisimos meternos también en eso”, recuerda Cabo.

Galibrezo recoge y vende el brezo durante todo el año. “Antes había una campaña específica, pero ahora se trabaja casi todo el año”, comenta, aunque el período de mayor producción se concentra en los meses de marzo a octubre. La época de floración de la planta condiciona e interrumpe su recolección, ya que con flor se reduce la calidad del producto final. Además, evitan cortar el brezo de flor blanca porque sus ramas suelen ser mas torcidas, algo que “también le pasa a la de flores lila, por eso hay que cortarla pronto para evitarlo”, puntualiza.

El brezo se corta con desbrozadoras de mano.

La recogida

La empresa corta el brezo en el monte con desbrozadoras de mano. Es un proceso en el que, dependiendo de la temporada, suelen trabajar 4 o 5 personas. Una vez cortado, se coloca en haces “como los que se hacían antiguamente con el trigo, pero en este caso de brezo”, detalla. Además, también se suma el que recolectan particulares y que compra por haz.

Comercializa el brezo directamente después de cortarlo en los montes o en rollos después de coserlo con alambre

Buena parte de su producción se envía ya directamente a los compradores sin más transformación. Otra buena parte del brezo se somete a un pequeño proceso en un taller situado en el ayuntamiento de Santiso (A Coruña), donde suelen trabajar dos personas casi todo el año. Allí se hace un procedimiento mecánico de cosido del brezo con un alambre por medio dos máquinas que recuerdan un telar. El resultado es una especie de tapiz que se emplea, sobre todo, en los cierres de jardines. Es aquí donde se nota la diferencia en el empleo del brezo de un tipo u otro, ya que cuanto más rectos sean permitirán unos resultados mejores. “Lo importante es conseguir un buen grosor, que oculte lo máximo posible, cerca del 95%, ahí está la diferencia de nuestra calidad”, explica Cabo.

La tela de brezo se comercializa después en rollos de diferentes medidas que van desde 0,50 centímetros a una altura máxima de dos metros. Todos ellos tienen una longitud de 3 metros, aunque también elaboran algunos a medida. El precio se sitúa alrededor de los 5 euros por metro cuadrado.

Entre otros usos, el brezo se destina a confeccionar sombrillas.

Producto natural y de calidad

“La calidad del producto es lo que nos hizo mantenernos todo este tiempo”, concreta Cabo, que recuerda, además, que la buena fama de la que disfrutan los productos gallegos fuera de Galicia le ha ayudado a lo largo de estos años. “Muchos particulares de otros puntos de España llaman para que le enviemos el brezo directamente, entonces les indico los puntos más próximos donde lo pueden adquirir, pero muchos lo quieren directamente desde Galicia, aunque tengan que asumir los portes”, apunta.

El brezo no es sometido a tratamientos químicos y se mantiene en perfectas condiciones cerca de 14 años en exteriores

El brezo es recogido en los montes y empleado para diferentes usos sin someterse a ningún tipo de tratamiento químico. “Son totalmente ecológicos”, sentencia. Sin ningún tipo de conservante, el brezo aguanta en exteriores entre 13 o 14 años.

En la búsqueda del brezo

Cabo lleva recorrido buena parte de los montes de Galicia en busca de brezo de calidad que se ajuste para la comercialización, ya que deben rotarse las zonas de extracción, puesto que el brezo tarda entre 3 o 4 años en volver a crecer, tal y como explica. Una vez ha localizado una zona en la que hay una cantidad idónea de brezo, es turno de pedírselo a los propietarios de los montes. Si se trata de espacios incluidos en la Red Natura, previamente deberán presentar un proyecto de las labores de extracción que van a realizar.

“Hablamos con todos los vecinos antes de empezar a trabajar”, concreta. “Hay lugares donde tienen más dudas de dejártelo sacar por desconfianzas, pero otros aún te piden que vuelvas, porque nosotros ayudamos a que el monte esté algo más limpio al desbrozarlas y evitar también tantos fuegos. Los cazadores lo ven además con buenos ojos porque es una manera de que el monte no esté con leña muy alta”, explica.

El transporte del brezo acostumbra a realizarse en grandes vehículos.

Gran demanda

“Todo cuanto consigamos hacer está todo vendido”, sentencia Cabo. Reconoce, además, que es un sector que no notó la crisis. Su producción, en los meses de mayor intensidad, ronda los 1.500 haces a la semana. Gran parte de la demanda en Galicia se concentra en los meses de verano, sin embargo a partir de septiembre crecen las peticiones desde Madrid, el principal destino del brezo que comercializa sin coser, junto con el Levante. Buena parte de este brezo se destina a la elaboración de sombrillas.

Cabo reconoce que en más de una ocasión tuvo oportunidad de comerciar también con Cataluña, uno de los principales mercados de este producto y el año pasado incluso tuvo una oferta de una multinacional francesa para enviarlas para Rusia, pero decidió centrarse en los mercados con los que ya trabaja.

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