Controlar las poblaciones de jabalí: una necesidad para la supervivencia de la actividad agraria

Artículo de opinión de Jacobo Feijoo Lamas, secretario de Desarrollo Rural de Unións Agrarias. Defiende que las autorizaciones de caza en época de veda por motivo de control de daños en la agricultura no son caza deportiva

Controlar las poblaciones de jabalí: una necesidad para la supervivencia de la actividad agraria

Finca de maíz arrasada por los jabalíes

La caza no es sólo una actividad deportiva, sino cada vez más, una importante herramienta de gestión del medio natural y del medio rural. La falta de claridad en esta cuestión tiene una serie de consecuencias prácticas que afectan a la prevención de los daños del jabalí en la agricultura gallega. Por eso creemos muy importante que se proceda de manera inmediata a una serie de reformas legales que permitan ganar en eficacia en el control de estos daños.

Las poblaciones de jabalíes deben de gestionarse al 95% durante la temporada de caza, donde son cazados con criterios deportivos y cinegéticos, una vez que el Plan de Gestión del TECOR, elaborado por un técnico competente, estableció el censo de animales, la capacidad del territorio para alimentarlos, y el número de crías y de la tasa de renovación de la población. Se trata de cazar aquellos animales que estabilizan el número de jabalís que soporta el territorio con sus capacidades naturales de producir alimento. Aun así, por bien que se haga (y la realidad demuestra que tanto los Planes como su aplicación práctica son manifiestamente mejorables) siempre que haya un animal salvaje, no habrá un riesgo cero para los cultivos.

Es aquí donde entra el otro 5% del control de las poblaciones de jabalíes, que se hará ya en las vedas con criterios de gestión y prevención de daños, y no bajo criterios deportivos y cinegéticos. Y es precisamente en este punto donde surge una pregunta muy natural, que es ¿por que se obliga a los cazadores a cazar los jabalís en actuaciones de control de daños con criterios de caza deportiva?

“En el control de jabalís en veda se deben autorizar miras nocturnas y focos”

Tienen mucha razón los cazadores cuando se quejan de que la práctica de las esperas nocturnas son muy peligrosas y se producen accidentes muchas veces mortales. Pero la cuestión es: ¿Por que no se va a autorizar miras nocturnas, o uso de focos para abatir animales en cultivos en esperas nocturnas, de manera que se haga con seguridad, si no se trata de una actuación deportiva, sino de un control técnico dentro de una prevención de daños?

También tienen razón cuando se quejan de que en control de daños no se puede tirar sobre animales inmaduros, sobre crías. Porque lo que sería una barbaridad en una práctica deportiva cobra todo el sentido cuando se habla de control de daños. Pues es sabido por la Ciencia de la Etología, y por la práctica de los cazadores, que cuando se abate una hembra adulta la manada queda sin líder y desorientada unos días y se encama en la zona, aumentando los daños en los cultivos que se quieren proteger. Por el contrario cuando se tira sobre un inmaduro la líder de la manada tiende a huir de la zona peligrosa, aliviando la presión sobre la zona de cultivo. ¿Por que abatir siete u ocho adultos, cuando se puede tener el mismo efecto de protección de cultivos abatiendo una única cría?

Estas dos reformas se tienen que llevar de inmediato, en este año, a la Ley de Caza de Galicia, donde en un artículo de la misma quedará claro que las “autorizaciones de caza en época de veda por motivo de control de daños en la agricultura, no son caza deportiva y quedan fuera del objeto de esta Ley, y pasarán a ser reguladas por su Decreto específico”. Sería en ese Decreto que se podría redactar de inmediato con la colaboración de técnicos y  de las organizaciones de cazadores y agricultores, donde se entraría al por menor en la regulación de esta nueva forma de caza durante las vedas, de forma que sería practicada con criterios de seguridad para los cazadores y de eficacia en la prevención de daños en la agricultura.

“Muchos agricultores tiraron la toalla por los daños de los jabalís”

De este modo se podría afrontar la próxima campaña de cultivo con herramientas legales y técnicas suficientes para afrontar este problema. Ya no es sólo lo que hace el jabalí con sus destrozos, sino lo que deshace, las miles de hectáreas de prados, de cultivos, de huertas, de patatas, que a día de hoy ni siquiera se ponen en producción, porque sus propietarios ya tiraron la toalla en nuestro rural.

Esto es un desastre sin paliativos, que hay que afrontar dándole la importancia que tiene, y que no permite que en la Administración se siga mirando de medio lado, o con medias tintas, o actuando con tibieza, en vez de proceder de inmediato a reformar lo que haya que reformar, para que se pueda actuar con eficacia y rigor dentro de un marco legal idóneo, que dé eficacia a las actuaciones, seguridad a los cazadores, y protección a la forma de vida de los agricultores, y ganaderos.

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