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Los residuos orgánicos, principalmente restos de comida, representan alrededor del 40% de la bolsa de la basura. Si esos biorresiduos no se separan, igual que se hace con los envases de plástico o con el papel, acaban en la incineradora de Sogama, con los conseguientes costes económicos y perjuicios ambientales. Un plan de la Deputación de Pontevedra ha implicado ya a una treintena de Concellos de la provincia en la separación y compostaje de los restos orgánicos.
El proyecto consiste en la instalación de composteros comunitarios en los que los vecinos pueden depositar residuos orgánicos como restos de comida o material vegetal (ramas podadas, césped, etc.). En el caso de zonas caracterizadas por la dispersión poblacional, se suministran también composteros individuales.
En toda la provincia, ya hay 400 composteros comunitarios instalados con capacidad para absorber más de 1.600 toneladas al año y su extensión continuará a lo largo del 2017 en los alrededor de 30 concellos implicados en el plan.
César Mosquera, con hortalizas producidas con compost.
Reutilización
Los restos orgánicos convertidos en compost constituyen un abono natural que puede ser usado tanto en cultivos como en parques y jardines. Estos días, el vicepresidente de la Deputación, César Mosquera, ofrecía una rueda de prensa acompañado de las primeras hortalizas que crecieron con el compost producido en el marco del Plan Revitaliza.
Las verduras venían de las huertas de la Escuela de Hostelería Carlos Oroza y del complejo infantil Príncipe Felipe, que está compostando sus residuos orgánicos para después reutilizar el compost en sus huertas, en las que monitoras y niños cultivan un total de 47 hortalizas.
Reducción de emisiones
El plan de compostaje de la Deputación de Pontevedra presenta un doble beneficio, por un lado económico, pues reduce los costes del tratamiento de la basura; y por otro ambiental, pues minimiza las emisiones de gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático. El organismo provincial calcula que en la actualidad el plan de compostaje está evitando la emisión de unas 1.200 toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año.
Cada habitante produce un promedio de 190 kilos de biorresiduos anuales, que con el sistema de recogida e incineración provocan unas emisiones de 261 kilos de CO2 . Con el compostaje, esas emisiones se reducen prácticamente a la mitad.
Metas de reciclaje
La Deputación de Pontevedra recuerda que la UE exige que se reciclen un 50% de los residuos para el año 2020, si bien en España el porcentaje actual ronda el 30%, mayormente por el reciclaje de plásticos y papel, y en Galicia no pasa del 12%, por lo que queda mucho por hacer. La Deputación aspira a que en los concellos implicados en el plan se reciclen un 75% de los residuos orgánicos, lo que haría mermar la bolsa de la basura un 30%.
