Las opiniones y puntos de vista expresados solo comprometen a su autor y no reflejan necesariamente los de la Unión Europea. Ni la Unión Europea ni la autoridad otorgante pueden ser considerados responsables de ellos.

Dos casos de éxito en el cooperativismo: los vinos de Favaios y la carne de la Carqueixa

Visitamos dos cooperativas de referencia en la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal que reciben apoyos de la PAC, la bodega de Favaios, en Alto Douro, que aglutina 481 socios y 1.200 hectáreas de viñedos, y A Carqueixa, en los Ancares lucenses, que con sus iniciativas de venta directa está logrando para sus granjas socias precios hasta un 15% superiores a los del mercado

Impulsar el desarrollo rural y el empleo en las árelas rurales es uno de los objetivos principales de la Política Agraria Común (PAC). En esa línea, el cooperativismo, articulado en torno la comunidades locales y a la economía social, tiene mucho que decir. Visitamos dos cooperativas que representan dos casos de impacto en su entorno: A Carqueixa, dedicada a la cría y comercialización de carne vacuno en los Ancares lucenses, y la bodega vitivinícola de Favaios, una referencia en Alto Douro portugués.

Ambas entidades canalizan la comercialización de la producción de sus socios y les prestan servicios de asesoramiento y compras en conjunto. 

A Carqueixa destacó en los últimos años por las iniciativas de venta directa de la carne de sus socios, una línea para la que tuvo apoyos de desarrollo rural de la PAC, tanto del GDR Montes y Valles Orientales cómo de un grupo operativo de innovación. 

Por su parte, la bodega de Favaios está inmersa en estos momentos en un proyecto de ampliación, con una inversión de 1,2 millones de euros que se cofinancia en parte con fondos europeos de la PAC. “Nuestra cooperativa está muy orientada hacia los vinos blancos y los vinos de Moscatel; ahora queremos hacer un proyecto de ampliación y modernización en la bodega de cara a impulsar nuestros vinos tintos”, destacan.

En apoyos directos de la PAC a los productores, los ganaderos de A Carqueixa reciben ayudas directas que representan alrededor del 50% de su renta, la parte de posibles apoyos suplementarios para inversiones. En el caso de los viticultores de Favaios, los apoyos se centran en subvenciones para la promoción de la agricultura integrada, con menor impacto en medio ambiente, y en procesos de reestructuración de viñedo.

Sobre las importantes ayudas directas de la PAC que perciben las ganaderías de los Ancares, el gerente de A Carqueixa, Román Sánchez, hace hincapié en que “está bien entender que la Política Agraria Común, más que una ayuda a los ganaderos, representa un apoyo a los consumidores. De no existir estas ayudas, los precios de la carne tendrían que ser mucho más elevados”, apunta.

Favaios y el paisaje vitícola del Alto Douro

La Adega-Cooperativa de Favaios fue fundada en el año 1952 y tuvo su primera vendimia cuatro años más tarde. Fue creada por viticultores de Favaios, una villa ubicada en la parte alta del Duero portugués, donde estaban descontentos con una noticia normativa por la cual los vinos producidos por encima de los 650 metros quedaban excluidos de los licorosos de Oporto. ”Esto generó un revés muy fuerte para la parroquia de Favaios, lo que llevó a agricultores a la ruina porque tan sólo podían hacer vinos normales de consumo, mientras que los que daban el dinero eran los vinos de Moscatel y de Oporto”, explica el presidente, Mario Monteiro.

Ese descontento llevó a los viticultores de Favaios a conformar una cooperativa para combatir la situación generada por el cambio de legislación, “y les permitió afrontar mejor los desafíos que ellos tenían”, destaca Mario Monteiro. Con el tiempo, aquella normativa se solucionó y la Cooperativa de Favaios quedó como referente. 

Hoy en día, la bodega de Favaios tiene 481 asociados, da empleo a 41 personas y abarca una superficie de 1.200 hectáreas de viñedo, 700 de las cuáles son de Moscatel Gallego Blanco, 300 hectáreas de uvas tintas y la superficie restante es de otras variedades blancas. Su gama de vinos, especializada en el Moscatel blanco y en los vinos de Porto, se comercializa en 22 países.

La parte alta de Favaios es una zona en la que los vinos blancos, y especialmente los de la casta Moscatel, se dan muy bien. Una cuestión que caracteriza la cosecha de la zona es la amplia presencia de la uva Moscatel Gallega Blanca y Tinta, en torno la un 60% de la producción. “Se dice que vino de Galicia porque nosotros estuvimos conectados, por ejemplo mi bisabuelo es gallego, y al igual que yo muchas personas de la zona tienen antepasados de Galicia”, amplía el presidente. 

En uvas tintas, la Cooperativa de Favaios trabaja una gama amplia: Tinta Roriz, Tinta Barroca, Touriga Franca y Touriga Nacional, entre otras.

Una de las garantías claras que le aporta la cooperativa a sus socios es la compra de toda su cosecha a precios competitivos, “por encima de los que se pagan en el mercado”, subrayan desde la dirección. 

A mayores de la comercialización de la uva, la Cooperativa de Favaios le ofrece una gama amplia de servicios a los socios, entre los que destaca el asesoramiento. “Nosotros tenemos un departamento agrícola en el que están trabajando tres ingenieros para aconsejar a los agricultores en la conducción de la viña, así como para ayudar a hacer mejor la plantación y producción. También apoyan al productor para gestionar ayudas de nuevos proyectos e incluso a la planificación de los mismos”, comenta Mario Monteiro.

A Carqueixa, ganadería de alta montaña

La Cooperativa A Carqueixa es otro de los ejemplos en el que la cooperación y la agrupación favorece al sector productor. Nació en el año 1994 para eliminar intermediarios tanto para compra de suministro como en la negociación conjunta para la venta de los becerros. Hoy en día cuenta con 215 socios repartidos por la montaña de los Ancares, dedicados a la cría de vacuno de carne, bajo la certificación de Ternera Gallega Suprema. El ganado se cría en extensivo, en un contexto de alta montaña en el que las granjas que engloban a la cooperativa apuestan por la cría tradicional de los animales. De este modo, su alimentación se fundamenta en la lactancia materna hasta los 6-7 meses, complementada con pastos y forrajes.

En los últimos años, la actividad de A Carqueixa “dio un paso más para evitarla intermediarios en la comercialización y venta directa de la producción”, apostando por “hacerlo nosotros mismos, tanto por internet como en una carnicería propia que tenemos en la Plaza de Abastos en Lugo desde hace un año y medio”, explica el gerente de A Carqueixa, Román Sánchez. 

La iniciativa de la venta directa por internet surgió en el año 2019, pero luego sólo vendían en lotes de 5-10kg. “Fruto de que la carne gustó, y que la comercialización fue mejorando, fuimos permitiéndole a la gente escoger las partes que más le interesaban, hasta ahora, que montamos la carnicería y ya sale todo de ahí”, señala.

Hace tres meses iniciaron, además, otra línea de actividad, con la comercialización de comida elaborada por dos restaurantes de los Ancares: Campa da Braña (Cervantes) y Bar Xergunde (Navia de Suarna). 

“La venta directa a través de todas las iniciativas es una vía que ayuda a que los becerros de los socios obtengan unos precios medios más altos, entre un 10% y un 15%, además de tener un control de todo el proceso. Se está demostrando que este es un buen camino para tener mejores precios y que haya vida en los Ancares”, valora.

Con esta filosofía, la cooperativa está aumentando el número de asociados y recuperando ganaderías que se mantenían como socias pero que en la práctica no comercializaban con A Carqueixa su producción.

A mayores de la comercialización de los becerros, A Carqueixa realiza una función de asesoramiento y de compra en conjunto de insumos. 

Diversificación: castaña de los Ancares

Es de destacar también que, a mayores de la producción de carne, A Carqueixa emprendió nos últimos años una tarea de recuperación de la comercialización de la castaña de los Ancares. Tienen en marcha un proyecto de limpieza de cerca de 40 hectáreas de sotos “ya que vemos una gran potencialidad en las más de 2.000 hectáreas de castaño que hay en los Ancares, a pesar de que ahora estén en un punto bajo por causa de la avispilla”, señalan. De este modo, la castaña está convirtiéndose en una fuente complementaria de ingresos, además de una apuesta por la producción sostenible aprovechando los recursos naturales del territorio.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *