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La cuarta parte de las explotaciones ganaderas gallegas de vacuno de carne adheridas al Contrato de Explotación Sostenible presentan un grado de profesionalización muy bajo y ausencia de rentabilidad si no perciben apoyo público, según se desprende de la investigación desarrollada por el ingeniero agrónomo lugués Álvaro García Corral en la tesis de doctorado ‘Análisis y tipificación de explotaciones de bovino de carne en Galicia mediante un método basado en la lógica difusa’, que acaba de presentarse en el edificio Cactus del campus de Lugo.
Más allá de los resultados, el carácter innovador de esta investigación aplicada y de perfil tecnológico dirigida conjuntamente por Francisco Sineiro, profesor del Departamento de Economía Aplicada de la USC en la Escuela Politécnica Superior, y Ricardo J. Bendaña, del Departamento de Ingeniería de los Materiales, Mecánica Aplicada y Construcción de la Universidad de Vigo, reside en el desarrollo de una nueva herramienta informática que posibilita aplicar una metodología de análisis y tipificación de las explotaciones ganaderas basada en la lógica difusa.
La aplicación desarrollada por García Corral es de libre acceso y procesa 250 reglas diferentes, con lo que simula el razonamiento de un experto mediante una secuencia de algoritmos. Otra de las ventajas de esta herramienta es que puede ser empleada por personas sin conocimientos previos de informática, ya que la acción del usuario se limita a introducir los valores correspondientes a una determinada explotación, tras lo lo cual recibe de manera automática una valoración de su competitividad y de las variables asociadas a ella.
Un 43% son profesionales y rentables
Una vez completado el diseño de esta herramienta informática, el investigador la empleó para analizar y tipificar la actividad económica de las explotaciones de vacas de carne adheridas en Galicia al Contrato de Explotación Sostenible, un estudio en el que, en función de los datos obtenidos, clasificación las ganaderías en tres grupos. El primero, que abarca un 25% de las 128 explotaciones analizadas, se caracteriza por la baja profesionalización, nula rentabilidad y dependencia de subvenciones públicas.
Las características que definen el segundo grupo, que incluye el 32% de las explotaciones estudiadas, son que trata de granjas viables desde el punto de vista económico, aunque con un grado de rentabilidad muy bajo, por el que tal actividad puede considerarse secundaria en la renta familiar. Las granjas incluidas en el tercer grupo, que suponen el 43% de las explotaciones estudiadas, tienen capacidad para competir por consumos intermedios, soportan lo cueste laboral de un trabajador a tiempo completo y pueden ser actividad principal en la renta familiar, concluye García Corral.
Este investigador señala al mismo tiempo que las subvenciones corrientes de la Política Agraria Común (PAC) no distorsionan la competitividad de las explotaciones, al tiempo que indica que las ayudas ligadas al densenvolvemento rural tienen un efecto redistributivo. Este ingeniero agrónomo entiende además que aunque los datos analizados corresponden a 2010, la situación actual no depara grandes cambios respecto a los resultados obtenidos en su estudio.
