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Una semana de movilizaciones del sector ganadero francés ha bastado para que el Consejo de Ministros de ese país haya aprobado hoy un paquete de medidas de urgencia, por valor de 600 millones de euros, para apoyar a los ganaderos, tanto de porcino, como de vacuno de leche y de carne, ante la crisis de precios que están padeciendo.
En el caso de la leche, el precio medio en Francia está en este momento en 0,30 € por litro, un 25% menos que en el mismo mes del pasado año.
El plan aprobado hoy en Francia se produce tras la mediación directa del primer ministro, Manuel Valls, y tras el llamamiento del propio presidente de la República, François Hollande, a la distribución para que “cumpla su responsabilidad” con los ganaderos.
El plan de apoyo al sector ganadero aprobado hoy en Francia contempla medidas de urgencia y medidas estructurales a medio y largo plazo.
En cuanto al plan de emergencia, según declaró en rueda de prensa el ministro francés de Agricultura, Stéphane Le Foll “la prioridad del gobierno es elevar los precios y reducir el peso del endeudamiento de las explotaciones ganaderas”.
Principales medidas de urgencia:
– Reestructuración de la deuda
El Estado va a comprometer con los bancos una reestructuración del conjunto de las deudas a medio y largo plazo, particularmente elevando el fondo de aligeramiento de las cargas (FAC) de 8 a 50 millones de euros.
Por su parte, el Banco público de Inversión podrá garantizar hasta 500 millones de euros de crédito bancario de tesorería a las empresas del sector de la ganadería para hacer frente al conjunto de sus necesidades de tesorería.
-600 millones de euros de aligeramientos y de aplazamientos de impuestos.
De esta cantidad, 100 millones serán dedicados a la anulación de cargas y de cuotas (exoneración de impuestos territoriales), y 500 millones a aplazamientos (impuestos sobre las rentas y las sociedades, el reembolso anticipado de IVA).
-Aumentar las exportaciones.
Muy a corto plazo, se trata por ejemplo de mantener las exportaciones de carne hacia Grecia, interrumpidas por la crisis, reactivando un dispositivo de garantía pública para los exportadores franceses.
A más largo plazo, una plataforma «Carne Francia Exporta» se encargará de colocar la carne francesa para cubrir las necesidades de países importadores, particularmente en Asia y alrededor del Mediterráneo.
-Simplificación y controles
El gobierno promete simplificar los procedimientos administrativos para los ganaderos, y mejorar la manera en la que se realizan los controles sobre el terreno, la que a menudo da lugar a tensiones entre agricultores y funcionarios.
-Etiquetado y abastecimiento local
La Dirección general de la competencia, del consumo y de la represión de los fraudes (DGCCRF) reforzará los controles el etiquetado del origen de las carnes. El Estado promete de nuevo favorecer el abastecimiento local de carne y productos lácteos de los colegios.
-Diversificar las rentas de los ganaderos
Se trata de promover que los ganaderos que se doten de plantas de biogás, para transformar los efluentes de ganadería en electricidad y revenderla. El Estado propone una exoneración de impuestos locales para el conjunto de las instalaciones y una subida de las tarifas de compra de esta electricidad.
-Desarrollar la contractualización
El gobierno francés quiere desarrollar la utilización de contratos con los industriales, para permitirles a los ganaderos tener más visibilidad sobre su remuneración y su margen.
