No puede existir nada más barato, más sostenible, y más eficiente que producir nuestra propia electricidad en el techo de la propia nave donde se consume energía. En términos comparativos con otros costes que tenemos en la explotación sería como poder producir nuestro maíz y/o forraje en la propia parcela donde tenemos la nave.
Resulta obvio que las explotaciones ganaderas demandan y van a demandar cada día más electricidad. Todas las mejoras que podamos introducir van a llevar consigo un aumento de la demanda de energía. En energía fotovoltaica el ahorro es inherente al consumo, por lo tanto, si vamos a tener consumo vamos a tener capacidad de ahorro.
Vamos con el precio. Sin duda variable, lo está siendo y seguramente lo será más en un futuro. Nos acostumbraremos a subidas y bajadas, a renovar tarifas, a ajustar potencias, a adaptar hábitos…pero nada nuevo para un ganadero que lo hace con muchos otros aspectos de su trabajo diario bastante más complejos.
Pero sea cuál sea el precio, por el volumen de consumo el coste va a ser lo suficientemente importante como para, a través del ahorro que supone la propia instalación fotovoltaica, poder amortizarse en un plazo razonable. Más que razonable diría yo, si la comparamos con otras inversiones a los que tenemos que hacer frente en una explotación.
Y por último, podemos hacerlo. En otros costes no tenemos margen de maniobra, no dependen de nosotros, ya que vienen dados y no tenemos más capacidad de decisión que el plazo de pago en el mejor de los casos.
Y llegados a este punto la pregunta que nos queda sería: ¿cuándo hacerlo? Es en este apartado, bajo mi punto de vista, donde resulta determinante poder solicitar las ayudas. Vale que la inversión es amortizable sin ayuda, pero en este momento seguramente con fecha de caducidad próxima (de ahí lo de urgente), voy a poder percibir una ayuda que me reducirá los plazos de amortización a la mitad. Creo que no debemos desaprovecharlo.
Pablo García
En la nave vieja no había más que trozos de galpones y mucho trabajo; era hacer algo nuevo o abandonar“En la nave vieja, que estaba pegada a la casa, estábamos muy apretados. No había más que trozos de galpones por todos los lados y mucho trabajo. Así que en ese momento o hacíamos una nave nueva o había que abandonar la actividad”, reconoce Francisco. Se separaron del núcleo de viviendas del pueblo y construyeron una instalación nueva con capacidad para unas 110 cabezas y ya pensada para doblar el número de animales. Incluso la sala de ordeño ha quedado dimensionada para eso, por lo que únicamente tendrían que incorporar más puntos de ordeño sin necesidad de cambiar el sistema interno. “Es una sala de 16 puntos en este momento, pero ampliable a 24”, indican. En previsión, crecer
Sigo trabajando de camionero varios días a la semana; contamos con apoyo familiar y el refuerzo de una persona contratada para poder hacerloEn este momento atienden la explotación Francisco y Adrián, con ayuda de otros miembros de la familia y el refuerzo puntual de una persona contratada los días en los que Francisco mantiene su otro trabajo, de camionero, al que dedica dos o tres días a la semana. “Los domingos cubro las libranzas en un camión de recogida de leche, los lunes llevo vacas para los mataderos de Bandeira y Ribadavia y algunos miércoles voy con terneros al mercado de Amio”, relata. Producción estable con buenas calidades
La finca que tenemos más lejos está a un cuarto de horaDisponen de 60 hectáreas de superficie agraria, de las que siembran a maíz 36. “Este año echamos también 3 hectáreas de veza para cumplir con la PAC”, explica Adrián. “Hacemos el ensilado a finales de abril para sembrar el maíz, si se puede, a principios de mayo”, explica. Habitualmente hacen un solo corte de hierba para ensilar, excepto en las fincas en las que la hierba va muy adelantada. “En esos casos hacemos un primer corte por el San José para tener otro igual a finales de abril. Sino la hierba se hace muy vieja y coges fibra pero ese silo no vale para dar leche”, razona.
Normalmente procuramos ir a un corte solo de hierba a finales de abril para sembrar el maíz a principios de mayoHacen hincapié en la calidad de los ensilados, tanto de hierba como de maíz, que comparten protagonismo en su ración. La cosecha de maíz de este último año fue muy buena en esta zona, de unos 10.000 kg más por hectárea, hasta llegar a una media de unos 63.000 kg/ha. “Nosotros echamos 6 hectáreas menos de maíz que en la anterior campaña y recollimos mucha más cantidad”, explica Francisco.
Lo que gastas en estos productos para mejorar el purín lo ahorras después en fertilizante químico, porque tienes que usar muchos menos abonosA mayores, a la hora de echar el purín en las tierras y praderas le añaden, a través de un sistema de dosificación en la propia cisterna, moléculas fijadoras del nitrógeno de la marca Vizurra, que evitan el efecto lavado y la pérdida de nutrientes. “Te aguantan más las praderas, se mantienen más verdes y cuando hiela no le ataca igual que a las otras. Antes echabas el purín y si te llovía perdías todo lo que habías echado. Lo que gastas en estos productos lo ahorras después en abono, porque tienes que echar mucho menos”, insiste. “Nosotros solo usamos un poco ahora para la hierba y después para el maíz, porque el maíz tiene que comer sino no hay producción”, asegura.
Veo lógico que se controlen más los momentos en los que se echa el purín“Europa va a exigir ahora este tipo de productos mejorantes para el purín, igual que quería hacer con los inyectores, pero yo pienso que usando este tipo de aditivos no serían necesarios los inyectores, porque las emisiones se reducen mucho. Yo veo bien que se controlen más los momentos en los que se echa el purín, eso sí. Por ejemplo, sería ideal tres veces al año: en las praderas para ensilar, en el momento de sembrar el maíz y cuando levantas el maíz y siembras la hierba”, dice. Pero eso implica “tener fosa con capacidad suficiente, algo que permite después ahorrar mucho dinero, porque de otro modo lo estás tirando continuamente y cuando te hace falta no lo tienes”, reconoce. El pozo de purín de Ganadería Gallardo SC, con capacidad para casi 2 millones de litros de almacenamiento de purín, les permite guardar el abono orgánico generado por el ganado para los momentos en los que es más necesario, reduciendo de este modo las necesidades de fertilizantes químicos de la explotación. “Tenemos capacidad de almacenamiento para 6 meses”, destaca Francisco.
La cisterna ha cumplido ahora un año desde que la compramos; no tiene inyectores pero esperamos no tener que cambiarla y que nos sirva para seguir echando el purín con ellaHace un año compraron una cisterna de 14.000 litros con la intención de echar ellos mismos el purín. Es una cisterna convencional, sin inyectores, pero esperan poder seguir usándola a pesar de la entrada en vigor del Real Decreto de Nutrición Sostenible de Suelos Agrarios, por un lado dado que la mayoría de las sus fincas son de pequeño tamaño y tienen más de un 10% de pendiente y, por otro lado, porque cuenta con un sistema de plato invertido, que la Xunta tiene previsto autorizar como método de aplicación en Galicia. Autoproducción de energía
Quieren que echemos al ganado fuera por bienestar animal pero ese bienestar animal se acaba cuando viene el loboFrancisco y Adrián ven compatible la actividad agroganadera con el cuidado del medio ambiente y la biodiversidad pero consideran necesario un control de la fauna salvaje. Al lado de la granja disponen de un robledal al lado del río de casi dos hectáreas por lo que, dice Francisco, “si no fuese por el lobo, en verano podríamos tener las vacas secas y las novillas fuera porque tienen sombra y agua disponible”. “Desde Europa quieren que echemos el ganado fuera y cuando vienen los de bienestar animal a hacer las auditorías nos dicen que eso puntúa muchísimo, pero el bienestar animal lo hay mientras no viene el lobo”, razona.
El autoconsumo eléctrico es ya una posibilidad real para las explotaciones ganaderas. Los avances logrados en los últimos años en la tecnología empleada en los paneles fotovoltaicos y el desarrollo de las baterías hace posible que una granja de pollos, de cerdos o de vacas lecheras pueda estar totalmente desconectada de la red eléctrica.
En Galicia existen ya casos de este tipo, desarrollados por la empresa Ecogal, una de las compañías líderes en el sector de las energías renovables. “Más de 500 explotaciones ganaderas han confiado en los últimos 10 años en nuestros servicios para dotarse de instalaciones de energía solar, la inmensa mayoría de ellas están conectadas a la red, pero otra parte, que representa ya el 7% del total, son instalaciones aisladas de la red”, explica Manuel Varela, socio de Ecogal.
Buena parte de las explotaciones que optan por desconectarse de la red eléctrica son de porcino, pero también las hay en el sector de la avicultura, tanto granjas de pollos y pavos como de gallinas (por ejemplo, una de 14.000 ponedoras totalmente aislada existente en Rodeiro), y en el vacuno de leche, con casos de ganaderías más de 100 vacas totalmente autosuficientes energéticamente.
Con una inversión de 15.000€ logras una instalación de cerdos aislada, porque los consumos energéticos son menores que en avicultura o en vacuno de leche
No depender de una compañía suministradora tiene ventajas, como la de no estar condicionado por las fluctuaciones de precio del mercado eléctrico, cuyas subidas muchas veces llega incluso a poner en riesgo la propia viabilidad de las granjas por el encarecimiento de los costes de producción.
Problemas frecuentes en Galicia: baja potencia contratada y mal estado de las líneas
Pero el hecho de ser independiente energéticamente también resuelve otros problemas derivados del mal estado de las líneas, las deficiencias de mantenimiento y la saturación de los transformadores, lo que provoca en muchos casos caídas de tensión.
“Los paneles fotovoltaicos ayudan mucho en los finales de línea sobre todo, porque se consume la energía donde se produce y hay que tener en cuenta que las pérdidas por transporte son elevadas. Y si se acompañan los paneles de baterías físicas, la estabilidad de la red mejora mucho”, explican en Ecogal.
Es habitual que haya un desfase de más del 50% entre la potencia de consumo y la contratada y eso limita mucho el número de placas que se pueden poner
Uno de los problemas frecuentes en muchas ganaderías a la hora de poner energía solar en los techos de sus naves es el desfase entre el consumo real necesario y potencia contratada. “En Galicia nos encontramos con la baja potencia eléctrica contratada, sobre todo en granjas que llevan 20 años funcionando, y que que han ido aumentando tanto al ganado como a las máquinas que precisan en el día a día pero sin incrementar la potencia”, indican.
Eso hace que el tamaño de la instalación solar fotovoltaica no permita cubrir todas las necesidades de la explotación. “Es una limitación importante porque no podemos instalar más potencia de la que tienen contratada y adecuar las instalaciones para poder pedir un aumento de potencia ya supone más gasto”, reconoce Manuel, que aclara que “es raro que podamos instalar en una granja la misma potencia de consumo que tienen contratada; lo habitual es que tengan un desfase de más de la mitad”, explica.
Estudio pormenorizado de consumos
La puesta en marcha de una instalación de energía solar fotovoltaica en una ganadería comienza siempre con un estudio de consumos de la explotación, que es más pormenorizado en el caso de las instalaciones aisladas. “No tienes plan B, por lo que no puede fallar nada”, reconoce Manuel.
“Hay que hacer un compendio entre medidas correctoras e instalación de placas fotovoltaicas. Nosotros lo primero que miramos al llegar a una granja son las medidas de eficiencia energética a implementar. Hay que ayudar al ganadero a optimizar su consumo. Son pequeñas inversiones comparadas con las de la propia instalación solar”, asegura.
Hay que ayudar al ganadero a optimizar su consumo; el kilovatio más inteligente es el que no se consume
“Muchas veces no se trata de producir mucha energía, sino de reducir primero el consumo para que la necesidad de producción de energía sea menor”, recomiendan desde Ecogal, que hacen hincapié en la sensibilización social. “Hay que avanzar en la cultura del ahorro energético y la buena utilización de la electricidad, al igual que se hace con el consumo de agua”, dicen.
Medidas de eficiencia energética en el ordeño y enfriamiento de la leche
“El kilovatio más inteligente es el que no se consume y una ganadería solo con medidas correctoras puede corregir entre el 15 y el 20% de su consumo. Es un plus que nosotros le ofrecemos”, explica Manuel.
La sala de ordeño y el tanque de frío de la leche representan entre el 70 y el 80% del consumo de una explotación lechera. Por eso, dicen en Ecogal, es el primer punto donde hay que centrar los esfuerzos en materia de eficiencia energética.
La sala de ordeño y el tanque de frío representan entre el 70 y el 80% del consumo eléctrico de una explotación lechera
“Hay muchos consumos ocultos en las granjas”, dicen. Por ejemplo, “hay muchos motores de salas de ordeño que no tienen aún variadores de frecuencia y generan mucha energía reactiva que ahora penaliza en la factura. Eso con una simple batería de condensadores, que cuesta 1.500€, puede corregirse. Esa granja amortiza esa inversión en solo 5 meses con lo que ahorra en la factura, porque además de eliminar los cargos por la energía reactiva, el consumo también baja porque el motor arranca mucho más despacio”, explican.
En el caso de los tanques de frío, una medida interesante son las placas intercambiadoras que extraen el calor de la leche que viene de la sala de ordeño para con ese calor calentar agua al tiempo que enfrían la leche, reduciendo también el consumo del tanque.
Ganadería Gallardo SC es una explotación lechera con un centenar de vacas en ordeño ubicada en el ayuntamiento de Mazaricos que está totalmente desconectada de la red. Tomaron esa decisión por las dificultades que se encontraron para el enganche del establo nuevo a la línea eléctrica que les pasaba justo por delante, un problema que se repite con demasiada frecuencia en Galicia.
“Cuando hace 4 años hicimos la nueva nave solicitamos el enganche a la compañía eléctrica a una línea que nos pasaba pegada al establo. Pusimos dos postes, uno para el enganche y otro para el transformador. Gastamos 23.000 euros, pero después decían que no les servía y querían 14.000€ más”, se queja Francisco Gallardo, que junto a su hijo Adrián está al frente de esta granja.
Gastamos 23.000€ para el enganche de la luz. Pusimos todo lo que nos mandó la compañía eléctrica (dos postes, un transformador) y después decían que no les servía y nos querían cobrar otros 14.000€
Ese proceso coincidió además con la subida del precio de la electricidad, que llegó casi a duplicarse, por lo que optaron por paralizar el enganche a la red y seguir suministrándose de un generador de gasóleo que habían comprado como solución de urgencia.
“Como no nos daban enganchado empezamos a trabajar con un grupo electrógeno y decidimos seguir con él. De esa manera a nosotros no nos afectaba la subida de la luz, porque con 1.500€ al mes en gasóleo arreglábamos, cuando muchas granjas en esta zona llegaron a pagar 5.000 y 6.000 euros al mes en aquella época”, aclara Francisco.
Tienen una potencia fotovoltaica instalada de 32 Kw, suficiente para el funcionamiento de todo el establo
Pero para reducir el gasto en combustible y asegurar un suministro más continuo y estable optaron el año pasado por instalar placas solares e implementar distintas medidas de ahorro energético con las que reducir el consumo en la sala de ordeño y la lechería.
Invirtieron en total 81.000€, de los que casi recuperaron la mitad a través de las subvenciones del Inega. “Por las baterías te dan el 70% y por las placas en nuestro caso fue el 30%”, aclaran.
Instalar más baterías para aprovechar la producción de los paneles fotovoltaicos
Ganadería Gallardo SC es una explotación con relevo generacional que tiene previsto aumentar en los próximos años el número de vacas en producción. De hecho, instalaciones como la sala de ordeño ya quedaron previstas para eso.
Instalaron el sistema de placas solares y baterías de almacenaje de la energía producida en el pasado mes de septiembre
Al aumentar a las cabezas de ganado también aumentará el consumo del establo, de la sala de ordeño y de la lechería. Para tener cubierta esa demanda tienen pensado instalar más baterías de almacenaje de la energía producida por las placas solares, ya que “muchas veces cortan a mediodía porque las baterías están ya a tope y no tenemos donde acumular más”, reconoce Francisco.
“Cargamos las baterías con las placas solares y si no nos llega enciende el generador de manera automática, pero la mayoría de los días no es necesario que funcione, nos llega con lo que producen las placas solares”, explica Francisco.
Ahorro importante
Poner los paneles solares con las baterías les supuso un ahorro importante, ya que “el mismo gasóleo que antes gastábamos en un mes nos llega ahora para tres meses y en verano contamos con surtirnos únicamente de las placas”, dice.
El sistema se complementa con el generador que ya tenían en la explotación, como garantía en caso de días nublados o con poca producción de energía solar, y está totalmente automatizado, de manera que si el nivel de las baterías baja del 20% enciende el generador para recargarlas.
El mismo gasóleo que antes gastábamos en un mes nos llega ahora para tres, y en verano contamos con surtirnos únicamente de las placas
Aunque no sea necesaria su contribución para cubrir el consumo energético de la explotación, el generador está programado igualmente para que encienda 15 minutos todas las semanas como forma de que el grupo electrógeno esté siempre a punto para entrar en funcionamiento en cualquier momento que sea preciso. “De esa manera no te encuentras que cuándo lo necesitas no arranca por falta de uso o de mantenimiento”, razona Francisco.
Medidas de eficiencia energética
En paralelo a las inversiones en la producción y almacenaje de la energía fotovoltaica, han hecho también mejoras en materia de ahorro energético en la ganadería, sobre todo destinadas a la reducción de consumos en la sala de ordeño y al aprovechamiento del calor generado por el tanque de la leche.
“El mayor consumo de una granja de leche es el de ordeñar y enfriar la leche. Las inversiones en reducir ese consumo se desquitan rápido, porque no es lo mismo que el motor de la sala esté a 1.400 vueltas que funcionando a ralentí a 300 y no es lo mismo que el tanque tarde hora y media en enfriar la leche que lo haga en media hora”, argumenta Francisco.
Con la instalación de una batería de condensadores en el motor de la sala de ordeño lograron reducir 12 kw al día de consumo
“Nosotros hemos puesto un variador de frecuencia para el motor de la sala de ordeño y una batería de condensadores, mientras que en la lechería hemos instalado un intercambiador de placas, un recuperador de calor y un acumulador de agua caliente, que almacena el agua caliente que precisamos para lavar la sala de ordeño al mismo tiempo que el tanque enfría la leche, reduciendo también el consumo del tanque de frío, pues la leche entra en él a 18 grados en vez de hacerlo a 33”, explica.
Mayor confort para el ganado y más producción
Tienen también previsto emplear el agua caliente generada durante el proceso de enfriamiento de la leche para los bebederos de las vacas, de manera que en invierno al no estar tan fría beban más y produzcan más leche.
Como nos sobraba energía, en el mes de septiembre tuvimos los ventiladores funcionando todo el tiempo y las vacas no notaron calor de ningún tipo
Disponer de energía a coste cero hace también que puedan tener en funcionamiento, por ejemplo, los ventiladores más tiempo sin miedo a incrementar el consumo y la factura de la luz, mejorando de este modo el confort y la producción de leche de las vacas por la minimización del estrés por calor del ganado.
“En el mes de septiembre hacía calor y pusimos los ventiladores a funcionar en continuo para bajar la temperatura del establo aprovechando la producción de energía de los paneles fotovoltaicos, que nos estaba sobrando; si hubiésemos tenido que pagar la luz seguramente no los habríamos tenido funcionando tantos días”, cuentan.
Los productos derivados de la madera son el combustible más competitivo que hay a día de hoy como fuente de energíaLa empresa da empleo a 14 personas y dispone de instalaciones de almacenaje de madera y producto transformado en Lapio, en el municipio de O Corgo. Entre los clientes principales se encuentran industrias que emplean la astilla de madera como fuente de energía para plantas de cogeneración, secaderos o circuitos y depósitos de agua caliente, así como colectividades e instalaciones públicas, como por ejemplo centros educativos o sanitarios, que cuentan con calderas de calefacción central con este tipo de biomasa. “Nosotros servimos a cuatro hospitales: Polusa, Calde y los hospitales comarcales de Monforte y de O Barbanza”, indica José Antonio. Un sector en desarrollo Industrias como Estrella Galicia, hoteles como el de Cabeza de Manzaneda o el Alfonso IX de Sarria, spas y balnearios o algunas instalaciones públicas son a día de hoy lugares donde se pueden ver calderas que funcionan con astillas de madera, pero José Antonio demanda una implicación más decidida de la Administración pública para que se produzca un verdadero desarrollo del sector en Galicia.
En Galicia hasta ahora era un mercado desconocido, se está empezando pero las posibilidades de crecimiento son enormes“La Administración tiene que dar ejemplo en los edificios que dependen de ella para que después las comunidades de vecinos se sumen. Lo ideal sería montar instalaciones colectivas para varios edificios, como sucede por toda Europa”, asegura José Antonio. En Austria, por ejemplo, ha estado visitando un silo con capacidad para 20 camiones que alimenta una caldera que genera agua caliente y calefacción para todo un polígono industrial.
Lo ideal sería montar calderas centrales colectivas que dieran servicio a varios edificios; ahí es donde está el verdadero ahorroEn ese tipo de calderas centrales colectivas, dice, “es donde está el verdadero ahorro”. “Eso es el futuro”, afirma, pero reconoce que “aquí no tenemos por el momento esa misma cultura, no nos cabe en la cabeza que la astilla es un combustible que no da problemas y que es barato”, asegura. Un tercio del coste del gasóleo
Pasar de pellets a astillas supone reducir el consumo a la mitad; en el caso del gasóleo el ahorro es de dos tercios“Los productos derivados de la madera son el combustible más competitivo que hay a día de hoy como fuente de energía, un recurso sostenible y renovable que permite hacer una verdadera economía circular”, destaca José Antonio, que recuerda que la UE acaba de establecer la prohibición de las calderas de gas y de gasóleo para 2040. “Nos quedan 15 años para adaptarnos”, advierte. Secado y cribado
En Galicia hay una docena de empresas dedicadas al astillado de madera pero es un sector que tiene poca visibilidadA mayores disponen de planta de elaboración y almacenamiento de astillas limpias, astillas secas y cribadas de mayor calidad, destinadas a calderas de colectividades y comunidades, que es hacia donde está creciendo el mercado. “Estamos en este momento doblando nuestra capacidad de almacenamiento, estamos en unas 2.500 toneladas a cubierto y con la nueva nave vamos a pasar a 4.500, porque la planificación que teníamos hecha para este invierno ya la tenemos toda comprometida y no tenemos capacidad para servir a nuevos clientes”, reconocen.
La planificación para este año ya la tenemos cubierta, no tenemos en este momento capacidad para servir a más clientesNecesitan además trabajar con varios meses de antelación a la hora de preparar y anticipar los pedidos, ya que dentro de los parámetros exigidos para este tipo de productos está que tengan un grado de humedad determinada, que logran mediante un proceso de secado natural. “El producto que tenemos almacenado es seco, necesita de 6 a 9 meses de secado natural. La otra opción sería meter un tromel de secado, pero incrementas los costes del producto y la calidad resultante no es la misma, porque el secado natural no estropea las ligninas”, cuenta José Antonio.
El secado natural requiere de 6 a 9 meses pero la calidad del producto es mayor porque no se estropean las ligninasProducen y comercializan unas 12.000 toneladas de astillas al año y unos 1.200 metros cúbicos de viruta al mes. “Con la viruta hemos empezado hace menos tiempo pero la idea es triplicar la producción dentro de un par de meses, ya para esta primavera, e incluso montar un secadero para garantizar la humedad idónea del producto en invierno”, explican . Viruta para cama de animales
El incremento del precio de la paja está haciendo que haya mucha demanda para vacas secas y recría en las explotaciones de vacuno“Hay una demanda loca, nosotros en este momento estamos con el 100% de la producción vendida, porque con el encarecimiento de la paja ha sido un nicho de mercado que ha quedado descubierto totalmente”, admite José Antonio. El nivel de absorción de la viruta es superior al de la paja, porque esa capacidad se mantiene durante más tiempo. Con respeto al dry pellet, empegado sobre todo en el sector equino, la viruta reduce el coste de la cama a la mitad. “El trailer de viruta, con un volumen de unos 93 metros cúbicos, ronda los 2.000€”, explica. Un recurso Km0
El astillado permite valorizar las especies con menor demanda comercial, como pueden ser el abedul o el sauceAdemás, este uso permite “valorizar” las especies con menor demanda comercial, así como aprovechar los desechos de las talas de eucalipto o pino que se hacen para otros usos. “Para astillas nosotros tan sólo utilizamos los restos de aserrado de pino, ya que al mismo aserradero que le vendemos la madera le compramos los costeros, y astillamos también muchísimo abedul, chopo o sauce, que son las maderas que menor valor tienen en el mercado, ya que el roble también se ha encarecido al destinarse para leña. Nosotros procuramos que la materia prima que utilizamos sea barata para que el precio final del producto que hacemos sea también económico”, indican. Entre 100 y 110 euros/metro cúbico El precio de venta de las astillas de calidad estandarizada G-30, siempre por debajo de un 25% de humedad y volumetría inferior a 3x3 cm, con un margen de error hasta 4,5 del 5%, ronda los 110€ cribada y los 100€ sin cribar. Esos serían los precios en el punto base, es decir, en la planta de fabricación y secado ubicada en O Corgo, a lo que habría que añadir el transporte hasta el lugar de consumo final y que puede variar mucho en función de la distancia o de la necesidad de soplado del material (envío por un conducto flexible mediante impulsión por aire) hasta el punto de almacenaje.
Si tienes una materia prima cara el precio final se dispara porque los costes de procesado y secado son elevados, por eso usamos especies de poco valor comercialPara tratar de abaratar lo más posible el precio del producto final trabajan con una planificación de las campañas con varios meses de antelación y aprovechan especies con menor valor comercial. “Si tienes una materia prima cara el precio final se dispara porque los costes de procesado y secado son elevados”, precisa José Antonio. En este momento están sirviendo material almacenado hace varios meses y comenzando ya a astillar producto que será consumido el invierno que viene. “No buscamos un mercado instantáneo sino planificado, para tener capacidad de suministro garantizada a nuestros clientes”, dice Luis. La madera recién astillada puede tener un 40% de humedad y es necesario que baje a un 25%. “En ese proceso se producen mermas de un 30%”, detalla. Para mejorar la calidad realizan un cribado de largos y en un plazo de un par de semanas van a comenzar a eliminar también finos. La normativa europea unifica las calidades en dos categorías, P-16 y P-31, con un grado de humedad inferior al 25% y largos por debajo de 2,5 y 3,5 cm. Imposibilidad normativa de presecado de la madera en el monte
Lo ideal sería poder hacer un presecado de la madera en el monte como hacen en otros países, pero aquí no es posible por normativaEn la zona de presecado al aire libre de sus instalaciones de O Corgo almacenan unas 15.000 toneladas de madera pero, dicen, “lo ideal sería poder hacer un presecado de la madera y la biomasa en el monte antes de triturarla, como hacen en otros países, porque la madera que está fuera, aunque esté a la intemperie, no se va a humedecer más por el hecho de que le llueva, pero aquí no es posible por normativa, estamos limitados por eso”, se queja. Otro de los problemas que hay en Galicia tiene que ver con la pequeña dimensión de muchas parcelas y los malos accesos para llegar a ellas, que impide llevar a muchos montes el equipo de trituración y los camiones que tienen que transportar el material procesado.
Transformaciones Galicia está especializada en compra venta de madera, gestión de biomasa y repoblaciónCortan al año unas 50.000 toneladas de madera, de las que unas 35.000 son de pino y el resto de distintas especies como chopo, abedul u otras frondosas autóctonas. “Lo que menos trabajamos es eucalipto porque para ser competitivo en eso tienes que cortar todo el año eucalipto”, explica. “En este momento ya se le está dando valor a la mayoría de la madera de pino”, aseguran. En su caso, el 80% del pino que cortan en el monte va para aserradero y el 20% restante para tablero.
El 80% del pino que cortamos va para aserradero; en este momento ya se le está dando valor a la mayoría de la madera de pinoReconoce que cogieron “años muy buenos para el sector forestal, con buenos precios en la madera y volúmenes importantes de talas”, pero la situación ha cambiado. “La bajada en el precio de la madera que se ha dado a partir de septiembre pasado nos afecta a todos. De las tres procesadoras que tenemos, una está parada en este momento”, explica. El mercado se ha retraído y las ventas de los propietarios forestales han caído a plomo, aunque el hecho de trabajar cerrando compras de lotes de madera en pie con varios meses de antelación les permite tener stock de materia prima de hasta casi un año. Aprovechamiento de todo el árbol Transformaciones Galicia consigue hacer un aprovechamiento completo de la totalidad de los árboles que corta en el monte. Las mejores trozas se destinan a usos de alto valor añadido, como aserrado; las de calidad intermedia van por ejemplo para tablero y los desechos, ramas, piezas con nudos o defectos y demás restos y biomasa tienen una segunda vida convertidas en astillas de calidad. “Enseguida empezamos a ver el potencial que tenía la biomasa; era un mercado nuevo que aquí estaba desatendido. Optamos por diferenciarnos; nosotros no estamos en lo que está todo el mundo”, dice Luis.
Empezamos haciendo desbroces y cortando madera, pero enseguida vimos el potencial que había en el mercado de la biomasa“Empezamos haciendo empacado de ramas en el monte, como hacen otras empresas, pero vimos que por la demanda del mercado final no es el mejor sistema, porque después eso requiere nuevamente un procesado mediante trituración, por lo que empezamos a apostar directamente por el astillado en monte”, explica. “Prohibir lleva al abandono del monte” “La tala de frondosas está bastante limitada en este momento”, aseguran, y defienden que “prohibir no es la solución, porque lleva al abandono del monte”. “Nosotros pensamos que cuando hay una parcela con pies de escasa calidad, porque nacieron solos, están en situación de abandono o no se llevó a cabo una silvicultura idónea, lo mejor es poder cortar esos árboles, hacer un aprovechamiento de ellos y volver a plantar el monte”, consideran.
Estamos acondicionando fincas que llevaban 30 o 40 años abandonadas, transformándolas en montes productivos“Estamos acondicionando fincas que llevaban 30 o 40 años abandonadas, que lo que tienen sobre todo son tojos y zarzas de tres metros de altura y algún árbol por medio que nació solo, convirtiendo esas superficies en montes productivos y ordenados, con plantaciones de futuro”, argumenta José Antonio. Por eso no entienden que el aprovechamiento de frondosas esté limitado al 50% por normativa. “Solo podemos cortar la mitad de los árboles, eso a veces condiciona la viabilidad, y si haces repoblación no puedes cambiar el cultivo”, explican.
Tenemos que cambiar el chip, porque prohibir no funciona, lo único que genera es dejadez; lo que hay es que incentivar la producción, que es la manera de que se cuide el monteDefienden sin embargo que el aprovechamiento para estos usos energéticos “es compatible con la obtención de madera de calidad”. “Es una manera de rentabilizar las entresacas y de favorecer la silvicultura”, dicen. Es un sistema que está implantado en países del este de Europa. “Lituania, por ejemplo, tiene muchas plantaciones de abedul, a las que le sacan una o dos piezas para sierra y el resto va para astillar”, cuenta José Antonio. En Galicia, por el contrario, dice, “se apuesta por la prohibición”. “Cuando se cataloga un monte o se incluye en Red Natura, un robledal, por ejemplo, nadie vuelve a tocar esos robles, no se podan ni se hace silvicultura. Son muy bonitos, sí, pero en 30 años empiezan a romper por arriba y a pudrir y en 50 años la mitad de ellos están en el suelo, por lo que no hemos ganado nada con esa protección. Tenemos que cambiar el chip, porque prohibir no funciona, lo que hay es que incentivar la producción, que es la manera de que se cuide el monte. Prohibir lo único que genera es dejadez”, asegura.
Cuando nací aquí ya había vacas; yo cogí la granja de mi abueloEn su mente está seguir creciendo, si los precios de la leche siguen compensando. “A ver como sigue esto, si pagan la leche como deben nos animaríamos a ampliar”, dice pensando en la incorporación, dentro de dos años, de su hijo Aarón. Una explotación con relevo
Las vacas me gustan; es un trabajo más continuo y más tranquilo que el de la maquinariaAunque la ganadería O Campo no acude a concursos, a Aarón le gusta ayudar a preparar vacas, y lleva dos años asistiendo a las reuniones del Club de Jóvenes Ganaderos. A su madre le gusta que vaya, pero ella es más práctica: “Aquí estamos para buscar la máxima rentabilidad; yo quiero una vaca que dé mucha leche y buenas calidades, no me importa el cuerpo que tenga porque no la quiero para mirar para ella, aunque hay aspectos de la morfología que evidentemente son importantes, como por ejemplo que tenga unas buenas patas o una buena ubre. Si lo puede tener todo mejor, pero sino priorizo la producción y los sólidos”, aclara. Apuesta por los sólidos y 38 litros de media
Entregan a Queserías Sarrianas, que les ha bajado dos céntimos el precio de la leche en el último contratoDisponen de carro mezclador propio para hacer diariamente las distintas raciones de alimentación del ganado. Hace una para vacas de leche, otra para las secas y una tercera para las novillas de recría. Maricarmen es quien se encarga de hacer el carro según las indicaciones que le marca el nutrólogo. En este momento en la ración de producción están metiendo 37 kilos de silo de maíz, 12 de silo de hierba y 10,5 de concentrado. La incógnita de los robots
Es difícil encontrar gente para trabajar; nosotros tuvimos una época en la que paraban poco tiempoEn previsión a la posible colocación de los robots en el futuro han instalado paneles fotovoltaicos, mediante una subvención del INEGA. “Ordeñando en sala no se les saca el mismo rendimiento, pero con los robots son imprescindibles para que no se dispare la factura de la luz”, considera Maricarmen.
Yo preferir prefiero la sala, porque en ella lo ves todo: vacas cojas, vacas enfermas. Es un sitio donde puedes detectar muchas cosasAl contrario de lo que suele suceder en estos casos, Aarón prefiere la sala a los robots. “Me dice que si pongo los 4 robots no se incorpora”, cuenta su madre. “Habiendo gente para trabajar es mucho mejor la sala, porque acabas de ordeñar y sabes que has acabado hasta el día siguiente. Yo en condiciones normales prefiero la sala, pero lo malo es encontrar gente y cada vez va a ser peor”, justifica Maricarmen. Aarón prefiere las salas robotizadas o el sistema de batch milking a los robots convencionales. “Llevas a las vacas a una sala de espera, igual que para la sala de ordeño convencional, y van entrando a ordeñarse solas, así también te aseguras que todas las vacas pasan y que no queda ninguna, porque uno o dos robots aún los atiendes, pero desde que tienes tres o cuatro, o un volumen importante de animales, la cosa se complica bastante y, o estás siempre en la granja, o es imposible”, dice. “Como el ordeño robotizado está cambiando y evolucionando mucho cuando él se incorpore y tenga que tomar decisiones en este sentido puede que ya haya cosas nuevas”, añade su madre. Recría propia
La amamantadora, cuando vas a mucho volumen, la tienes que tener, porque las terneras dan mucho trabajoDestetan a partir de los dos meses. “Si una ternera la vemos muy pequeñita la dejamos unos días más”, explica Maricarmen. Después van pasando por los distintos lotes hasta el momento de la inseminación, que hacen entre los 13 y los 14 meses, nuevamente en función de su crecimiento. “Miramos más el cuerpo que la edad”, explica. “Las llevamos para inseminar ya en la otra granja y después vuelven a parir aquí, las traemos un mes antes y las metemos en un espacio donde tenemos la paridera, donde paren antes de pasar a los cubículos”, indica. Las camas de la nave principal son de arena y las hacen dos veces al día, coincidiendo con los ordeños. Trabajan con dos lotes de producción (primerizas y multíparas) y las vacas les duran una media de tres partos. Nuevas normativas y más burocracia
Producir hoy es muy complicado; no quieren que curemos ni nos dejan prevenir“Para mí poner un calcio en un parto es muy importante para no tener que curar después, pero si por cada vaca que pare en la granja tienes que llamar al veterinario, deja de ser viable”, afirma. Lo mismo, dice, va a pasar con otras normativas de reciente aplicación, en materia de bienestar animal o fertilización, y ante la próxima entrada en vigor del Cuaderno Digital utiliza una frase expresiva y que resume el sentir del conjunto del sector: “menudo lío”.
Priorizamos el trabajo para nosotros y a veces es difícil de compatibilizar con el de fueraOptan por priorizar sus siembras y ensilados para que la calidad de la ración sea la idónea. “La ventaja de tener tú mismo la maquinaria es que haces los trabajos cuando quieres y como quieres y nunca se te pasa o se te moja la hierba ni se te seca demasiado el maíz y si hay una plaga la coges a tiempo, porque no esperas por nadie”, argumenta Maricarmen. 95 hectáreas en las que hacen doble cultivo
En esta zona se da bien el maíz; sacamos buenas produccionesEn los últimos años han ido modernizando su parque de maquinaria y cuentan con tecnología de última generación, como tractores con sistema de autoguiado y aperos para hacer agricultura de precisión (siembra variable, dosificación de fitosanitarios), con lo que reducen costes e insumos. “Es positivo para los cultivos porque al no haber solapes los cultivos no llevan más sulfato en esas zonas y no se retrasa su crecimiento”, cuenta Aarón. Especializados en sacar la arena de los pozos del purín
Cuentan con un parque de maquinaria amplio, con el que hacen todos los trabajos de la explotación, excepto picar el maízCuentan con un parque de maquinaria amplio (tractores, segadoras, remolques para transporte de forraje, cisterna de purín con tubos colgantes, repartidor de estiércol), con el que hacen todos los trabajos de la explotación, excepto picar el maíz, y también están especializados en sacar la arena de los pozos del purín y distribuirla en fincas con mucha arcilla, donde ayuda a mejorar la capacidad de drenaje del suelo.
La factura de la luz sigue siendo uno de los gastos fijos más importantes en las explotaciones lecheras. Al incremento del precio de la energía se añade un mayor consumo, a medida que las ganaderías aumentan su tamaño y automatizan procesos como el ordeño o la alimentación del ganado.
En este contexto, la instalación de paneles fotovoltaicos es una buena opción. Permite a las granjas producir una parte de la electricidad que consumen, reduciendo el coste mensual y ganando en autosuficiencia de cara a futuras alzas de precios.
Analizamos con la ayuda de la empresa Ecogal Renovables, algunas de las ventajas de este tipo de inversiones en las explotaciones, las diferencias entre ordeñar en sala o en robot a la hora de consumir la energía producida y el uso de herramientas como las baterías virtuales para optimizar el aprovechamiento de los kilowatios generados a lo largo del día.
10 años de experiencia e instalaciones en 500 granjas
Ecogal es una empresa gallega especializada en energías renovables, autoconsumo eléctrico y eficiencia energética que lleva desde el año 2012 instalando paneles solares tanto en viviendas como en naves industriales y explotaciones agroganaderas.
Los paneles solares instalados por Ecogal tienen 25 años de garantía de producción, con la mano de obra de sustitución incluida en la garantía
Con la garantía que da trabajar con las mejores marcas a nivel internacional, Ecogal es una de las empresas que más instalaciones fotovoltaicas acumula en la comunidad, con más de 500 granjas tanto de vacuno de leche como del sector porcino y avícola, aunque las explotaciones lecheras concentran el 80% de las instalaciones, explica Manuel Varela, socio de Ecogal.
En el caso de una ganadería de leche, “una instalación media en Galicia puede rondar los 15-20 kw/h para 100 vacas en ordeño”, cuenta. El coste total, sin subvención, se situaría entre los 15.000 y los 20.000 euros y “permitiría ahorrar entre el 45 y el 60% de la factura de luz de la granja, dependiendo de donde esté ubicada».
El coste sin subvención para una explotación de 100 vacas en ordeño, con 20 kw de potencia contratada y un consumo de 42.000 kw/h/año sería de unos 20.000€
El número de paneles a instalar dependerá de factores como el número de animales o el volumen de consumo eléctrico de la granja. “Lo primero que hacemos es un análisis de los consumos de la granja para compaginar la curva de carga de la explotación con la curva de producción de la instalación fotovoltaica”, explica Manuel. La potencia que tiene contratada la ganadería también limita la instalación, ya que legalmente no es posible instalar una potencia superior a la potencia máxima admisible, que viene marcada en el boletín eléctrico que tiene la explotación.
Compensación de excedentes
Ajustar la producción de energía al consumo real de la granja permite sacar el máximo partido a la inversión realizada. Pero en las ganaderías de leche se dan picos de consumo en momentos concretos del día, que coinciden con el ordeño y el enfriamiento de la leche, que desequilibran esa balanza.
Para poder aprovechar la energía producida y no consumida en horas de menor demanda, existen distintas posibilidades. “Hoy hay medios para aprovechar al máximo la energía que produce la instalación a lo largo del día, como puede ser a través de la compensación de excedentes”, explica Manuel.
No estamos con ninguna empresa comercializadora porque pensamos que no es compatible con prestar un servicio independiente a nuestros clientes
Consiste en que la granja vierte a la red la energía generada, que es comprada por la compañía eléctrica y descontada de la suministrada. “En el modelo normal de autoconsumo lo habitual es que lo que te sobra del mes te lo compensen en ese mes, pero ya hay más de 50 compañías que te guardan los excedentes de un mes para poder gastarlo el resto del año”, detalla.
Estas opciones, conocidas como baterías virtuales, permiten que los excedentes de los meses de más producción se guarden por ejemplo para el invierno, cuando el menor número de horas de sol hace caer también la generación de energía lograda.
Con una buena compensación de excedentes es posible cubrir los ordeños de la mañana y de la tarde con la energía producida a mediodía
“No estamos con ninguna empresa comercializadora porque pensamos que no es compatible con prestar un servicio independiente a nuestros clientes, pero con una buena compensación de excedentes es posible cubrir los ordeños de la mañana y de la tarde con la energía producida a mediodía”, asegura Manuel.
Colocación de baterías
A corto plazo, la colocación de baterías como complemento a los paneles fotovoltaicos se convertirá en imprescindible, opinan desde Ecogal. “La potencia que se está instalando en España está siendo mucha y eso está saturando la red por el día y provocando una demanda brutal por la noche. Para compensar generación y consumo las baterías son una buena opción”, explica Manuel Varela.
“Estamos instalando muchísimas baterías físicas, que también están subvencionadas”, aclara. “En una explotación con 20 kw de potencia habría que poner 60 kw de acumulación. El coste de esa batería es de unos 30.000 euros”, cuenta.
Las baterías, tanto físicas como virtuales, son un complemento indispensable para optimizar la rentabilidad de la instalación
“Las baterías físicas, acompañadas de baterías virtuales, permiten optimizar la rentabilidad de la instalación. Son una buena combinación, porque las baterías físicas acumulan por el día para descargar por la noche y si sobra energía se acumula en la batería virtual”, indica, por lo que este sistema permite a las granjas rentabilizar sus excedentes.
Peculiaridades de las granjas con robot de ordeño
Las granjas de leche cada vez están más tecnificadas: robots de ordeño, robots para arrimar la comida, robots de alimentación. Esa mecanización y automatización de los trabajos lleva a un aumento del consumo eléctrico en las explotaciones, que es posible compensar con la colocación de paneles fotovoltaicos.
La robotización de las granjas lleva a un aumento del consumo eléctrico
Dependiendo del modelo, el consumo puede situarse entre 3 y 5 kw/hora por robot, lo que equivale a 70-110 kw/hora al día. “Los más modernos son mucho más eficientes, y reducen entre un 30 y un 50% el consumo con respeto a los modelos más antiguos”, explica Manuel.
“El consumo eléctrico en el robot es más alto que en una sala, pero lo que hace el robot es un autoconsumo instantáneo más directo, y lógicamente el ahorro es mayor que mediante la acumulación, porque pierdes un 20-25% de peaje en la compensación virtual, ya que las compañías eléctricas cobran a 13 céntimos la energía consumida y compensan a 11 céntimos la generada”, detalla.
El robot hace un uso más directo de la energía producida, por lo que se evitan los peajes de la compensación virtual
Con ratios de 58-62 vacas por cabina, los robots tienen consumos prácticamente continuos durante todo el día, “porque ese robot va a estar parado solo una o dos horas frente a 22 horas de consumo”, indica.
En el caso de explotaciones con robots de ordeño, en Ecogal aconsejan hacer uso de baterías físicas y virtuales, así como contar con un sistema de alimentación alternativo para mayor seguridad, evitando de este modo que el robot pueda quedar parado por una caída en la línea.
Subvenciones hasta el 31 de diciembre
En este momento están disponibles subvenciones para la instalación de energías renovables en las explotaciones agroganaderas. Se trata de fondos europeos Next Generation que gestionan las comunidades autónomas (en el caso de Galicia a través del INEGA) y que se pueden pedir hasta el 31 de diciembre.
Hacemos instalaciones llave en mano, en las que acompañamos a nuestros clientes en todos los trámites
“Hay ayudas importantes, es una lástima que las ganaderías no las aprovechen porque las reducciones en la factura son importantes”, destacan en la empresa Ecogal, que facilitan a los ganaderos todo el proceso. “Hacemos instalaciones llave en mano. Acompañamos a nuestros clientes en todos los trámites y papeleos, tanto de las autorizaciones y permisos como de las subvenciones”, asegura Manuel.
La subvención es del 35% y puede llegar al 50% para instalaciones de menos de 10kw/h en ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes
En función del tipo de instalación y del lugar donde esté ubicada la granja los porcentajes de ayuda varían entre el 35 y el 50%. “Instalaciones de menos de 10 kw tienen más ayuda y en ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes tienen un aumento de la cuantía de la subvención de un 5% adicional sobre el coste elegible, que es de 1.188 euros por kw en instalaciones de menos de 10 kw y de 910 euros en instalaciones de 10 a 100 kw”, detalla.
Maricarmen Barreiro Irimia está al frente de la Ganadería O Campo, ubicada en la parroquia de Viladonga, en el ayuntamiento lucense de Castro de Rei. Están ordeñando a día de hoy 180 vacas, pero no descartan seguir creciendo cuando su hijo Aarón se incorpore, dentro de un par de años.
Esta explotación ha invertido en los últimos años en la ampliación y modernización del establo y en la incorporación de tecnología para hacer más fácil el trabajo diario, como una amamantadora para las terneras o un arrimador de la ración para las vacas en producción.
Pero todas esas mejoras han llevado aparejado un aumento del consumo de luz, que se convirtió en un gasto fijo importante cada mes, con facturas próximas a los 2.000 euros.
Invertimos 50.000€ y recibimos una subvención por el 50% del importe
Para tratar de rebajar esa cifra, optaron por instalar paneles fotovoltaicos en los techos de la nave principal. “Los pusimos hace dos años, para intentar ahorrar en el coste energético de la granja. En aquel momento estaba la luz carísima, aun sigue hoy, pero entonces aún estaba más”, recuerda Maricarmen.
La instalación es de 63 kw/h, pensada para cubrir casi el 100% del consumo de la explotación, unos 80.000 kw/hora/año. El coste total de la instalación fue de 50.000€ y recibieron una subvención del 50% del INEGA, por lo que la inversión final a la que tuvo que hacer frente esta ganadería fue de 25.000€.
«Me parece un complemento imprescindible de cara a los robots»
Ha sido una inversión que han hecho pensando en el presente, pero también en el futuro de la granja. “Pusimos los paneles fotovoltaicos pensando sobre todo en la posibilidad de poner robots de ordeño en un futuro”, explica.
“En este momento las horas de ordeñar nos coinciden de noche, porque ordeñamos a las 6 de la mañana y a las 6 de la tarde, por lo que no estamos usando la energía que generan los paneles solares ni para ordeñar ni para enfriar la leche, que es cuando tenemos los mayores picos de consumo. Por eso en este momento les estamos sacando menos rendimiento que en los meses de la primavera o el verano, cuando hay más horas de luz”, indica.
Estamos mirando cómo aprovechar mejor la energía que producimos, porque en esta época las horas de ordeñar, tanto por la mañana como por la tarde, nos coinciden de noche
Para aprovechar mejor la energía que producen en las horas centrales del día, están mirando distintas opciones para poder emplearla en los momentos de mayor consumo. “Llevamos poco tiempo virtiendo a la red y estamos mirando para vender los excedentes vía compensación, es decir, por medio de una batería virtual, o bien colocar baterías físicas para hacer uso de la energía generada durante el día en las horas en las que ordeñamos”, explica.
La reciente aprobación de una normativa europea que regula la Autorización de Explotación les va a facilitar la obtención de los permisos, ya que a partir de ahora en el plazo máximo de un mes, por silencio administrativo positivo, las instalaciones fotovoltaicas con una potencia superior a los 15 kw lograrán directamente la autorización, un trámite que antes muchas veces se retrasaba o incluso encallaba en algunas ocasiones.