El autoconsumo eléctrico es ya una posibilidad real para las explotaciones ganaderas. Los avances logrados en los últimos años en la tecnología empleada en los paneles fotovoltaicos y el desarrollo de las baterías hace posible que una granja de pollos, de cerdos o de vacas lecheras pueda estar totalmente desconectada de la red eléctrica.
En Galicia existen ya casos de este tipo, desarrollados por la empresa Ecogal, una de las compañías líderes en el sector de las energías renovables. “Más de 500 explotaciones ganaderas han confiado en los últimos 10 años en nuestros servicios para dotarse de instalaciones de energía solar, la inmensa mayoría de ellas están conectadas a la red, pero otra parte, que representa ya el 7% del total, son instalaciones aisladas de la red”, explica Manuel Varela, socio de Ecogal.
Buena parte de las explotaciones que optan por desconectarse de la red eléctrica son de porcino, pero también las hay en el sector de la avicultura, tanto granjas de pollos y pavos como de gallinas (por ejemplo, una de 14.000 ponedoras totalmente aislada existente en Rodeiro), y en el vacuno de leche, con casos de ganaderías más de 100 vacas totalmente autosuficientes energéticamente.
Con una inversión de 15.000€ logras una instalación de cerdos aislada, porque los consumos energéticos son menores que en avicultura o en vacuno de leche
No depender de una compañía suministradora tiene ventajas, como la de no estar condicionado por las fluctuaciones de precio del mercado eléctrico, cuyas subidas muchas veces llega incluso a poner en riesgo la propia viabilidad de las granjas por el encarecimiento de los costes de producción.
Problemas frecuentes en Galicia: baja potencia contratada y mal estado de las líneas
Pero el hecho de ser independiente energéticamente también resuelve otros problemas derivados del mal estado de las líneas, las deficiencias de mantenimiento y la saturación de los transformadores, lo que provoca en muchos casos caídas de tensión.
“Los paneles fotovoltaicos ayudan mucho en los finales de línea sobre todo, porque se consume la energía donde se produce y hay que tener en cuenta que las pérdidas por transporte son elevadas. Y si se acompañan los paneles de baterías físicas, la estabilidad de la red mejora mucho”, explican en Ecogal.
Es habitual que haya un desfase de más del 50% entre la potencia de consumo y la contratada y eso limita mucho el número de placas que se pueden poner
Uno de los problemas frecuentes en muchas ganaderías a la hora de poner energía solar en los techos de sus naves es el desfase entre el consumo real necesario y potencia contratada. “En Galicia nos encontramos con la baja potencia eléctrica contratada, sobre todo en granjas que llevan 20 años funcionando, y que que han ido aumentando tanto al ganado como a las máquinas que precisan en el día a día pero sin incrementar la potencia”, indican.
Eso hace que el tamaño de la instalación solar fotovoltaica no permita cubrir todas las necesidades de la explotación. “Es una limitación importante porque no podemos instalar más potencia de la que tienen contratada y adecuar las instalaciones para poder pedir un aumento de potencia ya supone más gasto”, reconoce Manuel, que aclara que “es raro que podamos instalar en una granja la misma potencia de consumo que tienen contratada; lo habitual es que tengan un desfase de más de la mitad”, explica.
Estudio pormenorizado de consumos
La puesta en marcha de una instalación de energía solar fotovoltaica en una ganadería comienza siempre con un estudio de consumos de la explotación, que es más pormenorizado en el caso de las instalaciones aisladas. “No tienes plan B, por lo que no puede fallar nada”, reconoce Manuel.
“Hay que hacer un compendio entre medidas correctoras e instalación de placas fotovoltaicas. Nosotros lo primero que miramos al llegar a una granja son las medidas de eficiencia energética a implementar. Hay que ayudar al ganadero a optimizar su consumo. Son pequeñas inversiones comparadas con las de la propia instalación solar”, asegura.
Hay que ayudar al ganadero a optimizar su consumo; el kilovatio más inteligente es el que no se consume
“Muchas veces no se trata de producir mucha energía, sino de reducir primero el consumo para que la necesidad de producción de energía sea menor”, recomiendan desde Ecogal, que hacen hincapié en la sensibilización social. “Hay que avanzar en la cultura del ahorro energético y la buena utilización de la electricidad, al igual que se hace con el consumo de agua”, dicen.
Medidas de eficiencia energética en el ordeño y enfriamiento de la leche
“El kilovatio más inteligente es el que no se consume y una ganadería solo con medidas correctoras puede corregir entre el 15 y el 20% de su consumo. Es un plus que nosotros le ofrecemos”, explica Manuel.
La sala de ordeño y el tanque de frío de la leche representan entre el 70 y el 80% del consumo de una explotación lechera. Por eso, dicen en Ecogal, es el primer punto donde hay que centrar los esfuerzos en materia de eficiencia energética.
La sala de ordeño y el tanque de frío representan entre el 70 y el 80% del consumo eléctrico de una explotación lechera
“Hay muchos consumos ocultos en las granjas”, dicen. Por ejemplo, “hay muchos motores de salas de ordeño que no tienen aún variadores de frecuencia y generan mucha energía reactiva que ahora penaliza en la factura. Eso con una simple batería de condensadores, que cuesta 1.500€, puede corregirse. Esa granja amortiza esa inversión en solo 5 meses con lo que ahorra en la factura, porque además de eliminar los cargos por la energía reactiva, el consumo también baja porque el motor arranca mucho más despacio”, explican.
En el caso de los tanques de frío, una medida interesante son las placas intercambiadoras que extraen el calor de la leche que viene de la sala de ordeño para con ese calor calentar agua al tiempo que enfrían la leche, reduciendo también el consumo del tanque.
Ganadería Gallardo SC es una explotación lechera con un centenar de vacas en ordeño ubicada en el ayuntamiento de Mazaricos que está totalmente desconectada de la red. Tomaron esa decisión por las dificultades que se encontraron para el enganche del establo nuevo a la línea eléctrica que les pasaba justo por delante, un problema que se repite con demasiada frecuencia en Galicia.
“Cuando hace 4 años hicimos la nueva nave solicitamos el enganche a la compañía eléctrica a una línea que nos pasaba pegada al establo. Pusimos dos postes, uno para el enganche y otro para el transformador. Gastamos 23.000 euros, pero después decían que no les servía y querían 14.000€ más”, se queja Francisco Gallardo, que junto a su hijo Adrián está al frente de esta granja.
Gastamos 23.000€ para el enganche de la luz. Pusimos todo lo que nos mandó la compañía eléctrica (dos postes, un transformador) y después decían que no les servía y nos querían cobrar otros 14.000€
Ese proceso coincidió además con la subida del precio de la electricidad, que llegó casi a duplicarse, por lo que optaron por paralizar el enganche a la red y seguir suministrándose de un generador de gasóleo que habían comprado como solución de urgencia.
“Como no nos daban enganchado empezamos a trabajar con un grupo electrógeno y decidimos seguir con él. De esa manera a nosotros no nos afectaba la subida de la luz, porque con 1.500€ al mes en gasóleo arreglábamos, cuando muchas granjas en esta zona llegaron a pagar 5.000 y 6.000 euros al mes en aquella época”, aclara Francisco.
Tienen una potencia fotovoltaica instalada de 32 Kw, suficiente para el funcionamiento de todo el establo
Pero para reducir el gasto en combustible y asegurar un suministro más continuo y estable optaron el año pasado por instalar placas solares e implementar distintas medidas de ahorro energético con las que reducir el consumo en la sala de ordeño y la lechería.
Invirtieron en total 81.000€, de los que casi recuperaron la mitad a través de las subvenciones del Inega. “Por las baterías te dan el 70% y por las placas en nuestro caso fue el 30%”, aclaran.
Instalar más baterías para aprovechar la producción de los paneles fotovoltaicos
Ganadería Gallardo SC es una explotación con relevo generacional que tiene previsto aumentar en los próximos años el número de vacas en producción. De hecho, instalaciones como la sala de ordeño ya quedaron previstas para eso.
Instalaron el sistema de placas solares y baterías de almacenaje de la energía producida en el pasado mes de septiembre
Al aumentar a las cabezas de ganado también aumentará el consumo del establo, de la sala de ordeño y de la lechería. Para tener cubierta esa demanda tienen pensado instalar más baterías de almacenaje de la energía producida por las placas solares, ya que “muchas veces cortan a mediodía porque las baterías están ya a tope y no tenemos donde acumular más”, reconoce Francisco.
“Cargamos las baterías con las placas solares y si no nos llega enciende el generador de manera automática, pero la mayoría de los días no es necesario que funcione, nos llega con lo que producen las placas solares”, explica Francisco.
Ahorro importante
Poner los paneles solares con las baterías les supuso un ahorro importante, ya que “el mismo gasóleo que antes gastábamos en un mes nos llega ahora para tres meses y en verano contamos con surtirnos únicamente de las placas”, dice.
El sistema se complementa con el generador que ya tenían en la explotación, como garantía en caso de días nublados o con poca producción de energía solar, y está totalmente automatizado, de manera que si el nivel de las baterías baja del 20% enciende el generador para recargarlas.
El mismo gasóleo que antes gastábamos en un mes nos llega ahora para tres, y en verano contamos con surtirnos únicamente de las placas
Aunque no sea necesaria su contribución para cubrir el consumo energético de la explotación, el generador está programado igualmente para que encienda 15 minutos todas las semanas como forma de que el grupo electrógeno esté siempre a punto para entrar en funcionamiento en cualquier momento que sea preciso. “De esa manera no te encuentras que cuándo lo necesitas no arranca por falta de uso o de mantenimiento”, razona Francisco.
Medidas de eficiencia energética
En paralelo a las inversiones en la producción y almacenaje de la energía fotovoltaica, han hecho también mejoras en materia de ahorro energético en la ganadería, sobre todo destinadas a la reducción de consumos en la sala de ordeño y al aprovechamiento del calor generado por el tanque de la leche.
“El mayor consumo de una granja de leche es el de ordeñar y enfriar la leche. Las inversiones en reducir ese consumo se desquitan rápido, porque no es lo mismo que el motor de la sala esté a 1.400 vueltas que funcionando a ralentí a 300 y no es lo mismo que el tanque tarde hora y media en enfriar la leche que lo haga en media hora”, argumenta Francisco.
Con la instalación de una batería de condensadores en el motor de la sala de ordeño lograron reducir 12 kw al día de consumo
“Nosotros hemos puesto un variador de frecuencia para el motor de la sala de ordeño y una batería de condensadores, mientras que en la lechería hemos instalado un intercambiador de placas, un recuperador de calor y un acumulador de agua caliente, que almacena el agua caliente que precisamos para lavar la sala de ordeño al mismo tiempo que el tanque enfría la leche, reduciendo también el consumo del tanque de frío, pues la leche entra en él a 18 grados en vez de hacerlo a 33”, explica.
Mayor confort para el ganado y más producción
Tienen también previsto emplear el agua caliente generada durante el proceso de enfriamiento de la leche para los bebederos de las vacas, de manera que en invierno al no estar tan fría beban más y produzcan más leche.
Como nos sobraba energía, en el mes de septiembre tuvimos los ventiladores funcionando todo el tiempo y las vacas no notaron calor de ningún tipo
Disponer de energía a coste cero hace también que puedan tener en funcionamiento, por ejemplo, los ventiladores más tiempo sin miedo a incrementar el consumo y la factura de la luz, mejorando de este modo el confort y la producción de leche de las vacas por la minimización del estrés por calor del ganado.
“En el mes de septiembre hacía calor y pusimos los ventiladores a funcionar en continuo para bajar la temperatura del establo aprovechando la producción de energía de los paneles fotovoltaicos, que nos estaba sobrando; si hubiésemos tenido que pagar la luz seguramente no los habríamos tenido funcionando tantos días”, cuentan.
La factura de la luz sigue siendo uno de los gastos fijos más importantes en las explotaciones lecheras. Al incremento del precio de la energía se añade un mayor consumo, a medida que las ganaderías aumentan su tamaño y automatizan procesos como el ordeño o la alimentación del ganado.
En este contexto, la instalación de paneles fotovoltaicos es una buena opción. Permite a las granjas producir una parte de la electricidad que consumen, reduciendo el coste mensual y ganando en autosuficiencia de cara a futuras alzas de precios.
Analizamos con la ayuda de la empresa Ecogal Renovables, algunas de las ventajas de este tipo de inversiones en las explotaciones, las diferencias entre ordeñar en sala o en robot a la hora de consumir la energía producida y el uso de herramientas como las baterías virtuales para optimizar el aprovechamiento de los kilowatios generados a lo largo del día.
10 años de experiencia e instalaciones en 500 granjas
Ecogal es una empresa gallega especializada en energías renovables, autoconsumo eléctrico y eficiencia energética que lleva desde el año 2012 instalando paneles solares tanto en viviendas como en naves industriales y explotaciones agroganaderas.
Los paneles solares instalados por Ecogal tienen 25 años de garantía de producción, con la mano de obra de sustitución incluida en la garantía
Con la garantía que da trabajar con las mejores marcas a nivel internacional, Ecogal es una de las empresas que más instalaciones fotovoltaicas acumula en la comunidad, con más de 500 granjas tanto de vacuno de leche como del sector porcino y avícola, aunque las explotaciones lecheras concentran el 80% de las instalaciones, explica Manuel Varela, socio de Ecogal.
En el caso de una ganadería de leche, “una instalación media en Galicia puede rondar los 15-20 kw/h para 100 vacas en ordeño”, cuenta. El coste total, sin subvención, se situaría entre los 15.000 y los 20.000 euros y “permitiría ahorrar entre el 45 y el 60% de la factura de luz de la granja, dependiendo de donde esté ubicada».
El coste sin subvención para una explotación de 100 vacas en ordeño, con 20 kw de potencia contratada y un consumo de 42.000 kw/h/año sería de unos 20.000€
El número de paneles a instalar dependerá de factores como el número de animales o el volumen de consumo eléctrico de la granja. “Lo primero que hacemos es un análisis de los consumos de la granja para compaginar la curva de carga de la explotación con la curva de producción de la instalación fotovoltaica”, explica Manuel. La potencia que tiene contratada la ganadería también limita la instalación, ya que legalmente no es posible instalar una potencia superior a la potencia máxima admisible, que viene marcada en el boletín eléctrico que tiene la explotación.
Compensación de excedentes
Ajustar la producción de energía al consumo real de la granja permite sacar el máximo partido a la inversión realizada. Pero en las ganaderías de leche se dan picos de consumo en momentos concretos del día, que coinciden con el ordeño y el enfriamiento de la leche, que desequilibran esa balanza.
Para poder aprovechar la energía producida y no consumida en horas de menor demanda, existen distintas posibilidades. “Hoy hay medios para aprovechar al máximo la energía que produce la instalación a lo largo del día, como puede ser a través de la compensación de excedentes”, explica Manuel.
No estamos con ninguna empresa comercializadora porque pensamos que no es compatible con prestar un servicio independiente a nuestros clientes
Consiste en que la granja vierte a la red la energía generada, que es comprada por la compañía eléctrica y descontada de la suministrada. “En el modelo normal de autoconsumo lo habitual es que lo que te sobra del mes te lo compensen en ese mes, pero ya hay más de 50 compañías que te guardan los excedentes de un mes para poder gastarlo el resto del año”, detalla.
Estas opciones, conocidas como baterías virtuales, permiten que los excedentes de los meses de más producción se guarden por ejemplo para el invierno, cuando el menor número de horas de sol hace caer también la generación de energía lograda.
Con una buena compensación de excedentes es posible cubrir los ordeños de la mañana y de la tarde con la energía producida a mediodía
“No estamos con ninguna empresa comercializadora porque pensamos que no es compatible con prestar un servicio independiente a nuestros clientes, pero con una buena compensación de excedentes es posible cubrir los ordeños de la mañana y de la tarde con la energía producida a mediodía”, asegura Manuel.
Colocación de baterías
A corto plazo, la colocación de baterías como complemento a los paneles fotovoltaicos se convertirá en imprescindible, opinan desde Ecogal. “La potencia que se está instalando en España está siendo mucha y eso está saturando la red por el día y provocando una demanda brutal por la noche. Para compensar generación y consumo las baterías son una buena opción”, explica Manuel Varela.
“Estamos instalando muchísimas baterías físicas, que también están subvencionadas”, aclara. “En una explotación con 20 kw de potencia habría que poner 60 kw de acumulación. El coste de esa batería es de unos 30.000 euros”, cuenta.
Las baterías, tanto físicas como virtuales, son un complemento indispensable para optimizar la rentabilidad de la instalación
“Las baterías físicas, acompañadas de baterías virtuales, permiten optimizar la rentabilidad de la instalación. Son una buena combinación, porque las baterías físicas acumulan por el día para descargar por la noche y si sobra energía se acumula en la batería virtual”, indica, por lo que este sistema permite a las granjas rentabilizar sus excedentes.
Peculiaridades de las granjas con robot de ordeño
Las granjas de leche cada vez están más tecnificadas: robots de ordeño, robots para arrimar la comida, robots de alimentación. Esa mecanización y automatización de los trabajos lleva a un aumento del consumo eléctrico en las explotaciones, que es posible compensar con la colocación de paneles fotovoltaicos.
La robotización de las granjas lleva a un aumento del consumo eléctrico
Dependiendo del modelo, el consumo puede situarse entre 3 y 5 kw/hora por robot, lo que equivale a 70-110 kw/hora al día. “Los más modernos son mucho más eficientes, y reducen entre un 30 y un 50% el consumo con respeto a los modelos más antiguos”, explica Manuel.
“El consumo eléctrico en el robot es más alto que en una sala, pero lo que hace el robot es un autoconsumo instantáneo más directo, y lógicamente el ahorro es mayor que mediante la acumulación, porque pierdes un 20-25% de peaje en la compensación virtual, ya que las compañías eléctricas cobran a 13 céntimos la energía consumida y compensan a 11 céntimos la generada”, detalla.
El robot hace un uso más directo de la energía producida, por lo que se evitan los peajes de la compensación virtual
Con ratios de 58-62 vacas por cabina, los robots tienen consumos prácticamente continuos durante todo el día, “porque ese robot va a estar parado solo una o dos horas frente a 22 horas de consumo”, indica.
En el caso de explotaciones con robots de ordeño, en Ecogal aconsejan hacer uso de baterías físicas y virtuales, así como contar con un sistema de alimentación alternativo para mayor seguridad, evitando de este modo que el robot pueda quedar parado por una caída en la línea.
Subvenciones hasta el 31 de diciembre
En este momento están disponibles subvenciones para la instalación de energías renovables en las explotaciones agroganaderas. Se trata de fondos europeos Next Generation que gestionan las comunidades autónomas (en el caso de Galicia a través del INEGA) y que se pueden pedir hasta el 31 de diciembre.
Hacemos instalaciones llave en mano, en las que acompañamos a nuestros clientes en todos los trámites
“Hay ayudas importantes, es una lástima que las ganaderías no las aprovechen porque las reducciones en la factura son importantes”, destacan en la empresa Ecogal, que facilitan a los ganaderos todo el proceso. “Hacemos instalaciones llave en mano. Acompañamos a nuestros clientes en todos los trámites y papeleos, tanto de las autorizaciones y permisos como de las subvenciones”, asegura Manuel.
La subvención es del 35% y puede llegar al 50% para instalaciones de menos de 10kw/h en ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes
En función del tipo de instalación y del lugar donde esté ubicada la granja los porcentajes de ayuda varían entre el 35 y el 50%. “Instalaciones de menos de 10 kw tienen más ayuda y en ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes tienen un aumento de la cuantía de la subvención de un 5% adicional sobre el coste elegible, que es de 1.188 euros por kw en instalaciones de menos de 10 kw y de 910 euros en instalaciones de 10 a 100 kw”, detalla.
Maricarmen Barreiro Irimia está al frente de la Ganadería O Campo, ubicada en la parroquia de Viladonga, en el ayuntamiento lucense de Castro de Rei. Están ordeñando a día de hoy 180 vacas, pero no descartan seguir creciendo cuando su hijo Aarón se incorpore, dentro de un par de años.
Esta explotación ha invertido en los últimos años en la ampliación y modernización del establo y en la incorporación de tecnología para hacer más fácil el trabajo diario, como una amamantadora para las terneras o un arrimador de la ración para las vacas en producción.
Pero todas esas mejoras han llevado aparejado un aumento del consumo de luz, que se convirtió en un gasto fijo importante cada mes, con facturas próximas a los 2.000 euros.
Invertimos 50.000€ y recibimos una subvención por el 50% del importe
Para tratar de rebajar esa cifra, optaron por instalar paneles fotovoltaicos en los techos de la nave principal. “Los pusimos hace dos años, para intentar ahorrar en el coste energético de la granja. En aquel momento estaba la luz carísima, aun sigue hoy, pero entonces aún estaba más”, recuerda Maricarmen.
La instalación es de 63 kw/h, pensada para cubrir casi el 100% del consumo de la explotación, unos 80.000 kw/hora/año. El coste total de la instalación fue de 50.000€ y recibieron una subvención del 50% del INEGA, por lo que la inversión final a la que tuvo que hacer frente esta ganadería fue de 25.000€.
«Me parece un complemento imprescindible de cara a los robots»
Ha sido una inversión que han hecho pensando en el presente, pero también en el futuro de la granja. “Pusimos los paneles fotovoltaicos pensando sobre todo en la posibilidad de poner robots de ordeño en un futuro”, explica.
“En este momento las horas de ordeñar nos coinciden de noche, porque ordeñamos a las 6 de la mañana y a las 6 de la tarde, por lo que no estamos usando la energía que generan los paneles solares ni para ordeñar ni para enfriar la leche, que es cuando tenemos los mayores picos de consumo. Por eso en este momento les estamos sacando menos rendimiento que en los meses de la primavera o el verano, cuando hay más horas de luz”, indica.
Estamos mirando cómo aprovechar mejor la energía que producimos, porque en esta época las horas de ordeñar, tanto por la mañana como por la tarde, nos coinciden de noche
Para aprovechar mejor la energía que producen en las horas centrales del día, están mirando distintas opciones para poder emplearla en los momentos de mayor consumo. “Llevamos poco tiempo virtiendo a la red y estamos mirando para vender los excedentes vía compensación, es decir, por medio de una batería virtual, o bien colocar baterías físicas para hacer uso de la energía generada durante el día en las horas en las que ordeñamos”, explica.
La reciente aprobación de una normativa europea que regula la Autorización de Explotación les va a facilitar la obtención de los permisos, ya que a partir de ahora en el plazo máximo de un mes, por silencio administrativo positivo, las instalaciones fotovoltaicas con una potencia superior a los 15 kw lograrán directamente la autorización, un trámite que antes muchas veces se retrasaba o incluso encallaba en algunas ocasiones.
A las nuevas líneas de ayudas pueden acogerse tanto particulares como autónomosEn concreto, todas aquellas personas interesadas ya pueden solicitar los apoyos al autoconsumo y almacenamiento eléctrico a partir de proyectos basados en energías renovables, una línea para la que el Gobierno gallego destina 11,5 millones de euros. La intensidad de estos apoyos, de concurrencia no competitiva –es decir, por orden de presentación de solicitudes–, varía en función de la instalación pero se calcula que pueda permitir ahorros en las facturas energéticas de 2,6 millones de euros al año y movilizar 28 millones.
Las subvenciones están destinadas fundamentalmente la energía térmica y fotovoltaica en viviendasPor otra parte, durante esta semana también se abre el plazo para la solicitud de ayudas de energía térmica residencial. En concreto, desde este miércoles 15 de diciembre, se activará la convocatoria para apoyar proyectos de geotermia e hidrotermia y el jueves 16 se abrirá la referida a iniciativas basadas en aerotermia. Asimismo, a partir del viernes 17 podrán solicitarse los apoyos para proyectos de biomasa y energía solar térmica. Esta línea de ayudas de renovables térmicas ve dirigida al sector residencial y cuenta con una dotación de cerca de 5,7 millones de euros y, aunque la intensidad de la ayuda también es muy variable, los apoyos pueden llegar a los 13.500 euros en el caso de instalaciones geotérmicas de circuito cerrado. El objetivo es movilizar alrededor de 10 millones de euros y alcanzar ahorros económicos de 500.000 euros al año.
Esta nueva convocatoria está financiada con fondos Next Generation de la UE destinados a la recuperación económica tras la pandemia provocada por la covid-19Las peticiones de ayuda se presentarán directamente por el solicitante, excepto en el caso de personas físicas que no realicen actividades económicas o una comunidad de propietarios, que lo harán a través de entidades colaboradoras. Mitigar la escalada de precios de la factura de la luz
Desde el mes de octubre está abierto también el plazo para proyectos de autoconsumo y almacenamiento energético en empresas y explotaciones ganaderasDe este modo, entre las ayudas para autoconsumo y fomento de las energías renovables que se abren esta semana y las líneas que se convocaron en octubre para empresas, la Xunta, a través de la Vicepresidencia segunda y Consellería de Economía, Empresa e Innovación, destina 37 millones de euros, lo que se traducirá en una movilización de inversiones público-privadas de 98 millones de euros, ahorros económicos de 10 millones al año y la reducción de 33.100 toneladas de emisiones anuales de CO2 –equivalente a plantar 1.655.000 árboles–.
CCAA | REPARTO PRESUPUESTO (€) | % reparto | |
Andalucía | 8.511.895,3 | 28,37% | |
Aragón | 2.199.763,1 | 7,33% | |
Asturias | 91.422,1 | 0,30% | |
Baleares | 325.746,1 | 1,09% | |
Canarias | 699.806,5 | 2,33% | |
Cantabria | 48.935,7 | 0,16% | |
Castilla La Mancha | 4.167.573,0 | 13,89% | |
Castilla y León | 3.198.764,1 | 10,66% | |
Cataluña | 2.055.743,3 | 6,85% | |
Extremadura | 2.157.321,7 | 7,19% | |
Galicia | 1.769.887,2 | 5,90% | |
La Rioja | 445.247,5 | 1,48% | |
Madrid | 210.630,2 | 0,70% | |
Murcia | 870.692,5 | 2,90% | |
Navarra | 569.761,3 | 1,90% | |
País Vasco | 148.970,8 | 0,50% | |
Valencia | 2.527.839,6 | 8,43% | |
TOTAL | 30.000.000 | 100 % |
El Instituto Enerxético de Galicia ha abierto la convocatoria de ayudas para la instalación de energías renovables en el campo y para proyectos de ahorro energético. El presupuesto total de las subvenciones, dirigidas a explotaciones agrarias, es de 2,5 millones de euros y hay un mes de plazo para solicitarlas.
Este es el primer año en el que las ayudas son por concurrencia competitiva, esto es, no cuenta la orden en la que se presenten, siempre que se presenten en plazo, sino que se puntuará cada solicitud y serán las más valoradas las que reciban las subvenciones.
La mayor parte de los apoyos se orientan a proyectos de energías renovables eléctricas (solar fotovoltaica o minieólica), con 1,5 millones de euros; en tanto que habrá 500.000 euros para energías renovables térmicas (biomasa, aerotermia, geotermia, biogás y solar térmica) y otros 500.000 euros para iniciativas de ahorro energético.
La cuantía de la ayuda será del 30% del coste elegible de la nueva instalación, con un máximo de 100.000 euros por proyecto y de 300.000 por empresa. La intensidad de la ayuda aumentará un 20% en el caso de pequeñas empresas (recibirán un 50% del costo) y en un 10% en medianas empresas (40% del costo). La inversión mínima para que la actuación sea subvencionable será de 5.000 euros.
Criterios de valoración
Los criterios de valoración que seguirá la Xunta para puntuar las solicitudes son los siguientes:
– Para proyectos de energías renovables, se otorgarán 30 puntos si la explotación agraria no se abastece con ninguna fuente de energía renovable de la misma tecnología para la que se solicita la ayuda. De lo contrario, tendrá 0 puntos.
– Para proyectos de ahorro energético, se valora el porcentaje de reducción del consumo en relación con la instalación preexistente. Se valorará con 1 punto por cada 1% de ahorro, hasta un máximo de 30 puntos.
– Se otorgarán 20 puntos para centros de trabajo aislados de la red eléctrica y 0 puntos a las conectadas a la red. También se otorgará la puntuación máxima de 20 puntos a las explotaciones que con posterioridad al 1 de enero de 2016 soportaron inversiones en infraestructura de tendido de línea y posteriormente la cedieron a la empresa distribuidora de la zona.
– Recibirán 20 puntos las explotaciones agrarias prioritarias del Registro de Explotaciones Agrarias de Galicia (Reaga).
– Localización geográfica del proyecto, hasta 30 puntos. Se valorarán los proyectos que se desarrollen en zonas económicamente menos favorecidas utilizando los datos mas recientes disponibles por el Instituto Gallego de Estadística de la renta disponible bruta por habitante de los municipios gallegos. En concreto, se utilizarán los datos correspondientes al año 2017, que se pueden descargar de la web del Instituto Galego de Estadística en la sección Economía/Sistema Cuentas/Renta.
Más información
– Claves para el ahorro energético en granjas (Noticia de Empresa).
Comenzaron con 120 vacas y 700.000 litros de cuota y hoy ordeñan 250 y producen tres millones de litros al añoDestinaron el dinero a construir la nave principal, la sala de ordeño, cuatro silos y a comprar vacas, que no entraban en el Plan de Mejora. Los animales que cada uno tenía en sus explotaciones los valoraron por igual, diferenciando solo por su edad, y a mayores compraron 2 camiones de vacas de la Bretaña francesa y otro de Holanda. "El 9 de diciembre de 1999 metimos aquí las vacas, todos los años lo celebramos con una comida", cuenta Carlos. En total, empezaron ordeñando 120 vacas para una cuota de 700.000 litros; hoy tienen el doble de cabezas en producción y dan 3 millones de litros al año, que venden a Pascual desde hace 6 años. La explotación fue ganando en eficiencia y a día de hoy les permite tener un salarios dignos y tiempo libre como en cualquier otra profesión, que era realmente el objetivo que los llevó a constituir a SAT. Pero "los comienzos fueron fastidiados", reconocen. "El empiece fue difícil desde el punto de vista económico más que organizativo. Metimos vacas que venían de trabado y no se adaptaron, algunas de las que compramos también fallaron y durante 6 meses no cobramos un duro", detalla Carlos. Incrementar la producción por vaca
Nuestra idea no es aumentar en cabezas, es aumentar en litros con los mismos animalesLlevan también unos meses probando distintos materiales para las camas, que en la nave de producción principal es de colchoneta de goma con carbonato pero en una ampliación que hicieron posteriormente para las vacas problemáticas, con cubículos más anchos, cambiaron por una mezcla de serrín, corcho y carbonato que no les ha convencido del todo porque les supuso un incremento en los recuentos de células somáticas. La calidad higiénico-sanitaria de la leche es precisamente otro de los aspectos en los que ponen énfasis, dado que la empresa que les recoge prima a bacterioloxía. "En eso estamos siempre por debajo de 10. Pascual por debajo de 25 ya te lo tiene en cuenta y si bajas de 11 te aplica un extra", explica Carlos.
Nosotros aprovechamos mucho las vacas de desvieje, hemos puesto el corte en 25 litrosLos cuatro lotes, sin embargo, reciben la misma composición en la ración, con la única diferencia que en las primerizas la cantidad es menor. La ración de producción está formada en este momento por 36 kilos de silo de maíz, 8 de silo de hierba, 9 de bagazo de cerveza, que traen de la fábrica de Estrella Galicia, 5 de maíz molido y 6 de harina de colza. Cuentan con carro mezclador propio en la explotación, que comparten con otra ganadería de la zona y disponen de un arrimador automático "que es de todos nosotros el que más trabaja de la granja, porque funciona 12 horas diarias e igual hace 10 kilómetros cada día", indica Carlos.
Pretenden incrementar la producción por vaca mejorando el bienestar y comodidad del ganadoOtra de las obras que tienen solicitada es el cambio de la cumbrera actual de uralita por una de metacrilato transparente para ganar de este modo claridad en la parte central de la nave, sobre el pasillo de alimentación, y fomentar de este modo una mayor ingesta de alimento por parte de los animales. También quieren aprovechar para modificar el sistema de ventilación actual, formado por 13 ventiladores interiores, que serían sustituidos por ventiladores exteriores conectados a unos conductos de ventilación mediante tubos de lona colgados del techo, que distribuirían el aire por toda la nave, con lo que lograrían una mayor eficacia en la reducción de la temperatura en el interior de la granja gracias a uno reparto más uniforme del aire, así como un importante ahorro energético. Recría propia
Para ahorrar en paja han construído la zona de comedero en cemento y la zona de descanso en cama calienteEn esta nueva nave de recría las terneras están hasta los 6 meses en cama caliente de paja, primero en la zona de la amamantadora y luego en en un lote contiguo en el que son alimentadas con pienso y hierba seca. "Fue algo que notamos también mucho, en la paja están mucho mejor y al estar más cómodas también crecen más. Lo que sí que hicimos fue a separar la zona de comedero, en la que no echamos paja y que se limpia con una arrobadera, de la de descanso, donde estramos con paja, para así gastar menos paja y ahorrar", cuenta. También en la zona que habilitaron para el posparto emplearon este mismo sistema, con una división que separa el lugar en el que se acuestan las vacas en paja de la zona de cemento donde comen.
Cada uno escogió lo que más le gustaba, de este modo estás más contento en el trabajo y tratas de mejorarPara ordeñar se turnan entre todos. Ordeñan dos veces al día, a las 7 de la mañana y a las 7 menos cuarto por la tarde, con dos personas en la sala y una más haciendo las camas y cambiando lotes. A pesar de que están barajando cambiar la cama, destacan una de las ventajas de los cubículos con colchoneta: su fácil mantenimiento. "Con una hora a la mañana y otra a la noche tenemos 230 camas hechas", destaca Carlos.
Ordeñar tres veces te complica más las libranzas y pierdes calidad de vida y esto se fundó con la filosofía de librar más, no de ganar más dineroPor eso, tienen las distintas tareas programadas por días para que los fines de semana haya menos trabajo que hacer y que sea suficiente con atender a ordeñar y a la alimentación del ganado. "Estramos e inseminamos siempre los viernes", explica por ejemplo Carlos. "Para tomar las decisiones no eres tú solo, tienes que contar con los demás, es decir, tienes que consensuar las cosas, pero a nosotros nos cambió la vida totalmente. Ahora libramos dos días a la semana, el que trabaja el fin de semana libra entre semana, y tenemos cada uno un mes de vacaciones en verano y una semana en Navidad. Nos entendemos bien en el funcionamiento de la granja porque compartimos los mismos objetivos, llevamos 20 años y nunca tuvimos que votar una decisión, la estrategia de la explotación siempre la consensuamos entre todos", resumen en SAT San Miguel haciendo balance de estas dos décadas de trabajo en común.
Buscamos estabilidad en las compras de las materias primas; nosotros a un año vista sabemos el precio de la leche que vamos a tener"Buscamos estabilidad en las compras de las materias primas; nosotros a un año vista sabemos el precio de la leche que vamos a tener. Llevamos más de 10 años comprando el maíz y la colza a futuro con CAP Coruña y hemos mejorado mucho con eso. Antes yo lo que hacía era pedir todos los meses precio a tres empresas de pienso, pero de esta manera tenemos más control sobre lo que damos a las vacas y ahorramos dinero", razona Carlos. La obsesión por la reducción de gastos es una constante en SAT San Miguel, asesorados también por Seragro, que les aporta el nutrólogo. "Siempre quisimos contar con un nutrólogo independiente, que no perteneciera por ejemplo a una empresa de piensos y todos los años hacemos también una auditoría para ver dónde podemos mejorar o dónde podemos ajustar algo los gastos", dice.
Logran que los costes de alimentación del ganado estén por debajo de los 20 céntimos por litro de lechePor eso, la próxima modificación que quieren hacer es construir dos silos de 34.000 kilos para meter en ellos el maíz y la colza, que ahora tienen en un almacén abierto. "Los gatos y las palomas nos dan problemas, por eso queremos pasar las materias primas que empleamos en la ración a silos cerrados, para tener menos desperdicio y también para liberar espacio en el almacén, porque una buena estrategia para ahorrar dinero es comprar la paja en grandes cantidades cuando hay abundancia, cuando es un año bueno en producción, porque las oscilaciones de precio son importantes de un año para otro en función de la cosecha, y para estrar es igual que la paja sea del año o de dos años. Pero para hacer eso es importante tener donde almacenarla", justifica Carlos. 140 hectáreas de superficie agraria
Hay gente que es ella sola y tiene más tractores que nosotrosDe esas 140 hectáreas, 50 las mantienen la pradera permanente y en las otras 85 siembran maíz, en 50 de ellas en rotación con un cultivo de invierno a base de veza con cebada. Llevan más de 10 años echando esta mezcla con buenos resultados. "Nos funciona bien, logramos unas cosechas de unos 22.000 kilos por hectárea con una proteína del 19% y una muy buena digestibilidad y nos sirve para preparar las tierras para el maíz. Este año por ejemplo cuando ya teníamos las tierras preparadas en otoño llovió mucho y no pudimos echar la veza con cebada y cuando fue de sembrar el maíz la tierra estaba mucho más dura y llena de malas hierbas", explica Antonio.
El 70% del agua caliente que gastamos nos sale gratisDisponen también de iluminación led y de un sistema de preenfriado de la leche que va al tanque, que reduce la temperatura con la que sale del ordeño, lo que tiene efectos beneficiosos ya no solo desde el punto de vista del ahorro económico, sino también en la calidad de la leche, ya que la velocidad de enfriado de la leche en el tanque condiciona el desarrollo de microorganismos. "Instalamos condensadores, variadores de frecuencia y placas para rebajar la temperatura de la leche y aprovechar la energía que se genera en el proceso de enfriado. Gracias a eso hoy ahorramos el 70% del gasóleo de la caldera que usamos para el agua caliente y con el doble de cabezas estamos gastando en luz lo mismo que antes", resume Carlos.
El Instituto Energético de Galicia ha publicado las bases reguladoras para la concesión de ayudas orientadas a la renovación de electrodomésticos y a la implantación de domótica energética en los hogares. Las ayudas deberán tramitarse a través de las entidades colaboradoras. El plazo de solicitud comenzará el 1 de julio y acabará el 30 de septiembre o cuando se agoten los fondos, por lo que es conveniente hacer la solicitud en los primeros días de plazo.
La dotación prevista para financiar la convocatoria es de 1,7 millones de euros, de los que 1,3 millones corresponden al plan renove de electrodomésticos y 400.000 euros a domótica energética. El 40% de los fondos estarán reservados para beneficiarios que tengan la condición de consumidores vulnerables.
La cantidad subvencionable será como máximo de un 25% del precio del electrodoméstico para el consumidor general, de un 50% para el consumidor vulnerable y de un 75% para el consumidor vulnerable severo. Para el consumidor general se establece un máximo de 150 euros por frigorífico – congelador, y de 100 euros por congelador o lavavajillas.
En domótica energética, se establece un máximo de 500 euros para un proyecto de monitorización térmica (sensores de temperatura, humedad, CO2 y/o radón). La misma cantidad se se opta por un proyecto de monitorización eléctrica (medidores de consumo, racionalizadores de potencia, fotocélulas y programación de encendidos, etc.).
"En un viaje a Holanda había visto el robot en una explotación de allí. Estábamos haciendo un establo nuevo y ya no monté sala, pero tuvimos que esperar dos años a que se empezasen a vender en España", recuerda Manuel"La clave está en seguir modernizándose y en mejorar el manejo", asegura Manuel, que recuerda los dos años que echó esperando a que vendiesen en España los robots de ordeño que había visto en un viaje a Holanda. "Habíamos comenzado a hacer un establo nuevo e inicialmente estaba pensado para poner una sala de ordeño, pero entre medias fui a un viaje a Holanda y vi el robot en una explotación allí y cuando volví ya no monté la sala. Pero tuvimos que esperar casi dos años por el robot, así que teníamos aquí las vacas en la nave nueva y las llevábamos a ordeñarse todos los días a la sala de la cuadra vieja, que está a 300 metros", recuerda. Al final aquel primer robot de ordeño se instaló a finales del 2004 en esta explotación y fue uno de los primeros de Galicia en funcionar. "Se había puesto otro en otra ganadería en Arzúa", recuerda Manuel. Lebón SC es una ganadería familiar que lleva más de 50 años produciendo leche. "Empezó con las vacas de leche mi padre en los años 60, iba yo aún a la escuela, comenzó con una pinta y cinco rubias", cuenta Manuel. Cuando él asumió el testigo, en el año 85, hizo el primero establo con estabulación libre y sala de ordeño en forma de espina de pescado, que luego cambió por una Auto Tandem de 6 puntos. En el año 98 Manuel y su mujer, Consuelo, comenzaron a hacer una nueva nave que, con reformas y mejoras, sigue siendo la base de la explotación actual. En su momento ya fue pensada para 140 vacas y para funcionar con robots de ordeño, algo totalmente novedoso en Galicia. Mezcla húmeda de Aira para las vacas en producción
El coste de la ración es de 8 euros diarios en las vacas en producción teniendo en cuenta el cátering más el punteo de concentrado en el robotDisponen en total de unas 65 hectáreas de superficie agraria (23 propias y 41 alquiladas y 2 pertenecientes al monte comunal), de las que 18 "solo valen para hacer pastoreo", aclara Marcos. Es en estas parcelas en las que tienen la recría una vez que las novillas están preñadas. En el resto de las fincas venden dos cortes de hierba para ensilado, en las que sacaron este año unos 20.000 kilos de forraje sumando las dos cortas, y hacen una para hierba seca, con la que logran alrededor de 3.000 kilos de hierba seca en rollos. "Con nuestra producción de hierba no nos llegaría para cubrir la alimentación y tendríamos que comprar todo el resto, así que para eso ya lo compramos hecho", justifica la decisión de apostar por el sistema de cátering para producción. Pero aclara: "con el catering es fundamental lograr altas producciones porque minimizas el coste de la ración". En su caso, la ración por vaca de leche les sale a 8 euros diarios, teniendo en cuenta los costes del carro de Aira y el concentrado del punteo del robot. 1,8 millones de litros producidos en 2019
"La producción no está reñida con la longevidad. Cada vez logramos que las vacas nos duren más porque se mejoró el confort"A pesar de lograr grandes producciones diarias, esta ganadería demuestra que la productividad no está reñida con la longevidad si el manejo y los cuidados son los idóneos. "Cada vez logramos que las vacas nos duren más porque se mejoró el confort. Tenemos inseminada una vaca, Lebón Calypso Elba, con 8 partos y 110.000 litros producidos y con 15.000 litros previstos para la octava lactación", pone como ejemplo Marcos. "Parió todos los años. Las vacas buenas son esas, las que no dan problemas y dan leche", añade su padre. Robots de última generación
"En una explotación familiar no nos podemos plantear hacer tres ordeños diarios en una sala"El cambio de los robots antiguos por los nuevos, que están instalados en el mismo sitio, lo hicieron en solo 10 días. "Pusimos los viejos a funcionar al lado mientras instalábamos los nuevos para poder seguir ordeñando", cuenta Marcos, que afirma que "el robot no es la panacea, es un sistema más que tiene ventajas e inconvenientes a respeto de la sala, porque por un lado tienes más flexibilidad horaria pero por otro también te puede llamar la cualquier hora. Pero nosotros en una explotación familiar no nos podemos plantear hacer tres ordeños en una sala", concluye. Y añade su padre: "el robot no te da solo mecanización y ahorro de mano de obra, te aporta también muchos datos de cada vaca y te da fiabilidad en el ordeño, porque no hay empleado que ordeñe como lo hace el robot y siempre de la misma manera", afirma.
"Queremos mejorar el aislamiento de la nave de producción porque cuando hace calor en el establo bajamos desde los 46 litros de promedio en invierno a 41 en los meses de verano"Su padre Manuel había sido previsor. Tanto la capacidad de la fosa de purín como la estructura de la nave de producción ya habían sido pensadas en su día, hace ya 20 años, para las vacas en ordeño que tienen hoy y los robots nuevos están en el mismo sitio que estaban los viejos, pero quieren mejorar el aislamiento del techo. "El techo es de uralita y en verano se nota el calor. Esa es una de las reformas que tenemos pensado hacer, pero no sabemos aún muy bien que solución adoptaremos para mitigar el estrés por calor. En los meses de verano bajamos desde los 46 litros de promedio en invierno a los 41 litros. Lo que está claro es que cuando hay calor en el establo baja el promedio de ordeños, eso es matemático", explica Manuel. Mejora en el confort de las vacas secas
"Una explotación familiar sin asalariados es muy compleja de gestionar, porque tienes que atender a muchos aspectos. En las granjas más grandes o de varios socios esa labor es mucho más fácil""Creo que para crecer y poder gestionar bien una granja el futuro pasa por asociarse, porque sino es muy complicado de llevar para una persona sola, y no digamos ya la tranquilidad que da ser varios cuando no estás o coges unas vacaciones. Yo considero que una explotación familiar sin asalariados es muy compleja de gestionar, porque tienes que atender a muchos aspectos, por lo que creo que en las granjas más grandes o de varios socios esa labor es mucho más fácil", argumenta.
“Hay distintas posibilidades en materia de mejora de la eficiencia energética de las explotaciones y generación de energías renovables que pueden aplicarse al sector ganadero para reducir los costes energéticos de las granjas y contribuir de este modo a la mejora de su competitividad y viabilidad”, asegura Laura Aldariz, de Tecgal, una firma lucense que lleva 13 años especializada en energías renovables.
El incremento de la mecanización y automatización de las granjas lleva aparejado un incremento en el consumo eléctrico. Por ejemplo, un robot de ordeño consume el triple que una sala, aunque dentro de estas también hay importantes diferencias, ya que una sala rotativa consume cinco veces lo que consume una sala en forma de espina, por ejemplo. Sin embargo, el robot no necesita de un término de potencia tan elevado como el que precisa la sala.
La demanda energética en una explotación ganadera
El consumo eléctrico medio de una explotación lechera se sitúa alrededor de los 35.000 kwh al año. Un tercio de ese consumo estaría motivado por el sistema de ordeño, ya que solo el funcionamiento de las bombas de vacío equivale al 33% de la factura eléctrica. El tanque de frío supone otro 22% y su pico de consumo se produce justo en el momento del ordeño y en las dos horas posteriores, que es cuando tiene lugar el enfriamiento de la leche, por lo que el mayor consumo eléctrico en una granja de leche se produce durante el momento del ordeño.
El momento de máximo consumo eléctrico se produce durante el ordeño
Otros gastos destacables son los que produce el sistema de limpieza mediante el paso de las arrobaderas, que suponen un 19% del consumo eléctrico total de la explotación. La iluminación representa el 4% del gasto total, el mismo porcentaje que el termo eléctrico para calentar el agua para el lavado. El funcionamiento de los sistemas de ventilación equivalen, por su parte, a un 5% del consumo total.
Esta distribución energética no tiene en cuenta el consumo de gasóleo necesario para los trabajos agrícolas y el ensilado y para la alimentación diaria del ganado a través del carro mezclador. El gasto en gasoleo de una explotación puede llegar a representar la mitad del gasto energético total de una granja lechera pero varía en función de la distancia de las fincas y del laboreo que se haga en ellas.
El uso de energías renovables permite reducir la huella de carbono de la explotación
Sea cómo fuere, la realidad es que la demanda de energía de las explotaciones está aumentando. “El sector agrícola y ganadero está incrementando los consumos energéticos y con ellos los efectos negativos sobre la competitividad, vía incremento de costes, y sobre el medio ambiente, vía emisiones”, indicó Laura.
Los beneficios medioambientales que aporta el uso de energías renovables en las granjas no son un tema menor. Cada vez son mayores los condicionantes en este campo y en un futuro nada lejano los parámetros medioambientales van a ser tenidos en cuenta a la hora establecer, por ejemplo, el reparto de ayudas, como sucederá ya en la próxima PAC.
Variadores de frecuencia
El sistema de ordeño es uno de los grandes consumidores de electricidad en una explotación, al funcionar durante varias horas todos los días dos o tres veces al día. Para reducir el gasto en el funcionamiento de las bombas de vacío necesarias para que funcionen las pezoneras pueden colocarse variadores de frecuencia, que lo que hacen es controlar la velocidad de giro de los motores de corriente alterna mediante el control de la frecuencia de alimentación suministrada al motor.
Los variadores de frecuencia reducen el consumo eléctrico de los motores y alargan su vida útil. Además, mejoran la salud de la ubre de las vacas y reducen el estrés de los animales durante el ordeño
Es un mecanismo de instalación fácil y que no precisa mantenimiento que evita que la bomba de vacío funcione por encima de las necesidades de ordeño, evitando su sobrecarga y por lo tanto también su vida útil. Pero el uso de variadores de frecuencia tiene otras ventajas, ya que al efectuar un control preciso del vacío evita las fluctuaciones de presión en las pezoneras, lo que mejora la salud de la ubre de los animales, reduciendo las mamitis y mejorando por lo tanto la calidad de la leche. Además, reduce el nivel de ruido del ordeño, por lo que las vacas están más tranquilas y menos estresadas a la hora de dar la leche.
Preenfriamiento de la leche
Después del ordeño la leche está a 35ºC y debe ser enfriada rápidamente para garantizar sus propiedades organolépticas, de calidad y seguridad. Pero el gasto del tanque de frío es otro de los consumos eléctricos más destacables en una explotación de leche.
Y enviar la leche del ordeño directamente al tanque es contraproducente, por un lado porque para bajar la leche de esos 35ºC con los que sale del ordeño a los 6ºC del tanque se consume mucha energía, y por otro porque se provoca un incremento importante de la temperatura de la leche que ya está en el tanque, lo que favorece el desarrollo de bacterias y micoorganismos.
Los intercambiadores logran ahorros del 25% en el consumo del tanque de frío y mejoran la calidad bactereológica de la leche
Por eso, una de las estrategias que se pueden implementar en una explotación para bajar el gasto eléctrico es incorporar un sistema de preenfriamiento de la leche que, situado a la entrada del tanque, baja a temperatura de la leche de 35 a 15ºC al tiempo que obtenemos agua caliente que puede ser usada posteriormente en el lavado. El sistema funciona mediante un intercambiador de calor con placas de choque térmico en el que el líquido más caliente (leche) cede parte de su temperatura al líquido más frío (agua), lográndose ahorros de alrededor del 25% en el consumo del tanque de frío y mejorando al mismo tiempo la calidad bactereológica de la leche.
Recuperador de calor
Otro método para recuperar el calor extraído de la leche durante el proceso de enfriamiento para precalentar el agua para la limpieza son los recuperadores de calor, que aprovechan el calor del tanque. Es un sistema distinto al del preenfriamiento de la leche mediante intercambiadores de calor, aunque el objetivo es el mismo. Sin embargo hay sistemas de ahorro que son incompatibles con otros, como es el caso del intercambiador de placas, que es incompatible con el recuperador de calor, por lo que hay que optar por un método o por el otro.
Calentar un metro cúbico de agua para el lavado cuesta entre 4 y 10 euros, dependiendo del combustible empleado y el recuperador permite bajar ese gasto un 70%
Mediante el recuperador de calor se puede reducir el gasto energético para la producción de agua caliente hasta en un 70%, ya que por cada litro de leche enfriado se puede conseguir 0,7 litros de agua a 50ºC. Permite un ahorro muy importante si tenemos en cuenta que calentar un metro cúbico de agua a temperatura de lavado tiene un coste de entre 4 y 10 euros, dependiendo del combustible empleado.
Placas solares térmicas
“Calentar agua para lavar con un termo eléctrico es muy caro”, asegura Laura. “La limpieza de los sistemas de ordeño y del tanque de frío debe hacerse con agua a una temperatura entre 60 y 70ºC y esto supone un gran consumo de energía”, añade.
Para reducir este gasto, además de los sistemas de precalentamiento del agua con el calor generado en el proceso de enfriamiento de la leche (intercambiadores y recuperadores de calor), la instalación de captadores solares térmicos permite bajar este consumo eléctrico un 20%.
En las explotaciones que precisan climatización, como es el caso de las granjas de pollos, pavos y cerdos, las placas solares térmicas servirían también para climatización pero con un sistema de apoyo a mayores, porque normalmente los captadores solares no dan para cubrir el 100% del consumo.
Placas solares fotovoltaicas
Pero más que energía térmica, una explotación de vacuno de leche lo que más demanda es energía eléctrica. El aprovechamiento eléctrico de la radiación solar por medio del efecto fotovoltaico de paneles o módulos hechos con silicio es cada vez más una realidad en las explotaciones gallegas.
“Con robots es muy interesante contar con placas solares fotovoltaicas porque con poco campo fotovoltaico y poca potencia instalada se logran producciones muy interesantes y ahorros importantes”, aseguró Laura. Puso el ejemplo de dos explotaciones, Ganadería Casanova de Baleira y Ganadería Varela de Castro de Rei.
“Es recomendable hacer una instalación mixta de energía solar, mediante placas fotovoltaicas, y eólica, por medio de un mini-aerogenerador, porque son sistemas que se complementan muy bien”
A pesar de que las placas solares logran compensar el incremento de consumo eléctrico que provocan los robots, su funcionamiento es 24 horas mientras que los paneles fotovoltaicos no producen cuando no hay sol, por ejemplo de noche. Pero es posible utilizar baterías o vender los excedentes diurnos a la red eléctrica, tras el decreto de autoconsumo aprobado este año, lo que permite compensar la factura de la luz.
“Lo ideal sería hacer una instalación mixta de energía solar y eólica, porque se complementan muy bien y cuando tenemos poco sol es frecuente que, por el contrario, lo que tengamos sea viento. El viento contiene un enorme potencial energético que se puede aprovechar mediante la instalación de mini-aerogeneradores”, indicó Laura.
Importancia del aislamiento y de contar con sistemas de iluminación eficientes
Los aislamientos y la ventilación son importantes para mejorar la eficiencia energética de las explotaciones. También la orientación de las naves, su diseño y la ubicación de los distintos elementos, algo que muchas veces no se tiene en cuenta a la hora de construir un establo.
El local de la lechería debe estar bien aislado, orientado al norte y ventilado y el tanque de frío debe estar bien dimensionado y con los condensadores colocados en el exterior
Por ejemplo, la ubicación de la lechería y la colocación del condensador, un elemento fundamental para el correcto funcionamiento del tanque de frío, son aspectos clave a tener en cuenta para bajar la factura eléctrica. Habitualmente el condensador está refrigerado por el aire del ambiente, así que a menor temperatura exterior menor consumo eléctrico. Por eso la ubicación idónea para el condensador será en el exterior de la lechería, en un lugar sombreado, con orientación norte y con buen flujo de aire. También es importante que esté limpio, sin polvo, hojas u otro tipo de suciedad para facilitar el intercambio térmico.
La instalación de leds permite un ahorro del 50% en iluminación. El color y las horas de luz influyen en la producción
Junto a la ventilación, la iluminación de los establos es un factor que incide en la producción de leche. Las vacas precisan 16 horas diarias de luz y 8 de penumbra, por lo que el aprovechamiento de la luz natural es un método de ahorro importante. Los techos traslúcidos con materiales que dejan pasar la claridad pero no los rayos ultravioletas del sol son una buena solución. También la substitución de los habituales tubos fluorescentes por luces led, lo que supone un ahorro en iluminación superior al 50%, según explicó la responsable de Tecgal, que indicó además que “el color de la luz influye también en la producción y en el bienestar de los animales”. Lo óptimo para la producción de leche y el confort de las vacas sería una temperatura de color de 6.050 k.
Para evitar la penalización en la factura por energía reactiva pueden instalarse baterías de condensadores que la anulan
El uso de luces led, de menor consumo, permite también rebajar la potencia contratada necesaria en la explotación, un concepto con repercusión directa sobre la factura. Es importante revisar la tarifa contratada para que se ajuste a las necesidades reales de la granja, ya que tener más potencia de la necesaria solo sirve para pagar más en la factura. En los recibos de la luz de las explotaciones aparece también frecuentemente otro concepto, el de “penalización por energía reactiva”. Se trata de la energía que se genera y que viaja por la red junto a la energía activa (kw), que es la consumida por los aparatos eléctricos, es decir, la realmente útil. Para evitar la penalización por energía reactiva ( kVAR) pueden implementarse sistemas de baterías de condensadores, que lo que hacen es redistribuirla para su compensación. “Es como si la anularan”, explicó Laura.
Climatización mediante biomasa o geotermia
Los sistemas de calefacción y refrigeración se usan en mayor medida en sectores como el avícola o el porcino pero el cambio climático también está haciendo que el vacuno de leche note los efectos del estrés por calor en las vacas y cada vez sean más habituales en las explotaciones sistemas que permiten obtener temperaturas óptimas de producción, por ejemplo, durante el verano. La ventilación de las naves y contar con cumbreras que permitan salir el exceso de calor son factores que inciden en una mayor producción y en una reducción del gasto energético de los ventiladores, por ejemplo.
Si la energía solar térmica y la solar fotovoltaica son las energías más habituales en las explotaciones de leche, los sectores avícola y porcino son grandes consumidores de energía para climatización y muchas de las granjas apostaron en los últimos años por la instalación de calderas de biomasa, que suponen ahorros considerables.
Los sectores avícola y porcino son grandes consumidores de energía para climatización. Los pélets suponen un ahorro del 50% con respeto al gasóleo y del 60% en relación al gas propano
El gas propano era el sistema más empleado hasta ahora en las granjas de porcino y en este caso los pélets consiguen reducir la factura en más de un 60%. “Se precisan dos kilos y medio de pélets para generar la misma energía que un kilo de propano, pero el coste de un kilo de propano es de 1,5 euros y el del kilo de pélets es de unos 23 céntimos”, explicó Laura. En el caso del gasóleo, dos kilos de pélets equivalen a un litro de gasóleo y el ahorro sería del 50%.
La biomasa es frecuente también ya en las granjas de aves, donde son frecuentes las calderas de astillas de madera. El ahorro en este caso es incluso superior al logrado con los pélets, de un 70% en este caso. El problema es que la astilla de madera no está muy industrializada y su poder calorífico es más variable.
Otro sistema que es interesante para explotaciones con necesidades de climatización importantes es la geotermia, que aprovecha el calor del subsuelo. En Galicia no hay geotermia de alta temperatura pero la de baja entalpía la hay disponible en toda la comunidad mediante bomba de calor. “Es un sistema muy eficiente, que con 1kw de electricidad genera 4kw térmicos, y que es últil por lo tanto para explotaciones con una gran demanda de calor, como granjas de cerdos o de pollos, aunque no es rentable para explotaciones lecheras, que solo precisan de agua caliente para limpiar”, indica. La geotermia tiene un mantenimiento muy reducido, no precisa de depósitos de combustible ni genera emisiones de CO2.
El biogás, la energía del futuro en las ganaderías
Otra energía que está de camino es el biogás, como manera de aprovechar las emisiones de metano que producen las explotaciones ganaderas. “El biogás está al caer, aunque hoy nos parezca una energía muy lejana aquí en Galicia, en cuestión de pocos años tendremos el biogás implantado en nuestras explotaciones”, aseguró Laura.
Según datos del Proyecto EUREL, el 47% de la huella de carbono de las explotaciones lecheras gallegas está producida por la fermentación entérica de los animales. Una manera de aprovechar el metano que producen las vacas y que expulsan en buena medida a través de los excrementos, sería recoger el biogás producido en los pozos de purín.
Un metro cúbico de purín puede llegar a producir 50 kWh de electricidad
Un metro cúbico de biogás equivale a 0,65 metros cúbicos de gas natural y puede llegar a producir 2,1kWh de electricidad, por lo que un metro cúbico de purín puede dar 50kWh de electricidad. Es decir, el biogás, bien tratado, es una fuente de energía aprovechable en las explotaciones ganaderas.
Una vaca adulta produce entre 250 y 300 litros de CH4 por día, por lo que en una explotación con 200 animales la producción diaria puede llegar a 50 Nm3, con los que se podría alcanzar un potencial energético próximo a los 500kWh.
Se espera que las condiciones para la convocatoria de 2020 mantenga los mismos criterios que la de este año, a pesar de que la aprobación del Real Decreto 244/2019, que regula el autoconsumo de energías renovables, modificó diversos aspectos de la normativa existente hasta ahora.
Uno de los más destacables es que ahora puede venderse el excedente de producción de energía mediante la inyección a la red de transporte y distribución, aunque el INEGA no tuvo en cuenta este cambio en las granjas subvencionadas con anterioridad al decreto y las obliga a la instalación de un sistema antivertido o de inyección cero, que impide verter a las explotaciones sus excedentes a la red.
Simplificación de los trámites
Otra de las modificaciones importantes tras el RD 244/2019 es la simplificación en la tramitación para poder instalar paneles solares fotovoltaicos. Las instalaciones sin excedentes o con excedentes de hasta 15Kw no necesitan permiso de acceso y conexión.
Además, elimina el límite fijado hasta ahora que impedía montar más potencia de la contratada, al tiempo que la potencia instalada será la potencia máxima del inversor empleado para convertir la energía continua de los paneles en corriente alterna, y no la de las placas, como sucedía hasta ahora.
La burocracia disuadía hasta ahora a un tercio de las explotaciones de instalar energías renovables, según una encuesta realizada a 5.000 ganaderos
Según los datos aportados por AGACA, que lleva 15 años trabajando en el ámbito de las energías renovables, a través de auditorías energéticas en explotaciones de leche, y sobre sostenibilidad, analizando la huella de carbono de las explotaciones lecheras, el papeleo y la burocracia eran uno de los principales principales obstáculos que disuadía a muchos ganaderos a la hora de instalar algún sistema de energía renovable en sus explotaciones.
Es una de las conclusiones del estudio ResFarm, en el que se hicieron encuestas a casi 5.000 ganaderos de toda España. Un tercio de los encuestados aseguraron que ese era el motivo por el que no incorporaban energías renovables. “Las trabas legales, por ejemplo las licencias de los Ayuntamientos, supone uno de los aspectos que echa para atrás a las explotaciones a la hora de poner energías renovables”, según indicó también en las jornadas sobre energías renovables celebradas en Lugo Mario Fernández, técnico de Agaca.
La mayoría de los ganaderos que instalaron energías renovables aseguran que lo hicieron para reducir su factura eléctrica (93%), mientras que solo el 16% dice haberlo hecho por sostenibilidad ambiental. La posibilidad de obtener subvenciones hizo decidirse tan sólo al 17% y más de la mitad dio el paso después de vérselo instalado a otro ganadero.
Ganar autonomía y protegerse ante las subidas del mercado
Una de las grandes ventajas de instalar sistemas de generación de energía en las granjas es que se logra disminuir su dependencia energética del exterior protegiéndose de este modo de las fluctuaciones del mercado y de hipotéticas subidas futuras, ganando en autonomía.
“El sistema energético español es dependiente en casi un 80% de factores externos que no podemos controlar”, explica Laura. El mix de generación de energía sigue estando basado en buena medida en este momento en España en el consumo de combustibles fósiles derivados del petróleo, esto hace que las explotaciones estén sometidas a los vaivenes del mercado eléctrico y también del mercado internacional de crudo.
“El objetivo es tratar de ser más autónomos e independientes del exterior para no estar sometidos a las fluctuaciones del precio del petróleo y al mismo tiempo reducir la huella de carbono y la emisión de gases de efecto infernadero de nuestra explotación”, indica.
Quesería Prestes, empresa familiar vilalbesa referente en la elaboración de quesos como el San Simón da Costa o el queso azul Lara&Sara, está realizando una importante apuesta por las energías renovables para reducir su huella de carbono y el impacto medioambiental.
Así, en agosto del pasado año instalaron en el techo de su quesería ubicada en el polígono vilalbés de Siete Pontes, unas placas de energía fotovoltaica con una potencia de 17 kilovatios. “Nos presentamos a la convocatoria de ayudas del Instituto Energético de Galicia (INEGA) y nos concedieron una subvención para el 40% de la inversión. Con esta primera instalación logramos cubrir el 15% de nuestro consumo eléctrico, que asciende a un total de unos 38.000 euros al año, por lo que para una pequeña empresa familiar como nosotros supuso un importante ahorro”, explica Maikel Fernández Cuba, cofundador de Quesería Prestes.
Y para este verano realizarán una ampliación: 40 kilovatios más de energía fotovoltaica, que si te todo va según lo previsto entrarán en funcionamiento en septiembre.
“Quedamos satisfechos de la primera inversión y con esta ampliación esperamos llegar a los 60 kilovatios de potencia instalada, con lo que podríamos cubrir con energía solar un máximo del 75% de nuestro consumo eléctrico”, avanza Maikel.
La disponibilidad de espacio -el techo de su quesería ocupa una superficie construida de 3.000 metros cuadrados, de los que ocuparán este año con placas fotovoltaicas unos 1500 metros cuadrados- unido al breve plazo de amortizaciones de la inversión -estiman que unos 4,5 años- y la previsión de que podrán incluso vender los excedentes de energía a la red y realizar balance neto -diferencia entre lo que consumen y lo que vierten- con la empresa eléctrica animó a Quesería Prestes a apostar por esta energía limpia.
“Nuestra intención es seguir reduciendo nuestro impacto ambiental, por lo que tenemos la intención de en el futuro llegar a un 100% de uso de electricidad procedente de energías renovables”, concluye Maikel.