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Finca Vilamide es una antigua granja de Vilouchada (Trazo, A Coruña) que cuenta con una superficie de 90 hectáreas agrupadas, sólo divididas en cruz por dos carreteras locales. La explotación es propiedad desde 1984 de Constantino Diéguez, natural de Rodeiro (Pontevedra), que optó por instalarse en Trazo a su vuelta de Venezuela, donde había estado emigrado. Diéguez gestionó durante 20 años la Finca, primero con ovejas y después con vacas de carne, hasta que se jubiló en el año 2003. Ahora quiere reactivar la explotación agraria, para lo cual busca socios o arrendatarios.
La explotación lleva años inactiva, pues desde que cerró en el 2003, sólo acogió una breve estancia de 3 años de un ganadero de vacuno de carne al que Constantino le dejó las instalaciones. «Llegó con 4 vacas y se fue con más de 80», recuerda el propietario de la granja. que incide en que pese a la inactividad, toda la Finca permanece en perfecto estado. Constantino contrata la siega y desbroce de todos los pastos tanto en primavera como en otoño, «lo que le aporta materia orgánica y semillas al suelo», explica.
Constantino Diéguez, en una de las parcelas de su Finca.
Las alambradas perimetrales también están preparadas, con lo cual sólo quedaría acondicionar el establo y la sala de ordeño. «Los pastos están listos para que entren ya los animales» -subraya Constantino-. «Son pastos permanentes, que no se roturan desde el año 1988. Es un manejo poco habitual en esta zona, pero el resultado se puede ver. Los pastos permanentes son lo mejor para la tierra» -defiende-. «Tengo praderas con especies como dactilo, raigrás inglés, falsa avena y trébol, aunque el trébol fue desapareciendo por la falta de pastoreo, pero es recuperable», valora.
La apuesta por los pastos permanentes es un sistema que no está exento de complicaciones, como el de la alta población de topillos que tienen los prados en estos momentos, aunque el control de la plaga ya está en marcha. Estos días no es extraño ver de forma simultánea hasta una docena de ratoneros y cernícalos sobre la hierba y en los postes que rodean los pastos.
Pastos permanentes de la explotación, recién desbrozados.
Manejo en ecológico
Cuando Constantino gestionaba la Finca, se hacía ya de aquella un manejo en ecológico, sin uso de fitosanitarios ni abonos químicos, si bien la explotación nunca llegó a estar certificada con el sello de agricultura ecológica. De cara a la nueva etapa, el propietario tiene claro que quiere mantener ese manejo. «Mi idea es poner en marcha la Finca con una explotación de vacuno de leche en ecológico, con animales en pastoreo», destaca.
A lo largo de los últimos años, el propietario de la Finca tuvo propuestas de todo tipo, desde urbanísticas a iniciativas con caballos, bueyes, vacas de carne o arándanos, entre otras, pero él considera que hoy en día la explotación más adecuada para la Finca es una ganadería de vacuno de leche, para lo que busca un socio o arrendatario. «Para vacuno de carne tengo claro que no la alquilo porque conozco los números y sé que no da», explica.
Panorámica de la Finca, con la nave principal a la derecha.
Recorrido de la granja
La Finca ya había tenido vacas de leche en sus inicios, hasta el punto de que en los años 70 acogió la segunda sala de ordeño rotativa de España. Cuando Constantino se hizo cargo de la explotación, probó una experiencia inicial con ovejas, «que no vi rentable», y después de tres años se decidió por montar una ganadería de vacuno de carne que llegó a tener 300 cabezas.
Eran animales cruzados, habituados al monte, y el ganadero optó ya de aquella por tenerlos de manera permanente en los pastos, tanto a las vacas como a los becerros, que sólo pasaban al establo a partir de los 7 meses para el cebo. «Ahora ya hay más ganaderos que trabajan así, pero entonces la gente veía que mantenía a los becerros fuera y decían que estaba loco. A los animales el frío no les hace nada” -sostiene-. “Es peor el calor, porque puede provocar insolaciones, o los temporales, si los animales no tienen abrigo», concluye.
Interior del establo.
Constantino comenzó a trabajar como ganadero sin una experiencia previa de carácter profesional. Conocía lo que había aprendido de joven en Rodeiro, en la explotación familiar de subsistencia, antes de marchar a Venezuela emigrado, donde permaneció dos décadas trabajando en el sector editorial. De aquella experiencia en Venezuela, le quedó el gusto por la lectura de libros técnicos sobre el campo, unos conocimientos que completó en la práctica con el día a día de la Finca. O como él dice, «aprendí a base de perder dinero», recuerda.
Así, por ejemplo, los primeros años de la granja de vacuno, Constantino mantenía parte de los becerros en cebo en una zona de emparrillado que tenía en el establo, pero enseguida se dio cuenta de que los becerros que estaban en cama de paja ganaban más peso que los otros, por lo que optó por eliminar todo el emparrillado de la nave y dejar sin uso la fosa de purín.
Vista parcial de la Finca, con una edificación auxiliar al fondo.
De cara a la nueva etapa que proyecta en la granja, el propietario quiere mantener parte de los manejos que venía haciendo en la Finca. «La persona que venga tendrá que adaptarse a unas normas» -reconoce-. «Por ejemplo, tengo claro que aquí necesitamos animales de poco peso y con un manejo en pastoreo, acotando las parcelas con pastor eléctrico y manteniendo los pastos permanentes», detalla. «Pienso que es una buena oportunidad para emprender en un proyecto con perspectivas de estabilidad para el futuro. Se necesita sólo trabajar bien y tener también una cierta capacidad de relacionarse bien con las personas», concluye.
Las personas interesadas en contactar con Constantino pueden hacerlo en el whatsapp 646 28 28 66.
Hola buenos dias, estoy interesado en su anuncio, soy un chico de 35 años que quiere iniciarse en la ganaderia lechera, conozco bien lazona pues estube viviendo en betanzos durante 2 años y trabajando en el matadero de betanzos, tengo el dinero para empezar y dispongo de ayudas para jovenes ganaderos pongase en contacto conmigo llamando a este numero 667 400 473 un saludo.