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Ante la falta de acuerdo entre los estados miembros, la Comisión Europea de Salud y Seguridad Alimentaria ha decidido prorrogar durante 18 meses más, hasta finales de 2017, el uso del glifosato, un herbicida barato y efectivo ampliamente utilizado en la agricultura (cultivo de maíz forrajero, cereales, viticultura…etc).
Durante los próximos 18 meses la Comisión Europea espera contar con un informe definitivo por parte de la Agencia Europea de Sustancias Químicas, que compruebe científicamente si el glifosato es o no un herbicida potencialmente cancerígeno, tal y como advirten las organizaciones ecologistas.
En función de las conclusiones de este informe, la Comisión Europea podría adoptar a finales del próximo año una decisión que iría desde una autorización a una prohibición completas, pasando por graos intermedios como permisos para unos cultivos y para otros no, o modos de usos y formulaciones concretas, prohibir su uso en ámbitos urbanos y de infraestructuras (eliminar malezas de carreteras y vías férreas), los más visibles y contestados por las organizaciones ecologistas, para limitar su uso a la actividad agraria pero con limitaciones.
Postura de la Comisión Europea: aumentar los plazos de seguridad y eliminar la PAO-taloamina
La Comisión Europea de Salud y Seguridad Alimentaria ha propuesto que, mientras tanto y sea cual sea el resultado del informe de la Agencia Europea de Sustancias Químicas, se deberían adoptar las siguientes medidas:
-Prohibición del coformulante (principio no activo en pesticidas) PAO-taloamina.
-Minimizar el uso del glifosato en parques públicos, terrenos de recreo de niños y jardines, -Reforzar el seguimiento del empleo de glifosato antes cosechar, aumentando los plazos de seguridad desde la última aplicación en un cultivo.
La posición de España siempre ha sido la de defender la continuidad del producto, en consonancia con lo que demandan la mayoría de los agricultores de la Unión Europea, agrupados a través del organismo COPA-COGECA. Francia y Malta están a favor de la prohibición del glifosato, mientras que Alemania, Italia, Portugal, Austria, Grecia, Bulgaria y Luxemburgo se abstienen. Alemania cambió su posición favorable a la continuidad a optar finalmente por la abstención, lo que desde algunos medios se atribuye al proceso de compra de Monsanto, el principal fabricante mundial de este herbicida, por la multinacional alemana Bayer, ya que una mayor incertidumbre sobre su uso rebajaría el valor de la operación de compra.
Desde el COPA-COGECA advierten de que una prohibición del glifosato encarecería los costes de producción de los alimentos, ya que otros herbicidas (potencialmente no menos tóxicos) tienen un coste mayor y la escarda mecánica o manual también incrementaría los costes.
Postura de la Comisión Europea de Salud y Seguridad Alimentaria
