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En Galicia y en otras comunidades de la Cornisa Cantábrica, como Asturias, el lobo sólo puede cazarse con autorizaciones puntuales para control de daños reiterados sobre el ganado; pero esa excepción está en peligro. La comisión estatal para el Patrimonio Natural, integrada por los responsables de Medioambiente de las comunidades autónomas, votó a favor de que haya una mayor protección del lobo, encaminada a prohibir todo tipo de caza de la especie.
La decisión de la mayoría de autonomías suscitó indignación en las comunidades del norte español, pues Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León albergan el 98% de la población de lobos de España. Desde las organizaciones agrarias, inciden en que la ganadería extensiva queda en peligro. Así lo destaca en una nota de prensa la Asociación Agraria de Galicia, ligada a Asaja, que considera que una posible prohibición de la caza del lobo es un “cañonazo contra la ganadería extensiva”.
La Asociación Agraria de Galicia recuerda que la decisión de la comisión no es vinculante para el Gobierno, aunque el Ministerio de Transición Ecológica, dirigido por la socialista Teresa Rivero, se alineó con las comunidades favorables a la prohibición de la caza.
Desde otra organización agraria, la Coag, le recuerdan al Gobierno que el lobo mata cada año en España alrededor de 15.000 reses. Además, la Coag subraya que el propio Ministerio de Agricultura insistió la primavera pasada en la necesidad de que las comunidades autónomas mantengan un adecuado control de la fauna silvestre perjudicial para el campo. Todo apunta, por tanto, a que se avecina un debate en el seno del propio Gobierno.
Entre tanto, los ecologistas se felicitan por la decisión de la comisión del Patrimonio Natural. Adega, en concreto, pide que la Xunta proceda ya a modificar el Plan de Gestión del Lobo en Galicia para erradicar las batidas por daños.
