Luis Miguel Jiménez, veterinario de Servet Talavera, es especialista en control de mastitis y calidad de leche con más de 30 años de experiencia asesorando a explotaciones lácteas en España y Portugal. Es autor de trabajos científicos y artículos de divulgación sobre mastitis y ponente habitual en foros nacionales e internacionales. Abordamos con él algunas recomendaciones para reducir la incidencia de las inflamaciones intramamarias a nivel de granja.
– ¿Qué es la mastitis?
– La mastitis es una reacción inflamatoria de los tejidos productores y secretores de la glándula mamaria. Esta reacción lo más normal es que se produzca por una infección, esto es, la entrada de un microorganismo por el conducto del pezón, aunque también puede ser consecuencia de un traumatismo. La reacción inflamatoria que se desencadena tiene como objetivo la eliminación de los microorganismos causantes de la infección, para así reestablecer la función de los tejidos productores de leche y, como consecuencia, su producción.
– ¿Cuál es la diferencia entre las mastitis subclínicas y clínicas?
– La mastitis clínica se produce cuando se observa como signo la alteración de la leche. Diferenciamos 3 grados según su severidad:
- Grado 1 o leve, en la cual solamente hay alteración de la leche.
- Grado 2 o moderada, en la que además de la alteración de la leche hay inflamación de la glándula mamaria (uno o más cuartos) y puede haber dolor y calor.
- Grado 3 o severa (también denominada aguda), que ocurre cuando además se observan otros signos como fiebre, deshidratación, falta de apetito, etc.
Los casos de mastitis clínica suelen ser de corta duración si se instaura un tratamiento eficaz. El diagnóstico se hace por los cambios en la leche y en la glándula mamaria.
Los casos de mastitis clínica suelen ser de corta duración si se instaura un tratamiento eficaz
La mastitis subclínica es aquella en la que no se observa ninguna alteración en la secreción láctea. La ubre o los cuartos por separado están aparentemente normales, pero existe una infección. A diferencia de la mastitis clínica, la mastitis subclínica suele ser de mayor duración. Si este proceso se alarga en el tiempo (meses o incluso una lactación completa), la mastitis subclínica se denomina crónica y en ocasiones puede desencadenar en episodios de mastitis clínica intermitentes.
Para la determinación de la mastitis subclínica se necesitan métodos de diagnóstico al lado de la vaca como el Test de California, una toma de muestras para determinar el recuento de células somáticas y por último un cultivo microbiológico para el aislamiento e identificación del germen causante de la mastitis.
– ¿Qué patógenos pueden causar mastitis?
– La mastitis es una enfermedad infecciosa causada por microorganismos como bacterias, micoplasmas, algas y hongos. Si diferenciamos entre mastitis contagiosa y mastitis ambiental, la mastitis contagiosa está causada por patógenos cuyo reservorio principal es la glándula mamaria infectada. Entre sus máximos exponentes se encuentran Staphylococcus aureus, Streptococcus agalactiae y Mycoplasma spp. Ésta, se transmite de vaca a vaca durante el ordeño.
Una mala rutina de ordeño puede provocar que las vacas se infecten de mastitis
La mastitis ambiental es aquella en la que los patógenos responsables se multiplican en el ambiente donde se encuentran las vacas: camas, heces, agua, etc. Las vacas se infectan durante el ordeño por una mala rutina de manejo, o en periodos entre ordeños. Como ejemplo de estos patógenos tenemos los estreptococos ambientales como Streptococcus uberis y enterococos, las enterobacterias, como son Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, Serratia marcescens, Pseudomona aeruginosa, etc. También existe otro microorganismo ambiental, un alga unicelular denominada Prototheca zopfii cuyo reservorio son las heces infectadas y el agua.
Por último, diferenciamos patógenos oportunistas, que son habitantes de la piel y las mamas y como su nombre indica aprovechan cualquier ocasión para entrar por el conducto del pezón. En este grupo tenemos a los estafilococos coagulasa negativos.
Existen además otros microorganismos como son Truperella pyogenes, especies de hongos como Candida albicans, etc.
– ¿Qué pérdidas económicas causa en una explotación?
– La importancia de la mastitis radica precisamente en las pérdidas económicas que ocasiona. Las mayores pérdidas se deben principalmente a la bajada en la producción de leche, desencadenada por los microorganismos que destruyen el tejido productor de la misma. Éstas se pueden calcular en un 66% del total de las pérdidas.
A continuación tenemos un aumento en el riesgo de eliminación involuntaria que debemos hacer de vacas que tienen mastitis y que no tienen potencial productivo. Para ello, debemos tener una mayor reposición de novillas; esto se calcula en un 22% del total de las pérdidas.
La mastitis provoca pérdidas en producción de leche, mayor necesidad de novillas de reposición, costes en tratamientos y trabajo extra en la granja
El coste en tratamientos tanto de los casos de mastitis clínica y subclínica, así como el coste en servicios veterinarios, supone un 6% del total de las pérdidas.
La leche descartada es otro motivo de pérdidas, ya que la leche de las vacas con mastitis clínica no puede ir al tanque y por tanto no puede venderse a la industria; además, la leche de vacas con mastitis subclínica en ocasiones tampoco puede venderse ya que existe el riesgo de poder perder primas en el pago por calidad de la leche. Este coste se calcula en un 5% del total.
Por último, existe un aspecto económico por el hecho de tener mastitis y es el trabajo extra que se debe realizar ya que se deben separar vacas, tratarlas, etc. Este coste se puede calcular en un 1% del total de las pérdidas.
– ¿Cómo podemos prevenir la mastitis?
– La prevención es, sin duda, el arma más importante en la lucha contra la mastitis. Para ello debemos implementar un programa de Control de Mastitis que debe constar de los diferentes puntos:
- Correcta rutina de ordeño, tanto en limpieza y desinfección como en estimulación para que se produzca la bajada de la leche y la vaca se ordeñe lo antes posible.
- Control de la máquina de ordeño, para que no se lesionen los pezones y para que la leche se extraiga rápidamente; lo contrario puede predisponer a una infección intramamaria.
- Eliminación de vacas crónicas, ya que es el reservorio de las infecciones.
- Tratamiento precoz de todos los casos de mastitis clínica.
- Tratamiento de secado a aquellas vacas que hayan tenido mastitis clínica y/o subclínica en la lactación anterior.
- Control del ambiente, máxima limpieza e higiene en el entorno de la vaca y un buen diseño de instalaciones minimizando el estrés.
- Vacunación, con el fin de aumentar el estatus inmunitario para que las vacas tengan más resistencias a las infecciones intramamarias y que las mastitis sean más leves.
- Selección genética, buscando animales con mayor resistencia a las infecciones intramamarias.
– ¿Qué papel juega la vacunación dentro de las estrategias de prevención de la mastitis?
– La prevención es lo más importante cuando hablamos de la lucha contra la mastitis. La vacunación es una herramienta excelente para aumentar las defensas de las vacas contra las infecciones intramamarias. Mediante la vacunación se intentan reducir los casos de mastitis clínica y que estos casos sean de una menor gravedad, causando el mínimo efecto en la glándula mamaria. Se puede prevenir incluso la muerte de alguna vaca con mastitis colibacilar. Una reducción en los casos de mastitis clínica redundará en un menor uso en el consumo de antibióticos y, por tanto, en una contribución al espíritu One Health.
La vacunación es una herramienta excelente para aumentar las defensas de las vacas contra las infecciones intramamarias
– ¿Contra qué patógenos previene la vacuna Mastivac? ¿Previene las mastitis de verano? ¿Qué beneficio económico nos aporta su uso?
– Mastivac es una vacuna polivalente inactivada contra mastitis. En su composición lleva sustancias activas de cepas de microorganismos como Staphylococcus aureus, Streptococcus agalactiae, Streptococcus uberis y de Escherichia coli. Un hecho relevante es que lleva incorporado Escherichia coli (cepa J5 ATCC 43745), este antígeno J5 es un antígeno común a todas las enterobacterias, por tanto, va a reducir las mastitis causadas por enterobacterias y este hecho la convierte en una herramienta de control obligatoria.
También puede prevenir la denominada mastitis de verano, cuyo agente causal es Truperella pyogenes, y que afecta a vacas de carne en extensivo o novillas y vacas secas que salen al pasto, pudiendo provocarles la pérdida de un cuarto mamario.
El precio de la vacunación es insignificante, ya que las pérdidas por tener un solo caso de mastitis clínica en la explotación equivalen al coste de vacunar un rebaño de 100 vacas
El efecto económico de la vacunación con Mastivac es inmediato. Se debe a que las vacas vacunadas van a tener una mayor resistencia a las mastitis, las mastitis clínicas que puedan tener van a ser de menor gravedad y va a haber un efecto positivo en la producción de leche, siendo mayor la producción en vacas vacunadas. El coste de la vacunación es insignificante ya que el coste de vacunar un rebaño de 100 vacas va a ser el mismo que lo que va a suponer tener un solo caso de mastitis clínica en la explotación.