La siembra: momento clave en la producción del silo de maíz

La siembra: momento clave en la producción del silo de maíz

La producción final de silo de una parcela de maíz es resultado de los factores de producción del maíz: número de mazorcas/ha, número de granos/mazorca y peso de los mil granos (PMG). El número de granos y el PMG está definido por la agronomía del cultivo pero tiene un importante componente genético característico de cada variedad. Por otro lado, el número de mazorcas/ha es el factor que tiene más efecto sobre el rendimiento final y afortunadamente es también el factor en que podemos influir más

Durante todo el cultivo aparecen varios factores limitantes que nos van a reducir la producción final de la parcela como las condiciones climáticas, la disponibilidad de agua, las enfermedades, los insectos, las malas hierbas, etc.. Pero un momento clave donde podemos tener hasta un 50% de pérdidas en el rendimiento final es la implantación del cultivo. Para una correcta implantación debemos tener en cuenta varios aspectos en el momento de la siembra y también en la preparación del terreno.

La importancia de la densidad de siembra

Una de las primeras decisiones que debemos tomar es el número de semillas por hectárea que debemos sembrar: la densidad. Este valor lo definirá principalmente el híbrido que escojamos, la fecha de siembra y el objetivo de producción (relacionado con el tipo de parcela en la que hacemos la siembra). Cada variedad tiene unas características propias que definen el número de plantas/ha óptimo pero no todas la parcelas tienen el mismo potencial productivo, así que la densidad también debe ir relacionada con el tipo de suelo en el que vamos a sembrar. Es importante consultar esta información a los técnicos de la casa comercial del híbrido que hayamos decidido sembrar. Nuestro equipo de asesores dispone de una App de densidades que puede recomendar la densidad óptima para cada caso particular.

La fecha de siembra también es muy importante, ya que define las condiciones de humedad y temperatura del suelo que son claves para la germinación de la semilla. El maíz necesita un mínimo de 10 grados en el suelo para empezar el proceso de germinación. Así que deberíamos sembrar cuando la temperatura del suelo sea la adecuada para no tener la semilla parada en la parcela durante demasiado tiempo a merced de animales, insectos o climatología que pueda disminuir el número de plantas finales.

Debemos ajustar la densidad para conseguir que en la cosecha el número de mazorcas por hectárea sea el deseado. Acertar en estas decisiones puede ahorrarnos entre un 2 y un 15% de pérdidas de rendimiento final.

Distribución y homogeneidad de la siembra

Otra parte muy importante es la distribución y la homogeneidad de la siembra. En este momento debemos fijarnos en la preparación del lecho de siembra y en la regulación de la sembradora. Cuando la nacencia es desigual, las plantas que nacen tarde compiten con las plantas que ya están implantadas, y el mismo cultivo se comporta como lo haría una mala hierba. Para evitar estas pérdidas debemos asegurarnos que la profundidad de siembra sea estable, así la nacencia será más homogénea. Hay estudios que demuestran que podemos perder hasta 25% de producción cuando el 50% de las plantas nacen 3 semanas después que las primeras emergencias y un 41% cuando el 50% de las plantas nacen 1 semana y media después*. La distribución podemos manejarla también en el momento de la siembra regulando adecuadamente la sembradora y adaptando la velocidad de siembra al tipo de terreno y la máquina.

Después de la siembra también hay factores climáticos y ambientales que no controlamos y que pueden afectar al número final de plantas nacidas. En ese caso Dekalb dispone del Programa Semilla Segura que permite la resiembra de las parcelas sembradas con nuestros híbridos Gen20 que por causas climáticas y/o insectos o animales el número de plantas finales no sea suficiente para llegar al objetivo de producción esperado.

Hay muchos factores a tener en cuenta en el momento de la siembra, pero es también un momento clave para conseguir el máximo rendimiento productivo de las parcelas. Sembrar la dosis correcta en función del híbrido y de las condiciones de la parcela es clave, así como asegurar la correcta distribución y homogeneidad de nascencia. Hay muchos factores que no podremos controlar, pero si que hay pequeñas operaciones que con un poco de atención nos pueden asegurar una mayor cosecha, con más cantidad y mejor calidad de silo.

A la hora de seleccionar el híbrido a sembrar debemos tener en cuenta el objetivo final del cultivo, de forma que si la finalidad del maíz es la producción de silo, es tan importante la parte cualitativa (Almidón, Digestibilidad, etc.) como la parte cuantitativa (kg de materia seca). Y, al igual que pasa con la producción, la calidad del forraje también depende en gran medida de la genética del híbrido.

Lo que se puede corregir del silo de maíz en la siembra y lo que no

De los parámetros de calidad del forraje, algunos pueden ser corregidos a posteriori. Pongamos como ejemplo un silo de maíz con una baja concentración de Almidón o Proteína, introduciendo mayor cantidad de harina de maíz ó harina de soja en el concentrado solucionaremos dicho problema, aunque con un coste añadido. Otros parámetros no pueden ser corregidos, como pasa con la Digestibilidad de las fibras, un silo con una mala Digestibilidad de fibras no es posible corregirlo a posteriori. Cabe recordar que aproximadamente un tercio de la energía del silo de maíz proviene de las fibras, por lo tanto la calidad de las mismas (Digestibilidad) es de vital importancia a la hora de alimentar ganado vacuno lechero.

Dado que en gran parte de las explotaciones lácteas la base de la alimentación es el silo de maíz, es de vital importancia seleccionar con criterios técnicos el híbrido a sembrar, porque de él va a depender la calidad del forraje con la que alimentaremos al ganado.

Departamento de desarrollo de Dekalb.

*Carter, P. R. Nafziger E. D, Lauer J. G.. Uneven emergence in corn. North Central Extension Publication No 344

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