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A ningún ganadero le gusta tirar la leche, pero con el bloqueo total de las industrias desde el fin de semana, los productores no tienen que decidir si secundan o no la huelga de entregas. No les queda otra. Los hay más o menos concienciados sobre la necesidad de la huelga. En Abellá (Frades) son de los más. Las explotaciones de la parroquia se unieron para tirar la leche en conjunto con una decena de cisternas. En total, alrededor de 130.000 litros de leche que regaron un prado de un par de hectáreas.
Lucía Pedreira.
Antes de tirar la leche, los ganaderos le trasladaron a los medios de comunicación su opinión sobre la crisis láctea. “Los ingresos no dan para pagar lo que se debe desde hace meses” -explica Lucía Pedreira-. “Cuando me incorporara, mi idea era seguir con la granja de mis padres, pero con esta situación hay que pensar en otras opciones, no sé en que, pero la leche no da para vivir”.
“Lo único que nosotros queremos es vivir dignamente del campo” -defiende Martín, de Finca Raposo-. “Ahora mismo estamos poniendo dinero para aguantar la situación y ya no hay más. Es insostenible. Tirar la leche duele, pero tenemos que presionar a industria, distribución y políticos”.
«Antes de que salga blanca, la leche es muy negra para nosotros» (José Antonio Rey, ganadero)
Otro de los productores que participó en el mediodía de ayer en la tirada de leche, José Antonio Rey, traslada un discurso similar a sus compañeros. “A 25-26 céntimos, producir leche no es rentable. Estamos tirándolo para la industria, así que preferimos tirarlo en el campo, para que la gente vea la situación” -cuenta-. “Hay que pensar además que nosotros estamos trabajando los 365 días del año. Antes de que salga blanca, la leche es muy negra para nosotros”.
El acto de ayer en Frades estuvo coordinado por Unións Agrarias. El responsable comarcal de la organización, Anxo Dono, señalaba en declaraciones a los medios la necesidad de un repunte inmediato de los precios de la leche: “Nadie quiere tirar la leche, pero para regalárselo a la industria es mejor tirarlo”.
«Nadie quiere tirar la leche, pero tampoco regalarla a la industria» (Anxo Dono, Unións Agrarias)
A lo largo de los últimos días, diversas iniciativas de cooperativas y organizaciones del sector están canalizando leche de las granjas para repartos entre los vecinos de las ciudades gallegas o para su entrega a organizaciones benéficas. Con todo, se trata de actos simbólicos, pues para el sector ganadero resulta imposible buscar salida para los alrededor de 7 millones de litros diarios que producen las granjas gallegas. La mayoría finaliza en los prados o en las fosas de purín.
Bloqueos y negociaciones
El bloqueo a las industrias lácteas prosigue en toda Galicia, en tanto cadenas de distribución e industrias comienzan a anunciar tímidos repuntes del precio que podrían rondar los 2 céntimos. Para las organizaciones agrarias, tal subida sigue siendo insuficiente. “Son gestos positivos, pero insuficientes, ya que las movilizaciones buscan precios que cubran costes de producción y que permitan vivir dignamente en las granjas”, advierte el Sindicato Labrego en nota de prensa.
«Las subidas anunciadas por cadenas de supermercados son positivas, pero insuficientes» (Sindicato Labrego)
La organización agraria respalda los bloqueos ante las industrias y señala que para levantar la protesta habría que lograr garantías de precios que cubran costes de producción y la retirada de los contratos basura que sufren muchas granjas en los últimos meses, con precios incluso por debajo de los 20 céntimos, cuando los costes de producción estimados por el propio Ministerio rondan los 34 céntimos.
