Llega el momento de comenzar con los trabajos de mantenimiento del suelo en el cultivo de viñedo, para los que el encalado constituye una tarea imprescindible en nuestras superficies, dadas las ya conocidas condiciones de pH bajo y altas concentraciones de aluminio tóxico.
En el proceso de encalado, juegan un papel muy importante los aportes que podamos realizar de calcio como elemento, pero en la misma medida de magnesio, ya que, en las condiciones normales de nuestros suelos, este es un elemento que, a pesar de ser esencial como veremos, está poco presente y asimilable para las plantas.
Los aportes de magnesio que podamos realizar en el proceso de encalado serán los que cubran las necesidades del cultivo de la vid durante el período productivo.
Debemos recordar que el magnesio forma parte de la clorofila, actuando consecuentemente en la actividad fotosintética de la planta, proponiéndose como esencial para el metabolismo de los glícidos, y como vehículo del fósforo, aumentando su asimilación. El magnesio actúa en la formación de las grasas, proteínas y vitaminas. Ayuda al mantenimiento, junto con el potasio, de la turgescencia de las células.
Con niveles de pH inferiores a 5, se pueden detectar carencias de magnesio, lo que produce una debilitación general de la cepa, reducción del nacimiento de pámpanos, lento desarrollo del tronco y limitación del crecimiento radicular, así como la reducción en la fructificación.
En este sentido, Calfensa pone a vuestra disposición la Caliza Magnesiana, producto con un 20% de óxido de magnesio, muy soluble y rápidamente asimilable por la planta, capaz de cubrir las necesidades que de este elemento pueda tener. Calfensa también tiene la Caliza Magnesiana de siempre pero Granulada, con las mismas características del producto en polvo, pero con la comodidad que proporciona el grano.
Otra opción es el carbonato cálcico, la caliza agrícola tradicional, que es un producto ya muy empleado y conocido.
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Beneficios del encalado en suelos ácidos
Las condiciones geológicas y climáticas habituales en Galicia deparan suelos ácidos en los que las plantas suelen tener a disposición grandes concentraciones de aluminio y manganeso, que en porcentajes altos repercuten en un pobre desarrollo de las plantas.
La acidez del suelo limita además la disponibilidad de los nutrientes principales, nitrógeno, fósforo y potasio. Así las cosas, el encalado le aportará a los cultivos importantes beneficios:
• Bloquea parte de los iones de aluminio, hierro y manganeso, que pueden estar en concentraciones perjudiciales para los cultivos.
• Evita el bloqueo y fijación de los fosfatos.
• En caso de que esté presente en el suelo, aumenta la accesibilidad del Molidbeno, un elemento fundamental.
• Mejora la estructura del suelo. Estabiliza los humatos y aporta calcio.
• Estimula la actividad de los microorganismos, lo que repercute en una mejor humificación y mineralización de la materia orgánica.
• Contribuye a un mejor desarrollo del sistema radicular del cultivo, aumentando la superficie explorada por las raíces, siendo capaces de recoger mejor el agua y los nutrientes.