No es un buen año de miel, pero O Valadouro no quiso quedar sin su tradicional Feria do Mel, que llega este año a su 31 edición. Los productores de la localidad se darán cita el próximo sábado 13 de octubre en Ferreira para dar salida a un producto que este año escasea en las colmenas gallegas.
Con todo, el Concello de O Valadouro, organizador de la feria en los últimos años, no quiso dejar pasar una cita, fijada en el calendario entre el San Froilán y las San Lucas, que ya es toda una referencia en la comarca y atrae a este municipio de A Mariña a numeroso público, contribuyendo también a dinamizar económicamente la localidad. La poca producción de este año será compensada con un completo programa de actividades durante todo el día organizadas por la Concellería de Cultura.
La jornada arrancará a las 10 de la mañana con la apertura de los puestos de la feria, que se ubicarán como es habitual en la Plaza de Santa María y a lo largo de la calle Andrés López Palmero. Aunque se reducirán prácticamente a la mitad con respecto a otros años, acudirán productores de O Valadouro y Alfoz, de otras localidades de A Mariña e incluso de los Ancares.
Los precios, estancados en los últimos años, sufrirán un pequeño incremento en esta edición. Serán los mismos para todos los vendedores y estarán fijados en 9 euros (uno más que el año pasado) para el tarro de un kilo, 5 euros para el medio kilo y 10 euros el litro para aquellos otros productores que envasan con esta medida.
Un tercio de la producción habitual por la falta de floración
El pequeño alza en los precios no compensará sin embargo la escasa producción de este año. Productores locales como Marifé Sixto, de Mel O Trobo, calcula una producción de menos de la mitad de un año normal. La merma, que en otros casos llega a los dos tercios, se debió a la escasa floración de este año, primero por las lluvias del mes de julio y más tarde por el intenso calor de agosto y septiembre. Por este motivo, el eucalipto, parte esencial de la miel polifloral de esta zona, casi no echó flor, la floración de los frutales también fue mucho menor y las ‘candelas’ de los castaños duraron menos de dos semanas, según describe Marifé.
En su caso, optó por retrasar la recogida hasta el mes de octubre, en vez de hacer la extracción en el mes de septiembre, como es habitual, para que las abejas pudiesen aprovechar algo de la flor tardía de septiembre, tratando de compensar la del verano. «Las colmenas están muy vacías porque no hubo flor y con el calor las reinas pusieron muchos huevos, así que hubo mucha población y tuvieron que comer en verano la miel que habían hecho en primavera, por lo que agotaron las reservas para el invierno y la miel que tendría que ser para extraer hay que dejársela», explica Marifé.
Lucha contra la avispa asiática
Otro factor que en los últimos años hizo mermar la producción considerablemente en esta zona fue la presencia de la ‘vespa velutina’. El problema fue menor este año, ya que el mal tiempo de finales de la primavera y comienzos del verano retrasó la creación de los nidos. Además, el Concello de O Valadouro se involucró mucho, junto con los apicultores, en la vigilancia y control de la plaga, facilitando y colocando trampas que lograron capturar un buen número de reinas, evitando de este modo su multiplicación.
La problemática de la avispa asiática será precisamente uno de los asuntos que centrarán la Feria de la Miel de este año, con una conferencia que tendrá lugar a las ocho de la tarde en el Salón de Actos de la Casa de la Cultura sobre la presencia de este insecto invasor desde la perspectiva de sus consecuencias y las medidas para su control. Intervendrá precisamente Marifé Sixto en representación de los apicultores locales, el investigador de la Universidad de Santiago Xesús Feás y el gerente de la empresa Serpa, especializada en la retirada de nidos de velutina, José María Vázquez.
Dentro del completo programa de la jornada habrá también artesanía, con distintos puestos y un taller de instrumentos musicales y otro de fabricación de velas. Asimismo, habrá degustación de ‘freixós’ con miel, hinchables y globoflexia para los niños y niñas y un sorteo de productos y material apícola.