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En los últimos meses, el progresivo aumento de costes de producción en las granjas encontró una válvula de escape en la subida en cadena del precio de la leche. En el campo, los precios de la leche se incrementaron alrededor de 10 céntimos / litro en lo que va de año. Esa subida de la leche se extendió a lo largo de toda la cadena y dejó en el supermercado los precios de las marcas blancas por encima de los 80 céntimos / litro. Así las cosas, el sector ganadero observa ahora con preocupación la posibilidad de un abaratamiento de la leche en las cadenas de la distribución.
Mercadona, la cadena española con más cuota de mercado en la comercialización de leche, fijó el precio de su marca blanca (Hacendado) en 79 céntimos. En consecuencia, Carrefour, que llegó a cobrar su leche de marca blanca a 84 céntimos, decidió reducir el precio a los 78 céntimos, a fin de competir con Mercadona, según interpreta la organización agraria Enba (filial vasca de Asaja), que advierte de la necesidad de detener una posible guerra de precios entre los grupos de supermercados.
Si la leche se vuelve a convertir en un producto reclamo, puesto a bajos precios para atraer consumidores, tal escenario tensionaría de nuevo los precios de la leche a lo largo de toda la cadena, llegando en último término a las granjas, ya muy afectadas por el encarecimiento de piensos, energía y fertilizantes.
Inflación y propuestas para poner tope al precio de alimentos básicos
Entre tanto, el encarecimiento de los alimentos ha entrado esta semana en el debate político, pues la inflación de productos como los lácteos o el pan, que superan el 20%, se interpreta como un problema para los consumidores. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, propuso que se establezca un tope de precios para 20 – 30 alimentos básicos de la cesta de la compra.
Díaz también mostró su preocupación por el diferencial de precios entre el campo y el supemercado, poniendo como ejemplo las naranjas, “que se pueden pagar en el campo a 15 céntimos y en el supermercado a 1,40”. Si bien, habría que precisar que con la leche ese tipo de problemas no se da, pues como demuestran los estudios de la cadena de valor de la leche, el aumento de precios del campo al supermercado a penas cubre los costes de transformación y distribución.
Desde el Ministerio de Agricultura, su titular, Luis Planas, descartó la propuesta de tope de precios de Díaz, pues entiende que la normativa comunitaria de Competencia no permitiría establecer esos límites. Planas recordó también que sería perjudicial para toda la cadena alimentaria, desde agricultores y ganaderos hasta industrias y distribución, que han tenido que enfrentar importantes aumentos de costes.
Las asociaciones de supermercados, por su parte, también se pronunciaron en contra de la propuesta de Díaz y aludieron a la fuerte competencia de precios que, a su juicio, ya se da entre las cadenas de supermercados para captar clientes. En lugar de un tope de precios, las asociaciones de supermercados proponen bajadas en el Iva de la alimentación.
