Los agricultores de A Limia apuran estos días la cosecha de la patata mirando al cielo pendientes de que no llueva. Entre hoy viernes y mañana sábado se espera recoger alrededor del 80% del tubérculo en la principal comarca productora de Galicia. Las previsiones son que la cosecha baje en el entorno del 10% respecto a las alrededor de 90.000 toneladas del año pasado y con una excelente calidad sanitaria y buen tamaño comercial.
Se mejoran así las previsiones de un año se preveía como muy malo, tras las intensas lluvias de primavera que estropearon buena parte de la cosecha de trigo y retrasaron la siembra de la patata hasta el mes de julio.
En este momento, la cosecha de la patata se centra en la zona de la antigua laguna de Antela, donde el sistema de regadío permitió salvar la cosecha. Servando Álvarez Pousa, director del Centro de Desarrollo Agroganadero en Xinzo de Limia, explica que “donde más bajó la producción fue en las zonas de secano, donde no hay regadío, y en las que ya se levantó la patata, con bajadas de producción en la variedad Kennebec de hasta el 50%, pasando de las 40 a las 20 toneladas por hectárea”.
Se prevé que la cosecha baje un 10%
Sin embargo, en las parcelas de regadío que se están cosechando ahora la producción es mucho mejor. “Estas fincas se sembraron en mayo, junio y incluso en julio: en las que se plantaron antes la producción se mantiene en el entorno de las 50 toneladas por hectárea, y en las que se sembraron más tarde la producción sí que está bajando en torno a un 30%”, explica el responsable del Centro de Desarrollo Agroganadero. “A día de hoy la producción bajaría alrededor de un 10%”, estima Servando Álvarez.
Un verano inusualmente seco favoreció un buen estado sanitario del tubérculo, con muy poca afectación de enfermedades fúngicas, mientras que las lluvias de la pasada semana ablandaron la tierra, facilitando las labores de la cosecha y reduciendo los golpes de la patata.
En cuanto al tamaño, Servando Álvarez destaca que “si bien es cierto que son algo más pequeñas que el año pasado, lo bueno es que casi toda la producción se considera comercial, al haber muchas menos patatas que pasen del calibre”.