En las últimas semanas varias ganaderías reportaron al Sindicato Labrego Galego problemas en la cadena de distribución de vacuno de carne. Concretamente se están produciendo demoras en la recogida de los terneros en las granjas para su traslado a los mataderos, en ocasiones de hasta más de una semana.
Con esta situación, preocupadas por la posibilidad de un funcionamiento deficiente de la cadena, son varias las posibilidades que están barajando las ganaderías, sin que la Consellaría de Medio Rural (CMR) esté aportando información que concrete estas circunstancias.
Desde el SLG solicitan a la Conselleria de Medio Rural que «aclare si estos retrasos efectivamente se deben la que los mataderos están saturados y acumulan demoras de días y, de ser así, cuál es el motivo de esta saturación». «También hay rumores -añaden- de que, ante la imposibilidad de suministrar carne fresca bastante al mercado, se están poniendo en circulación terneros congelados, por lo que consideramos que hace falta que la Xunta se pronuncie sobre la realidad de esta hipótesis lo antes posible».
Según el Sindicato Labrego, las ganaderas y ganaderos señalan también que, «de no ser atajada con celeridad, en pocas semanas esta problemática se va a agravar». Así, explican que «hasta el 31 de mayo puede haber libertad de movimientos de animales, pero a partir de esa fecha será preciso que las reses tengan administrada la vacuna de la lengua azul. Sin embargo, muchas zonas están todavía sin vacunar -y en las zonas vacunadas está habiendo una alta incidencia de efectos secundarios-, lo que puede repercutir en que más ganado del habitual sea llevado a matadero ante las posibles dificultades para moverlo a partir del 31».
Junto a la incertidume de no saber cuándo van a ser recogidos los animales para su traslado a los mataderos, el Sindicato Labrego también asegura que «en el sector también crece la inseguridad con respeto a la ayuda de 200 € anunciada por la Consellaría para aquellos terneros marcados con el sello en los mataderos de la IGP Vacuno de Galicia, ya que por ahora no tenemos constancia de que fuera percibida por ninguna granja».
Ante esta situación, desde la organización agraria reclaman a la Consellaría de Medio Rural «que se pronuncie lo antes posible para concretar cuales están siendo los motivos de la ralentización de la cadena de distribución del vacuno de carne y poner soluciones; aclarar en que medida la campaña de vacunación de la lengua azul puede afectar a estas dinámicas comerciales e indicar en que data contempla abonar las ayudas de 200 euros por ternero sacrificado en los mataderos de la IGP anunciada hace cuatro meses».