Alrededor de 200 ganaderos, ganaderas y vecindario del entorno se juntaron este viernes en una concentración de apoyo a los ganaderos afectados por un posible vaciado sanitario de su granja, ubicada en la aldea de Palleirós (Manzaneda), donde estaba previsto el marcaje de 40 animales sanos para su sacrificio por parte de la Xunta de Galicia tras detectarse un positivo por tuberculosis.
Finalmente el marcaje fue impedido, retrasándolo el servicio veterinario de la Xunta de Galicia para el próximo martes 19 de marzo. Durante la concentración también se aprobó una batería de medidas urgentes a exigir a la Consellaría de Medio Rural.
«Queremos denunciar que se quiere sacrificar animales totalmente sanos, simplemente por criterios propios de los Servicios Veterinarios Oficiales, simplemente por sospechas de que podrían contener la enfermedad de tuberculosis y sin más criterios que su propia intuición. Se pide desde aiquí y ahora a toda Administración que se agoten todas las medidas previas de análisis, estudios, etc.. antes de adoptar una medida tan gravosa para una explotación ganadera como es el vaciado sanitario», demandó el responsable del Sindicato Labrego Galego en la comarca, Xosé Anxo Pérez Rúa.
«A pesar de que la Administración gallega tiene margen dentro de la legalidad para hacer las pruebas que determinen que animales está contagiados o no, a pesar de las reiteradas solicitudes, la Consellaría de Medio Rural nunca quiso acceder a realizar más análisis y estudios que concretaran la existencia de propagación de la enfermedad», explican el representante del SLG.
«Por tanto, a día de hoy -añadió- no sabemos si está de forma latente en la cabaña ganadera de la propia explotación o explotación colindantes, si puede provenir de otras especies distintas de vacuno o si está presente en la fauna salvaje, como el jabalí, el corzo, el tejón, etc.. Denunciamos esta falta de rigor por parte de los Servicios Veterinarios Oficiales, que semejan preferir adoptar medidas que no impliquen más esfuerzo que firmar papeles».
Por otra parte, advirtió Pérez Rúa, «no nos vale la excusa de que tienen que seguir los protocolos que les impone el Ministerio, porque estos protocolos también dicen que permiten que se agoten otras vías antes de adoptar medidas tan drásticas como el vaciado sanitario. Además, hace falta también señalar que esta medida se enmarca en la catalogación de prevalencia 0 en la Galicia, pero, al contrario de lo que sería lógico, si esta granja había estado en otras zonas del Estado donde sí hay declarada prevalencia, sólo serían sacrificadas las que dieron positivo».
«Si esta explotación estuviera a unos kilómetros de aquí, en Zamora por ejemplo, tan sólo se sacrificarían a los animales enfermos y a los animales sanos se les hace un seguimiento pormenorizado. Por lo tanto no se entiende que con mejores niveles sanitarios, tengamos medidas mucho más drásticas y perjudiciales para los intereses de las explotación. Lo lógico sería que aquellas comunidades que no cumplen con las prevalencias mínimas tuvieran medidas más drásticas para llegar al baremos medios sanitarios y en este caso ocurre justamente lo contrario. El mundo al revés. Debemos de ser los tontos de la película en las reuniones sectoriales con el Ministerio», criticó el representante del SLG.
Además, recordó que a pesar de que los propios servicios veterinarios oficiales estiman en 800 euros las pérdidas por animal sacrificado, se está percibiendo un promedio de solo 600 euros por animal: «En el momento de marcar a los animales por motivo de un sacrificio obligatorio, que se van a comercializar para consumo humano, los intermediarios se aprovechan y se van a malvender».
«De todas las maneras, los 500 euros máximo por vaca que subvenciona la Xunta para reponer la vaca sacrificada por un sacrificio obligatorio son claramente insuficientes en el contexto actual, que para comprar una vaca los precios superan los 2.000 euros», concreta Pérez Rúa. En cuanto al lucro cesante, si bien el período medio de inactividad de las granjas es de alrededor de dos años, la indemnización de la Xunta sólo cubre 6 meses.
Junto el cumplimiento de las medidas recogidas en el acuerdo asambleario de ayer en Palleirós, el representante del SLG-CCLL cerró su intervención apelando también de un trato más humano por parte de la Consellaría con las ganaderas y ganaderos cuando se decreta un vaciado sanitario: «Y por último y no menos importante, le pido a todos los funcionarios de la Administración una mayor sensibilidad, porque en todo este proceso que yo mismo seguí, noté una falta de empatía y una frialdad absoluta con que se les notifica un proceso tan doloroso tanto económico como emocional como es un vacío sanitario».