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Ganadería Racamonde es una granja de vacuno de leche de San Sadurniño (A Coruña), que desde hace dos años puso en marcha un sistema de clasificación de las bolas de silo de hierba por colores, según su valor nutricional, lo que les está permitiendo abaratar la ración.
Esta explotación, de titularidad compartida entre David Arnoso y su esposa Mónica, cuenta con 40 vacas adultas en un sistema de pastoreo semiextensivo. «Aprovechamos para pasto unas 25 hectáreas alrededor del establo y llevamos otra tanta superficie en fincas lejanas que aprovechamos para ensilar hierba en bolas, con entre 3 y 4 cortes al año, uno a finales de de febrero, otros dos ya en primavera y uno en agosto-septiembre para henolaje», explica David.
Sin embargo, hace dos años comenzaron a identificar las bolas de silo por colores y por parcelas, según su valor nutricional, para ir variando la cantidad y calidad del pienso. «Nos lo recomendó Víctor Manrique, un veterinario de Seragro, y los resultados están siendo bastante buenos», reconoce.
«En cada corte utilizo un color distinto de plástico -verde oscuro, verde claro y azul- y agrupo las bolas de silo de las distintas fincas en 9 grupos. En cada grupo y por cada corte analizo la calidad de la hierba de un promedio de 8 bolas. De esta forma, cuando necesito un silo de hierba con buena proteína voy al grupo que me interesa, y con la analítica en mano de ese grupo y según los colores sé que calidad nutricional tiene cada bola y de que corte es», explica David.
«En este momento tengo bolas de silo de hierba del corte de febrero con dos colores: un grupo con un promedio del 17% de proteína bruta y otro que está el 14 y el 15%. De esta forma puedo ir jugando: si hay más pasto, que ya aporta proteína, complemento la ración con bolas de menos proteína y les doy más harina de maíz, unos 3 kilos -la tonelada le sale a 215 euros más IVA-, y 5 kilos de pienso -la tonelada le cuesta 232 euros más IVA-. Por el contrario, si escasea el pasto, cojo los bolas de silo de hierba con más proteína, subo el pienso a 6 kilos y bajo la harina de maíz a 2 kilos. Todo eso, me permite que las vacas tengan una producción media de 30 litros por lactación y que duren más», explica.
Las praderas de Racamonde TC son naturales, con predominancia del raigrás inglés y del trébol blanco, que resiembran por encima para reducir el coste que supondría voltear las praderas para renovarlas.
Mejoras en el valor nutricional gracias a un nuevo sistema de hacer las bolas
Otro cambio que realizaron en los últimos años y que redundó en una mejora del valor nutricional de su silo de hierba fue en el sistema de embalado. «Hasta ahora encargaba a una empresa hacer las bolas en las praderas, pero sólo con la red, y luego las transportaba hasta el establo donde se encintaban. Pero desde el año pasado una empresa de servicios agrícolas, Marcos Otero, de As Pontes, pica y encinta la hierba en la misma finca, con una McHale Fusion 3 Plus, lo que permite mejorar la calidad del silo», explica David.
En concreto, el corte de la hierba lo hace este ganadero con una rotativa, a una altura de entre 7 y 10 centímetros, para reducir las cenizas; a continuación deja la hierba extendida, sin revolverla y sin volteo, y pasadas 24 horas de presecado la hilera y a seguir pasa esta máquina combinada de todo en uno: picadora de 23 cuchillas + rotoempacadora+encintadora. «La diferencia es que la hierba se conserva mucho mejor gracias a que va muy compactada, con un promedio de 404 kilos de materia seca -unos 1200 kilos de materia húmeda-, con lo que el ganado come todo la bola de forma uniforme, tanto en el centro como en la línea de fuera»·, destaca. El precio,14,5 euros por cada bollo.
El siguiente cambio que quieren introducir en Ganadería Racamonde TC es comprar una desenrolladora de bolas de silo.
