Las máquinas comienzan la rugir estos días por toda Galicia. La llegada del buen tiempo, después de la inestabilidad vivida en las últimas semanas, está lanzando de lleno a las explotaciones agroganaderas, a las empresas de servicios y a los parques de maquinaria de las cooperativas a la campaña de ensilado de hierba.
Con un par de semanas de retraso con respecto a otros años en algunas zonas, el corte de la hierba dará paso a la preparación de las tierras para labrar el maíz, que de momento iría en su tiempo. La previsión meteorológica habla de estabilidad para la próxima semana, lo que ayudaría a agilizar los trabajos y no acumular más demoras.
La estrategia de sembrar antes y con ciclos más largos se está extendiendo como una forma de intentar minimizar los efectos de la sequía en verano, incluso en zonas de costa, como sucedió el año pasado en A Mariña de Lugo, con mermas importantes en la cosecha de maíz forrajero.
Cada vez más explotaciones apuestan por hacer un único corte de hierba con leguminosas y adelantar la siembra del maíz
Cada vez más las explotaciones lecheras que siembran maíz están apostando por hacer un único corte de hierba en el mes de abril. Por un lado porque reduce el riesgo que supone tener que ensilar un primer corte en febrero o marzo en años en los que la climatología no ayuda, como este, y también porque de este modo se reducen a la mitad los costes de ensilado.
La introducción de leguminosas en las mezclas, una práctica fomentada desde Bruselas a través de la PAC, lleva también en muchos casos a hacer un solo corte, ya que vezas, guisantes o tréboles no crecen en condiciones de humedad y bajas temperaturas y necesitan, por lo tanto, la llegada del buen tiempo para desarrollarse.
Las mezclas ganan peso frente a las praderas monofitas
Debido a su aporte en proteína a la ración y a sus beneficios agronómicos, las especies mejorantes se están abriendo camino en los últimos años, bien en mezclas con gramíneas o cereales de invierno para ensilado, bien como abono en verde para fijar nitrógeno atmosférico y aportar materia orgánica al suelo.
Las especies mejorantes se están abriendo camino impulsadas por la PAC
El monocultivo de raigrás, habitual en las praderas gallegas años atrás, está dejando paso a una variedad mayor de especies, tanto a tréboles y otras leguminosas (guisantes, vezas) como la brassicas como los nabos.
La entrada en vigor el año pasado en la PAC de la exigencia de rotación de cultivos y las primas por introducción de especies mejorantes motivó cambios en las decisiones de siembra y en los cultivos escogidos para la rotación anual, lo que provocó escasez de semilla y que ésta se encareciese.
«La tendencia cada vez más es ir a un solo corte y nosotros apostamos por mezclas de cereal con leguminosa»
El peso del silo de hierba en la ración varía de unas ganaderías a otras, en función de las distintas estrategias nutricionales seguidas y también de la mayor o menor disponibilidad de otros ingredientes. Por eso, en la zona de A Mariña la campaña de ensilado de la hierba tendrá más importancia este año, debido a la escasa cosecha de maíz lograda en el pasado otoño, lo que obligó incluso a importar de otras zonas para cubrir las necesidades de las explotaciones y del CAVI de Irmandiños, el centro de mezcla húmeda que CLUN tiene en el municipio de Barreiros.
La cooperativa lleva años apostando por sembrar en invierno mezclas de cereal con leguminosa en las tierras que gestiona directamente y que trabaja con su parque de maquinaria. «Este ano aumentamos un pouco e botamos unhas 220 hectáreas, todo con estas mesturas nas que predominan as leguminosas, cun 51% de semente de chícharo e veza e despois avea ou triticale», explica José Ramón Loza, responsable de maquinaria e cultivos na zona.
La abundancia de lluvias hasta ahora ralentizó el crecimiento de las leguminosas, por lo que hubo que esperar para que este tipo de praderas pudieran llegar a las máximas producciones y calidades, sobre todo en cuanto a nivel de proteína en el silo. «La producción se sitúa de media entre 15 y 16 toneladas de materia verde por hectárea y en cuanto a proteína, pasamos normalmente del 16%, moviéndonos entre el 16 y el 18%», detalla José Ramón.
Muchas explotaciones de la comarca necesitan una buena cosecha de hierba para suplir la escasez de silo de maíz
Aunque para el CAVI en las fincas de gestión directa solo sembraron cereal con leguminosa, el parque de maquinaria de Irmandiños también labró en otoño praderas de raigrás en parcelas de socios de la cooperativa, en ocasiones mezclado con veza y trébol para cumplir con los condicionantes de la PAC.
«Hay gente que hace dos cortes porque necesita más forraje, aunque la tendencia cada vez más es ir a un corte solo, también en el raigrás con trébol o veza, para no retrasar la siembra del maíz. En una pradera en raigrás puedes estar en 10-11 toneladas por corte, por lo que con dos cortes lograrías 20-22 toneladas y más o menos la misma proteína que en el cereal con leguminosa. Lo que ganas es más kilos y otra diferencia con respecto a nuestras mezclas es que el raigrás tolera mejor las condiciones de estrés por humedad, por lo que se adapta mejor a terrenos más encharcadizos», indica el responsable de maquinaria y cultivos de Irmandiños.
El raigrás tolera mejor las condiciones de estrés por humedad, por lo que se adapta mejor a terrenos más encharcadizos que el cereal
Más hacia el interior, en la zona de A Terra Chá, el raigrás sigue siendo mayoritario pero el encharcamiento que viven aún muchas fincas en ayuntamientos como Cospeito no permiten por el momento entrar con la maquinaria para segarlo y ensilarlo. Lo mismo sucede en muchas parcelas de A Pastoriza y también en algunas de las principales zonas lecheras de la provincia de A Coruña, pero la previsión meteorológica para los próximos días habla de altas temperaturas y algo de viento, lo que ayudará a secar el terreno.
Irmandiños comenzó a ensilar la semana pasada (entre el jueves y el viernes segaron y picaron 100 ha) y esta semana tienen tres máquinas trabajando. «Ya hemos metido 80 hectáreas para el CAVI y el grueso prevemos ensilarlo la semana que viene», explican. Después comenzaría ya la preparación de las tierras para labrar el maíz. Prevén sembrar en total en esta campaña entre 1.200 y 1.300 hectáreas, contando las 350 que labran para el CAVI y las que siembran para los socios, lo que supone un ligero aumento con respeto a la campaña pasada.
José Ramón insiste en la necesidad de adelantar todo lo que se pueda la siembra debido al cambio en las condiciones climatológicas, incluso en zonas como A Marina en las que las precipitaciones no eran hasta ahora un factor tan limitante. «El año pasado fue terrible, lo que se labró temprano aún se fue librando, pero en el maíz que se echó después la cosecha fue muy escasa», recuerda.
“Hay que dejar secar un poco las fincas antes de meterse, sino llevas mucha tierra para el silo”
Jesús Otero, técnico de Ganxabar, la cooperativa de ganaderos de las comarcas de Xallas y A Barcala, que cuentan con planta de alimentación en conjunto para el ganado en Mazaricos, recomienda empezar el ensilado por las fincas más secas para permitir entretanto que las más húmedas se vayan secando tras las abundantes lluvias de las últimas semanas para permitir de este modo entrar con la maquinaria.
“Nosotros empezamos este viernes a la tarde cortando las fincas más secas y que están a pradera permanente y después continuaremos por las que están en rotación con maíz, que hay que dejar secar un poco antes de meterse porque sino llevas mucha tierra para el silo y eso complica el ensilado”, reconoce.
Además, el paso de la maquinaria cuando el suelo mantiene aún mucha humedad acaba haciendo muchos rodales, algo que es contraproducente desde el punto de vista agronómico. “Las que están a pradera permanente no interesa estropearlas y en las que va a ir maíz esa compactación del suelo tampoco conviene”, afirma.
Ganxabar ensila siempre la hierba tras dos días de presecado
El corte actual, que es el segundo, “va en su momento”, afirman, por lo que “si se hace un buen presecado la calidad del silo va a ser buena”. Suelen tener la hierba tirada 2 días, lo mismo que harán en esta ocasión. “Cortamos el viernes y empezaremos a meter el domingo”, explican.
Si la climatología ayuda, en la pradera permanente harán aún dos cortes más, uno a mediados de mayo y otro a finales de junio. Hicieron ya un primer corte de limpieza que ensilaron en febrero, y después aprovecharon unos cuantos días que vinieron de buen tiempo para abonar, hace ahora justo 40 días.
“El corte que vamos a hacer ahora está abonado de hace 40 días, como después vino frio no hubo temperatura para que la hierba se disparase, por lo que ni está pasada ni se tumbó con el agua de los últimos días”, aseguran.
La hierba va en su momento; la calidad del silo va a ser buena
En las instalaciones del centro de forrajes, Granxabar ensilará este año unas 600 hectáreas de hierba, sumando la pradera permanente y las mezclas de raigrás con leguminosas (tanto tréboles como veza), que empezarán a segar a partir del día 15.
A mayores, los socios de Ganxabar sembraron otras 100 hectáreas de cultivos mejorantes para abonado en verde, que a partir de la próxima semana empezarán también ya a triturar para después incorporar a la tierra, con la idea de empezar ya a labrar el maíz en las próximas semanas. “Las fincas que se pueda se van a echar ya este mes a maíz. Zonas como Landeira llevarán un ciclo 600 y después la mayoría irán con ciclos entre 450 y 500”, explica Jesús.
“La hierba está bastante retrasada por culpa de los encharcamientos y la falta de temperatura”
El parque de maquinaria de la cooperativa Aira, uno de los más importantes de Galicia, ensila en la comarca de Chantada tres veces más hierba que maíz. Jorge Meiriño es técnico de la cooperativa en la zona y explica que la campaña va este año con unos 15 días de retraso con respecto a las fechas habituales.
“Estamos aún empezando a ensilar cuando otros años ya llevábamos un par de semanas cortando. Por ahora no va adelantada la hierba, está retrasada por culpa de los encharcamientos y la falta de temperatura en las últimas semanas”, dice.
No se pudieron hacer ni siquiera los primeros cortes de principios de marzo, no lo permitió la climatología
Al no estar aun el forraje para segar, las precipitaciones caídas en marzo no van a perjudicar la calidad de los ensilados. “La hierba que tiene mucha hoja cualquier agua la tumba pero después se recupera rápido. El problema se da solo cuando está encañada, antes de espigar, que si la tira ya no se levanta”, aclara Jorge.
Este año se han usado más tréboles anuales para cumplir con la PAC
En el sur de Lugo lo más habitual es hacer un solo corte de ensilado. “Aquí la practica de dos cortes de hierba y después maíz apenas se hace, las heladas afectan al crecimiento del forraje en invierno y después ya no da tiempo a hacer dos cortes, porque si esperas por el segundo sembrarías el maíz muy tarde y en esta zona no conviene porque después le afecta la sequía en verano. Aquí casi todo el mundo va ya a un corte solo, excepto la gente que no siembra maíz, que adelanta el primer corte y hace dos”, explica el técnico de Aira.
La cooperativa hizo este año tres mezclas diferentes para sus socios para cumplir con la PAC en el 10% de las parcelas en las que era necesario sembrar especies mejorantes. Una de las opciones consistía en veza (70%) y avena (30%); otra era una fórmula con un 45% de raigrás y un 55% de trébol encarnado y veza; y la tercera llevaba 20 kg/ha de trébol violeta y 15 kg/ha de raigrás italiano.