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En lo que va de año, la Consellería do Medio Rural actuó sobre más de 500 hectáreas de terreno a través de más de un centenar de quemas controladas con la finalidad de eliminar combustible vegetal y contribuir a la extinción y defensa contra los incendios. Hasta el momento, la Consellería intervino sobre una superficie del 31% superior que el promedio de los últimos 10 ejercicios completos. “Con estas actuaciones se persigue crear discontinuidades en áreas, que, de producirse un fuego, se detenga en la zona tratada con quema prescrita”, señalan desde la Consellería.
De este modo, “se busca mejorar las capacidades de actuación de los medios de extinción y reducir, por lo tanto, el riesgo de incendios de alta severidad, al tiempo que se apuesta por la conservación de ciertas formaciones vegetales de interés”, avanzan desde la Consellería. Además de la quema prescrita realizada hoy en el concello de Santiago de Compostela, “el Servicio de prevención y extinción tenía programadas otras cuatro quemas que suman 52 hectáreas”, afirma el conselleiro, José González.
¿Como se ejecutan estas quemas?
“Previamente a su ejecución se procedió a labores de desbroce mecanizado con tractor para preparar los trabajos que se están realizando. Para que todo transcurra segundo el previsto, están pendientes un agente ambiental -jefe de la quema-, 3 brigadas y 4 motobombas con conductor, equipo humano imprescindible para garantizar el éxito de esta técnica que viene mostrando su eficacia en los últimos años”, explica el titular de Medio Rural.
Debido a la exigencia del alto grado de tecnificación y conocimiento de las condiciones de ejecución que existe para no afectar al suelo o generar otros efectos indeseados, existe un procedimiento pautado por la Consellería para llevar a cabo quemas prescritas, que define una serie de ventanas de prescripción.
El marco de valores para las distintas variables que afectan al comportamiento del fuego, o el rango de fuego estimable y aceptable para la consecución de los objetivos marcados para la quema son cuestiones que tiene en cuenta este protocolo. “La información establecida en esas ventanas de prescripción -número de días sin lluvia, temperatura, humedad relativa, humedad del combustible, velocidad del viento, etc.- sirve de referencia para determinar las condiciones adecuadas para la quema”, detallan desde la Consellería.
En el aspecto temporal, las quemas prescritas también se ven limitadas por el estado fenológico de la biota y de humedad del suelo de las áreas a quemar y por el incidente de incendios forestales. “Hace falta añadir que las quemas prescritas sólo están permitidas fuera de la época de peligro alto y con índice de riesgo diario de incendio forestal bajo o moderado”, destacan.
