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Sarah Ahmed es una escritora londinense y docente de vinos en The Wine Detective. Especializada en vinos de Australia y de Portugal, colabora en revistas como Decanter o The World of Fine Wine. Acaba de participar en el Atlante Wine Forum, organizado por el Instituto Galego do Viño, para hablar sobre las oportunidades que se abren en el mercado global para los vinos frescos y con bajo grado alcohólico, como los gallegos. “Ahora es el momento de aprovechar esta tendencia del mercado”, afirma.
¿Cuales son las oportunidades que se abren en estos momentos para los vinos gallegos en el mercado internacional?
Hay una enorme oportunidad para los vinos atlánticos por su carácter fresco y mineral y bajo alcohol, no solo en el mercado británico, sino en todo el mundo, ya que se trata de una tendencia global. Es algo en lo que coinciden la práctica totalidad de los periodistas y escritores especializados en el mundo del vino.
Ahora es el momento de que los vinos gallegos aprovechen su oportunidad y tomen ventaja en los mercados internacionales. Es algo que ya están haciendo con éxito los portugueses con sus vinos atlánticos, apostando por los viticultores, buenas prácticas en la viña y la elaboración artesanal. Estamos en un momento en el que hay que pensar en el mercado global pero sintiéndose orgulloso del producto local, fusionando lo mejor de lo tradicional y de la modernidad y apostando por vinos auténticos y únicos.
Comentaste en tu conferencia que en Australia están elaborando vinos parecidos a los gallegos para adaptarse a la demanda de los consumidores….
La tendencia del consumidor por demandar vinos frescos y con menos alcohol incluso está afectando a Australia. De esta forma, en Barossa Valley, un valle con un clima cálido y seco, que es la mayor zona productora de vino de Australia, los viticultores están elaborando vinos frescos y con un bajo nivel de alcohol y que maridan bien con cualquier tipo de comida, suponiendo una competencia para los vinos gallegos. De hecho, están siendo importados al Reino Unido por un importante vinatero que es famoso por sus vinos españoles.
“Es necesaria la colaboración para realizar márketing en los mercados exteriores”
Las bodegas gallegas son de tamaño mediano o pequeño. ¿Supone esto una limitación para llegar a los mercados exteriores?
Pienso que lo peor que pueden hacer los viticultores y los bodegueros es ponerse obstáculos y pensar que su producto no se puede exportar porque tiene poco volumen de producción o porque va a ser muy caro. Lo que, en mi opinión, deben hacer es investigar el mercado, ver a que consumidores se tiene que dirigir y que precio están dispuestos a pagar, y centrarse en ese mercado, aunque sea pequeño.
No se puede elaborar un vino para todo tipo de públicos y para todos los países. Los vinos gallegos tienen que apostar por la calidad, no por la cantidad, y hay consumidores, fanáticos del vino como yo, que están dispuestos a pagar un buen precio por un vino interesante, único y diferente. Para es importante, contar la historia de ese vino y de la zona en la que se producen. Por ejemplo, cuando leo la historia de Ribeira Sacra me enamoro de sus vinos.
Insistes también en la necesidad de colaborar entre las disintas bodegas y Denominaciones de Origen…
En una región de pequeños viticultores como Galicia considero que es necesario colaborar entre todos, para optimizar vuestros recursos de márketing y promocionar vuestros vinos en el mundo. Es necesario compartir y colaborar entre bodegas para lanzarse al mercado exterior e incluso para organizar viajes para periodistas especializadas de otros países.
