Español
A Limia, la principal comarca productora de patata Galicia, con una producción que el año pasado superó las 100.000 toneladas, encara el inicio de la cosecha con perspectivas relativamente buenas en precios para los productores y una producción que parece que va a ser mayor de la esperada, a pesar de un año que se preveía desastroso.
Y es que las fuertes lluvias de primavera no sólo echaron a perder la cosecha de cereal de invierno, sino que retrasaron la siembra de la patata en un mes, poniendo en riesgo la viabilidad de este cultivo, que constituye el principal sustento económico de la comarca.
En este sentido, Servando Álvarez Posa, director del Centro Agroganadero en Xinzo de Limia, asegura que “aunque a día de hoy no se cogieron ni el 10% de las patatas, las estimaciones que hacemos es que la cosecha de Kennebec puede bajar este año un 10% y la de las variedades comerciales como la Agraria o la Daifla caerá entre un 20 y un 30%”.
La siembra este año se retrasó casi un mes, lo que hace que la cosecha también se esté aplazando hasta mediados de este mes, cuando en un año normal a finales de septiembre ya estaban todas las patatas cosechadas. “Lo que observamos es que la merma de la producción es proporcional a lo tarde que se sembraron: en las parcelas que se plantaron temprano, a tiempo, a finales de abril y principios de mayo, incluso pueden experimentar un aumento de producción y en las que fueron plantadas en junio e incluso en julio son en las que las caídas de producción se prevén mayores”, añade Servando Álvarez.
Las primeras patatas comenzaron a levantarse en A Limia la pasada semana pero al no estar cumplidas se les desprendía la piel, por lo que los almacenistas decidieron dejar de recogerlas ante los problemas de conservación que presentaban. De este modo, la cosecha se pospondrá hasta la próxima semana. “Hay que esperar a que no llueva, para que sobre el 15 de octubre empezar a recoger la patata en condiciones”, subraya Servando Álvarez.
Precios al alza debido a la falta de patata en Europa
En cuanto a los precios, la escasez de producción en el resto de España y de Europa, está tirando al alza con las cotizaciones en A Limia. Anxo Pérez Rúa, responsable del Sindicato Labrego Galego (SLG) en la comarca destaca que “las primeras que se vendieron por libre llegaron a subir de los 35 céntimos el kilo, aunque ahora bajaron a 26, y las de contrato rondan los 13-14 céntimos”.
“Ahora mismo los precios están bajando porque los intermediarios prefieren coger primero las patatas de contrato y en el mes de enero, cuando se acaben estas, y empiecen a demandar más las de mercado libre, la previsión es que vuelvan a subir los precios”, asegura el responsable del SLG. La capacidad de almacenar la producción por parte del productor, determina el porcentaje que vende bajo contrato al mayorista o que decide guardar para vender por libre. En este sentido, Ángel Pérez Rúa lamenta que “al no haber un contrato homologado, no hay un control y no se sabe que cantidades van por el mercado libre y cuales por contrato”.
En cuanto a la producción, el representante del Sindicato Labrego también prevé que “va a ser menor también aquí porque, a parte de que fue sembrada tarde y se plantó menos superficie, las noches este verano quedaron calientes, y esto favoreció que la patata echara mucha rama pero poco tubérculo”, explica.
Hablan los productores:
Roberto Fiz (Trasmiras): “Los buenos precios compensan la bajada de producción”
Roberto Fiz es un agricultor y también comprador de Trasmiras. Cultiva junto con sus padres unas 70 hectáreas de trigo y 32 hectáreas de patatas. Asegura que “de momento sólo cogemos dos hectáreas y la producción es alrededor de un 30% inferior a la del año pasado, aunque hasta acabar la cosecha no podemos hacer una valoración definitiva”. Sin embargo, destaca que “los precios están acompañando: la Agria anda sobre los 25 céntimos y la Kennebec algo por debajo de los 40 céntimos el kilo”.
José Casales Ramos (Xinzo, Verín y Portugal): “De momento estamos teniendo buena cosecha y excelente calidad”
José Casales Ramos es un agricultor que cultiva unas 17 hectáreas de patata en Verín, 14 en Xinzo y otras 10 hectáreas en Portugal. En este momento está en plena faena levantando las patatas en Verín, y asegura que “aunque se esperaba que fuera un mal año, de momento está siendo muy buena cosecha, con unas 50 toneladas por hectárea, y de gran calidad”. En cuanto a los precios, asegura que en su caso están rondando entre los 40 y los 50 céntimos. “No me puedo quejar y por lo que veo también en A Limia va a haber buenas patatas”, asegura José.
Amador Díaz Penín-Patatas Ama (Xinzo de Limia): “Este año están viniendo más compradores”
Amador Díaz Penín es un agricultor de Xinzo de Limia que también vende directamente su producción al consumidor a través de la web www.patatasama.com . Asegura que “de momento estamos parados porque sembramos dos meses más tarde y la patata no cubrió el ciclo y la piel se desprende, sobre todo en la variedad Agria, que es para frito”. Estima que la producción caerá un 30% pero destaca que “de calidad son buenas, porque no hubo enfermedades al ser un año seco”.
La falta de patata se está notando en mayores precios y en un mayor interés por parte de los compradores. “No hay patata este año y está viniendo mucha más gente a comprarla”, asegura. Ahora todo depende del tiempo: “Calculo que en 8 días empezaremos el fuerte de la cosecha y es necesario que la lluvia no nos fastidie”, concluye.
