Desde que el resinado comenzó a retomarse en Galicia, hace alrededor de 7 – 8 años, el Centro de Investigación Forestal (CIF) de Lourizán emprendió líneas de trabajo para adaptar las técnicas de extracción a las características forestales gallegas. Hablamos con el director del Centro, Enrique Martínez Chamorro, sobre las innovaciones que se están produciendo, así como sobre las perspectivas de la actividad. El CIF colabora actualmente con el grupo operativo Acrema en la optimización de las técnicas de resinado.
– Explíquenos las acciones sobre resina que está desarrollando el CIF Lourizán en el marco del grupo operativo Acrema.
– Junto a los demás miembros del grupo, el Centro de Investigación Forestal (CIF) de Lourizán está por un lado, optimizando el método convencional de pica de corteza y comparando este método de extracción de resina tradicional con otros más innovadores de extracción, mecanizados en envase cerrado. Con estas innovaciones se busca optimizar la cantidad y la calidad de los productos obtenidos, minimizando así los impactos en la calidad de la madera y mejorando la sanidad de las masas tras los aprovechamientos, al no hacer heridas abiertas.
– Cuando comenzó la recuperación del resinado de pinos en Galicia, en torno a 2015, el CIF de Lourizán enfocó sus líneas de investigación para adaptar el método de extracción de pica sobre corteza a las condiciones de la comunidad, si bien las perspectivas de cara al futuro se orientan a métodos mecanizados y/o recogida en bolsa (el método de entalladura circular y el Borehole). ¿Qué conclusiones se pueden adelantar sobre estos nuevos métodos en Galicia?
– Aunque es pronto para dar resultados globales, sí se puede concluir que los métodos mecanizados -como el de Pica Circular Mecanizada- son más rápidos, porque los rendimientos mejoran y los esfuerzos disminuyen; la resina que se obtiene es más pura, sin agua ni otros residuos (corteza, acículas etc.), al “cosecharse” en bolsas cerradas. Al mismo tiempo, falta avanzar en el tratamiento que da la industria a la resina cosechada en bolsas (residuo de la bolsa), y que se cuantifique económicamente el valor añadido que tiene esta resina pura.
– Una de las ventajas que se apunta que aportarían estos métodos de extracción es una mayor calidad de la resina. Explíquenos esa mejora.
– Aparte de lo indicado, estos métodos permiten aumentar la fracción volátil (trementina), con alto valor añadido, y además ofrecen la posibilidad de aplicar estimulantes con menos contenido en ácido sulfúrico, o incluso, como ya se ha probado desde el CIF, estimulantes a base de ácidos orgánicos, obteniendo una miera (resina) válida para cualquier aplicación en humanos (terapéutica, farmacológica etc.).
– ¿Cómo sería el sistema de trabajo a lo largo de una campaña con estos métodos y qué productividades se podrían obtener?
– Sería similar al tradicional en periodicidad, pero los procesos de extracción y recolección se llevan a cabo en un corto periodo de tiempo, al tratarse de un método mecanizado, es técnicamente más fácil y con menos esfuerzo físico para el resinero.
– ¿Hay diferencias internas dentro de Galicia en cuanto a productividad? ¿Podría decirse que el sur de la comunidad, con mayor insolación, y en especial la provincia de Ourense, con un clima mediterráneo, tienen mayores productividades?
– Al final del Proyecto Acrema compararemos datos de Asturias y de la zona norte y centro de Galicia, aunque sí pensamos que es un factor importante el efecto de las temperaturas acumuladas los días anteriores y posteriores a la apertura de la pica.
– Para mejorar la resinación, en el CIF de Lourizán habéis desarrollado una pasta estimulante elaborada en base de ácido salicílico, que ha demostrado su eficacia en comparación con pastas más agresivas, como las que incluyen ácido sulfúrico o ethrel. Háblanos de esta línea de trabajo.
– En el grupo operativo Acrema está dando muy buenos resultados. En la actualidad en el CIF de Lourizán ya estamos trabajando en otra con menos proporción de ácido sulfúrico que se adaptaría mejor a una incisión cerrada como es la Pica circular mecanizada.
– En cuanto al resinado, una de las dudas que se mantiene en el sector forestal es sobre un posible impacto del resinado en la madera. El CIF de Lourizán, en colaboración con Finsa, hicisteis hace unos años una comprobación con la corta de 35 pies resinados en Caldas de Reis. ¿Cuáles fueron las conclusiones?
– En las pruebas de aserrado no se apreciaron diferencias sobre el porcentaje en volumen con respecto al total de la rolla. Respecto a la densidad de la madera no se apreciaron diferencias entre las trozas de árboles testigo y las de árboles resinados con una y dos caras opuestas. De manera general, la zona de madera afectada por la resinación está presente en la primera tabla en una longitud de entre 40 a 60 cm (tablas de 27 mm de espesor). Tampoco la velocidad de la sierra se vio alterada en los árboles resinados.
– ¿Es aconsejable sólo una resinación a final de turno, en los 3-5 años previos a la corta, o veis posible otras opciones?
-Ahora mismo me parece la mejor opción, más aún cuando la madera en Galicia es el producto principal y ha aumentado su valor (precio). Si se resinara a más años, podría depreciarse el valor de la madera como sucede en otras zonas de España.
– Otra cuestión sobre la que hay incertidumbre es la vinculación entre resinado y sanidad forestal. En Galicia por el momento no se permite la resinación en zonas afectadas por el nematodo del pino. ¿Cómo ve esa situación?
– Creo que con los nuevos métodos de Pica circular mecanizada puede replantearse esta restricción. En el caso del método tradicional, se produce una herida que puede ser un posible foco de entrada de plagas o enfermedades, pero al estar esta herida constantemente sellada, esa posibilidad, a mi juicio, disminuye considerablemente.
– Usted siempre ha sido optimista sobre la potencialidad del resinado en la comunidad, pero es un aprovechamiento que en Galicia, a diferencia de Castilla y León, no acaba de despegar. ¿Qué falta para que la actividad resinera aumente en la comunidad?
– Claro que en Galicia no existía tradición como en otras zonas de España, pero hoy en día eso está empezando a cambiar y existen particulares y comunidades de montes cada vez más implicadas. Solo falta que la industria se asiente en nuestra comunidad, para así poder realizar todo el proceso en Galicia.
Proyecto financiado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en el marco del Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014-2020, con un importe de 561.719,17 euros, financiado con fondos FEADER en un 80% y AGE en un 20%.