Fumata blanca sobre a las políticas públicas que orientarán el futuro del monte gallego. El Consello Forestal, un órgano consultivo de la Xunta en el que participan todas las asociaciones de la cadena de la madera, ha respaldado hoy de manera mayoritaria el proyecto de Plan Forestal de Galicia 2021 – 2040. El documento asienta las bases para regular las plantaciones de eucalipto y para favorecer el aumento de los pinares y de la superficie de castaños.
Los números son los siguientes. En las próximas dos décadas, la Consellería de Medio Rural aspira a lograr una reducción de un 5% en la superficie de eucaliptales, que se retirarían de 20.000 hectáreas. De manera paralela, se quiere promover un aumento de 20.000 hectáreas en la superficie de pinares, en regresión en los últimos años; así como un incremento de 16.000 hectáreas de plantaciones de castaños, la mitad para castaña y la otra mitad para producción de madera.
Regulación adicional del eucalipto
La expansión progresiva de la superficie de eucalipto en Galicia se frenará en los próximos años. La Xunta anuncia un “control de nuevas plantaciones” con el objetivo de que en el 2040 se hayan reducido en 20.000 hectáreas las tierras ocupadas actualmente por la especie. Queda por ver cómo se concreta esta regulación adicional, que será posterior a la aprobación del Plan Forestal, prevista para el primer semestre del 2021.
En la actualidad, el eucalipto ya no se puede plantar en tierras agrarias ni en sustitución de masas de frondosas caducifolias. Tampoco se pueden acometer plantaciones de nuevas superficies en zonas de Red Natura. La regulación adicional que se avecina apunta a frenar la expansión del eucalipto en las zonas en las que logra menores productividades, bien por la calidad del suelo, la altitud, la proliferación de plagas u otros condicionantes.
La Xunta prevé un plan de ayudas para convertir eucaliptales degradados a otras especies
La Xunta prevé un plan de ayudas para la conversión de eucaliptales degradados a otras especies y también quiere incentivar la rotura de las grandes masas, de forma que se cree un paisaje mosaico que reduzca los riesgos en caso de un incendio forestal.
Planta con mejora genética, desbroces y fertilización
En las áreas más aptas para el eucalipto, entre tanto, la Xunta proyecta fomentar la gestión activa de las masas para mejorar su productividad. Para ello, se aboga en el Plan Forestal por un mayor empleo de plantas mejoradas y por actuaciones silvícolas para controlar el matorral y aumentar el aporte de nutrientes en los eucaliptales.
El objetivo es pasar de una productividad media de los eucaliptales que se estima en la actualidad en 15 metros cúbicos por hectárea y año a una productividad de 20 metros cúbicos por hectárea y año en el 2040 (medias de productividad conjuntas de eucalipto globulus y eucalipto nitens, teniendo en cuenta las diferentes calidades de estación).
Sobre el manejo silvícola de los eucaliptales, la Xunta apunta que para reducir los riesgos de incendios sería adecuado proceder a desbroces de control del matorral cada 3 – 5 años. Es una medida que además contribuiría al aumento de la productividad, a la que también ayudaría una mayor fertilización de las masas. Para la gestión nutricional de la especie, Medio Rural señala la conveniencia de emplear “de manera sostenible” cenizas procedentes de la biomasa forestal.
Las fibras textiles, ¿una oportunidad para el eucalipto nitens?
Los proyectos de producción de fibras textiles a partir de la madera abren un nuevo escenario para el eucalipto nitens, según recoge el Plan Forestal de Galicia: “La madera de ‘Eucaliptus globulus’ le aporta a los productores unos precios más competitivos que la de ‘E. nitens’ (dada su mejor aptitud para la producción de pasta de papel), siendo previsible que las diferencias de precio se incrementen progresivamente. Pero esta dinámica puede verse alterada si el destino de las masas de E. nitens se dirige a la obtención de otros productos no directamente relacionados con la pasta de papel (fluff, dissolving pulp, viscosa, rayón, modal, lyocell o cupro)”.
En la última década, se ha producido un aumento progresivo de la superficie de eucalipto nitens, una especie más resistente a la plaga del gorgojo y más adaptada al clima del interior gallego. El eucalipto nitens, que ya representa alrededor de un 15% de las talas de eucalipto en Galicia, demostró además buenas productividades, que llegaban en algún caso hasta a duplicar las conseguidas por el eucalipto globulus.
Esas condiciones favorecieron la proliferación de la especie en las plantaciones de eucalipto, si bien, la menor aptitud de su madera para pasta de papel, llevó a las empresas de celulosa a reducir el precio de la madera de nitens en un mínimo de 6 euros por tonelada, en comparación con la del globulus. Los proyectos anunciados ahora para producir fibras textiles a partir del eucalipto podrían generar un cambio de escenario, según la Xunta.
Aumento de los pinares y mejora de su manejo silvícola
De manera paralela a la reducción de los eucaliptales, la Xunta proyecta fomentar el aumento de la superficie de pinares en las próximas dos décadas. El objetivo que se marca la Administración es el de elevar la superficie de coníferas en 20.000 hectáreas. Prevé además incentivar mayores tratamientos silvícolas de las masas, de forma que en el 2040 hasta un 75% del volumen de pino cortado tenga un destino para sierra o para uso estructural en la construcción, frente al 50% actual.
La mejora genética de los pinares es otro de los ejes de actuación, fijándose el reto de lograr plantas de pino radiata que permitan turnos de tala inferiores a 25 años.
Castaños y frondosas
Un tercer eje de actuación del Plan Forestal se centrará en los castaños y en el resto de frondosas caducifollias. Según el último inventario forestal, Galicia cuenta con 26.000 hectáreas de castaños y con cerca de 400.000 del resto de frondosas caducifolias (robles, rebollos, abedules, bosques de ribera, etc.). El Plan Forestal proyecta aumentar la superficie de castaños en 16.000 hectáreas, la mitad para producción de castaña y la otra mitad para madera, así como incentivar la gestión activa y recuperación de 8.000 hectáreas de sotos tradicionales.
En cuanto al resto de frondosas caducifolias -que experimentaron un notable crecimiento en las últimas décadas en regenerados naturales, sobre todo en zonas agroforestales abandonadas del interior gallego-, el Plan Forestal pretende incentivar tratamientos silvícolas que favorezcan la obtención de madera de calidad, así como actuaciones de repoblación para la obtención de madera de alto valor.
Los objetivos que se marca el Plan es fomentar los tratamientos silvícolas en 5.500 hectáreas en los próximos 20 años, así como apoyar la reforestación de 3.500 hectáreas.
Valoraciones
Tras el Consello Forestal de hoy, la Consellería de Medio Rural emitió una nota de prensa en la que se felicitaba por el consenso conseguido para el Plan Forestal. Medio Rural prevé que el Plan Forestal sea aprobado en el primer semestre del 2021 en el Consello da Xunta, después de pasar por el Parlamento para su debate.
La Consellería avanzó también que en la primera mitad de la legislatura quiere aprobar la reforma de la Ley de Prevención y Extinción de Incendios Forestales de Galicia, para lo cual iniciará un proceso participativo con el sector forestal. Sobre los servicios de extinción, Medio Rural anunció por último que potenciará la formación del personal en un Centro Integral para la Lucha contra el Fuego, que se ubicará en el ayuntamiento ourensano de Toén.
Toén acogerá un centro de formación para el personal de servicios de extinción
Por parte del sector forestal, se confirmó igualmente el consenso mayoritario conseguido para el Plan Forestal de Galicia 2021 – 2040. Así lo manifestaron tras la reunión el director de la Asociación Forestal de Galicia, Francisco Dans, y el representante de Unións Agrarias y Asefoga, Jacobo Feijoo, que únicamente lamentó “la ausencia de una mayor apuesta por las frondosas caducifolias”. “Tenemos un 30% de superficie forestal arbolada con frondosas caducifolias, que representan alrededor de un 3% de las talas con destino industrial. El resto sólo tiene uso para leñas domésticas. Si queremos apostar por las frondosas y que los propietarios vean en ellas una rentabilidad, hay que ser más ambiciosos a la hora de incentivar tratamientos silvícolas que mejoren las masas”, valora.
Tras el Consello Forestal de hoy, las últimas puntadas del Plan Forestal de Galicia se darán previsiblemente en el Parlamento en las próximas semanas. Después, el documento será aprobado por el Consello da Xunta y se enfrentará a su gran reto: pasar del papel al monte en un escenario como el gallego, donde el 98% de la superficie forestal es propiedad particular o de comunidades de montes. En la memoria, queda el Plan Forestal de 1992, con un planteamiento ambicioso pero lastrado por una evolución de la cadena forestal que marchó por diferente camino.