Como cada mes de diciembre, la Comisión Europea ha presentado sus pronósticos de los mercados agrarios para la próxima década. Son pronósticos que a veces, por diferentes imprevistos, envejecen peor que la leche, pero marcan tendencias probables. En el sector lácteo, la perspectiva de la UE es que el precio de la leche en el campo haya alcanzado ya a su pico, en el entorno de los 55 céntimos, para comenzar a bajar próximamente, si bien no se espera un fuerte desplome de las cotizaciones, como sucedió en la crisis del 2015.
La previsión de la UE para los próximos años es que el precio de la leche se mantenga fuerte, por encima de los 40 céntimos por Kg., para llegar al 2032 en el entorno de los 45 céntimos / Kg. de media. Ese pronóstico de precios se hace en base a la progresiva bajada de producción que espera la UE durante toda la próxima década (- 0,2% anual).
El principal motivo de que la producción de leche descienda lo sitúa Europa en las mayores exigencias ambientales. La Comisión advierte de que las regiones ganaderas más intesivas, como puede ser el caso de Holanda, tendrán que reducir la densidad de cabezas para disminuir la contaminación de las aguas por nitratos y las emisiones de amoniaco.
La previsión del informe es que se reduzca el número de vacas y la producción, si bien una parte de esa bajada se compensará por mayores rendimientos de los animales.
Alimentación animal y sequías
Otros dos factores a tener en cuenta en la producción de leche son el precio de la alimentación animal y las sequías, principales causas de la bajada de producción en el 2022 en el continente.
Sobre la alimentación animal, la previsión europea apunta a una próxima moderación de los precios en el periodo 2022-2025, si bien se espera que se estabilicen en niveles superiores a la etapa pre-Covid.
En cuanto a los fenómenos meteorológicos extremos derivados del cambio climático (altas temperaturas y sequías, heladas primaverales, etc.), la Comisión Europea señala que aumentarán en los próximos años “de manera altamente probable o con casi total seguridad”, según las previsiones del Panel Intergubernamental del Cambio Climático, de la ONU.
El impacto de los fenómenos extremos dependerá de su dimensión geográfica, así como de la posible recurrencia de este tipo de problemas.
Tendencia general a menores producciones
La tendencia a menores producciones es general a nivel del sector agrario, tanto en leche como en carne o en parte de los cultivos, como la cebada y el maíz. El comisario de Agricultura, Janus Wojciechowski, emitió una llamada de atención por el descenso del número de granjas y el aumento de la edad media de los productores, lo que puede comprometer la seguridad alimentaria de cara al futuro.
Con todo, durante la próxima década, la UE prevé mantener capacidad de autoabastecimiento en leche, carne y trigo, si bien seguirá siendo deficitaria en cultivos como el maíz.
Leche más sostenible
En paralelo a las bajadas de producción, se espera que los sistemas de producción más sostenibles vayan ganando terreno, tanto por los apoyos de la PAC como por las tendencias de consumo. En la actualidad, la producción de leche ecológica representa solo un 4% en la UE, en tanto que los sistemas extensivos de producción de leche suman alrededor del 20% del total. La Comisión espera que tanto la leche ecológica como lo de pastoreo aumenten cuota de mercado en los próximos años, igual que otras opciones, como la leche de vacas alimentadas sin transgénicos.
Del mismo modo, pronostica el fortalecimiento de las actuales tendencias de cuidado del bienestar animal y de introducción de prácticas más sostenibles (manejo de los purines, producción de biogás, reducción de antibióticos, etc.).
Perspectivas del mercado de lácteos
En el mercado internacional, Europa continuará siendo el principal exportador mundial, según las perspectivas de la Comisión, si bien no se prevén fuertes aumentos de las exportaciones, tanto por la menor producción interna como por una probable mayor competencia internacional.
Las gamas de lácteos que mejor funcionarán, tanto a nivel interno como en el mercado exterior, son el queso y el suero, orientado este último a la industria alimentaria. Se espera que la leche en polvo y la mantequilla reduzcan su crecimiento, en tanto la leche líquida continuará evolucionando a la baja debido a factores como el envejecimiento de la población. Otras gamas de lácteos frescos, como el yogurt, se espera que se mantengan estables, con posibles nichos de crecimiento, como el del yogurt líquido.
Las oportunidades de desarrollo en el mercado de leche líquida y lácteos frescos, según el informe europeo, vendrán de la mano de lácteos funcionales, por ejemplo ricos en proteínas o con vitaminas añadidas, y de gamas orientadas a las demandas de los nuevos consumidores (menos grasas y azúcares).