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Visita a Agrícola Junquera – Colmeiro
Un grupo de 40 ganaderos y técnicos de Austria visitaron este fin de semana diversas granjas gallegas de vacuno de leche para conocer el sector lácteo de la comunidad, la octava región productora de la Unión Europea.
La visita fue organizada por la Asociación de Criadores de Raza Fleckvieh de Pielachtal, en la región de Baja Austria, en colaboración con Genetic Austria y Ganados Barreira. Además de ganaderos y autoridades municipales, también asistieron a este viaje técnicos de ZuchtData , la empresa púlblica encargada del control y de la mejora genética de la raza, y de RINDERZUCHT AUSTRIA, la interprofesional austríaca de ganado vacuno.
Durante su estancia visitaron la ganadería La Nave SC, en O Corgo (Lugo), una granja en intensivo con 140 vacas en ordeño, todas ellas Holstein; Ganados Barreira SC, en Lugo, y Agrícola Junquera – Colmeiro, una ganadería de Vila de Cruces con 70 vacas en ordeño de las que 20 son de raza Fleckvieh.
Austria es el estado de la Unión Europea con mayor relevo generacional en la ganaderías, con explotaciones familiares de pequeño tamaño -la media ronda las 30 vacas en ordeño- pero muy bien organizadas a nivel sectorial en cooperativas, con una clara apuesta por la diversificación (además de leche, la venta de terneros cebados y de novillas para recría constituye una importante fuente de ingresos), un apoyo y asesoramiento público claro y una apuesta por razas de vacuno rústicas y de doble propósito, como es la Fleckvieh, que representa el 80% de la cabaña austríaca de vacuno lechero.
A continuación recogemos los testimonios de dos ganaderos austríacos que participaron en el viaje:
Michael Heindl: “Me sorprende de Galicia lo sencillos que son los establos”
Michael Heindl es una ganadero con 27 vacas en ordeño de raza Fleckvieh, que producen una media de 10500 litros con el 4,5% de grasa y el 3,5% de proteína. Venden la leche a la coooperativa NOEM a un precio medio de 0,49 euros el litro. Las vacas están estabuladas y reciben ración unifeed en carro. La ración está compuesta por silo de hierba, 0,5 kg de paja, 3 kg de heno, 2 kg de pastone de maíz, 2 kg de harina de cebada, otros 2 kg de harina de maíz y 1,5 kg de una mezcla de harina de soja y de colza.
La venta de leche supone el 60% de sus ingresos y el resto corresponde a la venta de vacas primerizas para la exportación (unas 20 al año) y a entre 20 y 25 terneros que salen de la explotación con unos 100 días. “Genotipamos todas las terneras y empleamos mucho la transferencia embrionaria para seguir mejorando la genética de nuestra granja”, destaca Michael.
Manejan unas 30 hectáreas de base territorial, de las que 25 son pradera, en las que logran 5 cortes de hierba al año, y 5 hectárea las cultivan con cereales. Además, cuentan con 9 hectáreas de bosque, que constituye otra fuente de ingresos.
En la granja trabaja su mujer a tiempo completo, Michael a media jornada -trabaja también unas 20 horas semanales en un centro de inseminación- y uno de sus hijos que va a tomar el relevo en la explotación trabaja los viernes.
En cuanto a sus impresiones del viaje a Galicia en la relativo a las granjas de vacuno de leche, Michael asegura que “lo que más me sorprendió es la sencillez de los establos, pues en Austria son más costosos porque tienen que estar preparados para afrontar el frío del invierno, y tal como está cambiando el clima, también los tendremos que adaptar para hacer frente al calor durante el verano”.
Otro aspecto que le llama la atención es que “en Austria las ganaderías son más familiares, el establo suele estar pegado a la casa y a los hijos desde pequeños les inculcamos el cariño hacia nuestro entorno y la importancia de continuar con la casa familiar”.
Karl Braunsteiner: “Logro 8000 litros por vaca al año con un máximo de 1000 kg de pienso”
Otro de los ganaderos que participaron en el viaje a Galicia fue Karl Braunsteiner, que también es presidente de la Asociación de Criadores de Raza Fleckvieh de Pielachtal. Su granja cuanta con 50 vacas en ordeño, que registran una producción media de 8000 litros por lactación, con el 4,3% de grasa y el 3,3% de proteína. Las vacas están en estabulación libre, con cama de paja y emparrillado.
Manejan 56 hectáreas de praderas – la mitad en propiedad- y la hierba constituye la base de la alimentación del rebaño, complementada con algo de silo de maiz que compran y pienso, con un límite de 1000 kg por lactación.
Además de la venta de la leche, y la venta de terneros -los comercializan a las 8 semanas de vida, a un precio medio de 500 euros por animal- otra fuente de ingresos de la granja es el turismo gastronómico y un un obrador de transformación y conservación de frutas, tanto de las que producen en la propia explotación como de otros productores.
“El paisaje de Galicia y el de la región de Baja Austria es parecido, lo que nos diferencia es que allí las explotaciones son de carácter más familiar, es muy raro que se contraten trabajadores externos”, concluye Karl.
