La Asociación de Criadores de Rubia Gallega (Acruga) atraviesa por tiempos convulsos. Tras un proceso electoral que fue anulado por el juzgado, la directiva que había salido ganadora de aquellos comicios por un estrecho margen procedió a recurrir la decisión judicial. Entre tanto, trata de mantenerse en el cargo, pero enfrenta un panorama complicado, pues la oposición a la continuidad de César Dorado se está notando con fuerza. En la asamblea general celebrada hoy, más de dos tercios de los ganaderos asistentes se opusieron a las cuentas y al presupuesto presentados por la directiva.
De los 220 ganaderos asistentes, 158 votaron en contra de las cuentas del 2022 y del presupuesto y plan de trabajo del 2023, según las cifras que maneja la candidatura alternativa, encabezada por el ganadero de A Mariña David López. El conflicto amenaza así con bloquear el trabajo cotidiano de la Asociación, un escenario que parece poco sostenible.
“Le pedimos de nuevo a César que dimita y que cumpla con la resolución judicial. Pensamos que es la única salida posible” -explica David López.- “Después de que la asamblea general le tumbase por amplia mayoría las cuentas y el presupuesto, le preguntamos qué iba a hacer, pero no tuvimos respuesta”, lamenta.
Desde la candidatura alternativa critican también los problemas que hubo en la organización de la asamblea, que tuvo un importante retraso en la hora de comienzo por dificultades de acceso a la sala.
Presentación del balance 2022
La actual directiva de Acruga, por su parte, ha emitido una nota de prensa en la que destaca el balance del último año de la asociación, sin mención a los incidentes de la asamblea. En el balance de la última campaña, la actual directiva destaca una evolución positiva de los números de la raza.
En concreto, se señala que se han aumentado ligeramente las ganaderías de Rubia Gallega, que ascienden a 1.336 (+10). Lo mismo ocurre con el número de animales dados de alta en el libro genealógico, en el que se inscriben los ejemplares de pura raza, y que al cierre de 2022 contabilizó cerca de 31.500 animales, la mayoría de ellos pertenecientes a explotaciones lucenses (25.465).
Para Acruga, uno de los datos más importantes y que demuestra la evolución de la raza derivada de la investigación y de los programas de selección para la mejora de la genética es el que deriva de los pesos de los ejemplares al destete, que suben respecto a años anteriores, a lo que se suma el descenso del peso al nacimiento.
Ambos factores son muy positivos, afirman, ya que se baja una media de 2 kilos el peso al nacimiento, que cuanto menor es supone una mayor facilidad de parto, mientras que incrementa el peso al destete, lo que supone mayor crecimiento y más producción de carne.
La asamblea de Acruga sirvió para dar cuenta también de la marcha de los diferentes convenios, ya conocidos, que la asociación mantiene con las distintas administraciones.
Ganaderos jubilados
Como es habitual en las asambleas anuales de Acruga, esta reunión sirvió para rendir homenaje a los ganaderos jubilados a lo largo del 2022, de los que seis asistieron para recibir la distinción de la asociación, de los cerca de 220 ganaderos asistentes y de las autoridades presentes. Se trata de Celsa Cordal, de Abadín; Karina González, de Cervantes; Virtudes Santos, de Sobrado; Manuel Pérez, de Cervantes; Manuela López, de O Corgo; y Daniel Fernández, de Baralla. Todos ellos recibieron la insignia de Acruga de manos de las autoridades, en representación de todas las administraciones.