El Estudio de cuantificación de los baremos calificativos de la biodiversidad en las explotaciones de producción ecológica de bovinos de leche y carne, impulsado por el Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica de Galicia (Craega) y presentado este jueves en Lugo, defiende que se debe poner la biodiversidad que caracteriza la producción ecológica en Galicia como “eje de la diferenciación y valoración de las producciones ganaderas de bovinos”. “No sería malo poder expresar estas características en las certificaciones de valor medioambiental de las explotaciones”, concluye.
“La cuantificación de los espacios generadores de biodiversidad de las granjas analizadas refleja una realidad biológica de alto valor”, aseguran José Luis Cortiñas y Juan A. Pérez, que han sido los responsables de elaborar este estudio, que se centra en los conceptos de agricultura y ganadería ecológicas y en la biodiversidad que generan estas explotaciones.
Se analizaron y se compararon cuatro granjas de producción ecológica de bovinos, dos de carne y dos de leche: A Cernada (Palas de Rei, Lugo), María Elvira Diéguez García (Montederramo, Ourense), Bernardino González Pena (Monfero, A Coruña) y Casa de Vázquez (O Corgo, Lugo).
Se analizó la biodiversidad en dos ganaderías ecológicas de producción de leche y dos de carne
Los datos obtenidos durante la fase de investigación para la realización del estudio permiten concluir que “estos espacios productores de alimentos son al mismo tiempo grandes reservorios de biodiversidad”. Expresada en hectáreas de biodiversidad por hectárea de cultivo, las 4 explotaciones superan el umbral mínimo de 0,5 ha de biodiversidad por ha de SAU.
Ser positivos con la biodiversidad no nos hace más ineficientes desde el punto de vista de la sostenibilidad económica o social
El peso de la superficie de pradera en las explotaciones de ecológico ayuda a alcanzar estos niveles positivos. Con todo, existe margen de mejora en los setos y cierres vegetales de las parcelas. “La dimensión de los setos es muy inferior a otras zonas ganaderas de Europa. El reparto de la tierra en Galicia no admite esas dimensiones de setos, pero favorece la conexión de los espacios de biodiversidad entre sí”, aseguran sin embargo los autores del trabajo.
Sin competencia por los recursos entre el ganado y el ser humano
El estudio incide en varios aspectos clave que constituyen los pilares básicos en los que se sustenta la ganadería ecológica (calidad ambiental y desarrollo sostenible, salud y bienestar animal, y calidad de productos) y en varias de las normativas que influyen directamente en este tipo de explotaciones.
Destaca que las cuatro explotaciones analizadas “basan la alimentación de su ganado en fibras no asimilables por el ser humano”, por lo que no se da “competencia por los recursos entre ganado y personas”.
Las explotaciones analizadas reflejan el papel positivo que ejerce el ganado en el territorio
“El ganado, con un manejo correcto, mantiene la durabilidad del suelo ayudando a la calidad de las aguas. Las explotaciones analizadas reflejan el papel positivo que ejerce el ganado en el territorio. La actividad ganadera genera y preserva los hábitats y los recursos alimentarios para la fauna, además de ser imprescindible para mucha flora”, concluye el estudio encargado por el Craega.
Por su parte, Francisco López Valladares, presidente del Craega, indicó que “la producción de ganado ecológico representa una alternativa a la progresiva intensificación de la producción animal convencional” y el director general de la Agencia Gallega de Calidad Alimentaria (Agacal), José Luis Cabarcos, clausuró el evento destacando en su intervención la evolución positiva de la agricultura ecológica en Galicia en los últimos años (en la última década la superficie ecológica creció en Galicia un 198%, pasando de 15.242 ha en el año 2012 a 45.626 ha en el año 2022), así como la importancia de la Ley de la Calidad Alimentaria para el futuro del sector.