El proyecto de selección del roble gallego, iniciado hace un par de años, culminará este otoño invierno con la plantación de tres parcelas en los concellos de Santa Comba (A Coruña), Chantada (Lugo) y Trasmiras (Ourense). La iniciativa, encabezada por la Fundación Juana de Vega y por el Centro de Investigación Forestal de Lourizán, busca crear campos de ensayo en los que conservar y mejorar los recursos genéticos de la especie.
El proceso para identificar y conservar el material genético de los mejores robles gallegos se inició en el 2015. En las 11 carballeiras selectas que hay catalogadas en la comunidad, los investigadores seleccionaron los ejemplares que presentaban mejores condiciones y procedieron a la recogida de sus bellotas. Esas bellotas se plantaron en vivero, en colaboración con el Centro Forestal Rías Baixas (Vilaboa, Pontevedra) y con el vivero Costa de Lóngaras (Abadín, Lugo).
El paso siguiente es seleccionar en los semilleros de los viveros los árboles que presentan mejor crecimiento y morfología, pues esos serán los ejemplares que se implantarán este otoño – invierno en tres parcelas públicas, cedidas para el proyecto por el Banco de Terras. Las tres fincas suman algo más de 2,5 hectáreas entre Santa Comba (9.500 metros cuadrados), Trasmiras (9.968) y Chantada (6.959 metros cuadrados).
Los robles se dispondrán en estas parcelas con una alta densidad, a fin de facilitar su crecimiento. Posteriormente se harán claras y se dejarán los ejemplares que presenten mejor comportamiento en campo. Cuando estos árboles sean adultos, podrán servir su vez de hortosemilleros de material cualificado o controlado, el de mayor nivel genético.
Fomento del uso del roble
La iniciativa es un primer paso para hacer una selección genética del roble gallego con la idea de fomentar su uso, tanto en fincas privadas como en parques y jardines públicos. En esa línea, las plantas de roble que ya fueron cultivadas en los viveros colaboradores y que finalmente no se implanten en las carballeiras públicas, podrán ser comercializadas libremente por los propios viveros, que podrán ofrecer así un material de categoría seleccionada.