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La salud de los sotos en las comarcas del Courel y Ancares está en estado crítico por la acción de la avispilla del castaño, según asegura Unións Agrarias, que calcula que la cosecha de castaña fue este año un 10% de la producción media en la montaña lucense. La organización pide que se estudie la causa del «fracaso» de las sueltas del insecto parasitoide de la plaga, el «Torymus sinensis», que se libera en la zona desde 2018, un año después de la detección de la avispilla en el Courel.
«Es fundamental que la Administración inicie de inmediato un trabajo de campo para comprobar cuál es el grado de parasitización de las puestas de la avispilla y que a partir de ahí establezca un plan de choque para la primavera, de forma que se haga un seguimiento de la evolución del ciclo biológico de la avispilla, para determinar el momento más eficaz para la suelta del parasitoide», demanda Unións.
Sin un plan de choque, la organización considera que muchos de los sotos hoy afectados no van a resistir muchos años, además de que se abandonará su gestión. Unións recuerda que la castaña es un recurso complementario fundamental en muchas economías de las familias de Ancares y Courel, que este año no contarán con ese ingreso extra que permitía equilibrar presupuestos familiares y complementar las pensiones del rural.
En la comarca de Ancares Courel, los ingresos por venta de castaña superan los 3 millones de euros en un año de cosecha normal, según Unións, cantidad que ha pasado este año prácticamente a cero por el impacto de la plaga de la avispilla.
