La granja de la escuela agrícola Saint Valentin, en el departamento francés de Drôme, comenzó a pensar en la necesidad de lograr unas praderas más resistentes al cambio climático después de la ola de calor del año 2003.
Ubicada en Bourg-les-Valence, en una región donde el verano es mediterráneo esta granja en ecológico ha logrado un sistema de alimentación del ganado vacuno de leche en base al pastoreo que a la vez es original y económico, y ha gradualmente reemplazado la clásica rotación «ryegrass italiano /maíz » desde el año 2007. Por ello no es casualidad que hoy asesores de otros departamentos franceses están interesados en la evolución de mezclas de pastizales probadas en la granja.
«Lograr una pradera multiespecies se logra con el tiempo dependiendo de las condiciones edafoclimáticas y del manejo que se hace del prado”, avanza Jean-Pierre Coats, de la Cámara de agricultura Drôme. “Copiar nuestra mezcla de especies que empleamos en la pradera no sería relevante. Lo importante es reproducir localmente nuestro enfoque; que se puede transponer tanto a ganadería en ecológico como en convencional», añade.
Las fincas de la granja de San Valentín están en suelos arenoso-limoso-arcilloso, profundos pero muy filtrantes. Los prados se riegan con cantidades moderadas de agua, unos 30 mm, con entre tres y seis regadíos según los años.
«En promedio, de 2011 a 2019, nuestros prados multi-especies produjeron 13.3 toneladas de materia seca por hectárea y año”, enfatiza el consejero. O lo que es lo mismo, alrededor de 50 kg de materia seca por hectárea y día y en primavera y parte del verano alcanzado una producción máxima de 70 kg MS / ha y día, bajando en otoño a 40 kg de MS por día. (A modo de referencia, la producción media en Galicia de la rotación maíz forrajero en verano y raigrás italiano en invierno ronda las 16 toneladas, pero con unos costes de producción mucho mayores).
Praderas resistentes a la sequía
El primer paso para lograr estas praderas de alto rendimiento fue encontrar una mezcla de especies pratenses que resistiese bien las condiciones de sequía, y muy perenne para que pueda ser pastada durante un largo período de tiempo. Esos objetivos los cumplió la mezcla Saint Marcellin, sembrada a una dosis de 30 kg / ha.
Por peso, consiste en un 44% festuca alta, 24% de dactylo, 6% trébol, 10% trébol blanco (dos variedades: enano y hojas grandes) y 16% de raigrás inglés (un tetraploide y un diploide) intermedio y semitardio. No se eligió un dactylo precoz para que no espigue demasiado rápido y sea menos agresivo con las demás especies de la mezcla. “Bajo condiciones de sequía el trébol es un activo. La festuca alta y / o el dactylo son esenciales pero requieren mantener una fuerte presión de pastoreo «, insiste Jean-Pierre Coats.
Para ello, en esta escuela agrícola dividieron las praderas en 34 pequeñas parcelas de 3.300 m2 cada una donde los animales realizan un pastoreo intensivo en cortos períodos de tiempo. «Para tener éxito, tienes que encontrar una mezcla multiespecies de pratenses adaptadas a las condiciones de cada parcela, pero también tienes que adaptar el manejo del pastoreo a cada mezcla”, subraya el consejero agrícola.
La importancia de las leguminosas
Esta mezcla, llamada Saint Marcellin, ha demostrado ser equilibrada y resistente en condiciones de sequía. En los años posteriores se le ha ido añadiendo a la mezcla otras leguminosas para mejorar el componente proteico del pasto (7 kg de alfalfa, 20 kg de esparceta y 2.5 kg de trébol encarnado). «La idea es favorecer las grandes leguminosas con un tiempo de rebrote de la pradera largo (32 días) y poder mantener así los prados sin renovar durante por lo menos cuatro años», destaca el técnico francés. El suelo muy drenante de la zona y un pH 7.5 se prestan bien a eso.
Tras añadir a la mezcla estas leguminosas el rendimiento de las praderas aumentó en 4 tMS / ha, logrando algo más de 17 toneladas de materia seca por hectárea y año. El crecimiento es regular. La alfalfa, el dactylo y la festuca responden bien al regadío. Las vacas consumen bien la alfalfa, que está muy presente en verano y a partir del cuarto año gracias a dividir las fincas en pequeñas parcelas de pastoreo. «Para mantenerlo a largo plazo, sobre todo hay que evitar el sobrepastoreo», subraya Jean-Pierre Coats. No meteorizado y muy rico en taninos, la esparceta también es muy resistente a la sequía «Estamos sembrando esparceta simple, más adecuada para pastoreo que la doble, además de ser perenne y también convive mejor con las otras especies”, añade.
Otras innovaciones que se realizaron sobre la mezcla original fueron introducir achicoria (0.5 kg / ha), planta bioactiva y tréboles anuales. «La achicoria estimula el apetito de las vacas y contribuye también a dominar al dactylo”, asegura Jean-Pierre Manteaux, responsable de ganadería de la Cámara de Agricultura del departamento de Drôme. Pero la achicoria requiere realizar un corte de limpieza en invierno, dado su largo tiempo de rebrote.
En cuanto a los tréboles anuales, impulsan el rebrote de la pradera y aseguran una producción a finales de invierno. «Usamos una mezcla con trébol persa (35% de peso), trébol Micheli (20%), trébol resupinatum (20%), trébol squarrosum (20%), trébol istmocarpio (5%)”, explica.
Durante el último seguimiento las praderas del centro de formación agraria de San Valentín contaban con 14 especies (9 plantas perennes y 5 anuales). «Gracias a nuestras pequeñas parcelas de pastoreo y a dejar un tiempo de rebrote de por lo menos 30 días, logramos el objetivo de que la pradera contenga un 50% de leguminosas, al tiempo que conseguimos prados con mucha biodiversidad y convivencia entre especies. Después de 4 años, el dactylo es abundante, pero todas las especies coexisten bien”, destaca el consejero agrícola.
Adaptar el manejo del pastoreo
Las 40 vacas están rotando por las 34 microparcelas de 0,33 hectáreas. Las vacas en lactación pastan cada día una parcela diferente, que al día siguiente es repasada por las vacas secas y las novillas.
El tiempo de la regeneración de 32 días permite que las grandes leguminosas puedan producir en verano. Hay nueve ciclos de pastoreo. Cuando los animales salen de un paddock, la hierba está pastada a una altura (4-5 cm), lo que permite mantener un equilibrio entre todas las especies El propósito es mantener una hierba 100% frondosa con mucha hoja y obligar a las vacas a comer las vainas con las semillas espigadas.
La altura de entrada al pasto está cuando la hierba mide entre 8 y 12 cm, si ES a principios de abril. El riesgo de erosión está bajo control (la ración no es 100% a base de pasto …). Así, desde principios de noviembre solo pastan las novillas. El pastoreo raso (dejando la pradera a 3,7 cm) promueve el crecimiento de los pastos de otoño, facilita al trébol el acceso a la luz y evita los montículos de esparceta y festuca. Las praderas son resembradas cada 4 años.
Para recordar:
Introducir el trébol persa y trébol squarrosum en la mezcla resultó particularmente interesante para cubrir el suelo, estimular el crecimiento de la pradera en el primer año y dar más palatabilidad a la hierba.
Artículo publicado en la revista francesa https://www.reussir.fr/lait/ y cedido a www.campogalego.com gracias a un acuerdo de intercambio de contenidos entre las dos publicaciones