Preguntas clave a la hora de instalar un biodigestor

Un artículo de César Resch, Doctor Ingeniero Agrónomo

Preguntas clave a la hora de instalar un biodigestor

Planta de biogás en Bretaña. Foto: Archivo

Estamos escuchando con frecuencia las bondades de la instalación de los biodigestores. Sería de interés general que alguien nos respondiera a algunas preguntas antes de acometer una inversión en esta tecnología, los pros y contras de entregar nuestro purín a una empresa que lo necesite para usarlo como materia prima en el biodigestor.

Este interés por la generación de energía “verde” a partir de residuos orgánicos se debe a a gran cantidad de dinero que el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) pone en circulación para la instalación de plantas de biogás. Estos fondos vienen del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia (PRTR) para la ejecución de los fondos Next Generation EU dirigidos a actuaciones de aprovechamiento energético de los residuos orgánicos que potencien la economía circular.

Antes de contestar a una serie de preguntas para clarificar el tema, hay que decir que la tecnología de la biodigestión está solidamente desarrollada y ampliamente extendida. Básicamente consiste en hacer una digestión anaerobia controlada de un material orgánico que al fermentar produce gas metano que se canaliza y utiliza como energía.

El funcionamiento del biodigestor es semejante al del rumen de la vaca donde hay dos componentes principales: las bacterias y el material que hace de combustible para la producción de metano. Por lo tanto, un biodixestor además de purín, que funciona como coadyuvante incorporando bacterias, necesita una cantidad importante de material a digerir, el rumen tiene que ser alimentado para que produzca metano.

Este material que introducimos en el biodigestor debe de ser capaz de proporcionar materiales, sobre todo materia orgánica, para producir metano (CH4), esta fuente de alimento va desde silos de maíz o hierba, residuos de huerta, residuos de matadero, lodos de depuradora o residuos orgánicos de cualquier otro tipo.

El biodigestor tiene un importante consumo de energía de por sí ya que para que las fermentaciones precisadas tengan lugar con éxito hace falta que haya una temperatura constante en el tanque. Asimismo, el funcionamiento del biodigestor es en continuo, por lo que el consumo y producción es constante.

Simplificando mucho el sistema, el biodigestor va a tener una serie de entradas y va a producir gas metano en continuo junto con un producto llamado digestato que será el resultante de la “digestión” de los materiales que se introdujeron en el biodigestor. Claro está que el digestato saliente tendrá mucha menos materia orgánica de la introducida pues esta formará parte del metano que se produce en el proceso.

Con esta pequeña introducción podemos hacernos una serie de preguntas antes de acometer la inversión precisa para la instalación de un biodigestor.

1.- ¿Cuales con las cantidades que debo de aportar al biodigestor de material para fermentar en un ciclo anual?

La respuesta a esta pregunta es la llave de la viabilidad de la instalación pues no tendrá mucho sentido instalar un biodigestor en granjas con escasez de recursos forrajeros. La cuestión es clara, con los forrajes de nuestra granja ¿queremos producir leche o gas?. Otra cuestión es que tengamos forrajes en exceso o que se produzcan como material para el biodigestor específicamente, pero la pregunta clave es: ¿Con mis forrajes quiero producir leche o metano?

2.- ¿Que ocurre si incorporo como materia prima en el biodiestor materiales externos a la granja como residuos de mataderos, residuos sólidos urbanos, lodos de depuradora u otros?

Evitamos la competencia con los recursos forrajeros de la granja pero tenemos que tener en cuenta que estamos metiendo más nitrógeno en el ciclo de la granja. Por ello, si usamos ese digestato en la granja vamos a incrementar la cantidad de nitrógeno en las parcelas con un producto, el digestato, que tiene mucha más capacidad de lixiviación y aporta muy poca materia orgánica.

3.- ¿Cómo debería de ser la correcta gestión del digestato?

El digestato es el subproduto que sale del biodigestor, su producción es en continuo por lo que lo primero que tenemos que hacer es tener un tanque de almacenamiento. Su uso debe de ser cómo el del purín, es necesario un período de madurez, y para un buen aprovechamiento debe de utilizarse exclusivamente en períodos con crecimiento vegetativo y condiciones favorables para su aplicación. Por lo tanto, vamos a necesitar una nueva fosa para albergar este digestato.

4.- ¿Qué salida se le da al metano producido?

Este punto es clave para ver la viabilidad del proyecto. Tenemos que tener asegurada la vía de evacuación o uso del metano producido o su utilización en granja o instalaciones próximas. Si contemplamos esta segunda vía tenemos que tener en cuenta que durante los meses de calor las necesidades de calentamiento en casas, agua, naves u otras instalaciones son mínimas o nulas por lo que el valor del metano como combustible es muy bajo o nulo.

5.- ¿Qué capacidades financieras y técnicas son necesarias?

Hágase un análisis riguroso de la inversión y rentabilidad del capital. Tenemos que tener en cuenta que este tipo de instalaciones necesitan mano de obra especializada y asesoramiento técnico de alta calificación además de permisos específicos.

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