El Pleno del Parlamento Gallego aprobó este lunes por la tarde varios cambios en la política de prevención de incendios y de gestión forestal en Galicia. Se hizo a través de la ley de medidas fiscales y administrativas que acompaña a los presupuestos de la Xunta de Galicia para 2018. La iniciativa salió adelante con los votos a favor del Partido Popular y con los votos en contra de la oposición, que coincidió en interpretar que los cambios representan un «reconocimiento del fracaso» de las políticas del gobierno de Feijóo en prevención de incendios y de ordenación forestal.
Igualmente, las tres fuerzas de la oposición -PsdeG-PSOE, BNG y En Marea- critican la forma escogida para realizar estos cambios, a través de la ley de acompañamiento de los presupuestos, y por la tanto sin la participación sectorial y sin los informes preceptivos.
¿Cuáles son los principales cambios que se introducen en la prevención de fuegos y en la ordenación forestal para 2018?
Tal y como ya avanzó Campo Galego en las últimas semanas, los principales cambios que se introducen a través de la Ley de Acompañamiento de los presupuestos son:
-Se suprimen las distinciones que se establecían sobre la plantación de especies pirófitas y a partir de ahora quedará prohibido plantar pinos, eucaliptos y acacias en los 50 metros alrededor de edificaciones, viviendas y urbanizaciones, instalaciones, límite del suelo urbano, rural y urbanizable (las franjas secundarias de gestión de la biomasa).
-Respecto a la fecha en que los trabajos de desbroce tendrán que estar finalizados, se adelanta a 31 de mayo, cuando hasta ahora era en junio.
-Se agilizan las acciones que deben ejecutar las administraciones con carácter subsidiario. Así, cuando se requiera desbrozar a propietarios de parcelas desconocidas e ilocalizables, bastará con un aviso con un plazo de 15 días en el Boletín Oficial de él Estado y en el Diario Oficial de Galicia.
Se abre también la posibilidad de limpiar los montes más descuidados sin que tenga que existir consentimiento de las personas responsables ni autorización judicial, siempre que estas parcelas no tengan consideración de domicilio.
-Cuando exista un grave riesgo para las personas y los bienes materiales, podrán delimitarse por decreto las zonas de actuación prioritaria para que se limpien de manera inmediata. Bastará con una resolución de la propia Consellería de Medio Rural o de los ayuntamientos.
-Se establece la posibilidad incluso de llegar a expropiar predios de titular desconocido en que no se esté gestionando debidamente la biomasa y, por lo tanto, tenga que hacerlo una Administración pública. El requisito será que los costes de estos trabajos sean superiores al valor catastral del terreno.
Del mismo modo, se va a incorporar también la incautación de madera cuando sea la Administración la que limpie ese territorio de manera subsidiaria y si de esta venta existe beneficio, el importe resultante se incorporará a un fondo de nueva creación que permitirá tener presupuesto para ejecutar otros desbroces.
-Los montes vecinales en mano común que no estén explotados adecuadamente podrán declararse en estado de grave abandono de manera que puedan ser incorporados al Banco de Terras. Así, podrá ofertarse su gestión a terceros que estén dispuestos a poner el monte en valor durante 50 años, siempre y cuando la comunidad rechace el cuidado del monte o su puesta en valor.
Algo similar sucederá con aquellos terrenos que dificulten la gestión de los montes por parte de las Sociedades de Fomento Forestal (Sofor). En este caso, o bien se incorporarán al Banco de Terras o incluso se expropiarán con el mismo objetivo de ponerlas a la disposición de la Sofor en cuestión y que puedan gestionarlas en común.
-A partir del próximo año cuando los propietarios incumplan su deber de limpiar el monte, las distancias mínimas que establece la Ley de montes o mantengan en estado de abandono predios que fueron concentrados, y estos incumplimientos provoquen o agraven un incendio forestal, los costes de extinción también podrán ser repercutidos a los propietarios.
-Se incluirán en las redes primarias de gestión de biomasa las subestaciones eléctricas y estaciones de telecomunicaciones, lo que significa que en los cinco metros de perímetro de estas instalaciones no se podrán plantar especies pirófitas y deberá gestionarse la biomasa.
-Se incluirán en las franjas secundarias las viviendas aisladas en suelos rústicos a más de 400 metros del monte.